jueves, 3 de febrero de 2022

Descubren en Asuán una monumental tumba familiar con treinta momias del periodo grecorromano

 

Una momia encontrada recientemente en Asuán, Egipto, tenía una placa con su nombre, Nikostratos, grabado en griego. Crédito: Misión Egipcio-Italiana, Asuán Occidental.

Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Milán, dirigido por Patrizia Piacentini, profesora de Egiptología y Arqueología Egipcia en esta institución, y por Abdelmoneim Said, director general de Antigüedades de Asuán y Nubia, ha realizado un importante descubrimiento en el interior de una estructura quemada por el fuego cerca de Asuán, en la primera catarata del Nilo.

El equipo, que en el marco del proyecto EIMAWA (Egyptian Italian Mission at West Aswan) lleva excavando desde 2019 en la necrópolis que se extiende por los alrededores del Mausoleo del Aga Khanlocalizó la entrada a una tumba familiar de dos mil años de antigüedad (designada AGH032) en cuyo interior se habían depositado treinta momias de individuos de diferentes edades, incluidos algunos ancianos, así como niños y un recién nacido. Aunque los arqueólogos aún no han datado definitivamente la sepultura, creen que una sola familia enterró a sus muertos aquí durante varias generaciones entre los períodos ptolemaico y romano (del siglo I a.C. al siglo IV d.C.).Esto abarca la era ptolemaica de la historia egipcia, cuando la realeza egipcia se casó con los ptolomeos griegos, los gobernantes que se apoderaron de partes de las tierras conquistadas por Alejandro Magno.

La tumba previamente desconocida donde se encontró la momia griega es parte del complejo del mausoleo de Aga Khan. Crédito: Misión egipcio-italiana West Aswan.

El equipo de arqueólogos durante las excavaciones del recinto de culto y sacrificial sobre la tumba AGH032. Foto: Università degli Studi di Milano.

UN RECINTO PARA EL CULTO

Esta tumba (denominada por los arqueólogos AGH032) es una de las más de 300 descubiertas recientemente en la necrópolis, pero mientras que las otras tumbas se encontraron bajo tierra o eran hipogeos excavados en la montaña, esta en particular es única porque se hallaba excavada debajo de una estructura más grande, una construcción que los investigadores creen que probablemente se usó como lugar de culto y para realizar sacrificios. 

"Parece ser que, por su posición a lo largo de un valle de acceso a la necrópolis, este edificio se utilizó como recinto sagrado donde se ofrecían sacrificios a Khnum, dios creador en forma de carnero, protector de las fértiles inundaciones del Nilo, que era particularmente venerado en Asuán. ¿Quién mejor que él podría haber propiciado la vida eterna de quienes descansaban en esta necrópolis?", se pregunta Piacentini. En la pared este de la construcción, los arqueólogos descubrieron la momia intacta de un hombre, junto a la cual había cerámica y un collar de cobre con un nombre griego grabado: Nikostratos. 

Patrizia Piacentini junto a un sarcófago fragmentario hallado en la tumba. Foto: Università degli Studi di Milano.

Algunos descubrimientos llevados a cabo en el lugar parecen confirmar la teoría de los investigadores sobre el uso de esta estructura como lugar sacrificial y de culto. Por ejemplo, hallaron manchas de humo en las paredes, posiblemente causadas por el fuego que se prendía durante las ceremonias. Pero algunas de las marcas también pueden haber sido dejadas por el humo de las antorchas que llevaban los ladrones de tumbas para iluminarse, según Piacentini. Asimismo, dentro de esa estructura quemada aparecieron huesos de animales (principalmente ovinos), restos de plantas, mesas de ofrendas y losas inscritas en jeroglíficos que cubrían la pared este de la estructura.

Entrada de la tumba AGH032, en Asuán, bajo el recinto de culto. Foto: Università degli Studi di Milano

Patrizia Piacentini junto a varias de las momias descubiertas en la tumba AGH032. Foto: Università degli Studi di Milano.

