Las religiones humanas y el origen de las figuras como Zeus, Osiris, Isis, el Minotauro y otros seres mitológicos se sitúan en el marco de la Historia de la Tierra. En la Antigua Sumer, en Babilonia, Asiria, Egipto o Grecia, aparecen en escena múltiples dioses. Entonces, de pronto, y en la Biblia, aparece un nuevo y poderoso dios llamado Yahveh, que nadie sabe de dónde ha salido. Se cree que probablemente Yahveh es en realidad el dios sumerio Enlil. Y se cree que su hermano, el dios sumerio Enki, creó a los seres humanos a partir de su propio ADN. Esto explicaría que su gran rival Enlil (supuestamente Yahveh) nos considerase una abominación. Pero vayamos a los inicios, para los que solo podemos basarnos en antiquísimas tradiciones. Preparémonos a entrar en un entorno lleno de aparente fantasía, que soy consciente que es difícil de creer, aunque existen importantes coincidencias con nuestros antiguos mitos. Estas tradiciones nos dicen que en nuestra galaxia existen billones de seres estelares, en que las razas humanoides son la norma y no la excepción. Estas razas descienden de diferentes formas de vida. Una de las razas estelares más antigua de este sector del universo es la que evolucionó de ancestros dinosaurios en el sistema estelar de Orión. De aquí vendría la proliferación de dragones y serpientes en todas las antiguas mitologías. Regidos por Reinas, crearon el imperio más poderoso de esta galaxia, al que llamaremos Imperio Orión. Sus guerreros eran inigualables por su bravura y ferocidad, y su imperio era inigualable en tamaño y poder. Robert Morning Sky (Cielo de la mañana), es un conocido estudioso y conferenciante amerindio, que ha escrito artículos y libros sobre distintos temas, como las tribus americanas (entre ellas sobre los indios Hopi) y ufología. Morning Sky ha realizado un interesante estudio sobre los Hopi y los sumerios, así como sobre sus similitudes. Sumeria, es una antigua región del Cercano Oriente, que se encuentra en lo que sería actualmente parte del territorio de Irak. Formaba la parte sur de la histórica Mesopotamia, entre la planicie ubicada entre los ríos Éufrates y Tigris. Grandes misterios envuelven a la Civilización Sumeria, considerada la primera y más antigua civilización conocida del mundo.
La procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta y se han escrito las más variadas hipótesis al respecto. En la lengua sumeria esta región era denominada Kengi (ki), equivalente al acadio mat. También recibe el nombre de Senaar, esto es, la «tierra de Súmer». Robert Morning Sky, en su obra “Terra Papers – La historia secreta del planeta Tierra”, escribió lo siguiente: “No estamos solos. Los astrónomos están equivocados. Los científicos están equivocados. Ellos están aquí, pero no podemos verlos porque se esconden. Se esconden a plena vista. Nosotros somos sus siervos, somos sus esclavos, somos su propiedad, somos de ellos”. Me he basado en esta obra para escribir este artículo. Sé que las afirmaciones de Robert Morning Sky pueden parecer muy fantasiosas, pero hay razones para creer que es algo más que una historia fantástica. Según explica Morning Sky, creció escuchando las historias que su abuelo sobre un Ser del Espacio que él ayudo a rescatar. Su abuelo era uno de los seis jóvenes nativos americanos que fueron testigos del choque de una nave espacial en 1947, poco después del famoso Incidente de Roswell. Cuando llegaron al lugar, encontraron a un ser aún con vida. Le trasladaron a su campamento donde lo escondieron y lo cuidaron hasta que recupero la salud. Le llamaban por respeto ‘Anciano de las Estrellas’. Cuando pasó el tiempo les reveló su nombre. Se llamaba Bek’Ti y les reveló la historia de la humanidad y del planeta Tierra. A finales de los años 60, cuando Morning Sky comenzó la universidad, estaba considerando la posibilidad de que esas historias pudieran no ser ciertas. Por esta razón se matriculó en Estudios Religiosos, un programa de estudio independiente que le daría la oportunidad de investigar los textos antiguos para probar o refutar todas las historias del Anciano de las Estrellas. Presentó a su profesor de Estudios Religiosos una tesis que recogía tres años de investigación. Se titulaba “Documentos Terra – Una Historia Oculta del Planeta Tierra ” (“Terra Papers – Hidden History of Planet Earth”). A los pocos días, la había etiquetado como “una obra de blasfemia y ultraje” y casi consigue que le echaran de la escuela. Entonces contactó con investigadores y organizaciones ufológicas, pero la respuesta general que obtuvo fue que era material mitológico y de leyendas de los nativos americanos, inapropiado para el estudio serio de un fenómeno científico.
Sirio y Orión, ¿Por qué son tan importantes para las antiguas civilizaciones? Orión, el Cazador, es una constelación prominente, quizás la mejor conocida del cielo. Sus estrellas brillantes y visibles desde ambos hemisferios hacen que esta constelación sea reconocida universalmente. Es visible durante el invierno en el hemisferio norte y durante el verano en el hemisferio sur. Orión se encuentra cerca de la constelación del río Eridanus. Se apoya en sus dos perros de caza, Canis Maior y Canis Minor, en su “pelea” con la constelación del Tauro. En la mitología griega Orión fue un gigante que, según algunas versiones, nació de los orines de los dioses Zeus, Poseidón y Hermes. Otra leyenda cuenta que Orión acosaba a las Pléyades, hijas del titán Atlas, por lo que Zeus las colocó en el cielo. Todavía parece que, en el cielo, Orión continúa persiguiendo a las Pléyades. En la Mitología egipcia la estrella de Orion estaba asociada al dios Osiris (estrella Sirio). Charles Etienne Brasseur, conocido como Brasseur de Bourbourg, sacerdote francés considerado uno de los pioneros en el estudio de la arqueología, la etnología y la historia precolombina de Mesoamérica, creía que existió una antigua civilización de navegantes mucho antes de que aparecieran las primeras ciudades en el Oriente Medio y que sus marineros llevaron su cultura a todo el mundo. También creía que formaba parte de su religión el culto a Sirio, la estrella perro, lo cual se anticipaba a los descubrimientos que Marcel Griaule y Germaine Dieterlen hicieron entre los Dogon, en el decenio de 1930. Una tribu africana, la de los Dogon (en Mali), sabe desde hace mucho tiempo que Sirio, la estrella perro, es en realidad una estrella doble, con una compañera «invisible». Según los Dogon, su conocimiento de Sirio B -a la que llaman «estrella digitaria»- se lo dieron unos seres parecidos a peces, llamados los Nommos, que llegaron de Sirio hace miles de años. Los astrónomos sospechaban la existencia de esta estrella compañera, Sirio B, desde que en el decenio de 1830 Friedrich Wilhelm Bessel observara las perturbaciones en la órbita de Sirio y sacara la conclusión de que debía de haber una estrella increíblemente densa pero invisible, lo que ahora denominamos «una enana blanca». Los Dogon parecían conocer el sistema solar con una sorprendente riqueza de detalles. Sabían que los planetas giraban alrededor del sol, que la luna estaba «seca y muerta», que Saturno tenía anillos y Júpiter tenía lunas.
