SI PIENSAS CON SUFICIENTE FUERZA,
LA CIENCIA TE OBLIGARÁ A CREER EN DIOS.”
-James Clerk Maxwell, físico escocés.
“Recopilado de la revista MUY INTERESANTE año 29 núm. 340 ISSN 0122-3577 por Gerardo Sifuentes”
Por su propia definición los milagros se niegan a cualquier tipo de explicación racional o científica. Esto representa una ventaja y , a la vez, una debilidad para las religiones o credos basados en el registro de estos hechos como sustento de sus doctrinas.
A los problemas inherentes para estudiarlos, pues no ofrecen bases solidas ni hechos comprobables, que permitan confirmarlo, se añade el que dependen en gran medida del contexto religioso, cultural y ambiental donde supuesta-mente ocurren.
Tal como encontramos en el volumen de Milagros: Dios, ciencia y psicología en lo paranormal (2008), del psicólogo y teólogo estadounidense j.Harold Ellen, mientras algunas culturas llaman milagro a la aparición de la lluvia después de una larga sequía- quizá con oraciones de por medio-, para otras la llegada del agua es simplemente el resultado de ajustes en los patrones del clima.
También puede considerarse un milagro la misteriosa desaparición de un tumor canceroso, o en realidad existir explicaciones neurológicas para tal suceso. La constante entre estas y otras definiciones es que los milagros involucran situaciones que no muestran sentido a la luz de la ciencia, y por lo general contradicen nuestros conocimientos de la naturaleza o procesos afines. El método científico no es aplicable a los milagros, esto no son su materia de estudio, por lo que enfrentar ciencia y religión obedece más a una provocación política u obsesión mediática para atraer a las masas.
SALTARSE LAS REGLAS
En su investigación sobre entendimiento humano (1748), el filosofo escoces David Hume (1711-1776), interpretaba la definición de milagro como una circunstancia que necesariamente tiene que violar las reglas de la naturaleza, al menos dentro de la tradición judeocristiana. “Nuestra evidencia de la verdad de la religión cristiana es aun menor que las evidencia de la verdad de nuestros sentido”, escribiría. Sabemos, por comprobación, que los objetos caen atraídos por fuerza que hemos llamado gravedad, y por tanto ello explica que sea imposible que el cuerpo humano pueda levitar; que los organismos muertos resuciten, o que las personas invalidas recuperen su motricidad súbitamente. cualquier proclamación de lo contrario llamaría nuestra atención hoy en día por lo imposible del hecho, y surgiría, sino debido al interés que despertaría la anomalías, sino para despejar cualquier vestigio de impostura o fraude que persiga intereses ajenos a la fe de las personas. En cierto sentido, los milagros pueden ser vistos como episodios que son contrarios a la manera en que sabemos funciona el mundo.
es precisamente por su anomalía lo que deja espacio a la especulación acerca de sus causas u orígenes; si supuesta-mente ocurre fuera de las normas de la naturaleza, es sencillo asumir que daño el asombro inherente sean asignados a una intervención sobrenatural o divina. pero la fe es seguridad para muchas personas, y los milagros el sustento de cierta religiones, tan necesarios para estas a fin de conservar a toda costa a sus seguidores.
Sin embargo, asuntos relativamente mundanos como el aprobar un examen académico difícil, sobrevivir a una operación, alejarse de los vicios, entre otras tantas situaciones de la vida, son a menudo referidos por intervención divina, cuando en realidad obedecen a la “casualidad” (nota de Howard Gutierrez : expongo la palabra casualidad entre comillas, ya que en mi humilde opinión,la casualidad no existe.) y a circunstancias que rodean al hecho: la persistencia de alguien que estudia y se prepara, la obra de una doctor competente, la fuerza fuerza de voluntad y tratamiento psicológico de una adicto. Pero esta perspectiva tiene una cariz distinto a la vista de la religión, como apunta el catedrático en teología de la universidad iberoamericana, el sacerdote Gonzalo Balderas Vega; “No es la ciencia la que dice si esto es o no es un milagro, sino la fe. ¿De que me serviría que unos médicos me digan ´esto no tiene explicación,´ desde el campo de la medicina? los milagros no se explican desde la ciencias naturales, es algo que se vive en un plano de fe, y la fe es la que me permite descubrir donde esta la acción de Dios. Si interviene en una enfermedad, es Dios el que hace milagros a través de un santo o un medico. El medico no tiene por que ser un hombre de fe; para mi, Dios esta en el origen del milagro”
CONTRA LAS NORMAS
Hasta el siglo XIX, los cristianos nunca manifestaron dudas acerca de la autenticidad de los datos contenidos en las sagradas escrituras, especialmente respecto de la llamada resurrección de Jesús de Nazaret; en términos simples se trataba de la reanimación de una cadáver, aunque las dudas manifestadas sobre este hecho durante el siglo de las luces tuvieron un carácter liberador para muchas conciencias.
