La civilización sumeria
Se podría decir que los sumerios son una civilización que emergió entre los ríos Tigris y Eufrates (actual Irak), aproximadamente entre el 3.800 AEC y el 2.000 AEC, y no sería incorrecto, pero la verdad es que fueron mucho más que eso. Los sumerios son, de hecho, la primera civilización que registra nuestra historia, y como si eso tuviera poco mérito, también es la civilización más vasta y avanzada entre las muchas que le siguieron.
Sus registros nos hablan de logros materiales, artísticos, sociales, científicos y productivos, absolutamente disruptivos, que denotan un verdadero salto cuántico respecto del escalón anterior de la historia, más que de un esperable progreso gradual.
La civilización sumeria alcanzó un nivel de desarrollo superlativo, cuyo legado llega hasta nuestros días. Sus conocimientos, principios y creencias fueron transmitidas a los acadios, babilonios, asirios, hititas, y por intermedio de ellos, al mundo hebreo y al helénico, precursores inmediatos del nuestro.
Uno de los signos más reveladores de la permanencia «espiritual» de los sumerios durante toda la historia de Babilonia y de Asiria es que hasta el final, o sea, hasta un siglo antes de la era cristiana, los semitas mesopotámicos conservaron el idioma sumerio como lengua litúrgica y científica.
Algunos de sus desarrollos incluyeron la organización social y política; el establecimiento de ciudades y de Estados; la creación de instituciones, de obligaciones y de derechos; la producción organizada de alimentos, de vestidos y de herramientas; la ordenación del comercio y de la circulación de los bienes de intercambio; la aparición de formas superiores y monumentales del arte; la literatura; los comienzos del espíritu científico; finalmente, y en lugar principal, el invento prodigioso, y del que no se puede medir toda la importancia: un sistema de escritura que les permitió fijar y propagar su saber. Todo esto, todo junto, fue creado e instaurado durante un brevísimo lapso de tiempo (en términos de los tiempos del progreso de la humanidad), por una sola civilización: la sumeria.
Habiendo comenzado a utilizar piedras como herramientas unos 2.000.000 de años atrás, el Hombre consiguió esta civilización sin precedentes en Sumer en los alrededores del 3.800 AEC. Y lo que más perplejidad provoca de todo esto es el hecho de que, hasta el día de hoy, los expertos no tengan ni la más remota idea de quiénes fueron los sumerios, de dónde vinieron, ni cómo apareció su civilización. Pues su aparición fue repentina, inesperada; aparecieron de la nada.
Pero quizás la pregunta correcta no sea “como aparecieron los sumerios”, sino, “como pudimos nosotros olvidarnos de tan esplendorosa civilización?”. Como es que dejamos de lado sus adelantos (para volver atrás en muchos aspectos), al punto de olvidar hasta quienes fueron ellos?
Su redescubrimiento
El mundo sumerio es un descubrimiento moderno, y hasta podemos decir que es el mayor de los descubrimientos recientes en el terreno de la historia de la civilización. Hasta hace sólo doscientos años se ignoraba todo sobre ellos, hasta su misma existencia. Los arqueólogos que emprendieron una serie de excavaciones en Mesopotamia, no buscaban allí los vestigios de los sumerios, sino los de los asirios y babilonios. Por fuentes de procedencia griega o hebraica disponían de un considerable cúmulo de información sobre los asirios y los babilonios y sus respectivas civilizaciones, pero, en cuanto a los sumerios y a Sumer, no sospechaban siquiera de su existencia.
Aún hoy en día, para la mayoría, con sus tres mil años de existencia antes de nuestra era, se considera a Egipto como «la cuna de la civilización» y «el antepasado directo del hombre moderno». Sin embargo, hoy en día está comprobado a través de sus tablillas milenarias que “La Historia empieza en Sumer”. Las otras dos civilizaciones entre las más antiguas conocidas en la actualidad, o sea la egipcia y la «protoindia», parecen ser posteriores en varios siglos a la civilización sumeria, y lo que es más, la sumeria ha ejercido de hecho una profunda influencia en las otras dos, actuando como un catalizador de su evolución.
Uno de los mayores descubrimientos de textos acadios tuvo lugar en las ruinas de la biblioteca de Assurbanipal en Nínive; se sacaron de aquel lugar más de 25.000 tablillas, muchas de las cuales eran descritas por los antiguos escribas como copias de «textos de antaño». Un grupo de tablillas terminaba con la frase: «lengua de Shumer sin cambiar».
Otro texto llevaba una enigmática frase del mismo Assurbanipal: “El dios de los escribas me ha concedido el don de conocer su arte. He sido iniciado en los secretos de la escritura. Puedo incluso leer las intrincadas tablillas en shumerio; comprendo las enigmáticas palabras talladas en la piedra de los días anteriores al Diluvio.” La afirmación de Assurbanipal sólo consiguió agudizar aún más el misterio de este ignoto pueblo. Finalmente, en 1869, se reconoció la existencia de una lengua y un pueblo pre-acadio, que atento a que los primeros soberanos de Mesopotamia proclamaban su legitimidad tomando el título de «Rey de Sumer y Acad», se sugirió que se llamara a aquel pueblo «sumerios» y a su tierra «Sumer».
