Las antiguas máquinas voladoras han sido por mucho tiempo una tradición de varias culturas en todo el mundo.
Venerables textos hindúes como el Ramayana y el Mahabharata describen aeronaves llamadas Vimanas que hasta fueron utilizadas para la batalla. Discos de piedra acanalados encontrados en cuevas en la frontera chino-tibetana cuentan de una raza extraterrestre llamada los Dropas cuya nave espacial llegó a la Tierra hace 12.000 años.
Los indios Hopi han habitado tres grandes colinas del norte de Arizona, EE.UU. durante más de mil años. Sus leyendas también hacen referencia a vehículos aéreos, quizás de Orión.
Los Hopi pueden haberse establecido en las tres colinas principales de Arizona porque quisieron reflejar su constelación de origen.
Estos mágicos escudos voladores llamados paatuwvota existieron en el Tercer Mundo, una era anterior destruida por un inmenso diluvio. Ésa fue la época en que se construyeron las grandes ciudades y rutas de comercio, y la civilización estaba floreciendo.
En una alocución ante las Naciones Unidas, Thomas Banyacya del clan Hopi Coyote dijo:
“El pueblo inventó muchas máquinas y comodidades de alta tecnología, algunas de las cuales no se han visto todavía en esta era."
Nosotros, claro, reconocemos esta sorprendente descripción como un eco de la Atlántida.
En una leyenda el escudo volante es asociado con Sotuknang, el dios Hopi del cielo. Al parecer un diluvio devastador había destruido Palatkwapi, "la ciudad roja del sur" situada posiblemente en el territorio de piedra roja cerca de Sedona, Arizona. Poco después, un hermano llamado Tiwahongva y su hermana Tawiayisnima, que fueron olvidados en el caos y dejados atrás por sus padres que iban huyendo, emprendieron un viaje para encontrarlos.
Por la tarde, ellos decidieron acampar. Estaban abriendo un atado para la cena cuando oyeron un gran estruendo sobre sus cabezas. Los niños quedaron muy asustados, preguntándose qué podría ser esa cosa extraña. El hermano sostuvo a su hermana fuerte contra su pecho cuando un fantástico ser descendió desde los cielos. Llevaba un traje que relucía como el hielo (¿un traje espacial metálico?) en tanto que su cabeza y cara brillaban como una estrella.
El ser habló:
“No tengan miedo. Mi nombre es Sotuknang. Debido a mi compasión por su difícil situación, he venido a ayudarlos. Suban a mi paatuwvota y permítannos continuar nuestro camino”.
Dibujo Hopi del dios del cielo Sotuknang.
Él los subió entonces sobre su escudo volador bien alto en el cielo de manera que ellos pudieran ver así por muchas millas alrededor.
Dándoles de comer melones maduros a los niños hambrientos, el ser les dijo que debían tener fe en él y en sus enseñanzas que llegarían después a través de sus sueños. Finalmente, aterrizó a corta distancia del pueblo en donde su madre y su padre se habían establecido, y despidiéndose de los jóvenes, voló de nuevo hacia las nubes.
Agradecidos por siempre con el dios del cielo, el hermano y la hermana caminaron hasta el pueblo para reunirse con sus padres.
Máscara de Sotuknang.
Ya que los Hopi no tenían ninguna cosa tal como un platillo volador o de otra clase, ellos lo denominaron según el atavío cultural más cercano a esa forma, concretamente, el escudo del guerrero.
La palabra tuwvota significa este tipo de escudo específicamente. Por extraño que parezca, el concepto de la guerra en la ideología de los Hopi está relacionado con las estrellas. El uso de tuwvota en lugar de la palabra más común para “disco” o “círculo” hace pensar por lo tanto en un origen celestial para el paatuwvota.
Puesto que el término Hopi paa significa “agua”, paatuwvota posiblemente se refiere a los anillos concéntricos que se expanden en el agua. Ésta podría ser una descripción metafórica para el modo en que el peculiar dispositivo de aerotransporte parecía funcionar. La palabra patuka , o “huso”, también puede describir el movimiento de hilado del escudo.
