La tumba de Ciro el Grande es el nombre con que se conoce a un monumento situado en la antigua ciudad persa de Pasargada. Esta ciudad, fundada precisamente por Ciro, fue constituida como capital del imperio aqueménida hasta la llegada al trono de su sucesor, Cambises II, quien trasladó la capitalidad a Susa. El monumento se encuentra cercano a los palacios de Pasargada, y destaca por ser un ejemplo excepcional de la primera fase del arte y la arquitectura de la realeza aqueménida.
La construcción de la tumba
La tumba de Ciro el Grande se divide en dos secciones: una parte inferior y otra superior. La inferior se ubica bajo una especie de plataforma escalonada, evocadora de los zigurats mesopotámicos. Algunos investigadores han sugerido que los monumentos de Urartu sirvieron como modelo para esta sección de la tumba. Sin embargo, otros han señalado a las estructuras de Lidia y Frigia como aquellas en que se inspiraron los arquitectos a la hora de construir dicha plataforma escalonada. Por otro lado, hay que recordar que tanto Urartu como Lidia y Frigia fueron tierras conquistadas por Ciro. En cuanto a la mitad superior de la tumba, puede a su vez subdividirse en otras dos secciones: el propio compartimento de la tumba y una cámara ubicada sobre el anterior cuya función exacta continuamos ignorando a día de hoy.
Tumba de Ciro, plataforma escalonada coronada por la propia cámara funeraria.
Documentos históricos que mencionan la tumba
Pasargada perdió gradualmente su importancia después de la muerte de Ciro, y nunca volvió a recuperar sus antiguos días de gloria. No obstante, Pasargada y la tumba de Ciro se mencionan en antiguas fuentes gracias a otro forjador de imperios: Alejandro Magno. Cuando el rey macedonio hubo conquistado el Imperio persa, uno de los lugares que fue a visitar fue la ciudad de Pasargada. Alejandro admiraba grandemente a Ciro, y quiso presentar sus respetos al fallecido rey. A continuación ordenó que su tumba fuese restaurada, ya que se encontraba en un estado muy deteriorado. El relato de la visita de Alejandro fue narrado por Aristóbulo, uno de los compañeros del rey. Sin embargo, este texto se perdió, y solamente han sobrevivido al paso del tiempo algunas citas, llegadas hasta nosotros a través de la obra de historiadores posteriores.
‘Pasargada’, Eugène Flandin, 1840.
Sin embargo, gracias a estos escritos conocemos ciertos datos sobre el contenido de la tumba de Ciro. Por ejemplo, sabemos que el sarcófago del rey habría sido construido de oro, y que presentaba una inscripción en persa antiguo. Según Flavio Arriano, la inscripción decía lo siguiente:
“Caminante, soy Ciro, fundador del imperio persa y rey de Asia. Así pues, no mires con envidia este monumento”.
Este epitafio también fue mencionado por otros autores antiguos, como Plutarco y Estrabón, aunque con variaciones de menor importancia. Ni esta inscripción, ni el supuesto sarcófago de oro donde fue enterrado, han sido encontrados jamás entre las ruinas de la tumba.
“Yo soy Ciro”, inscripciones en persa antiguo, elamita y otras lenguas grabadas sobre una columna de Pasargada.
Cuestionando la identidad del propietario de la tumba
En torno a mediados del siglo VII, el Imperio sasánida, que había dominado Persia desde el siglo III, acabó desapareciendo debido a la conquista islámica de la región. Los árabes victoriosos planearon destruir la tumba de Ciro al entrar en Irán. Pero, según cuenta la tradición, los persas lograron disuadir a los árabes contándoles que la tumba pertenecía realmente a la madre del rey bíblico Salomón. Gracias a esta treta, la tumba fue respetada y conocida como Qabr e Madar e Soleiman (‘Tumba de la madre de Salomon').
Con el tiempo, se perdió la localización de la tumba de Ciro. Durante los años 20 del siglo pasado, un arqueólogo alemán llamado Ernst Herzfeld visitó Pasargada y comenzó fotografiar las ruinas de la ancestral ciudad. Basándose en las indicaciones escritas por los autores de la antigüedad, Herzfeld determinó que el supuesto sepulcro de la madre de Salomón era, de hecho, la tumba de Ciro.
Cuando Herzfeld realizó este ‘descubrimiento’ la tumba estaba vacía, dándose por supuesto que habría sido saqueada en el pasado. Sin mayores evidencias concretas, de hecho resulta muy difícil asegurar que este monumento sea en realidad la tumba del famoso monarca persa. Sin embargo, tal designación ha sido aceptada de forma generalizada.
Autor: Wu Mingren
articulo publicado en...http://www.ancient-origins.es/noticias-general-lugares-antiguos-asia/la-monumental-tumba-pasargada-ir%C3%A1n-%C2%BFfue-realmente-construida-para-ciro-el-grande-004229?nopaging=1
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