Excepto por la mala pronunciación del nombre -debería de haber sido Shumer, y no Sumer-, esta afirmación era correcta. Sumer no era una tierra misteriosa y distante, sino el nombre primitivo de las tierras del sur de Mesopotamia, tal como se establecía en el Libro del Génesis: Las ciudades reales de Babilonia, Acad y Erek estaban en «tierra de Senaar» (Senaar, o Shin’ar, era el nombre bíblico de Shumer).
La primera excavación significativa de un lugar sumerio se realizó en 1877, y los descubrimientos en este lugar singular fueron tan ingentes que otros arqueólogos continuaron excavando allí hasta 1933, sin poder acabar el trabajo. Aquel lugar, llamado por los lugareños Telloh («montículo»), resultó ser una primitiva ciudad sumeria, la auténtica Lagash. Después de excavar Lagash, la pala de los arqueólogos descubrió Nippur, la que, en otro tiempo, fuera centro religioso de Sumer y Acad. De los 30.000 textos encontrados allí, muchos siguen sin ser estudiados en nuestros días. En Shuruppak, se encontraron escuelas que databan del tercer milenio AEC. En Ur, los estudiosos encontraron magníficos floreros, joyas, armas, carros de batalla, cascos de oro, las ruinas de una fábrica de tejidos, registros judiciales, y un alto zigurat cuyas ruinas aún dominan el paisaje.
En Kis, se desenterraron edificios monumentales y un zigurat de, al menos, el 3.000 AEC. Uruk (Erek) hizo remontarse a los arqueólogos hasta el cuarto milenio AEC. Allí encontraron la primera cerámica de colores cocida en horno, así como las evidencias de haber sido los primeros en usar la rueda de alfarero. Una calzada de bloques de caliza es la construcción de piedra más antigua encontrada hasta la fecha. En Uruk los arqueólogos encontraron también el primer zigurat -un inmenso montículo de fabricación humana- en cuya cima se elevaban un templo blanco y un templo rojo.Los primeros textos inscritos del mundo se encontraron también aquí, así como los primeros sellos cilíndricos.
Luego se encontró unas antiguas ruinas en una aldea llamada ahora El-Ubaid. Las ciudades sumerias de aquel período, que iban desde el norte de Mesopotamia hasta las estribaciones más meridionales de los Zagros, fueron las que utilizaron por primera vez ladrillos de arcilla, paredes enyesadas, mosaicos decorativos, cementerios con tumbas alineadas, objetos de cerámica pintados con diseños geométricos, espejos de cobre, cuentas de turquesas importadas, pintura para los ojos, «tomahawks» de cobre, ropa, casas y, por encima de todo, templos monumentales.
Más al sur, los arqueólogos encontraron Eridú, la primera ciudad sumeria según los textos antiguos. A medida que las excavaciones iban avanzando, se encontraron con un templo dedicado a Enki, Dios del Conocimiento sumerio, que daba la impresión de haber sido construido y reconstruido una y otra vez. Sus estratos hicieron remontar a los expertos del 2500 AEC al 3500 AEC, hasta que en un punto las palas llegaron a los cimientos mismo del templo originario de Enki. Por debajo de esto, se encontraba el suelo virgen, nada se había construido antes. La datación de los cimientos rondaba el 3.800 AEC. Es ahí cuando comenzó la civilización sumeria.
Sus documentos testigo, las tablillas, tan difíciles de comprender y de descifrar, han sido excavados en cantidades ingentes de varios cientos de millares que abarcan todas las actividades, todos los aspectos de la vida de sus redactores: gobierno, administración de justicia, economía, relaciones personales, ciencias de todos los tipos, historia, literatura y religión.
Luego de haber caído en el olvido, tapados por las arenas del tiempo durante cuatro milenios, estudiando el contenido de estas tablillas se ha conseguido redescubrir y colocar en su sitio de honor el nombre de los sumerios y su extraordinaria aventura olvidada.
El 1er Problema Sumerio: Quienes eran?
Las primeras instalaciones humanas en Mesopotamia se remontan a unos cien mil años atrás, y durante un muy extenso período que dura aprox. hasta el año 6.000 AEC, los hombres vivieron en una especie de estancamiento interminable.Vivían aislados, en familias o agrupaciones minúsculas, en cavernas o en pequeños campamentos transitorios, fabricando utensilios groseros de madera o hueso, o con las esquirlas de una piedra dura, y hallándose reducidos para su subsistencia a los azares de la caza y de las cosechas cotidianas.
No es sino hacia los años 5.000 a 4.500 cuando aparecen las primeras ciudades (épocas de Jarmo, de Hassuna, de Halaf) y cuando se advierten los primeros progresos dignos de ser notados. El hombre va creando utensilios cada vez más perfeccionados y más complejos: empieza a cultivar el suelo, a domesticar los animales, a trabajar el primer metal: el cobre; se organiza en sociedades, construye sus primeros edificios públicos y sus primeros templos. Esta cultura en progreso alcanza su apogeo en la época llamada de El Obeid, hacia el final del quinto y comienzo del cuarto milenio.
