jueves, 7 de enero de 2016

¿Que sucedería si la Luna no existiera o fuera artificial?.


Una de las búsquedas más recurrentes de Google en 2015, fue sobre la Luna, vamos a dividir la pregunta en dos: ¿qué pasaría si, en el momento actual, desapareciera de pronto y súbitamente la Luna? y ¿qué habría pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna? son las preguntas que hace Pablo Santos Sanz, investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, en España.

¿Qué sucedería si desapareciera de pronto la Luna?

Imaginemos la Tierra en la actualidad: ¿qué sucedería si hiciéramos desaparecer repentinamente la Luna? ¿Cómo se vería afectada la vida en la Tierra? El efecto más inmediato del que nos percataríamos es que las noches serían totalmente oscuras, habrían desaparecido las fases lunares, y todas las noches serían noches de “luna nueva”, noches sin luna. Sería el sueño de todo astrónomo, ya que podríamos disfrutar, sin ser deslumbrados por la luz lunar, de las estrellas, la Vía Láctea y de otras maravillas del cosmos. Dejarían también de producirse los eclipses solares y los lunares. Además, desaparecería todo el romanticismo y misterio asociado a nuestro satélite y que ha inspirado tantas canciones, poemas, cuentos, novelas, y a tantos artistas, pero… ¿sólo sucedería eso si nuestro satélite desapareciera de pronto? ¡Por supuesto que no!

El agua en océanos y mares se estancaría

Sin su satélite natural el clima de nuestro planeta cambiaría drásticamente, ya que al perder la fuerza de las mareas, provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna, las corrientes de los mares y océanos verían modificada su dirección e intensidad. Aumentaría el nivel del mar en las costas y el agua se redistribuiría hacia los polos. La disminución de la intensidad de las corrientes y la interrupción del sistema de drenaje y limpieza natural de los mares supondría un estancamiento de las aguas. Esto tendría como resultado la inevitable pérdida de gran parte de las especies de vida marítima y de los animales y plantas que dependen de los mares y los océanos, como los que habitan en las costas.

Veranos de más de 100 grados e inviernos a 80 bajo cero

La gravitación lunar mantiene la inclinación fija del eje de rotación de la Tierra en unos 23 grados respecto al plano de su órbita. Si la Luna desapareciera de golpe el eje de rotación terrestre perdería su estabilidad, lo que conllevaría una alternación de las estaciones. Serían habituales veranos con temperaturas de más de 100 grados, e inviernos a 80 bajo cero, con las adaptaciones que ello implicaría para la vida animal y vegetal.

Vientos de más de 300 kilómetros por hora

El caso más extremo sería el alineamiento directo del eje de rotación de la Tierra hacia el Sol, lo que provocaría que en una parte del planeta reinaría la oscuridad completa y la otra estaría bajo la acción permanente del sol. Vientos de una velocidad extrema de más de 300 kilómetros por hora azotarían la superficie de la Tierra como consecuencia de las drásticas diferencias de temperatura.
Vida en la frontera entre dos mundos

En este caso se erradicaría casi por completo toda la vida en ambos hemisferios. Las especies solo podrían sobrevivir en el ecuador, justo en la frontera entre el mundo de la oscuridad y el de la luz eterna.

Extinciones masivas

La gran mayoría de los animales y las plantas serían incapaces de adaptarse a la nueva situación, lo que se reflejaría en extinciones masivas.

¿Qué habría pasado si la Tierra nunca hubiera tenido Luna?


Para poder analizar bien este supuesto veamos primero cómo creemos que se formó la Luna alrededor de la Tierra primitiva.

La formación de la Luna

La Tierra se formó hace unos 4.600 millones de años a partir del disco de gas y polvo que dio lugar al Sol y al resto de cuerpos del Sistema Solar. Creemos que la Luna se formó unos 100 millones de años después tras un violento impacto contra la Tierra de un cuerpo, del tamaño de Marte, conocido como Theia. El enorme impacto arrancó parte de la Tierra primigenia, que por entonces era una esfera de magma, y lo colocó en órbita terrestre.