El debate surgió cuando la ciencia de estocen planeo como postulado que la única realidad existente es el mundo de los sentidos y as mediciones; desde esta perspectiva, los milagros no existen a priori. Luego la teología liberal del siglo XIX planteo al Jesús histórico, un hombre nacido en Nazaret, predicador de una moral o mesías político, cuya aventura termino de modo trágico. Desaparecieron entonces las milagrosas y providenciales maneras de entender el pasado y el presente. Cuando el sol salia en el horizonte por la mañana, los primeros hombres, a falta de otra explicación objetiva, atribuyeron a una fuerza divina tal poder, y a la fecha hay quien sigue considerando tal fenómeno un milagro de la naturaleza, aun cuando esta afirmación por sí misma se trate de una contradicción, pues se conocen las razones astronómicas de tal acontecimiento. La edad de la razón trajo en Europa desde la institución del cristianismo como religión oficial del imperio romano-; abrió la puerta para que las manifestaciones atribuidas a la mano de Dios fueran menos significativas(o magnificadas) que los continuos procesos del mundo de la naturaleza. Este nuevo punto de vista llevó a los historiadores a examinar las pruebas del pasado mediante procedimientos de análisis, análogos a los que prevalecían en otros campos del conocimiento. Ya desde el siglo XVII el monje benedicto francés y fundador de la paleográfica Jean Mabillon (1632-1707) había sometido a la biblia a un cuidadoso examen, y el filosofo Pierre Bayle (1647-1706), quien abogaba por la separación de la razón y la fe (fideísmo), prevenía sobre los griegos de su interpretación literal – era utilizada con frecuencia como justificación para las guerras de religion entre catolicos y protestantes- Davd Hume insistió en que la creencia en los milagros cediera ante la pruebas, mientras que el obispo anglicano de la iglesia de Inglaterra, Thomas Wison (1663-1775) mencionaba en los panfletos que distribuía en las calles londinenses alrededor de 1720, que las escrituras no se referían a acontecimientos reales sino a parábolas, y el obispo ingles Joseph Butler (1692- 1752) argumentaba que los milagros no eran otra cosa que manifestaciones mal comprendidas de las leyes de la naturaleza.
La conciencia del valor de la objetividad persuadió a los europeos del siglo XIX, en especial a los historiadores, sobre la importancia de la precisión crítica y de los hechos, y particularmente de la necesidad de distinguir entre la realidad y el mito.
Esto cobra singular interés en la actualidad, si observamos la peculiar postura del movimiento creacionista. esta vertiente ortodoxa del cristianismo en países anglosajones proclama la interpretación literal de los episodios descritos en la biblia, con énfasis en el origen divino del hombre- el milagro de la creación-. Sus seguidores proponen re-instaurar esta visión por vías legales dentro del sistema de enseñanza escolar estadounidense, y desechar así cualquier vestigio del método científico; buscan negar la evidencia que apunta a que el hombre deriva de otras especies animales (teoría de la evolución,Darwin). La insistencia de ciertos legisladores de aquel país como : Rick Brattin, diputado de Missouri ante la cámara de representantes adscrito al creacionismo, para obligar la inclusión de temas religiosos dentro de las asignaturas científicas en las escuelas de estado, pone de manifiesto la necesidad ocasional de enfrentar estos dos temas- aunque, correspondencia- y recordar que la influencia del fenómeno de los milagro pueden tener también consecuencias para la política y la sociedad laica.