No fue sino hacia el año 3.800 AEC aproximadamente en las orillas del golfo Pérsico, y sobre este vastísimo fondo de cultura antigua, que surgen de golpe los sumerios. ¿Quiénes eran los sumerios? ¿De dónde venían? ¿Cómo llegaron? Todas estas preguntas conforman lo que se denomina el Problema Sumerio.
La procedencia de los sumerios, es incierta y existen numerosas hipótesis. El término “sumerio” es el nombre común dado a los antiguos habitantes de baja Mesopotamia por sus sucesores, los semitas acadios. Los Sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga que significa literalmente “el pueblo de cabezas negras”. La palabra acadiana shumer puede representar este nombre en el dialecto, pero se desconoce por qué los acadios llamaron Shumeru a las tierras del sur. Actualmente se acepta que la bíblica Shinar se refiere precisamente al país de Shumer.
El término “sumerio” también se aplica a todos los hablantes de la lengua sumeria. En la lengua sumeria esta región era denominada Kengi (ki), equivalente al acadio mat Sumeri, esto es, la tierra de Súmer». De acuerdo al historiador babilonio Beroso, los sumerios fueron “extranjeros de caras negras”, lo que sugiere a todas luces que habrían sido inmigrantes o invasores.
El origen étnico de los sumerios es verdaderamente intrigante pues no corresponde con las tribus semitas que poblaban esas tierras. Sus registros escritos confirman que los sumerios no eran un pueblo indoeuropeo, ni camita, ni semita, ni tampoco elamo-drávida.
La lengua sumeria no tuvo parentesco con ninguna otra de su época, no ha habido ningún vocabulario en el mundo que se le pareciera. Era una lengua de tipo aglutinante (como el turco o finlandés), es decir, una palabra consta de una raíz que expresa un concepto y una partícula anexa que le da el significado.
Parece probable entonces que los sumerios fuesen una tribu proveniente de fuera de la región, quizás de las estepas. Algunos estudiosos postulan incluso que los sumerios provendrían de la cultura que posteriormente fundó la ciudad de Mohenjo-Daro (entre 2600 AEC y 1800 AEC) en India, pero su origen concreto es desconocido. Esto es lo que se ha venido denominando desde el siglo XX como el “problema sumerio.”
En cualquier caso, es durante el período del Obeid (5.000 AEC a 4.000 AEC) cuando se producen avances que cristalizan en Uruk (la “Erec” bíblica y la árabe “Warka”), y que sirven para considerar este momento como el inicio de la civilización sumeria (período de Uruk: 3.800 AEC a 3.200 AEC).
El 2do Problema Sumerio: Como lo lograron?
Con el mismo ímpetu con el que se consagraron como la primera civilización, los sumerios se han dedicado a dejar su marca con una interminable lista de invenciones y desarrollos, como si se hubiesen propuesto batir algún record mundial (y lo lograron):
- La rueda: según los registros hallados, los sumerios fueron los primeros en representar la utilización de la rueda, en torno al 3500 AEC. Su introducción en la vida diaria hicieron posible la aparición de una amplia variedad de vehículos, desde los carros de transporte hasta los de guerra, y no cabe duda de que también le concedió a Sumer la distinción de ser la primera en emplear la «energía bovina», así como la «energía caballar».
- La primer forma de escritura: hacia el 3300 AC aproximadamente los sumerios crearon la primer forma de escritura, la cuneiforme, siendo esta la datación más antigua encontrada hasta la fecha. El procedimiento consistía en grabar tablillas de arcilla húmeda, de diversos tamaños y formas, con un estilete. Sus primeras tentativas, aún someras, no fueron más allá del diseño esquemático de los objetos, o sea, eso que nosotros denominamos «pictografía». Este procedimiento no podía utilizarse más que para registrar las piezas administrativas más elementales; pero, en el transcurso de los siglos siguientes, los escribas y los letrados sumerios modificaron y perfeccionaron poco a poco la técnica de su escritura, hasta tal punto que ésta perdió su carácter de pictografía y de «jeroglífico» para transformarse en un sistema perfectamente capaz de traducir no ya únicamente las imágenes, sino los sonidos de la lengua. Desde la segunda mitad del tercer milenio a. de J. C. el manejo de la escritura en Sumer ya era lo bastante flexible para poder expresar sin dificultades sus obras históricas y literarias más complejas. Es casi seguro que hacia el final de este tercer milenio los hombres de letras sumerios transcribieron efectivamente, en tablillas, prismas y cilindros de arcilla, un gran número de sus creaciones literarias que hasta entonces no se habían divulgado más que por tradición oral.