Puede que otro descubrimiento de Hawkins nos parezca todavía más significativo. Tras introducir los datos en su ordenador, descubrió un alineamiento con Sirio, la estrella perro. Como ya hemos visto, en Egipto se asocia con Isis, y los Dogon, de Mali, saben que tiene una compañera invisible, Sirio B. Graham Hancock visitó Teotihuacán y reflexionó sobre sus misterios. Al igual que gran número de recientes autoridades en la materia, dijo que no le cabía ninguna duda de que la urbanización de la ciudad tiene un sentido astronómico. Las calles forman una cuadrícula (que mide seis kilómetros y pico de un lado a otro), y se cruzan en ángulos de 89 grados en vez de 90. Además, la cuadrícula no está alineada con los cuatro puntos cardinales, como cabría esperar, sino que se tuerce hacia un lado, de tal manera que la Calle de los Muertos se extiende del norte al nordeste y señala la posición de las Pléyades. Si la tradición según la cual Viracocha fundó la ciudad sagrada de Teotihuacán se basa en la realidad, entonces Teotihuacán fue también como mínimo «proyectada» al mismo tiempo que las pirámides de Gizeh, y el conocimiento que se encarna en su trazado geométrico fue traído de una civilización que se hallaba en trance de destrucción. Ahora sabemos que los egipcios concedían especial importancia a Sirio, la estrella perro, y a la constelación de Orión, en cuya parte trasera se encuentra. También sabemos que el abad Brasseur estaba convencido de que Sirio era la estrella sagrada de los mayas. Tenemos razones para creer que la araña de la llanura de Nazca representa la constelación de Orión, que tenía igual importancia para los egipcios. A medida que van acumulándose «coincidencias» como éstas, se hace cada vez más difícil no sacar la conclusión de que las civilizaciones del norte de África y de la América Central y la América del Sur tenían algún origen común y que este origen común se halla tan profundamente enterrado en el pasado que nuestra única probabilidad de entenderlo reside en descifrar las señales leves, casi invisibles, que han dejado.
Robert Bauval reconstruyó los cielos del 2500 a. C. y descubrió que el «pozo de ventilación» meridional que salía de la Cámara del Rey, señalaba directamente elCinturón de Orión, a la vez que un pozo parecido que salía de la Cámara de la Reina, que había debajo, señalaba la estrella Sirio, a la que los egipcios identificaban con Isis, del mismo modo que identificaban la constelación de Orión con Osiris. Estos alineamientos convencieron a Bauval de que la pirámide fue realmente construida cuando los egiptólogos piensan que fue construida. También recordamos que la única vez que las posiciones de las tres pirámides en el suelo reflejan las posiciones de las tres estrellas del Cinturón de Orión es el 10500 a. C., año en que Orión está más cerca que nunca del horizonte meridional del «ciclo precesional», que dura 25.920 años. Después de eso, Orión parece subir muy despacio por los cielos y el 2500 d. C. habrá alcanzado su punto más alto y empezará a descender de nuevo. Los egipcios llamaron a esa vez anterior, la del 10500 a. C., Zep Tepi, la «primera vez», y la identificaron con una especie de edad de oro, el principio de una nueva época. Bauval y Hancock presentan buenos argumentos a favor de la tesis de que se refiere a una parte concreta del cielo: aquella zona donde Orión y Sirio podían verse en la «orilla derecha» de la Vía Láctea en el 2500 a. C. Y tenía importancia sólo en el momento del solsticio de verano, el momento en que Sirio salía al amanecer y señalaba el desbordamiento del Nilo. Por medio de un detallado examen de los mitos egipcios, babilónicos y dogon, el Dr. Temple afirma que existió un contacto con seres provenientes del sistema solar de Sirio en la región de Sumeria, aproximadamente en el año 4500 antes de Cristo. Los pueblos de aquel entonces incorporaron a sus mitologías tal encuentro y los conocimientos obtenidos a través de él. Y, con el tiempo, sus tradiciones se expandieron hacia otros lugares, llegando sus rastros hasta nuestros días.
Hace muchos milenios se escribieron unos textos que nos han sido transmitidos por las distintas religiones en forma de libros sagrados. Se supone que fueron dictados personalmente por los propios dioses o por algún ser celestial. Nos estamos refiriendo a textos que tienen miles de años de antigüedad y que, en muchos casos, eran difíciles de entender. Por ejemplo, en los “Relatos judíos de la Antigüedad” se relata lo siguiente: “El Señor creó mil mundos al principio; después creó todavía más mundos; y todos no son nada comparados con él. El señor creaba mundos y los destruía, plantaba árboles y los arrancaba de raíz, pues crecían desordenadamente y se estorbaban los unos a los otros. Y siguió creando mundos y destruyéndolos, hasta que creó nuestro mundo. Entonces dijo: «Éste me agrada; los demás no me agradan»”. Las antiguas tradiciones afirman (sorprendentemente) que la escritura se inventó antes que la creación del mundo. Y existía un libro que, según se cuenta, tenía la forma de una piedra de zafiro (es curioso lo mucho que nos suena a un sofisticado tipo de soporte de libros digitales). Según los escritos, Raziel, un ángel (o arcángel) que se sentaba junto al río que brotaba del Edén, es el autor de este libro llamado “Sefer Raziel HaMalach” (el libro del arcángel Raziel), donde «está anotado todo el conocimiento celestial y terrestre». El ángel Raziel entregó este misterioso libro a Adán. Debía de ser algo especial, pues no sólo contenía todo el conocimiento, sino que también predecía el futuro. El ángel Raziel dijo a Adán que encontraría en el libro todo «lo que te sucederá hasta el día que mueras». Y no sólo Adán se beneficiaría de este enigmático libro, sino también sus descendientes, tal como Raziel le explicó: “También tus hijos, que vendrán después de ti, hasta el último de la raza, sabrán por este libro lo que habrá de pasar cada mes y lo que habrá de pasar entre el día y la noche; a cada uno le será conocido (…) si habrá de padecer desventuras o hambre, si el trigo será abundante o escaso, si habrá lluvia o sequía”.