ES O NO ES
Si un hecho considerado milagroso es atribuido tanto a un agente sobrenatural como a algún objeto o acto sagrado, el proceso por el que las personas llegaron a la conclusión de haberlo vivido puede ser observado desde la perspectiva psicológica. La percepción dependerá de lo que el suceso signifique para el individuo, algo plenamente subjetivo dentro de su contexto, educación moral y cívica, lo que haya aprendido de su familia o comunidad. Para comprender los milagros en su dimensión psicológica no es de relevancia averiguar si el hecho ocurrió en el pasado o en la actualidad; el objeto para algunos estudios psicológicos es entender los procesos mentales por los que se infiere que un hecho es distinto, único y especial, de aquellos que normalmente ocurren en la vida ordinaria. En este sentido, debemos entender el uso arbitrario que en la actualidad se da ala palabra milagro; si un sacerdote atribuye a los sucesos diarios de la naturaleza la categoría de milagros- de manera similar a los milagros ocultos del judaísmo-, este concepto no es de mucha utilidad para la psicología, pues estos obedecen a procesos que no necesariamente son vistos con asombro o maravilla- en otro sentido, no cumplen con la definición estricta que los acerca a lo sobrenatural o inexplicable-. También una persona con ideas religiosas (fanático . N de. H.G) que se haya salvado de morir atropellada podría considerar el hecho como milagro- pero otras, como casualidad o buena suerte-,o un desempleado referirse de la misma manera al encontrar un trabajo justo en el momento oportuno; ahí la sorpresa contrasta con lo que se esperaba recibir, si se hizo oración por ello. Muchos atribuyen propiedades milagrosas a hechos ordinario debido a su fe, lo cual evidencia que el ser humano tiene necesidad de dar significado a ciertos episodios de su vida y, si no encuentra uno que separe la lógica de la evidencia, inventara uno. Si la capacidad de la mente para encontrar significados milagrosos a esta clase de situaciones es tan fuerte, será igual para insistir en la ocurrencia de estos procesos especiales con el propósito de confirmar cualquier otro hecho como milagroso.
Pensemos que para que un individuo asigne la etiqueta milagro a un hecho, es por que este ha tenido un significado especial para él. Como hemos visto, esta categoría se puede asignar a muchas circunstancias, así que inferir un proceso milagroso no dependerá tanto de las propiedades del fenómeno en si, sino de lo que percibamos de este como una especie de señal muy especial que active nuestras emociones.
Las creencias que guían nuestra percepción en interpretación de la información que recibimos son elementales para definirnos como personas; cómo vemos e mundo, si nuestras condiciones de vida son las adecuadas o no, los límites de nuestra responsabilidades… cuando la gente encuentra un situación que desafía su sistema de creencias, la evalúa y le asigna un nuevo significado, o lo acomoda con algo que ya conoce o le es familiar para que sea consiente con su visión del mundo.
TODO ESTA EN TU MENTE
Investigar los milagro dentro de la perspectiva neurológica también es imposible, sin embargo hay estudios convergentes que pueden darnos una idea de cómo opera el cerebro ante circunstancias tales como, por ejemplo, durante una practica espiritual, el rezar o el meditar, cuando en el cerebro ocurre un proceso de formación de de significados abstractos. Antes actividades que podrían percibirse como poco ordinarias, esta clase de ejercicios activarían mecanismos neurológicos en los cuales el cerebro tendría que discernir entre un suceso real y otro imaginario. Una teoría es que cuando el cerebro se enfrenta a una información que desconoce o le sorprende, entra en un estado de agitación; se activa la corteza pre-frontal, la cual disminuye el neurotransmisor glutamo, que a su vez estimula el tálamo. Al suceder esto, se corta la comunicación con el lóbulo parietal posterior superior, impidiendo que el cerebro analice e integre la información sensorial (vista, tacto, oído); se ve obligado entonces a interpretar información con la memoria de datos preexistentes, contenidos en el lóbulo temporal.
Cuando algo es percibido a través de los sentidos como no racional o lógico, sea porque viola las leyes de la naturaleza o no funciona de acuerdo con ciertas reglas o el orden predeterminado, se activa el sistema nervioso autónomo; la hiperactividad cerebral ocasionada por la impresión desconocida eleva el ritmo cardíaco, presión sanguínea y respiración. Esto pasa por que el lado izquierdo del cerero, el lado racional, se bloquea al no poder procesar el hecho, enviando una respuesta límbica.
