Vista aérea del santuario termal romano de San Casciano dei Bagni.
Piscinas burbujeantes de agua caliente y curativa en un entorno impresionante, con saltos de altura, terrazas que descienden hacia la vegetación, fuentes, columnatas, juegos de agua...
En San Casciano dei Bagni, en la Toscana, un pequeño pueblo en la provincia de Siena, en el centro de Italia, en el que aún hoy todavía cuenta mucho el turismo termal, los arqueólogos han estado excavando un santuario en el que ha salido a la luz una gran piscina, objetos votivos, altares dedicados a los dioses, un sorprendente bajorrelieve con la imagen de un gran toro y una espléndida figura de niño ("putto") de bronce, una obra maestra de la época helenística.
Restos de una piscina y altares votivos.
Pequeña escultura de un niño de bronce de época helenística.
Pero la verdadera sorpresa, cuenta a ANSA el arqueólogo Jacopo Tabolli, ha llegado en las últimas semanas con el descubrimiento de las dimensiones reales del santuario, que había pertenecido a los etruscos y que los romanos, en los primeros siglos del imperio, quisieron refundar haciéndolo suntuoso y monumental, hasta el punto de ordenar en la casa de la moneda la acuñación de un tesoro de centelleantes monedas de plata, oricalco y bronce, destinado quizás precisamente a las ofrendas del emperador, en honor a aquellos dioses que debían velar por su salud y la de los numerosos notables romanos dispuestos a enfrentar el viaje a este lugar sagrado.
Foto: Los arqueólogos Emanuele Mariotti (izquierda) y Jacopo Tabolli recuperan del lodo un altar dedicado a la diosa Fortuna Primigenia.
Foto: Cómo se suponía que debía ser el santuario
"Es un contexto arqueológico sin igual en Italia y en el Mediterráneo antiguo", subraya apasionado Tabolli, que enseña en la Universidad de Extranjeros de Siena y lidera el proyecto de excavación desde sus inicios, impulsado por el municipio con la subvención del ministerio de Cultura y realizado junto con el arqueólogo Emanuele Mariotti, y Ada Salvi, de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de las provincias de Siena, Arezzo y Grosseto
"Es un descubrimiento excepcional por las dimensiones de la zona del santuario, mucho más grande de lo que podíamos imaginar, con varios edificios sagrados, altares, piscinas, etc.", agrega Tabolli.
Conjunto de parte de las monedas y objetos votivos recuperados en las excavaciones.
Las tomas de agua desde arriba con la sucesión de canales, estructuras y tanques de todas las formas y tamaños que emergen del lodo, son emocionantes. Pero lo que también sorprende es la calidad y rareza del tesoro de objetos que han surgido en estas últimas semanas de excavación.
El más importante, dice Tabolli, es quizás un asombroso útero de bronce que data de los años entre el final de la República y el comienzo del Imperio Romano: "En los santuarios etruscos y luego romanos dedicados a la fertilidad es común encontrar úteros en terracota, aunque en bronce son muy raros", explica el profesor.
Útero de bronce encontrado en las excavaciones.
Foto: Oreja votiva hallada en la excavaciones.
"A pesar de las temperaturas abrasadoras, todos los días estaban llenos de adrenalina, con continuos descubrimientos, desde una increíble oreja de bronce de los primeros años del imperio que un tal 'Aulo Nonio' había dedicado a los dioses para agradecerles su curación, hasta una pierna y hasta un rarísimo pene, también de bronce", explica Tabolli.
Y todo ello sin contar las monedas: "Más de tres mil y todas recién acuñadas", según documenta Giacomo Pardini, experto de la Universidad de Salerno. "Dejaron la casa de la moneda de Roma e inmediatamente fueron llevarlas a San Casciano para honrar la sacralidad del lugar y muy probablemente sus momentos fundacionales", razona Tabolli. Maravillas a las que se suman espléndidos altares tallados en mármol travertino local.
Foto: Numerosas monedas también fueron halladas durante las excavaciones.
Foto: Un estilizado pene hallado entre los elementos votivos recuperados.
De hecho, los trabajos de la última campaña de excavaciones, la séptima, realizada como es habitual entre multitud de estudiantes, ha arrojado nueva luz sobre algunas fases de la historia de este increíble santuario, frecuentado también durante la época de los Medici, tanto que Federico Borromeo, sí, el cardenal que todos recordamos en la novela "I promessi sposi", vino aquí dos veces en 1600 y luego en 1601 para curar un "dolor de mejilla" muy doloroso y misterioso.
Foto: Una vista de los trabajos arqueológicos llevados a cabo.
"Estamos recuperando lo que queda del pórtico construido en el siglo XVI por los Medici, y que luego trasladaron el balneario a la zona de Fonteverde, a 2 kilómetros del antiguo santuario", explica el arqueólogo. Mientras tanto, se ha encontrado evidencia de un dramático colapso que involucró el área de Baño Grande en los últimos años del siglo III d.C., cuando se abrió un abismo de más de dos metros de profundidad en el suelo que provocó que casi todo se hundiera, edificios, columnatas.
Los romanos intentaron remediar el desastre iniciando una poderosa y minuciosa operación de restauración, y, mientras tanto, interpretaron aquella devastación como un prodigio, una señal enviada por los dioses. "Justo en el corazón de la sima levantaron un nuevo altar y construyeron, sobre los escombros, un nuevo estanque con escalones para facilitar su entrada y salida", añade. Una determinación que dice mucho del encanto de un lugar querido y frecuentado desde hace más de dos mil años. Y que en otoño, con la reanudación de las excavaciones, aún podría reservarse quién sabe qué sorpresas.
La localidad toscana de San Casciano dei Bagni es aún hoy famosa por sus baños termales. Foto: iStock
Fuentes: ansalatina.com | arqueonews.net
Publicado por Guillermo Caso de los Cobos
https://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/sacan-a-la-luz-un-extraordinario-tesoro-votivo-en-el-antiguo-sant
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