Un aficionado a la arqueología y geología ha desenterrado a menos de tres kilómetros de distancia de Cañete (Cuenca) unas rocas que asegura que podrían ser parte de una pirámide prehistórica. Según afirma Manuel Abril, natural del municipio y descubridor estaría sepultada bajo la colina denominada ‘El Cabezuelo’, en el valle que hace el Río Mayor a su paso junto al municipio serrano.
En su búsqueda, el descubridor afirma haber encontrado una moneda ibérica, una lasca de sílex, un trozo de sigillata romana (cerámica), y lo que parece ser una cuenta de un abalorio. Unos hallazgos que ha dado a la alcaldesa del municipio,Sagrario Ibáñez, para que los ponga en conocimiento de las autoridades que tengan las competencias.
Bajo la colina de ‘El Cabezuelo’
Todo parte del año 2011, relata el descubridor, cuando pierde su empleo en la Oficina de Turismo del municipio y decide hacer por su cuenta un inventario de bienes patrimoniales de Cañete. En este puso especial interés “en la riqueza patrimonial que tiene el municipio”.
Abril siempre se había fijado en ‘El Cabezuelo’, una colina situada en mitad del valle de falla que contenía materiales geológicos “completamente fuera de su lugar natural”. “Las rocas calizas que tiene deberían haber sido erosionadas con el paso del tiempo, tal y como sucede en el resto del valle”, sostiene. Un argumento que le llevó a sospechar que esas grandes piedras de alrededor de cinco toneladas habían sido colocadas ahí de forma artificial.
El descubridor recuerda que el hallazgo lo realizó “hace tres años”. Su interés desde el primer momento “fue ponerlo en conocimiento de los expertos para que investiguen qué es lo que hay ahí y de cuándo está datado”, asegura. Así, antes de comenzar la excavación llevó a un geólogo hasta el lugar, el cual le aseguró que la colina podía estar ahí de forma natural. También consultó con un arqueólogo, siempre según su versión, que le dijo que se podía tratar de un oppidum, es decir, un lugar elevado cuyas defensas se habían fortificado en la antigüedad, descartando su teoría de la pirámide.
Las opiniones de estos expertos no frenaron a Abril, que tras observar una oquedad en la parte superior de la colina, decidió emprender una excavación para resolver sus dudas. Lo que ha hallado en el interior de la colina son tres escalones en forma de terrazas. Se pueden observar las aristas de las esquinas que formarían cada uno de los niveles en forma de cuadrado.
Abril desconoce la altura que podría tener la pirámide, dado que lo que ha sacado a la luz son los tres escalones superiores. Por el peso de las piedras, de arenisca compacta y arena rodena, considera que “lo más seguro es que la base descanse sobre el fondo del valle, por lo que tendría unos 20 escalones”. Y es que indica que “algunas de las piedras, de hasta 1,30 metros de lado, alcanzan las cinco toneladas, por lo que los tres primeros escalones pueden suponer un peso para la colina de unas 8.000 toneladas y una colina sin estructura rocosa no podría soportar el peso sin una cimentación en su interior”.
Propone que acudan expertos a estudiar la zona
En declaraciones a Vocesdecuenca.es, Abril ha resaltado que ha puesto en conocimiento de la alcaldesa tanto su hallazgo como los materiales encontrados va a paralizar su excavación. Así, ha destacado que su intención siempre ha sido destapar este patrimonio y conseguir inversiones en él para que acudan expertos y que expliquen, entre otras cosas, cuándo se realizó la construcción, quién ordenó que se enterrara o para qué se usaba.
Para esta última pregunta ha ofrecido una teoría: “La pirámide podría haber sido utilizada como reloj solar en la prehistoria para marcar las estaciones, dado que los días de los equinoccios de primavera y otoño, al ponerse el Sol por el cercano pico ‘Cabeza de Don Pedro’, coincide en su puesta con la pirámide”.
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