EL USO DE LA TOMOGRAFÍA AXIAL COMPUTERIZADA HA REVELADO DETALLES DESCONOCIDOS HASTA AHORA
La tomografía computerizada empleada recientemente para el estudio de los moldes de yeso de las víctimas de la erupción del Vesubio en Pompeya el año 79 d.C. ha proporcionado un detalle sin precedentes sobre los restos orgánicos conservados en el interior de los moldes. Las técnicas convencionales de rayos x, que proporcionan una imagen bidimensional, proporcionaban aproximadamente un 25% de información, mientras que la tomografía tiene una penetración del 90%. Lo que más ha impresionado ha sido la estupenda salud dental de los pompeyanos.
Dos mil años atrás no había dentífricos ni enjuagues de acción total, pero los pompeyanos tenían unas dentaduras perfectas, gracias a su alimentación baja en azúcares. Su único defecto era que algunas zonas se encontraban especialmente desgastadas, por darles un uso inadecuado como romper o cortar objetos con la fuerza de las mandíbulas. Sus huesos, en cambio, eran débiles, por el exceso de flúor presente en las aguas de los manantiales que les abastecían. Estas son las primeras revelaciones de los análisis mediante TAC (tomografía axial computerizada) realizadas a una treintena de calcos de las víctimas de la erupción de Pompeya en el 79 d.C.
Se han presentado en rueda de prensa las detalladas imágenes tridimensionales de los restos esqueléticos conservados en el interior de los moldes de yeso, los calcos. En el proyecto de investigación trabajan arqueólogos, antropólogos, radiólogos, dentistas e ingenieros expertos en los escáner-láser. Por primera vez se ha utilizado la TAC en el proyecto para conocer con más fiabilidad la edad, patologías médicas, hábitos alimentarios, ocupación, condición socio-económica y estilo de vida de los pompeyanos.
También hay investigadores españoles en el equipo del proyecto, entre ellos el arqueólogo y antropólogo Llorenç Alapont, del Colegio de Doctores y Licenciados de Valencia, quien ha explicado el cambio y progreso fundamental que se da en la investigación al contar con la TAC: «Las informaciones que hemos obtenido mediante técnicas radiológicas clásicas, es decir, no tridimensionales sino en dos dimensiones, han sido muy valiosas, pero había cosas que se nos escapaban, porque no teníamos las técnicas suficientes para averiguar todo lo que había dentro de los huesos. Hasta ahora podíamos conocer un 25 por 100 de la información que nos daban los huesos de las personas conservadas en los calcos, ahora con las nuevas técnicas podemos llegar a un 90 por 100 de conocimiento». El antropólogo Llorenç precisa que se conocerá incluso cómo murieron los habitantes de Pompeya: “Sabremos de una forma mucho más fiable si los pompeyanos murieron por el golpe de calor, por asfixia al respirar las cenizas volcánicas, por las fracturas traumáticas de las piedras que caían o por estar atrapados en las casas”.
Procesado de los datos obtenidos
Los calcos de las víctimas de la erupción del Vesubio se han revelado fundamentales para conocer detalles muy importantes de la vida de los antiguos romanos. Desde 1858, gracias al método genial introducido por el arqueólogo Giuseppe Fiorelli, se puede apreciar la impronta que dejó la erupción en los pompeyanos, al obtener moldes de yeso de los muertos. Los cuerpos, al descomponerse a lo largo de los siglos, habían dejado espacios vacíos bajo la lava. Fiorelli los rellenó con yeso líquido introducido a través de los agujeros abiertos en la corteza creada sobre Pompeya tras la erupción. En esa cámara vacía, donde la materia orgánica había desaparecido, Fiorelli obtenía moldes de extraordinaria precisión que reflejaban los últimos momentos de la vida de esas personas. Hasta ahora, gracias a esos calcos podíamos saber de qué males sufrían, de qué manera se curaban y cómo se vivía en una ciudad en la época romana como Pompeya.
Ahora después de utilizar la tecnología 3D sobre aquellos cuerpos sepultados durante siglos por la lava, llega la ciencia médica para desvelar otros secretos. La maquinaria utilizada es una moderna TAC de 16 cortes capaz de hacer un examen de todo el cuerpo en 100 segundos. El antropólogo Llorenç, que coordina el proyecto de investigación de la necrópolis de Porta Nola desde el 2011, y desde entonces estudia los calcos de esa necrópolis, explica la importancia de investigar con la nueva técnica: «El TAC es un instrumento importantísimo, muy valioso, porque nos da unas imágenes que nos permiten interpretar y ver de una forma muy clara los restos que están dentro de los calcos. Podremos conocer mediante la ciencia antropológica, la edad, el sexo, clase social, enfermedades, traumatismos, incluso teniendo en cuenta el desgaste de los dientes sabremos el tipo de dieta».
La clave está en los dientes
Los esqueletos de las víctimas serán objeto de investigaciones específicas sobre los dientes. Desde la antigüedad, los exámenes de los dientes han sido fundamentales en la identificación individual. Así, en la historia de la medicina legal son numerosos los casos de reconocimiento efectuados por medio de la dentadura. Los elementos dentales constituyen la parte más resistente del organismo humano. Sus características anatómicas, patológicas y terapéuticas son peculiares en cada individuo y, por tanto, un óptimo instrumento de identificación. Por tanto, pueden ofrecer informaciones sobre los hábitos de vida y ocupación.
Gracias a los calcos se conocerán más datos sobre el consumo. Por ejemplo: se sabe que en la dieta de los pompeyanos, junto a los más económicos cereales, frutas, nueces, aceitunas, lentejas, pescado local y huevos, se han encontrado también otros productos más caros, como carne y pescado salado procedente de España. Igualmente han aparecido huellas de alimentos muy exóticos, como erizos y mariscos -que en esa época eran importados del extranjero-, flamencos y restos de jirafa.
articulo publicado en---http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2015/09/viaje-al-interior-de-los-cuerpos.html
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