- Astronomía: Los sumerios son los primeros astrónomos, poseyendo la primera visión heliocéntrica de la que se tenga conocimiento. Afirmaban también que el sistema solar se constituía de cinco planetas (ya que únicamente sólo se podían ver cinco planetas a ojo desnudo). Desarrollaron también conceptos matemáticos usando sistemas numéricos basados en 6 y 10 a través de los cuales desarrollaron el registro del tiempo de 60 segundos, 60 minutos y 12 horas, además del calendario de 12 meses que usamos actualmente. La palabra «zodiaco» proviene del griego zodiakos kyklos («círculo animal»), debido a que el diseño de los grupos de estrellas se asemejaban por su forma a animales, pero esos nombres y formas imaginarias se originaron, realmente, en Sumer, donde a las doce constelaciones del zodiaco se les llamó UL.UE («rebaño brillante»). Las representaciones gráficas o signos del zodiaco, al igual que sus nombres, se han conservado virtualmente intactas desde su introducción en Sumer.El siguiente disco es un “Astrolabio” del año 3.300 AEC aprox. (determinado por computadora de acuerdo a la alineación de las estrellas), el instrumento astronómico más antiguo descubierto hasta la fecha. Este planisferio da cuenta del sofisticado conocimiento astronómico de Sumer por ese tiempo:
- Matemáticas: ciertamente, no es posible alcanzar determinados grados de civilización sin un avance paralelo de las matemáticas. El sistema sumerio, llamado sexagesimal, combinaba el mundano 10 con el «celestial» 6 para obtener la cifra base de 60. En algunos aspectos, este sistema es superior al nuestro actual; en cualquier caso, es incuestionablemente superior a los sistemas posteriores de los griegos y de los romanos. A los sumerios les permitía dividir en fracciones y multiplicar millones, calcular las raíces o elevar los números a varias potencias. Este sistema no sólo fue el primer sistema matemático conocido, sino también el que nos dio el concepto de «posición numérica»; del mismo modo que, en el sistema decimal, 2 puede ser 2 o 20 o 200, dependiendo de la posición del dígito, también en el sistema sumerio el 2 significa 2 o 120 (2 x 60), y así sucesivamente, dependiendo de la «posición». Los 360 grados del círculo, el pie y sus 12 pulgadas, y la «docena» como unidad no son más que unos cuantos ejemplos de los vestigios de las matemáticas sumerias que todavía podemos ver en nuestra vida cotidiana.
- La Imprenta: Además de la invención y el desarrollo de la escritura, sin la cual una gran civilización no podría llegar a ser, a los sumerios también se les atribuye la invención de la imprenta. Milenios antes que Johann Gutenberg «inventara» la imprenta a través de tipos movibles, los escribas sumerios utilizaban «tipos» pre-fabricados de los diferentes signos pictográficos, que utilizaban del mismo modo que nosotros utilizamos ahora un tampón de goma, imprimiendo la secuencia deseada de signos en la arcilla húmeda. También inventaron al precursor de nuestras rotativas: el sello cilíndrico. Hecho de una piedra sumamente dura, era un pequeño cilindro en el cual se grababa el mensaje o el dibujo al revés; cuando se hacía rodar el cilindro sobre la arcilla húmeda, se creaba una impresión «en positivo». El sello también le permitía a uno certificar la autenticidad de los documentos; siempre se podía hacer una nueva impresión para compararla con la del documento en cuestión.
- Arquitectura: las ciudades-estado sumerias eran auténticos centros urbanos, con muros defensivos, canales internos, palacios reales, zigurats (templos), calles, etc. El zigurat de Babilonia dedicado a Marduk, probablemente la “Torre de Babel” bíblica, estaba compuesto por siete pisos llegando a una altura total de unos 80 metros. Los niveles estaban superpuestos escalonadamente en plantas “helicoidales” que conducían a las altas terrazas, en cuya cima se encontraba el templo/observatorio astronómico, el cual estaba coronado con una resplandeciente cúpula. La estructura también contaba con tres escaleras que llevaban al templo, dos de las cuales (las laterales) sólo ascendían hasta la mitad de la altura del zigurat. Las caras del zigurat se orientaban precisamente hacia los cuatro puntos cardinales. En su construcción se empleaban materiales muy ricos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro. El interior del zigurat estaba construido de ladrillos secados al sol, mientras que la parte exterior estaba revestida de ladrillos cocidos, que utilizando la compleja técnica vitrificación, le daban un vibrante efecto de coloración a las paredes, probablemente en tono índigo. La capacidad para llevar a cabo tan importante obra de construcción, para organizar y alimentar a una ingente masa de trabajadores, para allanar la tierra y elevar montículos para hacer ladrillos y transportar piedras, para traer metales extraños y otros materiales desde tan lejos, para fundir metales y dar forma a utensilios y ornamentos, nos habla de una importante civilización, ya en pleno esplendor en el tercer milenio A.C.