Además, el prefijo pa - denota “maravilla” o “temor”. Para la gente del desierto, “maravilla” equivale a “agua”, pero pa - quizás hace pensar en la reacción ante este extraordinario medio de transporte.
La tradición del escudo volante también aparece en el arte rupestre. La fotografía de abajo es de un petroglifo antiguo, o piedra tallada, encontrado cerca de Winslow, Arizona, que muestra al parecer una nave triangular.
¿Petroglifo de una nave espacial tipo ala-delta?
Abuelo Martin Gashweseoma de Hotevilla (Tercera Colina) al lado del petroglifo que representa posiblemente un "escudo volador”.
En su libro Mexico Mystique, Frank Waters, un experto no indio en los Hopi, escribe:
"En la Segunda Colina cerca de Mishongnovi un antiguo petroglifo describe un objeto con forma de domo que descansa sobre una flecha que representa el viaje a través del espacio, y la cabeza de una doncella Hopi que representa pureza prístina. Como los Hopi creen que otros planetas están habitados, este petroglifo representa un paatuwvota o un 'escudo volante' similar a un 'platillo volador' que vino aquí en el Comienzo. Por lo que ahora en el Fin los sagrados llegarán de otro planeta, dicen que es Venus, en platillos voladores. Muchos tradicionalistas Hopi han reportado recientemente avistamientos de platillos voladores, todos pilotados por los seres que ellos llaman kachinas."
Algunos lectores pueden estar familiarizados con las muñecas de madera kachina que tallan los Hopi. (ver la fotografía.) Los Kachinas no son dioses en sí sino espíritus que actúan como mediadores entre los dioses y los humanos. Ellos pueden tomar la forma de cualquier animal, planta, cuerpo celestial, o criatura de otro mundo.
Durante la primavera y principios del verano los Hopi realizan un ciclo ceremonial de bailes de máscaras kachina como una súplica por la lluvia y el bienestar general de la tribu.
Eototo, jefe Kachina (izquierda) y Aholi, su lugarteniente. Muñecas Hopi kachina del Museo de Arizona. La grafía más correcta es “katsina”. La palabra hebrea para "funcionario" en la Biblia es “katsin”.
Muy parecidos a los ángeles caídos (o los vigilantes) de la Biblia (ver Génesis 6:1-4), los Kachinas fueron a veces conocidos por aparearse con las mujeres Hopi. Esto prefigura el tema contemporáneo de la abducción alienígena con el propósito de reproducción.
Un mito de los Hopi versa sobre una novia joven que acompaña a su apuesto marido Kana kachina de regreso a su pueblo de Mishongnovi en un escudo volante.
Muñeca Kana kachina.
"Cuando el escudo se elevó, todo los kachinas lanzaron un grito bullicioso. El espectáculo era increíble; toda clase de kachina imaginable estaba presente. De repente, cuando la pareja voló a lo largo, los relámpagos fueron visibles en el aire y pudo oírse el estruendo del trueno. Cuando el escudo subió muy alto, la llovizna empezó a caer. Los kachinas estaban acompañándolos ahora...
Los padres (de ella) habían subido al borde de la colina en este momento para observar. Mirando hacia abajo desde el borde de la colina, ellos vieron un número increíble de gente que venía del otro lado de la llanura. Para su gran asombro eran todos kachinas, cantando y gritando en un pandemónium."
Este pasaje se tomó de un libro llamado Earth Fire: A Hopi Legend of the Sunset Crater Eruption escrito en co-autoría por Ekkehart Malotki, un profesor, blanco, de idiomas de la Universidad de Arizona del Norte, y Michael Lomatuwayima, un Hopi de de Hotevilla, la aldea sagrada de la Tercera Colina .
