Las cuevas del río Klasies, en el Cabo de Buena Esperanza de Sudáfrica, donde se hallaron las pruebas del consumo de almidón hace 120.000 años. Crédito: Universidad de Wits.
Nuevos descubrimientos realizados en las cuevas del río Klasies, en el Cabo de Buena Esperanza de Sudáfrica, donde se han encontrado restos de alimentos carbonizados en hogares (fuegos), han proporcionado las primeras evidencias arqueológicas de que los humanos anatómicamente modernos asaban y ingerían almidones de plantas, tal como tubérculos y rizomas, hace unos 120.000 años.
La nueva investigación realizada por un equipo internacional de arqueólogos, y publicada en Journal of Human Evolution, proporciona la prueba arqueológica que anteriormente faltaba para respaldar la hipótesis de que la duplicación de los genes para la digestión del almidón fue una respuesta adaptativa derivada de un aumento en la dieta del mismo.
"Esto es muy interesante. Las pruebas genéticas y biológicas sugerían que los humanos primitivos habrían estado comiendo almidones, pero tal investigación no se había hecho antes", dice la autora principal Cynthia Larbey (izquierda), del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge. El trabajo es parte de una investigación sistémica multidisciplinaria sobre el papel que las plantas y el fuego desempeñaron en las vidas de las comunidades de la Edad de Piedra Media.
El equipo interdisciplinario buscó y analizó hogares (fuegos) no perturbados en el sitio arqueológico del río Klasies.
"Nuestros resultados mostraron que estos pequeños hogares cenicientos se usaban para cocinar alimentos, y las raíces y tubérculos con almidón fueron claramente parte de su dieta desde hace alrededor de 120,000 años hasta 65.000 años atrás", afirma Larbey. "A pesar de los cambios en las estrategias de caza y en las tecnologías de herramientas líticas, todavía cocinaban raíces y tubérculos".
La profesora Sarah Wurz, de la Escuela de Geografía, Arqueología y Estudios Ambientales, de la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo, Sudáfrica, y arqueóloga principal del enclave del río Klasies, dice que la investigación muestra que "Los seres humanos primitivos seguían una dieta equilibrada y eran unos genios ecológicos capaces de explotar sus entornos de manera inteligente para obtener los alimentos adecuados y quizás medicamentos".
Al combinar raíces y tubérculos cocidos, como un alimento básico, junto con proteínas y grasas de crustáceos, peces, fauna pequeña y grande, estas comunidades pudieron adaptarse óptimamente a su entorno, lo que indica una gran inteligencia ecológica hace 120.000 años.
"La dieta con base en el almidón no es algo que haya sucedido cuando comenzamos a cultivar, sino que es tan antigua como los humanos", dice Larbey. La agricultura en África solo comenzó en los últimos 10.000 años de existencia humana.
Cynthia Larbey señala un área donde se encontró tejido vegetal conteniendo gránulos de almidon en hogares de hace 65.000 años en una cueva del río Klasies. Crédito: Universidad de Wits.
Ubicación de las muestras micromorfológicas de las cenizas halladas en los hogares de la cueva 1A del río Klasies. Crédito: Cynthia Larbey
Los seres humanos que habitaban en Sudáfrica hace 120.000 años vivían y se organizaban en pequeñas bandas.
"Las evidencias del río Klasies, donde se hallaron varios fragmentos de cráneos humanos y dos fragmentos maxilares que datan de hace 120.000 años, muestran que los humanos que vivieron en ese período se parecían a los humanos modernos de hoy en día. Sin embargo, eran algo más robustos", dice Wurz.
Micro-fotografía en la que se observan gránulos de almidón dentro del tejido vegetal. Crédito: Cynthia Larbey
El río Klasies es un sitio de ocupación humana muy famoso en la costa del Cabo de Buena Esperanza de Sudáfrica excavado por Wurz, quien, junto con Susan Mentzer, del Instituto Senckenberg y la Universidad Eberhard Karls, en Tübingen, investigaron los pequeños hogares (de aproximadamente 30 cm de diámetro).
La investigación tendente a buscar los materiales de las plantas en los hogares fue inspirada por el profesor Hilary Deacon (ya fallecido), quien transmitió la localización del enclave arqueológico del río Klasies a Wurz. Deacon había realizado un trabajo innovador en dicho enclave, y en la década de 1990 señaló que había material vegetal en y alrededor de restos de hogares. Sin embargo, en aquellos años los métodos de análisis micro no estaban disponibles para probar la hipótesis del consumo de almidón en el periodo de la Edad de Pieda Media.
Fuente: Universidad de Witwatersrand |
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