- Estructuras constructivas: la arcilla, además de tratarse de la materia prima básica en la manufactura de utensilios de uso cotidiano y de recipientes para el almacenamiento y el transporte de bienes, también se utilizó para hacer ladrillos -otra cosa en la que los sumerios fueron los «primeros». Esto hizo posible la construcción de casas para el pueblo, de palacios para los reyes y de templos imponentes para los dioses. A los sumerios se les atribuyen dos avances tecnológicos que hicieron posible combinar la ligereza con una fuerte resistencia en todos los objetos de arcilla: la armazón y la cocción.Los arquitectos modernos han descubierto que se puede hacer hormigón armado, un material de construcción sumamente fuerte, echando cemento en moldes con un entramado interior de varillas de hierro; pero hace mucho quelos sumerios fueron capaces de dar a sus ladrillos una gran fortaleza mezclando la arcilla húmeda con trozos de carrizo o paja. También sabían que a los objetos de arcilla se les podía dar resistencia y durabilidad cociéndolos en el horno. Fue gracias a estos avances tecnológicos que se hizo posible la construcción de los primeros edificios y arcadas del mundo, así como la elaboración de la primera cerámica duradera.
- Medicina: En centenares de textos acadios encontrados se emplean en gran medida frases y términos médicos sumerios, indicando con ello el origen sumerio de toda la medicina mesopotámica. La biblioteca de Assurbanipal en Nínive disponía de una sección de medicina. Los textos se dividían en tres grupos: bultitu («terapia»), shipir bel imti («cirugía») y urti mashmashshe («órdenes y conjuros»). En los antiguos códigos legales había secciones que trataban de los honorarios que había que pagar a los cirujanos por las operaciones exitosas, y de las penas que se les imponían en caso de fracaso: como, por ejemplo, que, si al abrir la sien de un paciente con una lanceta, el cirujano destruía accidentalmente el ojo de aquél, se le condenaba a perder la mano. Se han encontrado marcas inconfundibles de cirugía cerebral en algunos esqueletos encontrados en, tumbas de Mesopotamia, y un texto médico parcialmente roto habla de la extirpación quirúrgica de una «sombra que cubría el ojo de un hombre», probablemente un problema de cataratas; otro texto menciona el uso de un instrumento cortante, diciendo que «si la enfermedad ha alcanzado el interior del hueso, tendrás que rasparlo y quitarlo».
- Farmacología: un médico sumerio anónimo, que vivía hacia el final del tercer milenio AC, decidió un buen día reunir y consignar por escrito, para uso de sus colegas y de sus discípulos, las más preciosas de sus recetas médicas.Así, pues, preparó una tablilla de arcilla húmeda e inscribió, con los caracteres cuneiformes de su época, los nombres de una docena de sus remedios favoritos. Este documento de arcilla, el «manual» de medicina más antiguo que se conozca, yacía enterrado entre las ruinas de Nippur desde hacía más de cuatro mil años. Este documento demuestra que para componer sus medicamentos, el médico sumerio recurría al uso de sustancias vegetales, animales y minerales de forma no muy distinta que cualquier receta natural actual. Sus minerales favoritos eran el cloruro sódico (sal común) y el nitrato potásico (salitre). En cuanto a productos animales, utilizaba, por ejemplo, la leche, la piel de serpiente, la concha de tortuga. Pero la mayoría de sus remedios, eran entresacados del reino vegetal: plantas como la casia, el mirto, la asafétida y el tomillo; árboles como el sauce, el peral, el abeto, la higuera y la palmera de dátiles. Estos simples se preparaban a partir del grano, del fruto, de la raíz, de la rama, de la corteza o de la goma de los vegetales en cuestión, y debían conservarse, igual que hoy en día, en forma sólida, o sea, en polvo. Los remedios recetados por nuestro médico arqueológico comprendían también los ungüentos y los «filtrados» para el uso externo, y los líquidos para uso interno. Es interesante observar que nuestro médico sumerio no recurre ni a las fórmulas mágicas ni a los hechizos. No menciona a ningún dios ni a ningún demonio en su texto.
- Literatura: luego de todo el proceso de excavación, traducción y clasificación de las tablillas, es ahora evidente que la literatura sumeria comprende unos veinte mitos, nueve relatos épicos, más de doscientos himnos de diversos tipos y géneros, un considerable número de lamentos y endechas, algunos documentos legendarios historiográficos, y un gran y diversificado grupo de textos de “sabiduría”, que incluye ensayos, discusiones, proverbios, preceptos y fábulas. Esta vasta literatura, consistente en más de treinta mil líneas de texto, la mayor parte en forma poética, constituye la literatura escrita más antigua en cantidad y variedad significativa hasta ahora descubierta, y su recuperación y restauración representan una de las mayores contribuciones de nuestro siglo a las humanidades. El material no es sólo de inmenso valor en sí mismo, como producto creativo de la imaginación sumeria, sino que ha demostrado ser un tesoro riquísimo de fuentes primarias para el historiador de la literatura y la religión, para el estudioso de la Biblia y de los clásicos, para el antropólogo y el sociólogo.
