Levantar una baldosa en el centro de la capital es, con alta probabilidad, una manera de destapar siglos dehistoria de Madrid. Y, desde 1993, también es sinónimo de mantener un rígido seguimiento arqueológico antes, durante y después de meter la piqueta en una obra para evitar dañar los vestigios que se pudieran esconder bajo el suelo. Por eso, desde el pasado miércoles, la reforma de la plaza de España está suspendida. Permanecerá parada hasta que no haya un control arqueológico a pie de campo.
La razón por la que los movimientos de tierras realizados tienen que estar supervisados por expertos en arqueología y paleontología se debe a que la plaza de España se encuentra en el epicentro de la Zona Arqueológica del Recinto Histórico de la Villa de Madrid, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1993. En el subsuelo de esta emblemática plaza se podrían hallar restos desde el Paleolítico hasta principios del siglo XVIII, motivo por el que en 1989 la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad comenzó con los trámites para blindar toda la zona.
El área delimitada, que abarca desde la glorieta de San Antonio de la Florida hasta la plaza de Colón, pasando por la calle de Goya y la ronda de Atocha, coincide con la última cerca que circundaba la Villa, conocida como la cerca de Felipe IV, que fue levantada en el siglo XVII. Dentro de ella, se han encontrado restos arqueológicos de diversos momentos culturales anteriores a la fundación árabe de Madrid: desde vestigios materiales del Paleolítico, la Edad de Bronce, del Hierro, de la dominación romana y del reino visigodo.
Según consta en el decreto de 1993, rubricado por el entonces consejero de Educación y Cultura, Jaime Lissaveztky, al proteger el perímetro interior de la cerca de Felipe IV no sólo se blindan los restos culturales de los poblamientos anteriores a la fundación de la capital, sino que también de la « época musulmana y cristiana hasta el siglo XV, cuyos restos fortificados corresponden con las murallas del primer y segundo recinto de la Villa, declarados monumento nacional, hoy BIC, en 1954».
Dentro de él también se encuentra, tal y como subraya la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado, «el Madrid de los Austrias, que abarca desde el siglo XV a la primera década del XVIII»; es decir, desde el asentamiento definitivo de la Corte en Madrid por decisión de Felipe II, hasta la muerte de Carlos II El Hechizado, cuando se extingue la dinastía centroeuropea.
Reunión el lunes
Las obras se podrán reanudar cuando los técnicos de la Comunidad determinen que se garantiza la conservación del patrimonio existente. Según informó a este diario el área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento, los arqueólogos que iban a hacer seguimiento de la obra ya estaban contratados y tienen cita con la Dirección General de Patrimonio el próximo lunes. Por lo que el entuerto podría resolverse en cuestión de días y que los trabajos se reanuden en breve.
Hasta ahora, tal y como subrayaron las mismas fuentes de Urbanismo, «las únicas actuaciones que se han realizado han sido sobre la cubierta del aparcamiento, sin ninguna afección arqueológica, y sólo han consistido en el levantamiento del pavimento». Aún así, Patrimonio abrió diligencias para determinar posibles responsabilidades y ya ha pedido explicaciones al Ayuntamiento.
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