En el misticismo judío de la Cábala, el arcángel Raziel es el «guardador de secretos», «el secreto de Dios» y el «arcángel de los misterios». En hebreo el nombre Rzial significa ‘secretos del dios cananeo El’. Según varios Rabinos, es un querubín y el jefe de los Ofaním. Los Ofaním son considerados ángeles extraños y misteriosos ya que, según se relata en Ezequiel, “su aspecto es el de ruedas luminosas que giran continuamente, están cubiertas de grandes ojos y su única misión es mover el carro que transporta a Dios hasta los límites del mundo material“(¿¿¿). A Raziel se le describe como un arcángel de alas azules, aura dorada brillante alrededor de su cabeza y ropas azules que poseen propiedades sorprendentes. Se dice que Raziel estaba cerca del trono de Dios (Yahveh o Jehova) y, por lo tanto, oía todo lo que allí se decía y discutía. Después que el ángel Raziel entregó el libro a Adán, sucedió algo maravilloso: “Y en la hora en que Adán recibió el libro surgió un fuego en la orilla del río, y el ángel ascendió al cielo entre las llamas. Entonces supo Adán que el mensajero era un ángel de Dios, y que el libro se lo había enviado el santo Rey. Y lo conservó con santidad y con pureza”. En el libro estaban grabados los símbolos de la sabiduría sagrada, y en él se contenían setenta y dos categorías de conocimientos, divididas en 670 símbolos de los misterios superiores. También contenía 1.500 claves secretas. Adán leyó el libro que le otorgaba el poder de dar nombre a todos los objetos y a todos los animales. Pero cuando cometió su famoso “pecado original”, el libro sorprendentemente «salió volando de entre sus manos». Adán lloró amargamente y se sumergió en las aguas de un río. Cuando su cuerpo se quedó hinchado, el Señor tuvo misericordia de él y ordenó al ángel Rafael que le devolviese la misteriosa piedra de zafiro. Adán entregó el mágico libro a su hijo Set y le explicó «en qué consistía su poder y su maravilla. También le habló de cómo había usado él el libro, y le dijo que lo había escondido en una fisura de las rocas». Set también recibió instrucciones de cómo usarlo y de cómo «conversar con el libro» (como si fuese un tipo de ordenador). Sólo podía acercarse al libro con veneración y humildad. Debía lavarse a fondo antes de utilizarlo y no debía comer cebolla, ajo u otras especias (¿¿¿). Set siguió las instrucciones de su padre y aprendió durante toda su vida de la piedra sagrada de zafiro. Finalmente construyó «… un cofre de oro; guardó en él el libro y escondió el cofre en una cueva en la ciudad de Enoc».
El libro permaneció en aquel escondite hasta que «al patriarca Enoc se le reveló en un sueño el lugar donde estaba escondido el libro de Adán». Enoc, el patriarca antediluviano que era el hombre más sabio de su época, fue a la cueva y por algún medio misterioso se le reveló cómo debía utilizar el libro. Y «en el momento mismo en que le quedó claro el significado del libro, se le encendió una luz». Enoc comprendió entonces todo lo referente a las estaciones, los planetas, las estrellas y los ángeles que dirigen sus cursos. Y ¿qué sucedió con el libro? En este caso fue otro arcángel, Rafael, el que lo hizo llegar a las manos de Noé y le explicó el modo de utilizarlo. El libro seguía estando «escrito sobre una piedra de zafiro», y Noé, después del diluvio, lo leyó y aprendió los cursos de todos los planetas, así como «los cursos de Aldebarán, Orion, Sirio». También aprendió de él «los nombres de todas las diferentes esferas del cielo (…) y los nombres de todos los servidores celestiales». Es realmente sorprendente que a Noé le pudiesen interesar los cursos de la estrella Aldebarán, la constelación de Orion y la estrella doble (o triple) de Sirio, o conocer los nombres de los misteriosos «servidores celestiales». Luego se dice que Noé depositó el libro en un cofre de oro y fue lo primero que metió en el arca. Y cuando Noé salió del arca, conservó el libro hasta el final de su vida. Es sorprendente que un relato de la época antediluviana haga referencia a estas estrellas y constelaciones. Aldebarán es la estrella más brillante de la constelación de Tauro y la decimotercera más brillante del cielo nocturno. El nombre Aldebarán proviene del árabe y su significado es «la que sigue», en referencia a que esta estrella sigue al cúmulo de las Pléyades en su recorrido nocturno a través del cielo. En el siglo XVII, el astrónomo Giovanni Riccioli la denominó más específicamente Oculus Australis («ojo del sur»). El astrónomo persa Al Biruni citaba Al Muhdij («el camello hembra») como nombre árabe para esta estrella. En la astronomía hindú se identifica con la nakshatra, mansión lunar de Rohini, y es una de las veintisiete hijas de Daksha y la esposa del dios Chandra. Situada a 65,1 años luz de distancia, Aldebarán es una estrella gigante naranja. Puesta en el lugar que ocupa el Sol, se extendería hasta la mitad de la órbita de Mercurio. Su velocidad de rotación proyectada es de 5,2 km/s, por lo que su período de rotación puede ser de hasta 400 días. Aldebarán es 425 veces más luminosa que el Sol pero su masa es solamente de 1,7 masas solares; dado el enorme tamaño de esta estrella, su densidad media resulta ser muy inferior a la del Sol.
