El padre Serafino Jamourlian y la estudiante de doctorado Vittoria Dall’Armellina, junto a la espada de hace 5.000 años (Universidad Ca' Foscari)
Vittoria Dall’Armellina es una estudiante de doctorado de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia que se encontraba hace unas semanas visitando el museo de San Lazzaro degli Armeni, un monasterio del siglo XVIII situado en un islote en el sur de la laguna salada en la que se ubica la ciudad de los canales.
En medio de los distintos objetos almacenados en las vitrinas, a la joven le llamó la atención una espada de metal que se almacenaba en un aparador junto a una serie de materiales de época medieval. Vittoria detectó rápidamente que aquella arma era más antigua, mucho más antigua, que el resto de elementos que la acompañaban.
Especialista en el nacimiento y desarrollo de la espada en el antiguo Próximo Oriente, Dall’Armellina reconoció similitudes entre aquel trozo de metal y otros que había estudiado durante su doctorado. ”Tipológicamente, era muy parecida a algunas armas de hace 5.000 años encontradas en el Palacio Real de Arslantepe (Anatolia oriental), consideradas las espadas más antiguas del mundo”, explica.
La isla y el monasterio de San Lázaro de los Armenios en Venecia / foto Anton Nosik en Wikimedia Commons
La hoja de San Lazzaro también parecía del mismo tipo que otra presente en el museo de Tokat (Turquía) y que procede de la región de Sivas. Esta provincia forma también parte de la Anatolia Central aunque, en el pasado, se conocía con el nombre de Sebaste y formaba parte de Armenia (cuya frontera actualmente se encuentra a más de 600 kilómetros al este).
Tras comprobar que la espada no estaba presente en el catálogo de antigüedades orientales conservadas en el museo del monasterio, Vittoria Dall’Armellina habló con su supervisora doctoral, la profesora de arqueología Elena Rova, para poder iniciar una investigación más profunda que permitiera verificar sus intuiciones y aclarar los secretos que ocultaba este descubrimiento.
Los análisis científicos han confirman que el arma hallada en Venecia es similar a la más antigua del mundo, que data de alrededor del año 3000 antes de Cristo, no solo en su forma, sino también en la composición de la aleación de metal utilizada. Un arma de Anatolia acababa de reaparecer por casualidad en Venecia, pero aún quedaban muchas preguntas por responder.
Detalle de la espada, la cual tiene muchas similitudes con las armas halladas en el Palacio Real de Arslantepe, consideradas las más antiguas del mundo (Universidad Ca' Foscari).
Para resolver el misterio, la investigadora contó con la colaboración del padre Serafino Jamourlian, uno de los integrantes del monasterio mechitarista de San Lazzaro degli Armeni. Juntos consultaron los archivos de esta congregación fundada por el monje armenio Manug di Pietro en 1717, obligado a abandonar su tierra natal por culpa de la invasión turca.
Lo que descubrieron fue que la espada llegó a la ciudad de los canales procedente de Trebisonda (Trabzon, en turco), una ciudad de Turquía situada junto al mar Negro. Fue el comerciante de arte y coleccionista Yervant Khorasandjian quien la donó a este centro religioso en la segunda mitad del siglo XIX.
Así lo atestigua un papel bastante destrozado y escrito en armenio que alguien se encargó de copiar en época más reciente. El texto explica que Khorasandjian regaló una serie de objetos al padre Ghevond (Leonzio) Alishan. El documento también especifica que este alijo formaba parte de una serie de hallazgos que se encontraron cerca de Trebisonda, en un lugar llamado Kavak.
Análisis de la espada en el laboratorio (Universidad Ca' Foscari).
Ghevond Alishan fue, además de monje de la congregación mechitarista, un famoso poeta y escritor amigo de John Ruskin, uno de los grandes maestros de la prosa inglesa y que influyó notablemente en Mahatma Gandhi. Alishan, que murió en Venecia en 1901, era además un gran aficionado a la arqueología.
En las últimas décadas del siglo XIX, el monje recibió todos los objetos junto con la nota que decía lo siguiente: “El Sr. Yervant Khorasandjian, que vivía en Trabzon, envía al Padre Ghevont (Leonzio) Alishan como regalo, a través del Padre Minas Nurikhan, un monje mechitarista, fundador y director del Colegio Mechitarista de Trabzon (1882-1894), una espada de bronce, encontrada cerca de Trebizond, y precisamente en Kavak”.
Una vez descubierta parte de la historia del arma, Vittoria Dall’Armellina realizó los análisis pertinentes en el laboratorio y descubrió que la hoja era de cobre arsenicado (o “bronce natural”), una aleación utilizada con frecuencia antes de la propagación del bronce y que también se encuentra en el resto de ejemplos de espadas similares existentes.
Ejemplos de espadas de Arslantepe, encontradas en 2004. Las más antiguas encontradas hasta ahora, tienen 5500 años de antigüedad.
Estos datos, y la semejanza del arma blanca con las encontradas en Arslantepe, permite a los especialistas fechar la espada -que no muestra inscripciones, ni frisos, ni ningún signo distintivo- entre finales del IV y principios del III milenio antes de Cristo. Su procedencia se restringe a una región al este de Anatolia, entre el curso alto del río Eufrates y la costa sur del mar Negro.
Lo que no han podido determinar los investigadores, por culpa de las malas condiciones de su almacenamiento, es si este objeto fue realmente utilizado en batallas o si era simplemente utilizado en desfiles y recepciones. Otra hipótesis plausible es que fuera parte de un ajuar funerario de algún guerrero o aristócrata.
Es precisamente en la época a la que se remonta esta espada cuando en Anatolia oriental y en la región vecina del Cáucaso se pusieron de moda las tumbas que presentan kits ricos y suntuosos compuestos de armas y joyas. Estos ajuares se han interpretado como la evidencia del nacimiento de una nueva élite guerrera.
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