TREINTA MOMIAS

Una escalera, flanqueada por bloques de piedra tallados y cubierta por una bóveda de adobe, conducía al interior de la tumba, que, esta sí, había sido excavada en la roca, el equipo halló un recipiente de ofrendas roto, que aún contenía pequeños frutos de sicomoro. La tumba, que consta de un vestíbulo al cual se abren cuatro cámaras funerarias excavadas en la roca, contenía los restos de unas treinta momias.

Cuenco muy decorado que formaba parte del ajuar funerario hallado en la tumba de Asuán. Crédito: Misión egipcio-italiana West Aswan.

Cartonaje encontrado en la tumba AGH032 por la misión ítalo-egipcia dirigida por Patrizia Piacentini en Asuán (foto: EIMAWA).

Algunos cuerpos estaban en muy buen estado, como el de un niño que yacía en el interior de un sarcófago de terracota, mientras que otras momias aún conservaban sus vendajes de lino y sus cartonajes (una cubierta que se asemeja mucho al papel maché y que cubría diversas partes del cuerpo), muchos de los cuales habían sido cortados por los saqueadores. De hecho, entre los objetos localizados destaca un cuchillo con hoja de hierro y mango de madera que pudo haber sido empleado por estos antiguos ladrones. Los investigadores piensan que la momia de Nikostratos probablemente también fue depositada en su momento en el interior de la tumba con las otras treinta, pero, al parecer, por algún motivo que se desconoce, los ladrones la dejaron fuera antes de marcharse.

Detalle de las escaleras que conducen al interior de la tumba AGH032. Foto: Università degli Studi di Milano.

Cuchillo usado por los antiguos saqueadores y encontrado en el interior de la tumba AGH032. Foto: Università degli Studi di Milano.

Los miembros de la Misión Egipcio-Italiana en Asuán Occidental realizaron un análisis radiológico de la cabeza de un niño momificado en el sitio de la necrópolis con una máquina portátil de rayos X. También realizaron análisis antropológicos y radiológicos a 45 individuos que habían sido descubiertos en 2019  en la tumba denominada AGH026 además de los 20 individuos encontrados en 2021 en la tumba AGH032. (Ver vídeo más abajo). El objetivo era evaluar la edad, el sexo y las posibles enfermedades que pudieran haber padecido las personas.

Examen radiológico de campo de la cabeza de un niño momificado de la necrópolis de Aga Khan en Asuán (foto: EIMAWA).

Parte de un altar, o mesa para ofrendas, que se encontró a la entrada del complejo de la tumba.  Crédito: Misión egipcio-italiana West Aswan.

El equipo descubrió que en la tumba AGH026, el 30% de los individuos eran niños, desde el período neonatal hasta una edad de unos 10 años. Muchos de los cuerpos restantes eran mujeres. Se encontraron al menos tres familias, con madre, padre e hijo enterrados uno al lado del otro en un caso.

Los análisis de los huesos mostraron que algunas de las personas habían padecido enfermedades infecciosas y diversos trastornos metabólicos. El fémur de un adulto mostró claros signos de amputación, a los que la persona debe haber sobrevivido ya que hay evidencia de que el hueso se cicatrizó después del evento, señalan los arqueólogos. Otros cuerpos muestran evidencias de artrosis, que es un signo de muerte que se ha producido en la vejez.

Detalle de una de las momias descubiertas en la tumba AGH032. Foto: Università degli Studi di Milano.

Cabeza pintada de la tapa de un sarcófago de piedra descubierto durante la prospección en la necrópolis de Aga Khan en Asuán (foto: EIMAWA).

El estudio inicial del área condujo al descubrimiento de varios sarcófagos bien conservados, hechos de piedra y arcilla, que datan del período faraónico tardío hasta el período romano, y algunos de ellos aún muestran hermosos colores, dicen los arqueólogos. Dos sarcófagos de niños y tres de adultos, junto con partes de otros sarcófagos, se recolectaron del sitio y se aseguraron fuera del sitio.

El equipo de MIASWAN tiene previsto continuar analizando y datando todos estos importantes hallazgos. "El estudio de la nueva estructura descubierta solamente acaba de comenzar", concluye una emocionada Patrizia Piacentini.













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.