jueves, 29 de agosto de 2019

El «Reino de Terror» de los incas al descubierto en cuatro antiguos cráneos

Los cráneos fueron exhibidos como advertencia y muestra de poder del Imperio incaico.



Algo terrible se ocultaba en las ruinas de Iglesia Colorada, un ancestral pueblo a los pies de los Andes. Entre sus restos los investigadores descubrieron cuatro cráneos. Sin cuerpos, sin un sepulcro apropiado, ni ajuar que los acompañe —solo los cráneos—. ¿Qué hacían allí?

 Por 15 años, desde que fueron descubiertos en 2003, el misterio ha desconcertado a los arqueólogos. Pero ahora dos investigadores del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago de Chile, han propuesto una explicación: los cráneos cercenados son una muestra del «reino de terror de los incas», en donde las cabezas de cuatro pobladores ejecutados fueron puestas a la vista de todos como una advertencia.

 El periodo desde finales del siglo 15 y principios del 16 fue muy tumultuoso para gran parte de Sudamérica. Durante esos tiempos el Imperio inca se estaba expandiendo lentamente a través de los Andes. «Si bien las civilizaciones han existido en el valle de los Andes por mucho tiempo, la mayoría estaban aisladas», dijo el coautor del estudio Francisco Garrido. «Y mientras algunas se unían al Imperio inca sin ofrecer resistencia, otras no estaban tan dispuestas».



                             Sector Iglesia Colorada, Región de Atacama, Chile. Crédito: W. Griem.



«Este último fue probablemente el caso del pueblo de Iglesia Colorada», argumenta Catalina Morales, la otra autora de la investigación publicada en Latin American Antiquity. «Y basados en estos misteriosos cráneos encontrados en las ruinas, que datan justamente del periodo expansionista inca, concluimos que los conquistadores recurrieron a la violencia para aterrorizar a los pobladores rebeldes y asegurar la obediencia del resto».

 Desde un principio, los arqueólogos sabían que el basurero en donde fueron encontrados los restos no tenía ningún patrón funerario. En la misma región ya se había hallado una tumba, una red circular de sepulcros bien organizados y protegidos con troncos, en donde los restos estaban compuestos por esqueletos completos y no solo las cabezas decapitadas, además de estar acompañados de joyas y cerámica.

 Pero el lugar aleatorio donde yacían los cráneos no es la única pieza de evidencia que apunta a que fueron víctimas de un final violento. Todos comparten marcas similares: perforaciones y extrañas marcas en la mandíbula, señales de que seguramente fueron colgados de una soga para que todos en el pueblo los pudieran ver.

 Las marcas en las mandíbulas indican que fueron despellejadas antes que los cráneos se pusieran en exhibición, para así causar un mayor impacto visual. Tres de los cráneos pertenecían a mujeres jóvenes y el restante a un niño. En base a la densidad de los huesos, todos presentaban evidencias de malnutrición.



Un cráneo reconstruido y con ampliaciones de las perforaciones. Crédito: Francisco Garrido, Museo de Historia Natural de Santiago, Chile.


«Al parecer los incas no tenían como objetivos a los líderes del pueblo», explicó Garrido. «Esto se debe a que los hombres jóvenes y sanos eran un bien preciado para el imperio —ya sea como trabajadores, guerreros o fuente de impuestos—».

 «Pero el reino de terror no estaba esparcido a lo largo del imperio. No era una matanza», agregó.

 En su lugar, este tipo de exhibiciones macabras estaban limitadas a pueblos como el de Iglesia Colorada que, no solo eran probablemente rebeldes, sino que representaban un desafío logístico para el Imperio inca. Estaban lejos del centro neurálgico en Cuzco y cerca de una de las regiones más áridas del mundo, el desierto de Atacama.

 Incapacitados para enviar recursos a tanta distancia desde la ciudad capital y con poco conocimiento del terreno, el Imperio inca habría enfrentado dificultades a la hora de gobernar sobre Iglesia Colorada. «Los pobladores locales tenían ventaja sobre los invasores al tener el conocimiento especializado para sobrevivir en el ambiente hostil. Por eso, para demostrar su poderío y control —y tal vez inculcar un sentimiento de miedo— los incas recurrieron a medidas extremas, tal como colgar cráneos como trofeos», concluyó Garrido.

 Este es el primer análisis exhaustivo de los cráneos de Iglesia Colorada.














Fuente: Live Science.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: El «Reino de Terror» de los incas al descubierto en cuatro antiguos cráneos https://mysteryplanet.com.ar/site/el-reino-de-terror-de-los-incas-al-descubierto-en-cuatro-antiguos-craneos/

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