viernes, 26 de agosto de 2016

La decadencia de un imperio: las últimas sacerdotisas mochica

Portada - Tumba mochica (1992) (Luis Jaime Castillo Butters)
Se han desenterrado en el famoso antiguo cementerio de San José de Moro, situado en el noroeste de Perú, los restos de una nueva sacerdotisa mochica. Se trata de la quinta sacerdotisa del periodo mochica hallada en este yacimiento (aunque se encontraron también los restos de otras tres pertenecientes al Período Transicional). Este hallazgo ha despertado un interés renovado por la cultura mochica. La sacerdotisa fue enterrada con un collar y un elaborado tocado, y acompañada de un valioso ajuar funerario que incluía un cuchillo ceremonial y una copa de plata.
Ya hemos hablado de las sacerdotisas mochica en el artículo “ Sacrificios humanos y ceremonias religiosas: las poderosas sacerdotisas mochica ”; la intención del presente artículo es examinar las sacerdotisas más recientes (que datan del Período Transicional) en relación con el último hallazgo perteneciente al período Mochica.
Esta última sacerdotisa moche fue descubierta nuevamente por Luis Castillo, uno de los investigadores principales responsables de los primeros descubrimientos de sacerdotisas en el yacimiento, realizados en los años 1992 y 1993. Al presentar esta nueva tumba asimismo indicios del alto estatus de la sacerdotisa, además de otros enterramientos humanos, no resultó difícil reconocer lo que pretendía demostrar y expresar la propia tumba: el poder y el prestigio de una de las últimas sacerdotisas del Imperio Mochica.
Recreación de una sacerdotisa mochica (cinabrio blog)
Recreación de una sacerdotisa mochica 
Datada aproximadamente en unos 1.200 años de antigüedad, la tumba de esta nueva sacerdotisa fue descubierta en el año 2013, aunque solo recientemente se han publicado los estudios realizados sobre este hallazgo. Se encontraron junto con los restos de la sacerdotisa muchos de los mismos elementos propios de clases aristocráticas hallados en cámaras funerarias descubiertas anteriormente: entre ellos cabe destacar “valiosas piezas cerámicas, un cuchillo ceremonial y una copa de plata”, además de que fue enterrada ataviada con un collar de cuentas y un elaborado tocado.

Esta sacerdotisa fue también descubierta en el interior de una cámara funeraria que encajaba en el patrón inicial de las tumbas halladas previamente: “una fosa cuadrangular de gran tamaño […] de más de dos metros […] dividida en dos secciones”, una de las cuales era una estancia de adobe construida “con nichos en sus paredes”. Ha sido el descubrimiento de esta octava tumba el que ha reforzado la creencia, muy extendida entre los arqueólogos, de que las sacerdotisas mochica ejercían funciones equivalentes a las de una reina, descartándose de este modo oficialmente la equivocada idea de que únicamente los hombres gobernaban este imperio.
La espectacular tumba de la última sacerdotisa del Período Mochica, descubierta en el año 2013. Cortesía de Luis Castillo (harvard.edu)
La espectacular tumba de la última sacerdotisa del Período Mochica, descubierta en el año 2013. Cortesía de Luis Castillo 
En el transcurso del período conocido como Transicional continuó la tradición de enterrar a las sacerdotisas con una parafernalia digna de un rey. El período “Transicional” abarcó del año 850 d. C. al 1000 d. C. aproximadamente, y es conocido por este nombre porque esta fue la época en la que la autoridad del imperio mochica se estaba desmoronando. De este modo, este período fue mucho más fluido en cuanto a su expresión cultural; fue una amalgama de la antigua tradición mochica y la más moderna tradición Lambayeque, arrebatándole esta última a la primera la hegemonía en la región hacia el año 1000 d. C. No es sorprendente que durante este período la tradición mochica de extravagantes enterramientos de sacerdotisas continuara, en particular porque  —si los investigadores están en lo cierto al suponer que las sacerdotisas ejercían asimismo una autoridad política equivalente a la de una reina— parece lógico que los moche quisieran conservar su estado y su religión durante tanto tiempo como les fuera posible. Probablemente fuese muy importante para los mochica seguir siendo capaces de celebrar ritos funerarios tan elaborados, aun cuando su autoridad se estuviera desintegrando.
Las tres tumbas pertenecientes al Período Transicional han sido denominadas Sacerdotisa Transicional, Sacerdotisa Ausente y el mausoleo colectivo, siendo este último el lugar de descanso definitivo de más de una mujer mochica. Al igual que en el caso de las sacerdotisas de la época moche, estas cámaras funerarias albergaban numerosas piezas arqueológicas propias de la clase aristocrática y que habían sido enterradas junto con las mujeres. Esto incluía “maquetas de casas, cerámicas de estilos diversos, huesos de camélidos, crisoles o miniaturas y otros objetos rituales.” La tumba transicional albergaba numerosos cuerpos, aunque solo dos de ellos han sido identificados como pertenecientes a sacerdotisas. Los restos de un muchacho, dos hombres jóvenes y cuatro niños, además de tres conjuntos de piernas de adultos, probablemente formaran parte del ritual de sacrificios humanos que acompañó a la ceremonia de enterramiento de estas sacerdotisas.
La tumba de la Sacerdotisa Ausente es la de mayor tamaño descubierta en San José de Moro, y fue dividida en “una cámara funeraria, una antecámara […] y un anexo,” con “más de diez individuos” enterrados bajo la antecámara. Junto a los elementos mencionados con anterioridad, esta tumba albergaba numerosas placas de metal que delimitaban la silueta de la sacerdotisa (una práctica observada también en tumbas del período mochica). Los restos de la sacerdotisa, no obstante, no se encuentran en la cámara. La intención o razón de su desaparición se desconoce por el momento, ya que los expertos aún no han encontrado pruebas que indiquen a dónde o cuándo fue trasladada.
Yacimiento arqueológico de San José de Moro (Luis Jaime Castillo Butters)
Yacimiento arqueológico de San José de Moro
La última tumba del Período Transicional alberga asimismo solo dos sacerdotisas, aunque en ella también reposan los restos de muchos otros individuos —unos sesenta de hecho— lo que la convierten sin duda en el más singular descubrimiento realizado en San José de Moro:
Durante el proceso de excavación se registraron cuatro niveles de depósitos, compuesto cada uno de ellos por una serie de ofrendas (con un total de 208 piezas cerámicas) y los restos de aproximadamente 58 individuos de diferentes sexos y edades.
Su excavación ha sido de lejos la más intrigante, ya que esta tumba colectiva indica que podría haber existido una jerarquía que determinaba el tipo de enterramiento que se elegía para las diferentes sacerdotisas, o quizás era indicativo de una poderosa reina-sacerdotisa, especialmente apreciada. Aunque el hallazgo más reciente de la tumba de la sacerdotisa mochica constituye casi la prueba definitiva de la existencia de reinas-sacerdotisas ya en el período moche, es posible que esta tumba del período transicional apunte a un cambio en la valoración social y el prestigio de los rituales de enterramiento de estas reinas-sacerdotisas. Lo que parece indicar sin duda, no obstante, es que la casta de reinas-sacerdotisas probablemente continuó existiendo durante este periodo de decadencia mochica. Hacia el final de la época en la que San José de Moro estuvo habitado, el prestigio de las reinas sacerdotisas prácticamente había tocado a su fin.







Autor: Ryan Stone
articulo publicado en...http://www.ancient-origins.es/noticias-general-historia-tradiciones-antiguas/la-decadencia-un-imperio-las-%C3%BAltimas-sacerdotisas-mochica-003717?nopaging=1

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