Culturas antiguas del planeta entero tuvieron algún en normal: erigir pirámides. Como si se tratara de un arquitecto extraterrestre que llevó sus conocimientos en cada rincón del mundo en el pasado remoto, estas construcciones antiguos se localizan en todo lado; inclusive en el sitio donde menos esperaríamos: en el Amazonas. Veamos.
En 1976, el satélite Landsat de la NASA estaba orbitando la Tierra cuando captó con su camara puntos misteriosos en el sureste de Perú, a 71 grados, 30 minutos de longitud oeste en la zona de Mamá de Dios en pleno Amazonas.
La imagen satelital, archivada con el número C-S11-32W071-03 enseñó un enigmatico montón de formaciones, en medio de la selva sureste de Perú.
La imagen de satélite declaró construcciones espaciadas simétricamente y de forma uniforme, que parecían una serie de ocho o más pirámides, en al menos cuatro filas de dos.
La curiosa formación pasó a conocerse como las Pirámides de Paratoari, o como demasiados autores las llamarían posteriormente, Pirámides de Pantiacolla.
La imagen de satélite envió a exploradores, autores e expertos a un frenesí en cuanto a cuáles son las curiosas construcciones.
Las «pirámides» se tornaron gran cantidad famosos, sobre todo porque se estima que la ciudad perdida de Paititi estaba ubicada en algún lugar de esa área.
El presidente del South American Explorers Club, Don Montague, escribió sobre las enigmáticas construcciones en un artículo publicado en South American Explorer Journal, donde las explicó como nada más que misteriosas formaciones geológicas.
en cambio, múltiples personas que observaron la imagen de satélite no quedaron convencidas por los textos de Montague.
¿Una civilización perdida en el Amazonas?
Los defensores de la hipotesis de que la estructura no es una formación geológica sino que, de hecho, las construcciones artificiales argumentan que las pirámides quizá fueron construidas por una antigua civilización perdida que habitó la selva amazónica hace miles de años.
Demasiados argumentan que la supuesta estructura ha sido devorada por la selva tropical circundante y está cubierta con miles de años de flora.
A pesar de que las presuntas construcciones piramidales están ubicadas en una parte remota de la selva amazónica, se han organizado varias expediciones para explorar, no solo las presuntas pirámides sino la zona en busca de la metrópoli perdida de Paititi.
¿Relación con Paititi?
La metrópoli perdida de Paititi es una mítica ciudad inca antigua, que se menciona que está situada en algún lugar al este de los Andes, en el interior de las densas y remotas selvas tropicales del sureste de Perú, el norte de Bolivia o el suroeste de Brasil.
Se establecieron numerosas expediciones para rastrear la metrópoli perdida de Paititi, y algunas de ellas inclusive buscaron las presuntas pirámides de Paratoari.
Entre 1984-2011, varias expediciones fueron dirigidas por Gregory Deyermenjian, miembro del club de exploradores y explorador peruano.
Estos incluyeron la documentación de los remanentes incas en Mameria, la exploración y documentación de los petroglifos en Pusharo, la exploración y documentación de las pirámides de Paratoari de Manu, y diferentes.
Deyermenjian había desvelado abundante evidencia de la antigua presencia Inca en el área, incluidos petroglifos, caminos pavimentados, plataformas y plazas, pero no localizó evidencia concluyente de que las enigmaticas construcciones detectadas por el satélite Landsat de la NASA fueran construcciones hechas por el hombre.
Deyermenjian argumentó que las construcciones eran formaciones naturales de arenisca conocidas como espolones de cresta truncada, que pueden tomar la figura de pirámides naturales.
desde aquel momento, Deyermenjian, en 1999 y 2006, ha observado y fotografiado diversos sitios muy semejantes en el área del Río Timpía, con colosales formaciones naturales de forma intrigante piramidal.
“EN 1996, INCLUSO SIN HELICÓPTERO, NOS INSTALAMOS NUEVAMENTE EN LAS HÚMEDAS SELVAS BAJAS DE MANU, EN UN ÁREA AL SUR DE PUSHARO, PARA ALCANZAR Y REALIZAR EL PRIMER EXAMEN DEFINITIVO DE LAS PIRÁMIDES DE PARATOARI, OCHO APARENTEMENTE ESPACIADAS UNIFORMEMENTE Y COLINAS ANORMALMENTE SIMÉTRICAS QUE HABÍAN PROVOCADO UNA OLEADA DE ESPECULACIONES SOBRE SU PROCEDENCIA Y RELACIÓN CON PAITITI DESDE QUE FUERON OBSERVADAS EN UNA IMAGEN SATELITAL DE LA NASA VEINTE AÑOS ANTERIORMENTE …”
Pero la gente aun estaba asombrada por las formaciones, y pensaban que eran construcciones artificiales.
En 2001, el explorador francés Thierry Jamin investigó el sitio de Pantiacolla y se menciona que investigó las pirámides, terminando que en verdad son formaciones naturales. en cambio, Jamin reveló diversos artilugios incas en la misma área.
En 2011, tuvo lugar una expedición británica para investigar las pirámides de Paratoari con Kenneth Gawne, Lewis Knight, Ken Halfpenny, I. Gardiner y Darwin Moscoso como parte del documental «El secreto de los incas».
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