viernes, 16 de agosto de 2013
¿Experimentos extraterrestres con aprobación de exdictador de Rumania?
La revista On-LineMilenio novedades dice lo siguiente:
Nicolae Ceausescu permitió que seres de otros planetas utilizaran a niños como ‘conejillos de indias’.
El ya fallecido exdictador Nicolae Ceausescu, presidente de Rumania, se llevó el secreto a la tumba, pero estudios hechos por agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos han hallado fuertes y sólidas evidencias que los han llevado a concluir que el dictador tuvo relaciones secretas con misteriosos personajes venidos del espacio exterior.
En el tiempo de su dictadura (a finales de los setenta y principios de los ochenta), Ceausescu tenía a la nación rumana sumida en el más cruel comunismo. Mientras él gozaba de lujos y placeres, el pueblo vivía en la más absoluta miseria, al grado de que muchas mujeres se tuvieron que prostituir para sobrevivir… ¡Pero la jugada maestra del dictador fue mantener contacto con ovnis y alienígenas!El primer contacto sucedió a principios de 1977. En ese año, en Los Cárpatos, el ejército mantuvo una extensa y despoblada zona bajo custodia. Todo el que pretendía entrar a esa zona, fuere quien fuere, era eliminado con un balazo en la cabeza. ¡Únicamente el dictador podía entrar en esa zona y lo hacía solo, en un Jeep hasta un sitio enigmático, donde se habían observado grandes avistamientos ovni y la presencia de extraños seres de cabeza descomunal, muy delgados y de trajes plateados. Aunque el ejército veía las extrañas luces y los objetos voladores, nadie hablaba de nada y todos se hacían de la vista gorda.Un militar ya nacionalizado estadunidense y que pudo escapar del infierno rumano comentó: “Sólo el dictador sabía lo que pasaba en la zona custodiada. Dos veces lo vi a lo lejos que charlaba extensa y amenamente con unos raros personajes de gran cabeza y figura estilizada. Muchas veces vimos ascender y descender decenas de ovnis, pero nadie decía nada. Quien abría la boca se podía considerar hombre muerto”.
niños sacrificados
Parece ser –a decir de las investigaciones del Servicio Secreto- que Ceaucescu hizo un macabro trato con los alienígenas, quienes le pidieron “conejillos de indias” rumanos para diversos experimentos. El dictador puso a disposición de ellos a cientos de niños pequeños de un orfanato que se abrió en el ala norte de la zona custodiada.
¿Qué tipo de experimentos realizaron los extraterrestres con los niños pequeños? Nadie lo sabe. Las enfermeras y cuidadores de los chiquillos todos fueron asesinados misteriosamente apenas comenzaron las investigaciones por parte de los norteamericanos. El caso es que lo que hicieron con los infantes los volvió locos y el hospicio fue más bien un manicomio.Los investigadores yanquis se encontraron con decenas de niñas y niños enloquecidos. Las pequeñas habían sido violadas y los pequeños carecían de algunos dedos de las manos o en los pies, o de algún órgano interno. ¡95% habían enloquecido y el 5% restante apenas se salvaba de la demencia! Estaban en condiciones infrahumanas, en las peores condiciones higiénicas y prácticamente revolcándose en sus deshechos corporales, además de estar al borde de la muerte por inanición.Muchos de ellos mostraban señales de maltrato físico, pero lo peor fue el maltrato psicológico. ¡Los bebés tenían los pañales sin cambiar desde hacía mucho tiempo y se les movían de manera grotesca, ya que estaban llenos de gusanos! La mayoría de los infantes desde que nacieron desconocían lo que era un buen baño. Las cabecitas pegajosas estaban llenas de piojos y otros bichos.
Una pequeña llamada Emilia, de ocho años de edad, quien todavía conservaba cierto grado de lucidez comentó a los agentes que unos hombres deformes, de trajes brillantes y que bajaban de una especie de huevos voladores, les hacían muchos estudios. Les sacaban sangre, fluidos de su cuerpo, y ella fue varias veces penetrada con un aparato parecido a un ’vaginoscopio’ y que le provocaba mucho dolor, fiebre y calambres. El dictador les mandaba papas y hierbas para que comieran, y los asesinos cuidadores trataban a las víctimas peor que a bestias.
Emilia dijo además que los hombrecillos “hablaban muy raro”, en una especie de zumbidos molestos y chillantes. Una brigada de rescate norteamericana se hizo cargo de los pequeños. Niños como Emilia tienen todavía la posibilidad de recuperar totalmente la cordura, pero la mayoría se han quedado irremediablemente perdidos en las tinieblas de la demencia absoluta. ¿Que clase de experimentos realizaron los alienígenas con los chiquillos bajo la complacencia del dictador? La respuesta queda todavía en el aire.
Fuente:mundodesconocido.es
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