La historia de la humanidad y la Tierra, tal como la reveló el “Anciano de las Estrellas“·Bek’Ti, es a la vez excitante y aterradora. Se aclara la creación del hombre y su lugar en la galaxia. También se explican las fuentes de las religiones humanas y se esclarecen y se sitúan en el marco de la historia de la Tierra el origen de figuras como Zeus, Osiris, Isis, el Minotauro y otros seres ‘mitológicos’. Una de las galaxias de nuestro Universo llegó a ser conocida como Eridanus, que es la sexta constelación más grande de las 88 constelaciones modernas. También es una de las 48 constelaciones de Ptolomeo. En su extremo austral está la estrella de primera magnitud Achernar (α Eri). Achernar es una estrella muy peculiar porque es una de las estrellas más planas conocidas. Las observaciones indican que su radio es casi 50% más largo en el ecuador que en los polos. Esto se debe a que la estrella rota a gran velocidad. Otra estrella bien conocida en Eridanus es Épsilon Eridani, que se ha hecho popular en la ciencia ficción porque está relativamente cerca y es relativamente parecida al Sol. También se sabe que tiene al menos un planeta, el cual es un gigante gaseoso, como Júpiter. Eridanus se asocia con dos mitos griegos, ambos derivados de la forma de la constelación. A veces se consideraba a Eridanus como un río que fluía con las aguas de Acuario; en esos casos Aquarius miraba a Eridanus, lo que requería cambiar de ángulo y conexión de las estrellas de Acuario para que sus aguas fluyeran hacia Eridanus. Eridanus se relacionaba sobre todo con el mito de Faetón, quien tomó el carro volador de Helios (el Sol), pero no tuvo la fuerza suficiente para controlarlo, y se fue en diferentes direcciones. El resultado es que a veces el carro se acerca mucho a la tierra, creando desiertos y quemando la piel de los humanos (un mito que se supone explica la piel de los etíopes). Zeus intervino derribando a Faetón con un rayo. La constelación fue considerada originalmente como parte del camino atravesado por Faetón; después fue considerada como el río en que cayó. Los mitógrafos antiguos discutían si se trataba del río Po o del Nilo.
De los gases y el polvo expulsado de los soles, los planetas se condensaron y se enfriaron. Los gases elementales se combinaron para formar humedad, la lluvia cayó para formar océanos. Las tormentas bramaban, los océanos daban vueltas, chocando en las orillas de las tierras de la superficie. En medio de los relámpagos y la furia se creó una célula de vida. Formas de vida unicelulares se combinaron para crear criaturas multicelulares, las criaturas multicelulares se convirtieron en seres complejos con miles de millones de peces, insectos, aves, reptiles, plantas y mamíferos. Tantas diversas criaturas como estrellas en la galaxia vinieron a la existencia. Y con el tiempo evolucionaron hacia formas ‘humanoides’. Peces humanoides, aves humanoides, reptiles humanoides, mamíferos humanoides y humanoides de todo tipo, se convirtieron en el resultado coherente de la evolución. Al desarrollarse el Homo Eridanus Primordial, sus cuevas dieron paso a las chozas, grupos de chozas se convirtieron en asentamientos, los asentamientos se convirtieron en ciudades. La captura y la caza de animales dio paso al comercio de pieles, el comercio de pieles dio paso a los mercados. Las agrupaciones abrieron el camino a la jardinería, la horticultura condujo a la agricultura. Las necesidades del Homo Eridanus se convirtieron en deseos, y los deseos se convirtieron en codicia. Algunos hombres se convirtieron en líderes, los líderes se convirtieron en conquistadores, y un mundo ‘primitivo’ se convirtió en ‘civilizado’. Las diferencias de opinión se convirtieron en argumentos, los argumentos se convirtieron en guerras. La curiosidad y la necesidad dieron a luz a la tecnología. El temprano Homo Eridanus había conquistado su mundo. Y entonces, el hombre Homo Eridanus miró hacia arriba, hacia los cielos. Y vio a su luna. Él creó naves para que lo llevaran hacia el cielo, y comenzó su conquista de la luna. Mientras estaba de pie en la luna, mientras inspeccionaba las ciudades lunares levantó la vista y vio las estrellas por encima de él. En busca de más, se trasladó hacia el cielo otra vez. Esta vez los mundos vecinos fueron descubiertos. El Homo Eridanus conquistó el entorno del nuevo mundo, y el ciclo empezó nuevamente. Y así fue que el Homo Eridanus se reunió con sus parientes en la galaxia.
Los muchos seres de distintas formas (reptil, mamifero, etc…) evolucionados de los mundos de Eridanus se reunieron y hablaron. Intercambiaron, compartieron y se unieron. Con el tiempo, aprendieron unos de otros y vivían juntos. Y se fueron a la guerra. El hombre primitivo Eridanus se había convertido en un Homo Eridanus civilizado. La guerra primitiva dio paso a la Ciencia de la Guerra, y la Muerte, en todo su horror, se convirtió en una herramienta de progreso. Los reinos galácticos en Eridanus surgieron y cayeron, las civilizaciones prosperaron y murieron. Una serie continua de guerras envolvió a la galaxia entera. Ni un solo Imperio resistió por mucho tiempo. En la galaxia de Eridanus el camino de las cosas se convirtió en guerra, violencia y turbulencia. Millones de años de incontables batallas habían permitido al Imperio Orión desarrollar avanzadas estrategias militares. Entre ellas practicaron la reprogramación para controlar las poblaciones conquistadas. Los enemigos se convertían en siervos obedientes del trono de las Reinas. De esta manera eliminaban toda resistencia. Pero la evolución inesperada de otra raza en el sistema estelar de Sirio supuso una amenaza para aquel Imperio. Aunque no tan antiguos ni tan avanzados, los guerreros del nuevo imperio, que llamaremos Imperio Sirio, compensaban sus carencias con una gran fiereza. Incluso los guerreros más disciplinados del Imperio Orión temían a estos bárbaros guerreros de Sirio, que devoraban la carne de sus enemigos en el campo de batalla. El rápido avance de los guerreros de Sirio amenazaba incluso la existencia del Imperio Orión. Por lo tanto, las reinas se pusieron en contacto con los Reyes de Sirio para ofrecerles una alianza. Se convino un tratado que delineaba los sectores de la galaxia que cada imperio iba a gobernar y durante un tiempo los guerreros de ambos imperios lucharon en el mismo bando.
