sábado, 1 de diciembre de 2012

Cerca del lago Titicaca yacen las ruinas de la misteriosa y monumental ciudad de Tiahuanaco. Diríase que está en el fin del mundo. No se relaciona con nada. Sus caminos no van a ninguna parte. Nada tampoco llega a ella. Sin embargo, el lugar se convirtió en el asiento de una poderosa y antiquísima cultura, aparentemente marítima. En el lago Titicaca, en el altiplano de los Andes, en la zona fronteriza entre Perú y Bolivia, en el aire enrarecido de los 4000 m de altitud que hace apresurar los latidos del corazón, en un páramo desnudo, sin árboles ni arbustos, expuesto a un sol despiadado y a unos vientos incontenibles, en este paraje se encuentra uno de los mayores misterios del mundo, un lugar en ruinas de lo gigantesco, de lo superlativo, del prodigio inexplicable: Tiahuanaco Mucho antes de que los conquistadores españoles llegaran al Perú y mucho antes de que los incas edificaran su imperio, la misteriosa ciudad de Tiahuanaco yacía en ruinas. Sus moradores desaparecieron en la bruma de los Andes. Pero las ruinas de sus monumentos daban fe de la maestría de aquellos constructores que levantaron pirámides en el cielo.Los tiahuanacanos no disponían de bestias de carga ni de ruedas; sólo empleaban herramientas de piedra. Su ciudad de las nubes se encuadra en los Andes por encima del límite superior de los bosques; a casi 4.000 metros de altura, cerca de la frontera actual entre Perú y Bolivia. Sin embargo, hallaron el medio de transportar bloques de piedra de más de 100 toneladas desde una cantera situada a 40 km de distancia, a través de una irregular meseta y de la amplia zona del Titicaca, el lago más elevado del mundo Una vez llegados a su destino, estos bloques (mucho mayores que los utilizados por los antiguos egipcios) se tallaban y pulían con suma perfección y se construían con ellos enormes pirámides truncadas.Testimonio de una importante cultura prehispánica, la cultura Tiwanaku, se cree que poseía un puerto en el Lago Titicaca aunque ahora se encuentre a 20 km de distancia de él. La magnificencia de su cultura se refleja en su excelente obra cerámica con los famosos queros (vasos ceremoniales), los huaco-retratos (retrato tridimensional de un rostro humano en una vasija) así como los textiles y sobretodo en las construcciones arquitectónicas muchas de las cuales poseen orientación astronómica. Esta cultura se inició en una fase temprana alrededor del año 1.380 a.C., y colapso alrededor del año 1.200 d.C. La parte central de la cultura Tiwanacu estuvo en Bolivia, pero en su período expansivo llegó hasta Perú, Chile y Argentina.
cerca de la capital de bolivia y casi ya al lado de la frontera de Perú se encuentra TIAHUANACO o TIWANACU (en lengua Quechua o Aymara respectivamente), un enorme conjunto de ruinas que ocupa una superficie próxima a las 50 hectáreas y situada a 3.825 metros sobre el nivel del mar. Partiendo desde Cuzco, Perú, se llega a Tiahuanaco tras un día de trayecto ferroviario y fluvial. La altiplanicie semeja el paisaje de otro planeta. Cualquier esfuerzo físico tortura al visitante. Allí, la presión atmosférica es cincuenta por ciento más baja que al nivel del mar. El aire contiene una proporción mínima de oxígeno. Es inverosímil que allí pudiera desarrollarse una ciclópea civilización.Los geólogos aseguran que en una época antiquísima, en la época de la formación de la tierra, el continente súbitamente se elevó de las aguas y la cordillera de Los Andes se formó. Pero esto se refiere a la época en que aún no existía el hombre. Por otra parte, algunos investigadores aseguran que Tiahuanaco nunca fue una ciudad de cordillera sino un puerto de mar. Existen allí restos de lo que pudo haber sido un gran muelle y que no conduce a ninguna parte. En épocas remotas pudo haber conducido al mar. El lago Titicaca, cerca del cual está situada, no existiría. No sería lago sino prolongación del océano.
Pedro Cieza de León (historiador Español que vivió entre los años 1.518 y 1.560, escribió Crónica del Perú y una Historia de Nueva España, con interesantes datos históricos y geográficos) escribió después de su visita a esta antigua ciudad allá por el año 1.550 que, era el lugar más antiguo de cuantos había visto hasta ese momento después de su viaje por tierras andinas. De igual modo, recogió de los nativos del lugar la leyenda del origen de esta ciudad, producto del trabajo de una sola noche de unos seres Gigantescos en tiempos anteriores a un gran Diluvio Tiwanaku es la cultura más longeva de la América del Sur, con 27 siglos y medio de duración desde el 1580 A.C. al 1172 D.C. La urbe prehispánica de Tiwanaku fue la capital de un extenso estado andino que comprendía la parte occidental de Bolivia, el noreste argentino, la costa Litoral de Chile, desde Copiapó hacia el norte del desierto de Atacama.
l monumento, erigido en honor de la enigmática civilización tiwanacota, parece recordarnos: los tiwanacotas dominaban el secreto de trasladar grandes moles de piedra a grandes distancias. ¿Tecnología cósmica? Las piedras es como si flotaran en el aire.

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