viernes, 14 de diciembre de 2018

Stonehenge pudo haber sido construido utilizando la fuerza de tracción del ganado bovino



El misterio de cómo las piedras azules de Stonehenge fueron transportadas 160 kilómetros desde Gales hasta Wiltshire ha desconcertado a los arqueólogos durante generaciones.
Algunos expertos dicen que los glaciares trasladaron y depositaron las enormes rocas en la última era glacial, mientras que otros sugieren que las piedras fueron arrastradas con rodillos o trineos utilizando mano de obra.
Sin embargo, una nueva investigación de los arqueólogos del University College de Londres (UCL) apunta a una explicación mucho más simple: que el ganado fue un medio empleado para mover grandes cargas hacia el 6.000 a.C.

En este estudio, publicado en Antiquity, los arqueólogos señalan que los huesos de las patas del ganado bovino utilizado en los Balcanes durante el periodo Neolítico muestran patrones característicos de desgaste, lo que indica que estaban siendo empleados para labores de tracción casi 2.000 años antes de lo que se pensaba, es decir, ello significa que los granjeros neolíticos ya estaban utilizando el ganado para mover grandes cargas antes de que Stonehenge se construyera hace 5.000 años.
La autora principal del estudio, la Dra. Jane Gaastra (izquierda), del departamento de Arqueología del UCL, dijo: “Nuestra identificación de la tracción animal sistemática en torno al 6000 a.C., hace que sea aún más probable que hubiera animales disponibles para las tareas de labor durante la construcción de Stonehenge".
"En consecuencia, ello proporciona una buena vía para llevar a cabo más investigaciones al respecto".
“La zona de los Balcanes donde encontramos los restos óseos era un entorno muy boscoso durante el período Neolítico, por lo que cortar árboles para crear asentamientos habría requerido de mucha mano de obra. Por lo tanto, el ganado habría sido un activo vital para ayudar a transportar elementos como la madera con la que construir viviendas".
El estudio se realizó en los Balcanes central y occidental, y muestra que los primeros agricultores europeos no estaban simplemente utilizando el ganado como fuente de carne o de productos lácteos, sino también como medio de propulsión.
Superficies articulares proximales de las falanges secundarias anteriores de Bos taurus de Foeni-Salaş (A) y Blagotin (B). El espécimen A muestra la ampliación de la faceta articular medial en comparación con una superficie articular normal en el ejemplar B (Fotografías de J. Gaastra)
Investigaciones anteriores sugerían que los animales no se usaron para labores de tracción hasta mucho más tarde, con la invención del arado y el carro, y, como quiera que no hay evidencia de ninguno de los dos en Stonehenge, es por lo que se ha venido creyendo que los animales no se han empleado para mover las piedras del monumento.
El coautor de la investigación, el Dr. Marc Vander Linden (derecha), anteriormente profesor en el departamento de Arqueología del UCL, y en la actualidad en la Universidad de Cambridge, dijo: "Hasta ahora, en general, se ha considerado que la tracción animal comenzó a emplearse durante el V ó IV milenio a.C., paralelamente a la introducción del arado y la rueda, pero nuestro estudio demuestra que este no es el caso".
“Hemos revelado que cuando la rueda y el arado estuvieron disponibles, los agricultores ya tenían experiencia en el empleo del ganado para labores de tracción, y tal circunstanci podría haber facilitado la difusión de estas innovaciones".
“Las piedras azules se movieron durante la segunda mitad del III milenio a.C., un período en el cual ya se había establecido la tracción animal. Desde este punto de vista, nuestro estudio solo muestra que dicha tracción fue practicada por los primeros agricultores europeos mucho antes de lo que generalmente se ha venido considerando. Y, francamente, no hay razón para pensar que no se empleó".
Metatarso de un 'Bos taurus' de Kneževi Vinograd que muestra remodelación subpatológica del cóndilo medial como resultado de la fuerza de tracción ejercida. Su datación se sitúa entre 6015-5897 a.C. Fotografía de J. Gaastra.
Los arqueólogos del UCL investigaron doce muestras de restos óseos de patas de ganado bovino, tanto de machos como hembras de once enclaves neolíticos en los Balcanes central y occidental, esto es, en Croacia, Serbia, Rumania y Bosnia-Herzegovina, y que abarcan un periodo que va desde el 6.000 hasta 4.500 a.C.

Se constató que los huesos de las patas de tales animales tenían un crecimiento adicional en el lado interno, el área que implica soportar la mayor parte de una carga pesada.
El experto en Stonehenge, el profesor Mike Parker Pearson  (izquierda), miembro también del UCL, agregó: "No hay evidencia de que la fuerza de tracción animal haya sido empleada en Stonehenge. Ahora bien, sí tenemos una mandíbula de ganado en Stonehenge con la misma datación en que llegaron las piedras azules, alrededor del 3000 a. C., y que proviene de una vaca anciana que creció en un terreno geológico compatible con el que se halla en el oeste de Gales".






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