Ante el nacimiento de un nuevo sistema estelar el Rey principal de Sirio lo reclamó para su imperio. Cuando los Sirianos empezaron a explotar sus recursos, este nuevo sistema se convirtió en una avanzadilla para los dos imperios de Orión y de Sirio, y el poder y la riqueza de ambos continuaron creciendo. Pero finalmente la guerra estalló de nuevo, esta vez entre reyes Sirianos rivales. Al final, las fuerzas de Orión se unieron al Rey Anu. Mundos enteros que pertenecían a la oposición fueron destruidos totalmente, incluidos sus lunas y colonias. Mucho después, el Rey Anu (el dios principal del panteón Sumerio) envió a su hijo el Príncipe Ea (Enki) y a su hija, la Princesa Nin-Hur-Sag, ambos ingenieros genéticos y dioses sumerios, para reconstruir el mundo de Eridu (nuestra Tierra) destruido y, una vez más, aprovechar los valiosos recursos hallados en dicho mundo. Restauraron la atmósfera exitosamente, devolvieron la vida a los mares, recrearon las plantas, los árboles y las flores; y cruzaron muchas clases diferentes de seres vivos. El planeta Eridu había renacido. Se crearon criaturas nuevas para habitar el planeta. Una de ellas era un híbrido de un simio cuya única finalidad era servir y trabajar como esclavo en los campos y las minas. Pero esta bestia era diferente de las otras. Podía entender órdenes y se podía comunicar. La Princesa Nin-Hur-Sag había creado, mediante ingeniería genética, a un hibrido simiesco, usando su propio ADN. La bestia creció en inteligencia y empezó a enseñar a su propia descendencia, que se multiplicaba rápidamente. Los seres estelares gobernantes abandonaron el planeta cuando otra especie de trabajadores, reptiliana, creada genéticamente y que vivían bajo tierra, se revelaron y se alzaron con el poder. Sin oposición, los reptilianos utilizaron el control-mental y las técnicas de reprogramación que aprendieron de sus maestros para cambiar la memoria de los descendientes de los seres de las estrellas. El conocimiento de la humanidad sobre los seres de las estrellas fue reemplazado por los mitos y las leyendas. El dominio reptiliano ha sido y continúa siendo desafiado por muchas otras razas de las estrellas que intentan recuperar el control de la Tierra – y de la humanidad – para sus propios propósitos. La lucha por el poder continúa y el imperio de Orión ha intentado varias veces derrocar al poder presente en la Tierra. Pero los Sirianos han llevado a cabo revueltas religiosas a lo largo de la historia de la Tierra. Los frentes de batalla están dispuestos para la próxima guerra galáctica por el dominio del planeta Tierra.
Mientras la humanidad busca la salvación “ahí fuera“, prepara el terreno para los seres que compiten por ser sus Señores. Pero la humanidad tiene otra opción. Aunque nacida a partir de bestias y criada para servir, la humanidad fue creada por los científicos genetistas, el Príncipe EA (Enki) y la Princesa Nin-Hur-Sag utilizando su propio ADN y en consecuencia su propia sangre real. Este linaje real otorga a la humanidad el derecho a reclamar la Tierra para ella misma. Esta es la historia que ha sido ocultada, la verdad que ha permanecido escondida. Algunas investigaciones apuntan a que el líder Annunaki Enlil, en realidad fue Yahveh o Jeová. Su hijo, Ninurta, fue nombrado su successor. Pero Marduk, hijo de Enki se hizo con el poder y por esto fue llamado “el Usurpador”. Esto condujo a las Guerras de las Pirámides, que terminaron con la utilización de algún tipo de arma nuclear. Pero Ninurta creó un plan para crear religions en que “El Padre” debería ser adorado. Ahora la pregunta es: ¿Quiénes fueron este equipo de padre e hijo? No parece que fuesen Enki y su hijo Marduk, ya que existen muchas referencias a que la línea de Enki estaba relacionada con el diablo y la serpiente. La Biblia indica que la fe hebrea, evolucionó desde la ciudad sumeria de Ur. Y todos los intentos de seguir la historia de los hebreos nos conduce a la mitología sumeria. Después de numerosos estudios de las tablillas sumerias, el escritor e investigador Zacheria Sitchin ha empezado a desvelar una nueva orientación de la historia. Anu fue el principal dios Anunnaki y el dios supremos de Nibiru. Y Anu vino a la Tierra, lo cual no deja de ser sorprendente. Anu, Rey de Nibiru, vinó a la Tierra hacia el 3700 a.C., que es, curiosamente, el inicio del calendario hebreo. Enlil fue su sucesor y era considerado fuerte, poderoso y un dios sin compasión. Y fue Enlil el que provocó el Diluvio y el que destruyó Ur y Babilonia. También fue él el que destruyo Accad y confundió las lenguas de los seres humanos, tal como se explica en relación a la Torre de Babel. Asimismo creó el monstruo Labbu para aniquilar a la Humanidad. En los textos originales mesopotámicos, Enlil no estaba satisfecho con el camino que había seguido la evolución humana, y buscó su destrucción mediante una catástrofe que se preveía iba a caer sobre la Tierra.