- Música: Los logros materiales y espirituales de la civilización sumeria vinieron acompañados también por un amplio desarrollo de las artes interpretativas. En 1974 se hallaron los registros de la canción más antigua del mundo, en los que se pudo leer e interpretar las notas musicales escritas en una tablilla cuneiforme de los alrededores del 1800 AECencontrada en Ugarit (actualmente en Siria). Lo que es más, aquella anotación constató que esa música utilizaba la misma escala heptatónica-diatónica característica de la música occidental contemporánea, que hasta entonces se creía que se había originado en Grecia; a partir de ahí, quedó demostrado que nuestra música, así como cualquier otra música de la civilización occidental, tuvo su origen en Mesopotamia. Ya el erudito griego Filón dijo que los mesopotámicos fueron conocidos por «buscar el unísono y la armonía por todo el mundo a través de los tonos musicales». No cabe duda de que la música y la canción hay que calificarlas como otro «primero» de los sumerios. Los textos del segundo milenio A.C. señalan la existencia de unos «números clave» musicales y de una teoría musical coherente; y que había muchos textos de himnarios sumerios «que parecían llevar notaciones musicales en los márgenes». «Los sumerios y sus sucesores tenían una vida musical plena».
- Gastronomía: textos y representaciones confirman que los sumerios sabían convertir los cereales que cultivaban en harina, de la que hacían gran variedad de panes, gachas, pastas, pasteles y bollos, con y sin levadura. Se han encontrado también «manuales técnicos» para la producción de «cerveza», y siendo estos los más antiguos jamás hallados, podemos otorgarles a los sumerios el título de inventores de la cerveza. Ellos tenían incluso una diosa de la cerveza, Ninkasi. Obtenían vino de la uva y de los dátiles, y leche de ovejas, cabras y vacas, que utilizaban para beber, cocinar y transformar en yogurt, mantequilla, nata y queso. El pescado también era habitual en la dieta. También disponían de carneros, y la carne de cerdo, animal que pastoreaban en grandes piaras, estaba considerada como un bocado exquisito.
- Es posible que los sumerios hallan inventado también el primer juego de tablero. El Juego real de Ur es la denominación que se dio a dos piezas arqueológicas, interpretadas como juegos de tablero encontradas en las tumbas reales de Ur por Sir Leonard Woolley en la década de 1920, una de ellas se exhibe en el Museo Británico (Londres). Se trata de una caja de madera con incrustaciones de conchas talladas, lapislázuli y piedra caliza, que datan de la Primera Dinastía de Ur, antes del 2600 a. C., lo que las convierte en uno de los tableros de juego más antiguo, junto con el juego egipcio “Senet”. El juego real de Ur era jugado por dos jugadores, cada uno con siete fichas (negras y blancas, como en las damas o el ajedrez), y se usaban tres dados piramidales. Las reglas del juego son desconocidas pero el tablero sugiere un circuito a recorrer, similar al backgammon.
- Tejidos: Una de las consecuciones materiales más antiguas de Sumer fue el desarrollo de la industria textil y de la ropa. El Hombre no pudo hacer tejidos antes de la aparición de la agricultura, que fue la que le proporcionó el lino, y de la domesticación de los animales, que le proveyeron de lana. El arte de tejer apareció en Mesopotamia alrededor del 3800 AEC. Sumer era famosa en la antigüedad no sólo por sus tejidos, sino también por su ropa. En el Libro d
- e Josué (7:21) se dice que, durante el asalto a Jericó, cierta persona no pudo resistir la tentación de guardarse «un hermoso manto de Senaar» que había encontrado en la ciudad, aun cuando el castigo era la muerte. Una rica terminología existía ya en tiempos sumerios para describir tanto a las prendas de vestir como a sus elaboradores. La prenda básica recibía el nombre de TUG -sin duda alguna, la precursora, tanto en estilo como en nombre, de la toga romana. Estas prendas eran TUG.TU.SHE, que en sumerio quiere decir «prenda que se lleva envuelta alrededor».
- Navegación: una economía próspera, una sociedad con tan extensas empresas materiales, no se podría haber desarrollado sin un eficaz sistema de transportes. Los sumerios utilizaban sus dos grandes ríos y la red artificial de canales para el transporte por agua de personas, bienes y ganado. Sabemos por muchos textos primitivos que los sumerios también se metieron en aventuras marineras de aguas profundas, usando diversos tipos de barcos para llegar a tierras lejanas en busca de metales, maderas y piedras preciosas y otros materiales que no podían conseguir en la propia Sumer. En un diccionario acadio de la lengua sumeria se encontró una sección sobre navegación en la que había una lista de 105 términos sumerios sobre diferentes barcos en función de su tamaño, destino o propósito (de carga, de pasajeros o para el uso exclusivo de ciertos dioses). Otros 69 términos sumerios, relacionados con el manejo y la construcción de barcos, fueron traducidos al acadio. Sólo una larga tradición marinera podría haber generado unas naves tan especializadas y una terminología tan técnica.
- Proverbios: Los proverbios sumerios que han llegado hasta nosotros fueron reunidos y transcritos hace más de 3.500 años, y muchos de ellos son, con toda seguridad, herencia de una tradición oral archisecular ya en la época en que fueron transcritos. Son la obra de un pueblo profundamente distinto de nosotros, tanto por la lengua como por el medio ambiental, las costumbres, las creencias, la vida económica y la vida social, y sin embargo, la mentalidad que revelan es extrañamente semejante a la nuestra:
- Igual que nosotros, los sumerios vacilaban y no se decidían a adoptar una política presupuestaria. Decían, eclécticamente: «Estamos condenados a morir; gastemos, pues. Viviremos aún muchos años; economicemos, pues.»