Este tipo de reacciones pueden ocurrir al ver sombras en la noche que nos espanten, nubes con formas extrañas o trucos de magia, e incluso en los estados alterados de conciencia provocados por el consumo de drogas psicotrópicas, a las que también se les atribuye la cualidad de provocar experiencias milagrosas al ser utilizadas en rituales religiosos sonde el individuo participa fervientemente. Es posible que el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo trabajen juntos para crear una experiencia emocionante en respuesta a información desconocida, quizá una experiencia milagrosa pudiera surgir en mayor o menor medida de los mecanismos activos por la ansiedad o temor a situaciones desconocidas o inciertas, sin que estas sean necesariamente de carácter divino.
A PESAR DE SUS DIFERENCIAS, LAS RELIGIONES COINCIDEN EN QUE LOS MILAGROS SON UNA INTERVENCIÓN DIVINA EN LA NATURALEZA.
EL ELEFANTE Y EL AYATE
En un templo de nueva Delhi, india, en septiembre de 1995, una persona observó cómo una estatua de Ganesha, uno de los dioses más venerados del hinduismo, era capaz de tomarse la leche que sus devotos le ofrecían en una cuchara. Al correrse la voz, miles de fieles se dirigieron al lugar para ser testigos del prodigio. El caso fue más sensacional todavía, pues se comprobó que otras estatuas de esta y otras deidades del panteón hindú eran capaces de hacer lo mismo.
Pronto el rumor se expandió por todo el país, e incluso devotos de otras partes del mundo, desde Asia hasta Europa, acudieron a las tiendas más cercanas a comprar leche para alimentar a las estatuas locales; millones de fieles se dirigieron a los templos a hacer la prueba,proclaman-dolo como autentico milagro de magnitud mundial. Un sacerdote hindú dijo lo siguiente “Creo que es una señal de dios, y significa que todavía existe y debemos devoción. Dice que las personas no deben abandonar la religión.”
Pero poco después se constataron varios hechos; muchos observadores atentos se percataron de que algo no estaba bien. Al observar de cerca alas figuras, notaron que la leche se esparcía en sus bases, escurriendo por sus lados; el dios en cuestión no la había bebido, sino se le había resbalado.
NOTA DE HOWARD GUTIERREZ H.
En lo anterior mencionado, como ejemplo, vemos que el fanatismo, y el querer creer algo dándole credibilidad como verdadero, nos hace cometer “estupideces” a nivel mundial. Podemos creer en un Dios universal .etc. pero también debemos razonar antes de actuar. ¿pero existen los milagros? a mi parecer, creo que los malinterpretamos constantemente, podemos decir que suceden cosas que nosotros no comprendemos y no por este hecho de ignorancia ,podemos decir que fue una señal divina. Pero ojo, no estoy afirmando que sucesos extraños no puedan suceder,y que dichos sucesos ayuden alas personas. Pongo de ejemplo a un gran amigo a quien un ser “extraterrestre” (según contaba mi amigo) le predijo de una enfermedad, el no creyó en esto y al poco tiempo se enfermo gravemente, volvió a parecer este ser luminoso, y le curó de un día para otro.Si este relato hubiera pasado a alguien que no esta metido en la ufología, sino en el fanatismo de las religiones , estoy infinitamente seguro que sus palabras hubieran sido otras; fue un ángel, o Jesús de Nazaret, etc. Es por esto que, ya sea que un ser más inteligente nos ayude con tecnología que nosotros ni soñamos( algo como magia para nosotros primitivos) , o presenciemos algo en nosotros, como una meta a realizar, es cumplida, piensa primero en darte crédito a ti mismo, tus pensamientos lo pueden todo, tus esfuerzos por conseguir, por sanarte, por la bondad que das a quien lo necesita, no merecen ser eclipsados por “milagros” luego solo se grato con el creador universal. Recuerda no confíes en la verdad predicada por alguien respetado solo por que es reconocido, investiga por tu cuenta y saca tu propia conclusión, para que cada día estés a un paso de una conexión con la verdad.
UN ABRAZO CÓSMICO A TODOS LOS LECTORES.
@HOWARD0426
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