Por esta razón obligó a a los otros líderes Annunaki a mantener el secreto sobre el previsto cataclismo. En la versión bíblica (Génesis, capítulo 6), es Yahveh el que proclama su insatisfacción con respecto a la Humanidad y el que toma la decisión de aniquilar la Humanidad de la faz de la Tierra. En la conclusión de la historia sumeria del Diluvio, Ziusudra/Utnapishtim (el Noé bíblico) ofrece sacrificios en el Monte Ararat. Enlil se ve atraído por el agradable (para él) olor a carne quemada y, tras la necesaria persuasión, acepta dejar vivir a los supervivientes de la Humanidad. Perdona a Enki, por ser el que salvase a Ziusudra, y bendice a Ziusudra y su mujer. En el Génesis, es a Yahveh a quién Noé construye un altar, en el que sacrifica animales. Y, en este caso, es Yahveh el que huele el aroma agradable. Una evidente conclusión sería que Yahveh era Enlil. De los dos hijos de Anu, Enlil y Enki, el primero era Enlil, o En.Lil (Señor del Comando), que fue el que se convirtió en el jefe de los Annunaki en la Tierra. Esto lo podemos leer en el Salmo 97.9: “Por Ti, oh Yahveh, dios supremo sobre toda la Tierra y todos los demás Elohim”. La elevación de Enlil a este estatus se describe en los versos introductorios del poema épico Atra-Hasis, antes del amotinamiento de los mineros de oro Annunakis: “Después de Anu, el gobernante de Nibiru, que volvió a Nibiru después de visitar la Tierra, fue Enlil quién convoco y presidió el concilio de los Grandes Annunaki, en donde se tomaban las principales decisiones”. La monoteísta Biblia se refiere varias veces a Yahveh de manera similar, presidiendo una asamblea de deidades de menor nivel, llamadas usualmente B’nai-elohim, “hijos de dioses”. En el Salmo 82.1, leemos: “El Señor estaba en la asamblea de dioses, entre los Elohim que está juzgando”. En el Salmo 29.1, leemos:”Dad a Yahveh, o hijos de dioses, dad a Yahveh gloria y poder”.
Surgiendo por encima de otras razas como los Supremos Maestros de la Guerra, los seres de Orión libraron guerras y caos para tomar y retener una parte considerable del Noveno Sector de la galaxia. Aunque originalmente fue gobernada por reyes de fama, fue bajo sus Reinas reptiles que el Imperio habría de llegar a su máximo apogeo. Las Reinas y sus técnicas de gobierno se convirtieron en la encarnación misma del poder real. En una galaxia de caos y guerra, los seres de Orión no tenían iguales ni competencia. Implacables en el mando, y eficiente en su crueldad, las Reinas reptiles eran brillantes políticos y estrategas, usando los acontecimientos para su ventaja y manipulando guerras en su propio beneficio. La Realeza, revestida con el poder para conquistar y reinar sobre sus enemigos, era una poderosa fuerza militar, sin precedentes y sin parangón. Compuesta por altos e imponentes figuras, los Guerreros de Orión eran guerreros de sangre fría, con temibles aspectos, como de dragones. A pesar que la evolución hacía tiempo les había retirado sus pieles escamosas, las placas de sus armaduras corporales daban la impresión de feroces seres dinosaurios. Sólo una larga cresta de hueso surgiendo de la frente y detrás de la espalda y sobre la cabeza quedaba como vestigios de su ascendencia reptil. La sola aparición de los Guerreros de Orión era suficiente para infundir miedo en el corazón de un oponente. Si uno lee las obras de Tolkien podrá ver referencias a estos guerreros. Innumerables guerras durante miles de millones de años les habían enseñado a las Reinas reptil una lección vital: un enemigo o un rebelde no sirve para nada si se le ejecuta. Pero si el cerebro era reprogramado, se eliminaba su resistencia y se disponía de un individuo que era agregado a la fuerza laboral. El control mental era la ciencia de elección de los seres de Orión. Referidos por otras razas como los ‘Ari’ o ‘Maestros’, con el tiempo llegarían a ser conocidos como los ‘Ari‘ de ‘Oh’ (el cielo), o los “Ari-os“. Pero, a pesar de que se había convertido en la personificación de la fuerza y el poder, un símbolo de la gobernación brutal y de una implacable agresión, el destino provocaría curiosas consecuencias a los Ari-os. En su búsqueda del poder galáctico, los Guerreros de Orión habían saqueado los tesoros de los mundos conquistados por ellos. La riqueza cultural de los mundos conquistados fue puesta en exhibición en los museos Ari-os, haciendo del imperio el centro de la cultura y la sabiduría del Sector Nueve de la Galaxia. Ari-An se convirtió en el escaparate de las artes. Sin embargo, sin saberlo, fue un paso para la evolución de la templanza en la psique de los seres de Orión.
Aunque el reinado de las Reinas reptiles en el Sector Nueve de la Galaxia, fue rara vez desafiado, fueron de gran preocupación para las Reinas los movimientos y la expansión de una nueva raza, que había evolucionado a partir de fieros depredadores mamíferos. La nueva raza, que llamaremos seres de Sirio, estaba todavía en las primeras etapas de desarrollo. Su sed de expansionismo no se preocupaba por las continuas guerras. Para esta nueva raza la guerra era el objetivo de su existencia, mientras que todo lo demás carecía de sentido. La vida misma significaba obediencia y entrega total a los Reyes de Sirio. Cualquier otra opción significaba la muerte. Así que rápidamente crearon un imperio. Su actitud fue tan despiadada que serían conocidos como ‘Asa‘ o Señores. Liderando unos temibles Guerreros, un ejército de bárbaros dotados de una flota de naves con una abrumadora potencia de fuego, los Reyes de Sirio causaron estragos en el mundo alrededor del Noveno Sector de la Galaxia. Los Guerreros atacaban a sus confiados objetivos de forma implacable y despiadada, despejando los caminos celestes de cualquier posible resistencia, y diezmando las bases de resistencia en tierra firme. En unos pocos momentos, los Guerreros se movilizaban para aniquilar cualquier resistencia. Eran conocidos por su práctica de devorar la carne de sus enemigos. Agresivos y voraces, implacables en su expansión, los Reyes de Sirio conquistadores iniciaron la lenta y metódica toma de posesión del Noveno Pasaje, un carril estelar crucial. Tomando ese pasaje les daría a los Reyes de Sirio el control de la entrada y salida del imperio Ari-An, y esa era una posibilidad que las Reinas reptiles no podía permitir. Pero los Reyes de Sirio eran un poder formidable. La guerra habían sido la fuerza impulsora de su evolución y cada rey había exigido muchísimo de sus fuerzas militares. Los pilotos de las naves estelares de los Guerreros poseían rayos de luz que podían derretir objetivos, cortarlos en pedazos o desintegrarlos. Las fuerzas de élite en tierra utilizaban armas que podían emitir sonidos que paralizaba al enemigo, desintegraba objetos sólidos, o podrían ser utilizados para transportar un objeto desde un lugar a otro. Esto está referenciado en la historia de las murallas de Jericó y en construcciones como las de las Pirámides.
