Numerosas historias populares de Galicia (España) hablan de espíritus sobrenaturales que habitan en los bosques, aguas de los ríos y playas arenosas. Muchas de ellas están relacionadas de algún modo con antiguos relatos célticos, pero no es ésta su única fuente de inspiración. De hecho, las leyendas populares que continúan vivas en esta región son una combinación de diferentes tradiciones peninsulares que también tienen su raíz en otras fuentes más antiguas, principalmente celtas y romanas.
Según algunas de estas leyendas, los Mouros y Mouras eran importantes espíritus que habitaban hace muchos milenios las tierras gallegas, además de Asturias y el norte de Portugal. Nadie sabe de dónde llegaron, pero son famosos por su cautivadora artesanía del oro, la plata y las piedras preciosas. Cuando estaban fabricando joyas, en su versión femenina, conocida como Mouras, eran como un reflejo de las hadas, y supuestamente se las podía ver peinando sus largos y hermosos cabellos mientras estaban sentadas en algún lugar en medio de la naturaleza.
Guardianes de riquezas increíbles
Cuentan las leyendas que los Mouros viven alejados de todo asentamiento humano, y que resulta muy difícil toparse con uno de ellos porque únicamente abandonan sus refugios cuando necesitan comida o en alguna ocasión muy especial, como la Noche de San Juan. De cualquier manera, la fe en su existencia siempre ha sido muy poderosa.
Los autores del artículo ‘Mitos, leyendas y creencias de las cuevas de granito’ describen a los Mouros como sigue:
Gentes míticas con unas características y un comportamiento singulares. Viven en lugares desiertos –viejas ruinas supuestamente construidas por ellos– y en mundos inhabitables –bajo el agua, bajo tierra, en el interior de formaciones rocosas–. Se trata de la “Mourindade”. Son conocidos también como “Encantadores”, “Gentes” y “Gentiles”, e incluso como franceses, vikingos, celtas. También se cuenta de ellos que poseen poderes sobrenaturales. No son visibles a menos que ellos decidan dejarse ver. Controlan la magia, son paganos, duermen durante el día y pueden llegar a comer seres humanos. Son hábiles constructores de túneles y palacios subterráneos. Tienen grandes cantidades de oro. Hasta sus bueyes y carros son de oro. En sí mismos, los Mouros son tesoros encantados. Por otro lado, sus actividades domésticas cotidianas, como la ganadería, agricultura, juegos, música y bailes, son las mismas que las de la sociedad rural gallega. No obstante, desde el punto de vista de la antropología cultural, los “Mouros” han sido siempre considerados como la imagen inversa del campesino; el paradigma del Otro (el no-humano) o simplemente la reminiscencia de antiguos habitantes de Galicia o de dioses y creencias previos a la llegada del cristianismo. Tienen paralelos en otras tradiciones. Podemos citar por ejemplo a los “Korrigans” bretones, los Pictos escoceses, los Follets de las cuevas catalanas, etc.
En una de las numerosas teorías existentes acerca de ellos, se afirma que los Mouros eran los espíritus opuestos a los campesinos gallegos. Sin embargo, existe una especie realmente misteriosa, los Mouros Encantados, descritos como guerreros gigantes que libran impresionantes batallas con todo aquel que intenta conquistar sus tierras.
El reino sobrenatural de las hadas: ‘El litigio de Titania y Oberón’. Óleo de Joseph Noel Paton.
La sublime belleza de los paisajes gallegos
La etimología del nombre Mouro tiene su origen en palabras celtas y latinas, creado a partir de los términos Mrvos (celta) y Maurus (latín). Sin embargo, el significado más antiguo de la palabra Mouro parece tener más relación con su raíz céltica.
Los relatos de Mouros y Mouras podrían tener su origen en leyendas celtas, obviamente de la época prerromana, cuando las tierras de Galicia pertenecían a una poderosa sociedad de gentes cuya vida y religión aún siguen siendo un misterio para los investigadores a día de hoy. De todos modos, no existe leyenda específica alguna sobre el origen de las Mouras. Toda región tiene sus propias versiones de estas historias. De hecho pueden variar incluso de una población a otra población vecina.
Por lo general, los relatos de las Mouras son muy similares a los de las legendarias ninfas: bellas mujeres que al parecer podían ser vistas en cuevas, ríos, pozos y otros lugares en los que había tesoros ocultos. Se han observado también similitudes entre las Mouras y los Mairu, elemento importante de la mitología vasca. Tanto Mouras como Mairu serían responsables de la construcción de antiguos dólmenes, círculos megalíticos y otros monumentos prehistóricos.
‘Ninfa’, óleo de Gaston Bussière.
Lo que conecta todos estos relatos es que en todos los casos se describe a una bella mujer con cabellos largos y sueltos. Aun así, existen variaciones dentro de esta historia. Las más populares entre ellas son la de la leyenda de Pedra-Moura, que vive entre las piedras, la de la Princesa Moura, una hermosa rubia que pasa mucho tiempo con su mascota –una serpiente, y la de la ‘Moura fiandeira’, conocida por ser una excelente constructora de castros.
Mouros y hadas
La fe en las hadas no es algo propio únicamente de los libros de fantasía. En ciertas ciudades y aldeas de la costa atlántica de España y Portugal, mucha gente con una profunda comprensión de la relación entre el mundo de los humanos y el de los espíritus cree aún en la existencia de Mouros y Mouras.
Carnota, costa atlántica de Galicia
Autor: Natalia Klimczak
articulo publicado en...http://www.ancient-origins.es/noticias-general-mitos-leyendas-europa/guardianes-tesoros-constructores-megalitos-los-m%C3%ADticos-mouros-mouras-las-leyendas-galicia-004030?nopaging=1
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