Una cantidad de culturas ancestrales nos hablan de sus “dioses alados”, dioses del Sol los cuales representaban con el símbolo de un “disco alado”.
Este símbolo del “disco alado” fue venerado por los soberanos de Sumer y Acad, de Babilonia y Asiría, de Elam y Urartu, de Mari y Nuzi, de Mitanni y Canaán durante miles de años. Con las variaciones propias de sus respectivas mitologías, reyes babilonios e hititas, faraones egipcios, shas persas, entre otros soberanos, se postraban ante este símbolo.
Assur (Asiria)
Assur (también Ashur) es el mayor dios de Asiria, el rey de los dioses y el dios de los reyes. Era un dios de la guerra cuya capital religiosa fue Assur, que luego daría su nombre a Asiria. Se le representa dentro de un disco alado (a veces como con rayos interiores), que usualmente tiene un arco en la mano.
No responde a una característica específica, no tenía ningún poder específico y no se definía en relación con algún fenómeno natural como sucedía con la mayor parte de los dioses mesopotámicos.
Su nombre se escribía (durante el I Milenio AEC) con los signos de As, que significa dios, y con el signo Shar que se identifica con el concepto de infinito. Por lo tanto, Asshar es el dios de la totalidad, creador del cielo, (como An), y de los lugares infernales.
La mayoría de los soberanos del I Milenio lo incluyen en su nombre real, como Assur-bani-pal, que significa “Assur es el creador de su heredero”.
Faravahar (zoroastrismo)
El zoroastrismo o mazdeísmo es el nombre de la religión y filosofía basada en las enseñanzas del profeta Zoroastro (Zarathustra), que reconocen como divinidad suprema a Ahura Mazda, el Creador no creado. Ahura Mazda (u Ormuz) es el dios del cielo, omnisciente y sacerdote celeste. Es un dios abstracto y trascendente, sin imagen concreta, por lo cual no es representable.
El principal símbolo del zoroastrismo es el Faravahar, una suerte de disco alado similar a otros anteriores (como el de los pueblos egipcios, mesopotámicos, hititas, etc.) pero con una persona dentro. Se desconoce el concepto concreto que representaba en las mentes de quienes lo adaptaron, pero en el actual zoroastrismo, el faravahar se interpreta como un recordatorio del propósito personal en la vida, que es vivir de forma que el alma progrese hacia el frasho-kereti, o la unión con Ahura Mazda. Aunque existen varias interpretaciones de los elementos individuales del símbolo, ninguna de ellas es anterior al siglo XX.
Este símbolo resulta muy similar al del dios asirio Assur, pero a diferencia de este, el Faravahar tiene su torso fuera del disco, mientras que Assur lo tiene completamente dentro. También se diferencian por las extensiones en forma de “tren de aterrizaje” (a falta de un mejor término) que tiene el Faravahar.
El término Faravahar desciende del persa medio frawahr, mediante disimilación de frawash o frawaxsh, del avéstico Fravashi (espíritu semejante a un ángel de la guarda). No existe una descripción física de ningún Fravashi en el Avesta (el libro sagrado del zoroastrismo).
Relación Assur/Ahura Mazda
Este símbolo de Faravahar tiene sus orígenes en otros discos alados anteriores, de más de 4000 años de antigüedad, provenientes de Egipto y Mesopotamia, los cuales están asociados al Sol y a deidades relacionadas con este astro.
Ahura es la traducción persa de la védica Asura, que es una variación de Ashur. Moulton y Gemoll propusieron en 1911 que Ahuramazda era el mismo dios Ashur. Es muy probable la conexión filológica entre Asiria, Siria, Surya (dios del Sol en la mitología védica), Assur (es el mayor dios de Asiria), Asura (deidad demoníaca en el hinduismo) y Ahura, todos términos relacionados con el Sol.
La comparación del zoroastrismo con la religión india también es útil para comprender su significado. Estas dos religiones tenían un dios llamado Mitra por los hindúes y Mithra por los iranios, que era un dios solar. Más aún, Mitra proviene de la palabra persa “mihr”, que significa sol.
El término Ahura era también conocido por los indios, que lo pronunciaban Asura. Son los iranios quienes transformaron la “s” original en una “h”.
En los pasajes más antiguos del Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio AEC), la palabra Asura representa al Ser supremo, como entre los iranios.
Babilonia
La estela a continuación es del Templo de Marduk, Babilonia ~ 900 AEC (ME 90834):
Gilgamesh entre dos hombres-toros sostieniendo un sol alado:
Hititas
Los hititas tenían una deidad llamada Teshub, que significaba «el que sopla el viento», por consiguiente, era un Dios de las Tormentas, relacionado con los vientos, el trueno y el rayo. Se le apodaba también Taru («toro»). Al igual que los griegos, los hititas representaban también algún tipo de culto al toro; y, al igual que Júpiter más tarde, Teshub era representado como Dios del Trueno y del Rayo, montado sobre un toro. En el relieve siguiente, debajo del disco alado:
La estela de una tumba hitita del siglo VIII AEC representa este símbolo del disco alado que se cierne sobre una princesa y su asistente:
En un detalle del disco solar, vemos que contiene una roseta de ocho puntas:
Estela de la diosa Kubaba, neo-hitita (WA 127390):
Egipto
En la mitología egipcia, Ra era el “Gran Dios” anónimo, demiurgo (la entidad que sin ser necesariamente creadora es impulsora del universo), dios del cielo y dios del sol. Ra era la manifestación de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección.
