miércoles, 5 de abril de 2017

Hallan ornamentos y objetos artísticos en una cueva de Indonesia con una antigüedad de 30.000 años


Excavaciones en la cueva de piedra caliza de Leang Bulu Bettue, en la isla indonesia de Sulawesi.
Una excavación en la cueva Leang Bulu Bettue, en Sulawesi, Indonesia, ha puesto al descubierto una colección única de adornos prehistóricos y objetos artísticos que se remontan en algunos casos a por lo menos 30.000 años atrás. El sitio se cree que ha sido utilizado por algunos de los primeros artistas rupestres del mundo.
Publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) el trabajo de investigación arqueológica, los nuevos hallazgos desafían la opinión sostenida durante largo tiempo de que las comunidades de cazadores-recolectores del Pleistoceno en el sudeste asiático fueron culturalmente pobres.
Los resultados también implican que la vida espiritual de los seres humanos se transformó cuando se encontraron con especies animales desconocidas en su viaje desde Asia a Australia.
El viaje humano más allá de Asia
Los seres humanos modernos colonizaron Australia hace unos 50.000 años. Fue un viaje que requirió que la gente cruzara en botes el mar desde Eurasia continental hasta Wallacea, una vasta franja de cadenas de islas y atolones que abarca la zona marítima entre el continente asiático y Australia.
Los arqueólogos han especulado mucho sobre la vida cultural de los primeros Homo sapiens al entrar en Wallacea, como parte del gran movimiento que nuestra especie realizó fuera de África.
Algunos investigadores han argumentado que la cultura humana en el Pleistoceno tardío alcanzó un alto nivel de complejidad a medida que el Homo sapiens se extendió por Europa y se adentró por el este hasta la India. A partir de entonces, se cree que la cultura declinó en sofisticación, cuando la gente se aventuró en las zonas tropicales del Sudeste Asiático y Wallacea.
Sin embargo, nuevas investigaciones en Wallacea está desmantelando de manera constante este punto de vista.
Nuevos hallazgos en Sulawesi
La última incorporación a esta ola de descubrimientos la constituye una serie de artefactos simbólicos excavados en la caverna de piedra caliza Leang Bulu Bettue,  localizada en Sulawesi, la isla más grande de Wallacea.
Los artefactos fueron datados, usando una variedad de métodos, entre 30.000 y 22.000 años de antigüedad. Los mismos incluyen cuentas en forma de discos hechos con dientes de un babirusa, un cerdo primitivo que sólo se encuentra en Sulawesi, y un “colgante” formado con el hueso de un dedo de un ailurops, una criatura grande, parecida a una zarigüeya, e igualmente única en Sulawesi.
También se recuperaron herramientas de piedra grabadas con cruces, motivos semejantes a hojas y otros patrones geométricos, cuyo significado es oscuro.
Esta pieza de piedra caliza con tres líneas que se superponen forman un patrón cruzado simple. Es un fragmento de lo que fue una roca grande decorada, el resto de la cual aún no se ha encontrado en el lugar.
Otra prueba de cultura simbólica se demostró por las abundantes huellas de producción de arte rupestre extraídas de las excavaciones de la cueva. Entre ellas se incluyen piezas con ocre, herramientas con manchas de ocre y un hueso en forma de tubo que pudo haber sido empleado como una especie de “air-brush” (un aerógrafo) para crear plantillas artísticas (estarcidos). Todas provienen de depósitos que tienen la misma antigüedad que las pinturas rupestres datadas en las colinas de piedra caliza de los alrededores.
Es muy inusual descubrir evidencias de actividad simbólica enterradas en los mismos lugares donde se encuentra arte parietal de la Edad de Hielo. Antes de esta investigación, también seguía siendo incierto si los artistas de las cavernas de Sulawesi se adornaban con ornamentos, o incluso si su capacidad artística se extendía más allá del arte rupestre.
Arte temprano y adornos en Wallacea
Anteriores excavaciones en una cueva de Timor-Leste (Timor Oriental) han descubierto conchas, de una antigüedad de 42.000 años, utilizadas como ornamentos, tal como se informó en 2016. En 2014 los arqueólogos anunciaron que el arte de la cueva de Sulawesi es uno de los más antiguos del planeta.