- Y cuando las economías se agotaban, había que recurrir a los prestamistas: «Al pobre le prestan dinero y preocupaciones»,
- Este otro nos recuerda el adagio del Talmud: «Quien multiplica sus bienes multiplica sus preocupaciones»: «Quien tiene mucho dinero es, sin duda, dichoso; Quien posee mucha cebada es, sin duda, dichoso, Pero el que nada posee puede dormir.»
- La vida conyugal no era siempre idílica: «Quien no ha hecho vivir a una mujer o a un niño, No ha llevado nunca una cuerda en la nariz.» (En alusión a la cuerda pasada por un aro que se fijaba a la nariz de los prisioneros y de los animales domésticos)
- Los hombres se podrían llegar a sentir muy desatendidos: «Mi mujer está en el Templo, Mi madre está en la orilla del río, Y yo estoy aquí, muriéndome de hambre.»
- Para el que se adelantaba por demás a los hechos: «Todavía no ha cazado la zorra, Y ya le ha fabricado el collar»,
- Para los que tenían «delirio de grandezas» y llevaban un tren de vida muy por encima de sus posibilidades: «Quien edifica como un señor, vive como un esclavo; Quien edifica como un esclavo, vive como un señor.»
- Moral y ética: entre los muchos textos sobre equidad y justicia socialencontramos uno dedicado a Nanshe, diosa de Lagash, a quien se veneraba: “Para consolar al huérfano y hacer que no haya más viudas, Para preparar un lugar donde serán destruidos los poderosos, Para entregar los poderosos a los débiles, …Nanshe escruta el corazón de las personas.”
- Erotismo: existen en la literatura sumeria pasajes que hoy categorizaríamos como eróticos, y en algunos casos con detalle explícitos que hoy consideraríamos casi pornográficos. Esto denota que vivían su sexualidad de una forma muy abierta, quizás mucho más que en la actualidad. Existe un poema que describe la pasión de dos enamorados que dice: «Dios mío, de la doncella que escancia el vino, dulce es el brebaje. Como su brebaje, dulce es su vulva, dulce es su brebaje, Como sus labios, dulce es su vulva, dulce es su brebaje, Dulce es su brebaje mezclado, su brebaje». En un poema de cuando Enlil conoció a quien sería su futura esposa encontramos este texto:
- El Señor le habló de amor, pero ella rehusó: «Mi vagina es demasiado pequeña y no conoce la cópula, Mis labios son demasiado pequeños y no conocen los besos…» …
- «Mi Señor no tiene…, la más hermosa, la hermosa; Enlil no tiene…, la más hermosa, la hermosa. Tiene… en mi ano, tiene… en mi boca: Mi corazón lejano fiel… » …
- «Enlil, bajo el aspecto del hombre de la puerta, se acostó junto a ella en el cuarto, Se unió a ella, la besó. Y, habiéndose unido a ella y habiéndola besado, Plantó en su seno la simiente de Meslamtaea…
- Sistema de riego para la agricultura: los sumerios diseñaron y construyeron un verdadero sistema de irrigación a través de canales, estanques, diques y depósitos de agua para crear y mantener su esquema productivo de agricultura. Las frecuentes y violentas inundaciones del Tigris, y en menor medida, del Éufrates, hacían que los canales necesitaran de reparación frecuente y de la continua extracción del limo. Esto les permitía además colectar y canalizar el material disuelto que arrastraban las aguas y utilizar ese material como fertilizante para cultivar sus jardines y campos.
- Otras cosas en las que los sumerios fueron «los primeros»: los que hicieron las primeras escuelas, el primer congreso bicameral, el primer historiador, el primer «almanaque del agricultor», las primeras cosmogonía y cosmología, el primer «Job», los primeros debates literarios, el primer «Noé», el primer catálogo de biblioteca, la primera Época Heroica del Hombre, su primer código legal y sus primeras reformas sociales, su primera agricultura y su primera búsqueda de la paz y la armonía mundial.
Para explicar los conceptos que regían el devenir de los acontecimientos, los sumerios evocan a un conjunto de valores, principios, competencias y conocimientos elementales que denominan “me”, los cuales nos permiten comprender más en profundidad su noción de “civilización”. Aquí una selección de sus “me”:
La Soberanía; La Divinidad; La Corona sublime y permanente; La Verdad; Las Armas; Las Relaciones sexuales; La Prostitución; La Ley; El Arte; La Música; La Función de Anciano; La Calidad de Héroe; El Poder; La Hostilidad; La Rectitud; Las Alegrías del corazón; La Mentira; El País rebelde; La Bondad; La Justicia; El Arte de trabajar la madera; El Arte de trabajar los metales; La Función de escriba; La Profesión de herrero; La Profesión de curtidor; La Profesión de albañil; La Profesión de cestero; La Sabiduría; La Atención; La Purificación sagrada; El Respeto; El Terror sagrado; El Desacuerdo; La Paz; La Fatiga; La Victoria; El Consejo; El corazón turbado; El Juicio; La Sentencia del juez.