Las fuerzas de los Reyes de Sirio se habían convertido en un ejército de una devastadora potencia. Fue engendrada una nave de guerra, que era un globo del tamaño de un planeta. Era un mundo en miniatura capaz de una destrucción nunca antes vista en el Noveno Sector de la Galaxia. Se le llamó el Planeta de la Muerte (llamado Nibiru según la tradición sumeria). Ello convirtió al nuevo imperio en una fuerza a tener en cuenta. A pesar de que una estrella brillante a menudo era un presagio de cosas maravillosas, esta falsa estrella traía la muerte y la destrucción. Ante esta amenaza, las Reinas reptil de Orión hicieron un gesto de paz hacia los Reyes conquistadores, con la esperanza de resolver el dilema antes de fuera necesaria la guerra. Los miles de millones de años de conflicto habían enseñado a los líderes de Orión una lección muy valiosa: la guerra trae la muerte, tanto a un ganador como a un perdedor. Había otras maneras de ganar el conflicto. La victoria podía, en algunos casos, ser conseguida de una manera más inteligente y taimada. Y aquí queremos hacer referencia a una posible noticia, aunque no confirmada oficialmente, que tal vez pueda tener alguna relación con el contenido de este artículo. El 27 de Diciembre de 2010, el SETI (Sistema de búsqueda de inteligencia extraterrestre), a través de un radiotelescopio en Puerto Rico, pero con investigadores en todo el mundo, captó una señal al parecer extraterrestre que luego fue validada con el sistema HAARP (supuesto sistema de búsqueda y reconocimiento de auroras boreales), que fue el que tomó las fotografías espaciales para reconocer la zona de donde venía dicha emisión sonora. En ese momento fue cuando se revelaron las fotografías de tres inmensos objetos surcando el espacio y el SETI decidió publicar un informe: los tres objetos vistos, cercanos a la órbita de Plutón, serían claramente tres naves gigantes que de seguir con su rumbo podrían estar en nuestra órbita durante los próximos años. No se sabe a ciencia cierta si llegarán a nuestro planeta y con qué intenciones, pero un dato problemático a tener en cuenta es la dimensión de la nave mayor, que es de 240 km de longitud. Se tendrá más información cuando estas naves lleguen a la órbita de Marte, donde podrán verse claramente con telescopios ópticos y revelarse así su magnitud. De todos modos la NASA aún no ha decidido involucrarse oficialmente en este asunto. Si bien hablar de naves nodrizas es algo arriesgado, quienes han visto estas fotos y siguen estudiando el tema no dudan en decir que estamos ante tres astronaves de origen desconocido.
Las Reinas de Orión convocaron a una reunión. Si los Reyes de Sirio prometían su lealtad a las Reinas de Orión y se rendían al servicio de la Corona, les sería otorgado el control de las estrellas exteriores del Noveno Sector de la Galaxia. los Reyes de Sirio rápidamente acordaron la Alianza. Las fuerzas los Reyes de Sirio y el poderoso planeta la muerte fueron puestos al servicio de las Reinas de Orión. Como consecuencia del acuerdo, el noveno sector exterior de la Galaxia pasó a formar parte del Imperio de los Reyes de Sirio. Mediante la alianza con los Ari-An, los Reyes de Sirio hicieron un mayor esfuerzo para conquistar nuevos mundos a ser anexionados a su imperio. El imperio de los Reyes de Sirio pronto se volvió poderoso, que las Reinas reptiles de Orión observaban con ojos cautelosos. El momento de la traición debía ser cuidadosamente planificado. Y así, durante un tiempo, llegó a existir una frágil paz entre los dos tronos. La alianza con el Imperio de Orión había hecho a los Reyes de Sirio más potentes que nunca y había permitido a su gente una oportunidad para disfrutar de un estilo de vida de más nivel. Pero el poder de la Corona también hizo más precaria la vida del rey. La traición, la mentira y el engaño, rodeaban al Rey. Planes de asesinato, golpes militares e invasiones alienígenas eran temas diarios. Se sospechaba que el príncipe tramaba la desaparición de su padre, sus hermanos lejanos y los hijos ilegítimos que pretendían el Trono. El reyAn-An observaba los cielos para detectar posibles ataques de enemigos, y espiaba a los familiares y miembros de la corte real. Tal era la vida de un rey de los seres de Sirio, y así era la vida del anciano rey An-An. Sentado en la Corte Real del gran An-An, y sirviendo como copero real, estaba su hermano, el gran Al-Shar. Asistiendo en el gobierno del Imperio, el gran Al-Shar servía fielmente a su hermano An-An. La paz reinaba y el Imperio prosperó, hasta que se produjo un estallido de guerra en las estrellas centrales. Se produjo una serie de grandes conflictos, conocida como la “Gran Guerra Galáctica. El rey An-An fue convocado al Palacio de las Reinas de Orión para prestar servicios como Comandante de Guerra. Al-Shar, actuando en nombre del rey An-An, se quedó en el Palacio. Viendo una oportunidad para traicionar a su hermano, el príncipe Al-Shar decidió tomar el control de las Fuerzas del imperio. Ante el exitoso golpe de Estado, Al-Shar adoptó nuevas medidas. De inmediato envió una tropa de élite de asesinos a perseguir y a acabar con la vida del rey An-An.
