Una momia de 1.000 años fue encontrada dentro de una estatua de Buda...+informacion y video

CIENTIFICOS HOLANDESES ENCONTRARON UNA MOMIA DENTRO DE UNA ESTATUA DEL MAESTRO BUDISTA LIQUAN, QUE DATA DEL SIGLO XI O XII 
Científicos holandeses del Centro Médico Meandro de Amersfoort han hallado una momia dentro de una estatua china que data del siglo XI o XII. En el interior de la momia se han encontrado trozos de papel con caracteres chinos.






Una momia que data del siglo XI o XII fue hallada en el interior de una estatua del maestro budista Liuquan, uno de los más venerados maestros de meditación. El hallazgo fue realizado por unos científicos holandeses del Centro Médico Meandro de Amersfoort.
Además, dentro de la momia se encontraron trozos de papel con antiguos caracteres chinos.
Examinaron a la momia con una tomografía computarizada y un endoscopio. Los investigadores tomaron muestras de la cavidad torácica y abdominal de un material que todavía no ha sido identificado.
También tomaron material de los huesos para hacer pruebas de ADN, pero los resultados se darán a conocer después de una obra monográfica sobre el maestro.
Los investigadores han sugerido que el hallazgo puede reflejar un ejemplo de auto-momificación donde los monjes emprendían agotadores rituales durante años y que culminaban con su muerte. La práctica también estaba muy extendida en Japón, a partir del año 1000 y continuó hasta que fue prohibida en el siglo XIX.
Durante los primeros 1.000 días, los monjes dejaban de todos los alimentos, excepto los frutos secos, semillas, frutas y bayas, y realizaban una amplia actividad física para despojarse de toda la grasa corporal. En los siguientes mil días, su dieta se limitaba a la corteza de determinados árboles y raíces. Cerca del final de este período, bebían té venenoso hecho de la savia del árbol Urushi, que causaba vómitos y una rápida pérdida de líquidos corporales. También actuaba como conservante y acababa con gusanos y bacterias que podrían causar el deterioro del cuerpo después de la muerte.
En la etapa final, tras más de seis años de tortuosa preparación, el monje se encerraba en una tumba de piedra apenas más grande que su cuerpo, donde iba a entrar en un estado de meditación. Se sentaba en posición de loto, una posición de la que no se movería hasta su muerte. Un tubo de aire proporcionaba oxígeno a la tumba. Cada día, el monje hacía sonar una campana para que el mundo exterior conociese que aún estaba vivo. Cuando la campana dejaba de sonar, el tubo se retiraba y la tumba era sellada para último período de mil días del ritual.
Al final de este período, la tumba se abría para ver si el monje había tenido éxito en momificarse a sí mismo. Si el cuerpo era encontrado en un estado de preservación, el monje era elevado a la condición de Buda, su cuerpo se retiraba de la tumba y se colocaba en un templo donde era adorado y reverenciado. Si el cuerpo se había descompuesto, el monje se volvía a encerrar en su tumba, era respetado por su resistencia, pero no adorado.
Esta estatua forma parte de una exhibición del museo Drent de la ciudad holandesa de Amersfoort y es la primera vez que sale de China. 

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