En una de las cuevas, la representación de una mano humana tiene al menos 40.000 años de antigüedad. Fue hecha por alguien presionando su palma y dedos contra el techo y pulverizando pintura roja alrededor de ella.
Al lado de la plantilla de la mano está la pintura de un babirusa, la cual fue creada hace al menos 35.400 años.
Estas obras artísticas son comparables en antigüedad con las espectaculares pinturas rupestres de rinocerontes, mamuts y otros animales, que se hallan en Francia y España, lugares donde se piensa, desde hace mucho, son la cuna de la cultura artística moderna.
Algunos prehistoriadores han sugerido que la presencia en Indonesia de arte de 40.000 años de antigüedad significa que probablemente la capacidad artística surgió en África mucho antes de que nuestra especie pusiera un pie en Europa, si bien un origen asiático también es concebible.
Con base a las nuevas evidencias surgidas en Timor y Sulawesi, ahora parece que la historia relativa a que los primeros seres humanos en Wallacea eran culturalmente menos avanzados que la gente de otros lugares, especialmente los europeos del Paleolítico, es errónea.
Foto: Arqueólogos de la Universidad de Griffith: el profesor Adam Brumm, quien con sus colegas de Indonesia condujo las excavaciones que arrojaron los nuevos hallazgos, y la Dra. Michelle Langley, quien analizó los ornamentos y objetos de arte recuperados.
Un hueso de un dedo perforado proviniente de un ailurops. El agujero en un extremo del hueso serviría  para llevarlo colgado como un ornamento.
El extraño mundo de Wallacea
Debido a la biogeografía única de Wallacea, los primeros humanos modernos al entrar en este archipiélago se encontraron con un mundo extraño y exótico, lleno de animales y plantas que nunca habían imaginado que existía.
Rodeadas de canales marítimos profundos, las aproximadamente 2.000 islas de Wallacea son extremadamente difíciles para los organismos que no alcanzan a volar. Debido a su inaccesibilidad, estas islas tienden a ser habitada por relativamente pocos mamíferos terrestres. Linajes endémicos habrían surgido en muchas islas como resultado de este aislamiento evolutivo.
Sulawesi es la isla más curiosa de todos ellas. Esencialmente, todos los mamíferos terrestres de la isla, a excepción de los murciélagos, no se dan en ningún otro lugar en la Tierra. Sulawesi fue probablemente donde los seres humanos vieron por primera vez marsupiales (cuscuses).
El descubrimiento de los ornamentos fabricados a partir de los huesos y dientes de babirusas y osos cuscuses -dos de las especies endémicas más características de Sulawesi- implica que el mundo simbólico de los recién llegados cambió para incorporar estas criaturas nunca antes vistas.
Las excavaciones han desenterrado miles de huesos y dientes de animales, pero sólo una pequeña fracción son de babirusas. La casi ausencia de babirusas en la dieta de los habitantes de cuevas, junto con la representación artística de estos animales, y el uso de partes de sus cuerpos como ‘joyas’, sugiere que estas raras y elusivas criaturas habían adquirido un especial valor simbólico en la cultura humana de la Edad de Hielo. Tal vez el primer habitante de Sulawesi sintió una fuerte conexión espiritual con estos mamíferos de aspecto extraño.
Esta 'interacción social' con las nuevas especies animales de Wallacea es probable que haya sido esencial en los inicios de la colonización humana de Australia, con sus ricas comunidades de fauna y flora endémicas, incluyendo muchas especies de la megafauna que se han extinguido.
De hecho, los elementos de las complejas relaciones espirituales humano-animal que caracterizan a las culturas aborígenes de Australia bien podrían tener sus raíces en los pasos iniciales del Homo sapiens a través de Wallacea y sus primeras experiencias con la curiosa vida animal en esta región.










Fuente: theconversation.com| 3 de abril de 2017 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)


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