El Kana Kachina está asociado con la erupción volcánica que empieza en el 1064 AD que creó el ahora extinto Sunset Crater localizado cerca de San Francisco Peaks. Otras sesenta millas más al nordeste, una gran piedra rectangular debajo del pueblo de Mishongnovi también es conocida como “la casa del Kana Kachina”.
A medida que el séquito avanzaba desde los picos “kachina” hacia la Segunda Colina, llevaban una cantidad grande de maíz y melones en sus espaldas como regalos para los Hopi. Este variado grupo de mensajeros divinos debe de haber sido una hermosa vista. De hecho, los Hopi a veces se refieren a los kachinas como “las hermosas criaturas” Esta designación no sólo da énfasis a su apariencia estéticamente agradable sino también a su papel como entidades reales en un sistema de parentesco.
Hace tiempo los kachinas fueron adoptados en los clanes junto con varias plantas y animales durante las migraciones que tuvieron lugar después de la salida de los Hopi del mundo subterráneo - el Tercer Mundo mencionado previamente.
Su presencia había sido claramente física o tangible como opuesto a lo sobrenatural o etéreo.
En otras palabras, su influencia se sentía directamente a un nivel material. Cuando el tiempo siguió, sin embargo, la corrupción social y religiosa - un tema recurrente en el pensamiento Hopi – obligó a estas raras pero benévolas “personas” a abandonar el sudoeste norteamericano. Desde ese período hasta el presente, los kachinas aparecen en la mayor parte sólo en forma de espíritu.
Algunos Hopi creen que los kachinas todavía maniobran esos aparatos misteriosos. En su libro The Terra Papers, el escritor Hopi/Apache Robert Morning Sky describe cómo su abuelo y cinco otros hombres estaban acampando en el desierto en agosto de 1947, poco después del infausto incidente de Roswell, cuando un disco volador cruzó por el cielo nocturno y se estrelló.
De entre los restos, ellos rescataron a un alienígena plateado, inconsciente pero todavía vivo, a quien le dieron el nombre de Estrella Mayor. Después de que lo cuidaron hasta que se repuso, el ET les describió entonces telepáticamente por medio de un cristal la guerra galáctica que había derribado su nave espacial. Este material de Expedientes-X relacionado con un americano nativo permanece no confirmado.
No obstante, los avistamientos inexplicados continúan. En el verano de 1970, cientos de UFOs fueron vistos a unas 125 millas al sudoeste de las aldeas Hopi cercanas a la ciudad de Prescott, Arizona. En la tarde del 13 de marzo de 1997, en la misma vecindad una nave ala-delta, quizás como de una milla de largo, cruzó con las luces encendidas en sus bordes anteriores, flotando silenciosamente antes de acelerar hacia el sur. Esto se conoció luego como las Luces de Phoenix.
Titular del USA Today, 18 de Junio de 1997.
En 1998, el anfitrión del programa de entrevistas de radio Art Bell entrevistó a dos miembros del consejo Hopi que declararon que sus remotos antepasados sabían cómo viajar a otros planetas. Ellos también dijeron que durante el Fin de los Tiempos nosotros seríamos visitados por “la gente de afuera” de la Tierra que tiene una tecnología avanzada.
Trío de estrellas mayores dibujados en cuenco cerámico hopi, Arizona del Norte.
Muchos guardianes de la sabiduría Hopi creen que el aumento de la presencia de escudos voladores señala el fin del Cuarto Mundo, o nuestra era actual.
[Ver: La Profecía Hopi]
Junto con las profecías bíblicas del Apocalipsis, los Kachinas o los seres superiores de las estrellas pueden estar intentando advertirnos de este grave estado de las cosas.
Escuchando a estas entidades a lo largo de las eras, los Hopi que viven en sus colinas aisladas han sabido desde hace mucho tiempo sobre el destino global que ahora parece inminente.
Algunas de las señales y presagios están en los cielos. Nosotros sólo necesitamos verlas.
Articulo publicado en...http://www.theorionzone.com/
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