Al contemplar la gran civilización sumeria, no sólo nos encontramos con que nuestra moral, nuestro sentido de la justicia, nuestras leyes, nuestra arquitectura, nuestras artes y nuestra tecnología tienen sus raíces en Sumer, sino que, además, las instituciones sumerias nos resultan a la vez muy familiares y cercanas. Es como si tuviéramos más en común con los sumerios que con otras civilizaciones más recientes y cercanas a la nuestra. Como si nosotros mismos tuviéramos algo de sumerios.
El 3er Problema Sumerio: Su cosmogonía y relatos mitológicos
Más de un milenio antes de la aparición de la Ilíada y la Odisea, nos encontramos en Sumer ya con una literatura floreciente, que contiene mitos y epopeyas, himnos y lamentaciones, y numerosas colecciones de proverbios, fábulas y ensayos. Es asombrosa la cantidad de puntos de contacto de su mitología con el pensamiento griego. Todo el trabajo, la originalidad y la gloria externa de los primeros filósofos griegos han consistido en deducir y extraer las ideas subyacentes a imágenes y mitos que se remontan, en definitiva, a los sumerios. Si los griegos llegan a exaltar el pensamiento y la reflexión hasta la razón pura, la dirección de este pensamiento y de sus investigaciones permanece dentro de la trayectoria esbozada por los sumerios.
Muchos de los relatos sumerios no pueden dejar de percibirse como con un eco, como una resonancia bíblica. Las aguas primordiales, la separación del cielo y de la tierra, la arcilla con que fue amasada la criatura humana, el edén, la serpiente, las leyes morales y cívicas, el cuadro del sufrimiento y de la resignación del hombre, las disputas entre hermanos, todo eso en conjunto, nos recuerda en ciertos aspectos a los episodios de la Biblia. Esta cosmogonía sumeria, junto con una cantidad de relatos épicos y mitológicos, permite reflejar con cierta nitidez muchos pasajes y aspectos bíblicos, que obviamente, esta referencia es en cuanto a la «metafísica», y no a lo religioso.
Resulta apasionante, con el correr de textos cuneiformes, seguir la trayectoria de las ideas y de las obras de esta ancestral civilización de los sumerios. Es evidente que los sumerios no ejercieron ninguna influencia directa sobre los hebreos, ya que aquéllos habían desaparecido mucho antes de la aparición de estos últimos, pero no hay ninguna duda de que los sumerios influyeron profundamente sobre los babilonios, y ellos a los asirios, hititas, hurritas y arameos.
Además, parte del pueblo hebreo del Reino de Judá estuvo cautivo de Nabucodonosor II en 607 AEC (y posteriormente liberado por Ciro el persa en el 537 AEC) precisamente en Babilonia, por lo que no sería absurdo pensar que haya habido cierta permeabilidad de la cultura local, con sus mitos y registros históricos. Más aún, es allí y durante ese período que los rabinos, en su diáspora y luego de la destrucción del gran templo de Jerusalem, redactaron el Talmud de Babilonia (Talmud Bavli) con sus interpretaciones sobre el Tanaj, dejando registrado por escrito lo que hasta ese momento era únicamente tradición oral.
Otro concreto – y no menor – punto de contacto que une a la tradición del pueblo de la Torá con los sumerios, es que la ciudad “Ur” sumeria se trata de la bíblica “Ur de los Caldeos”, la ciudad donde creció Abraham, el patriarca de las tres principales religiones monoteístas. En Ur vivió y fue su tierra hasta que se marchó, por lo que Abraham era ineludiblemente un hombre formado por la civilización sumeria.
Las sucesivas excavaciones arqueológicas fueron desenterrando, desde 1843, una tras otra las ciudades bíblicas perdidas en el tiempo: Assur, Nínive, Nimrud, Calah, Babilonia, Kis, Ur, Uruk, etc. Así fue como los nombres estas ciudades-estado sumerias, acadias, babilónicas y asirias, tal como los menciona la Biblia, comenzaron a recobrar vida y significado (*):
Gén.10.8. Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Gén.10.10. Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. Gén.10.11. De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive…
(*) Siendo: Babel=Babilonia; Acad=Acadios; Erec=Uruk; Calne=Calah; Sinar=Sumer.
Estas investigaciones arqueológicas fueron corroborando los hechos históricos mencionados en la Biblia, y describiendo el contexto sus orígenes y sobre el ambiente en que nació. Lejos de quitarle valor, dichos hallazgos han dotado a la Biblia de un incomparable valor documental de la historia que ya era historia cuando ésta se escribió, esto es, la antigüedad.
Sabemos actualmente que la Biblia, el clásico más grandioso de todos los tiempos, no ha surgido de la nada, como una flor artificial emergiendo de un jarrón vacío. Ello no disminuye en nada, desde luego, ni su valor ni su alcance, ni el genio de los escritores que la compusieron. Esta obra tiene unas raíces que se extienden hasta un lejanísimo pasado y se esparcen por los países vecinos de aquel en donde hizo su aparición.
Fuentes: textos extraídos principalmente de:
articulo publicado en:http://reydekish.com/2013/10/15/los-sumerios/
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