Su símbolo era el Aten, el Disco Celestial, representado como un Globo Alado.
A principios del Imperio Antiguo, Ra era sólo una de las varias deidades solares existentes, pero hacia 2400 AEC se había convertido en el dios oficial de los faraones, que se consideraban sus hijos, e incluso sus reencarnaciones. Durante la dinastía V fue elevado a deidad nacional y posteriormente vinculado al dios tebano Amón para convertirse en Amón-Ra, la principal deidad del panteón egipcio.
Durante el período de Amarna, el faraón Akenatón suprimió el culto de Ra en favor de una sola deidad solar Atón, el disco solar deificado, pero tras la muerte de Akenatón se restauró el culto a Ra. Su ciudad de culto era Heliópolis, lugar donde era la divinidad Solar, “Padre de todos los vientos” y “Alma del viento”.
En la parte superior del Pilono, en el templo Edfu, destaca un disco solar alado, flanqueado por dos cobras. El símbolo es una representación de la ascensión del alma a la Divinidad, con la ayuda de las serpientes de la sabiduría y el conocimiento. El mismo está representado en la mayoría de templos como símbolos de protección.
Cuenta la leyenda que en un principio no había luz, solo existía la oscuridad y una gran extensión de agua con el nombre de Nun, de la cual surgió Ra. Ra tenía la capacidad de crear a partir de lo que él nombraba, y al parecer su poder residía en su propio nombre, motivo por el cual lo guardaba en secreto para que nadie pudiera usarlo.
Ra se dispuso a crear el sol diciendo: “Al amanecer me llamo Kephera, al mediodía Ra y al atardecer Tem”. Y entonces, el sol apareció por primera vez iluminando la oscuridad, se elevó sobre el horizonte y al atardecer descendió para volver a ocultarse. Luego nombró a Shu, y los vientos se congregaron por primera vez y comenzaron a soplar. Cuando Ra nombró a Tefnut, la lluvia se hizo presente con sus gotas. Más tarde nombró a Geb y con solo nombrarlo, se formó la tierra y para hacerle compañía nombró a la diosa Nut, y el firmamento se arqueó sobre la tierra.
Cuando quiso coronar a Egipto con el río Nilo, nombró a Hapi. Y el Nilo comenzó a fluir a través de Egipto fertilizando su amplio valle. Ra, comenzó a nombrar una por una todas las cosas que existen sobre la tierra y estas se hicieron visibles y crecieron. Finalmente les dio nombre a los hombres y a las mujeres, y desde entonces la humanidad pobló la tierra.
Sumerios
Las representaciones más antiguas halladas hasta la fecha de este “disco alado” son, como en muchos otros casos, de los sumerios.
De acuerdo a Sitchin, el disco alado representaba en la mitología sumeria al planeta Nibiru (a veces con una cruz dentro del disco), el lugar de origen de sus dioses, y asimismo, era uno de los símbolos de su dios de los cielos Anu.
En las representaciones sumerias se lo suele encontrar encabezando una escena con apkallu junto al árbol de la vida, y excepcionalmente en otro tipo de imágenes como la siguiente:
Relaciones varias del Disco Alado
La idea de dos serpientes anilladas a un disco alado, en la versión egipcia, nos remite a la imagen de la energía Kundalini:
Y la imagen de la energía Kundalini nos rememora a su símbolo sintetizado, el Caduceo de Hermes, compuesto asimismo por dos serpientes entrelazadas ascendiendo hacia un disco alado:
La siguiente escultura del caduceo tiene además, por encima, el disco solar del cual se desprenden las serpientes (en este caso disimuladas):
La narración de esta imagen sería algo así como que, tras nacer en la base, las serpientes ascienden buscando unirse en lo más alto, tras lo cual quedan sometidas a las alas del espíritu, convirtiéndose en una “serpiente alada”, un dragón, o un águila con una serpiente en sus garras. Precisamente estas nociones simbólicas abren todo un nuevo escenario de analogías con otras imágenes y relatos ancestrales.
La imagen de la serpiente alada nos remite directamente a la idea de la Serpiente Emplumada “Quetzalcóatl”, el dios creador de las culturas mesoamericanas que, en lenguaje náhuatl, “quetzal” es el nombre de un ave de hermoso plumaje, y “cōātl”significa “serpiente”. En la siguiente representación del Códice Borbónico encontramos a Quezalcoatl (serpiente de plumas preciosas, dios creador) y a Tezcatlipoca (el Espejo Humeante, el jaguar; omnipresente e invisible; dios antagónico de Quezalcoatl). Es interesante observar el escudo de “guerra” (con flechas) que preside la escena, el cual, morfológicamente, tiene un gran parecido con los discos alados de Assur.
Según la mitología del pueblo Mexica, Huitzilopochtli ordenó a su pueblo que sólo fundarían su reino donde estuviera “un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente“, es decir la noción de la serpiente alada:
Por esta razón es que el escudo de México es precisamente un águila y una serpiente:
Las imágenes de dragones, como serpientes aladas, más antiguas provienen de Mesopotamia:
El Disco Alado en la actualidad
En la actualidad podemos observar la imagen del disco alado pero adaptado como emblema de varias automotrices:
Con esto no estamos queriendo implicar que estas empresas, sus empleados o sus estudios de branding sean necesaria ni plenamente conscientes del complejo significado que tiene este ícono, pero no deja por eso de llamarnos la atención la vigencia de este poderoso símbolo de antaño.
En una interpretación más lineal y natural, se le ha asignado como emblema de las fuerzas aéreas en prácticamente todo el mundo.
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