El recién creado sistema Tierra-Luna comenzó a ejercer una atracción gravitatoria mutua. Dicha atracción produjo (y sigue produciendo) la disipación de una enorme cantidad de energía debida a la fricción de los océanos con los fondos marinos durante las idas y venidas de las mareas. Como consecuencia de dicha disipación la velocidad de rotación de la Tierra se ha frenado desde unas 6 horas que duraba el primitivo día terrestre sin Luna hasta las 24 horas actuales (en la actualidad la Luna sigue frenando la rotación de la Tierra a una tasa de unas 1.5 milésimas de segundo cada siglo). Para compensar esta disminución en la velocidad de rotación de la Tierra, la energía de rotación lunar debe aumentar, lo que produce un paulatino alejamiento de la misma de la Tierra a una velocidad de unos 3,82 centímetros cada año.

No sabemos la distancia exacta a la que estaba la Luna de la Tierra cuando se formó, pero sabemos que estaba a una distancia mucho menor que la actual (384.400 kilómetros) con lo que podría verse en el cielo con un tamaño unas 10 o 20 veces mayor que la Luna actual. Esta cercanía produciría unas mareas mucho más intensas que las actuales, que podrían incluso afectar al magma terrestre y proporcionar una energía extra para calentar los elementos radiactivos presentes en la primitiva Tierra. Estas intensas mareas fueron posiblemente muy importantes para mezclar y remover las aguas de mares y océanos, lo que habría acelerado y posibilitado el origen y evolución de la vida hace unos 3.800 millones de años.

Una Tierra sin Luna

En el mejor de los casos, la vida habría tardado más tiempo en aparecer

Unas mareas más débiles en el océano primitivo habrían dificultado la mezcla y la fricción de sustancias, por lo que no se habrían dado las condiciones necesarias para que surgiera vida, o esta habría aparecido cientos de millones de años más tarde.
Fuertes vientos

El día terrestre duraría ocho horas. Debido al aumento de la velocidad de rotación de la Tierra también serían mayores los vientos que se producirían en su atmósfera, que alcanzarían por lo general velocidades de 160 o 200 kilómetros por hora.

Vida más primitiva o con biología distinta

La inestabilidad de la inclinación del eje de rotación terrestre derivaría en variaciones extremas de temperatura y provocaría un clima radicalmente diferente al que conocemos. Todo esto se reflejaría en las formas de vida terrestre, que serían totalmente distintas a las que existen en la Tierra para poder adaptarse a un mundo de extremos, o bien serían más primitivas.

La ciencia habría tomado otros derroteros

Si aceptamos que una Tierra sin la Luna pudiera estar habitada por seres inteligentes, su ciencia se hubiera desarrollado de una manera muy distinta a la nuestra, ya que muchos de los conocimientos que tenemos de campos tan distintos como la agricultura y la astronomía se deben al estudio de las fases lunares. Estas permitieron calcular la distancia entre la Tierra y la Luna, la Tierra y el Sol, las dimensiones de los cuerpos celestes y, en definitiva, hacer entender al hombre que no es más que una mota de polvo en la inmensidad del universo.

Teoría sobre la luna artificial de la Tierra por Vasin y Sherbakov

La Teoría de Mijail Vasin y Alexander Sherbakov de la academia soviética de ciencias, afirma bajo estos enunciados que la luna no es un satélite natural de la tierra, sino un “Planetoide hueco” o un planeta pequeño elaborado por una civilización muy avanzada y colocado en órbita alrededor de la tierra hace muchos siglos.

La describen así: “Probablemente tiene una capa doble la base, un denso armazón blindado de un espesor de unos 30 Km, y sobre él una cubierta menos compacta, una capa más fina, de unos 4,5 Km”.


Referencias históricas narran hechos asombrosos que atribuyen a la luna como un lugar sorpresivo:

* Aristóteles en la constitución de Tagues dice… que los bárbaros de Arcadia tenían derecho a la tierra por estar habitándola antes que la luna apareciera en los cielos.

* A los primeros griegos se les llamó preselenos que quiere decir antes de la luna.

* Plutarco en historia romana escribió… estos eran los arcadios el llamado pueblo prelunar.

* Otros antiguos escritores aluden también a una época en la que no existía ninguna Luna en los cielos. Apolonio Rodio menciona la época “en la que todos los astros no estaban todavía en el cielo…”.

* En el salmo 72 de la biblia se lee… tu eras temido desde la época del Sol y antes de la época de la luna.

* También dicen las crónicas tibetanas, que en tiempos antidiluvianos, no había luna en el cielo. Las leyendas eslavas también apuntan en ese sentido y el misterioso Libro de las Revelaciones, indica que la luna fue capturada por la Tierra hace trece mil años.










Fuentes: elpais.com//RT
vía/http://extranotix.blogspot.com/

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