Los documentos históricos hablan de la muerte en batalla del rey An-An, el rey héroe que dio su vida al mando de sus ejércitos. Pero los altos dignatarios sabían cómo y por qué había muerto el rey, y quién era el responsable. El príncipe Al-Shar era ahora el rey Al-Al. El hijo del rey héroe An-An, y heredero al trono, fue capturado y enviado al exilio por el nuevo rey, y despojado para siempre de su derecho al trono. Para asegurar su seguridad personal, el rey Al-Al hizo del nieto del gran An-An su propio copero personal. El depuesto Príncipe An-U era a la vez un rehén y siervo de su rey y tío. La venganza tendría que esperar. Por ahora le servirá fielmente, pero aprendería. Algún día el trono de los seres de Sirio sería suyo. En este tiempo, sin embargo, ocurriría otro acontecimiento importante, uno que cambiaría para siempre el destino del Noveno Sector de la Galaxia. Una nueva estrella estaba empezando a madurar, y sus mundos pequeños comenzaban a enfriarse formando planetas habitables. El Rey Al-Al, reconociendo un potencial para explotar minerales preciosos, y la posibilidad de un puesto estratégico de avanzada militar, envió inmediatamente un fiel administrador de confianza a reclamar el nuevo sistema solar. En este punto conviene aclarar que el concepto de tiempo (años de vida) era muy distinto del que tenemos actualmente en la Tierra. Cada año en Sirio equivalía (al menos) a 3600 años terrestres. El Señor Al-Al-Im, Maestro en Ciencias, tenía una imponente tarea ante él: la de colonizar y desarrollar un sistema planetario primitivo. El joven Sol se había formado originalmente con solo dos mundos en órbita alrededor de él, un pequeño planeta interior, ahora conocido como Mercurio, y un planeta más grande, llamado “Tiamat“. Con el tiempo se formarían otros seis mundos. Un par de mundos interiores (Venus y Marte), dos gigantes centrales (Júpiter y Saturno), y un par de planetas gemelos, (Neptuno y Urano). Pero era Tiamat el mundo tropical que sería el primer planeta desarrollado por el Señor Al-Al-Im. Ya habitado por pobladores de numerosos sistemas estelares galácticos, Tiamat era a la vez un paraíso y un peligroso mundo. La presencia de una fuerza militar y un enlace directo con el rey Al-Al y con el Imperio Ari-An fue bien recibido por los colonos y sus familias. Los suministros y la protección necesaria ya estarían disponibles. Tiamat se convertiría en un mundo de pleno derecho.
El Señor Al-Al-Im comenzó de inmediato a explotar el nuevo sistema solar. En las inmediaciones del joven Sol, estaba el más pequeño de los mundos. Este mundo se convertiría en un puesto militar. Aunque no poseía temperaturas muy calientes en la superficie, sus cavernas interiores dieron cómodo refugio para las fuerzas del imperio. El planeta de arenas rojas era un mundo con aire y agua, árboles y un medio ambiente adecuado para ser habitado por colonos. Más allá del mundo de las arenas rojas estaba Tiamat, el centro de los esfuerzos de colonización del Señor Al-Al-Im. El más grande del sistema solar era un planeta gigante que poseía fuerzas gravitacionales que lo hacían no adecuado para ser habitado, pero excelente para la producción de metales especiales. El mundo de Titán era el más peligroso. Las fuerzas internas eran muy inestables. Tenía una constante nube de polvo y rocas circulando alrededor, y con fuerzas gravitacionales que llevaban a muchas naves hacia un destino incontrolable. más allá estaba un gran planeta que era un frío pantano, con gases venenosos en su atmósfera. Sería difícil de colonizar, pero sería ideal para experimentos genéticos. Había un planeta gemelo, que era un mundo acuático con una cubierta de niebla. Aunque la tarea era difícil, el Señor Al-Al-Imtendría éxito. se crearon granjas experimentales. Pero Tiamat fue la coronación de los esfuerzos del Señor Al-Al-Im. Con el apoyo de su rey Al-Al, el administrador fue capaz de desarrollar Tiamat como un paraíso, más allá de sus expectativas. Fueron construidas instalaciones para extraer los minerales recién descubiertos. Centros de acondicionamiento atmosférico pronto comenzaron la tarea de transformación de las atmósfera a un ambiente más adecuado. Como fuente de minerales preciosos y un punto de control estratégico del tráfico espacial, el nuevo sistema reforzó aún más el poder que ya tenía el rey Al-Al en el noveno sector de la Galaxia. Como su proyecto final, el Señor Al-Al-Im construyó un duplicado casi perfecto del Palacio de los Reyes de los seres de Sirio. El nuevo sistema solar había sido conquistado. En reconocimiento a los esfuerzos de Al-Al-Im, el sistema fue llamado “Ari-Du“, “el lugar de Maestría“. Y su Señor era Al-Al-Im, el En-Gi, ‘Señor del Mundo’.
Bajo la premisa de ejecutar el control de las rutas estelares del Noveno Sector, en nombre de las Reinas de Orión, Al-Al fue capaz de controlar a los viajeros que entraban en la galaxia a través del Pasaje. Al negar los viajes por las rutas estelares controladas, el Rey Al-Al podría prevenir que se formaran posibles alianzas con losAri-An. Las negociaciones con otras galaxias estaban sujetas a los caprichos del rey Al-Al, una situación intolerable para las Reinas de Orión. El imperio de los seres de Sirio podría retrasar o anular todas las alianzas políticas y económicas clave de los seres de Orión. El rey Al-Al, a su vez, había convertido a Ari-Du en un fenomenal puesto de avanzada. Y, aunque el gran Al-Al había reforzado aún más el Trono de los seres de Sirio, también había debilitado su posición dentro de la Corte Real de los Ari-An de Orión. Lo que el gran Al-Al no podía prever, lo que no podía sospechar, era que su propio futuro, su propia supervivencia, se ocultaba en los distantes mundos que Al-Al-Im había desarrollado para él. Al acecho en el Palacio Real estaba An-U (el dios anunnaki-sumerio Anu), quien fue una vez príncipe y nieto del gran rey An-An. Había estado esperando pacientemente para movilizarse en contra de su tío Al-Al. Eligiendo un día de celebración de las victorias, cuando Al-Al no estaba en el palacio, el príncipe actuó. Los fieles seguidores de An-An, todavía enojados por la traición de Al-Al, se unieron a An-U. Una fuerza abrumadora y la velocidad del rayo aseguraron el éxito inmediato del Príncipe. El rey Al-Al, al enterarse de la guerra en el Palacio, optó por no luchar contra el príncipe. Huyendo para salvar su vida, el Al-Al descendió a su lejano palacio en el nuevo sistema de Ari-Du (nuestro actual sistema solar). Allí, fieles seguidores recibieron al depuesto rey con el entusiasmo de súbditos agradecidos. Aquí Al-Al sería un rey, todavía adorado y bienvenido. El príncipe An-U celebró su venganza largamente esperada. El trono era suyo: era el rey An-U. Pero la victoria no era del todo completa. Las fuerzas guerreras leales a Al-Al se mantuvieron firmes en el nuevo sistema solar. Los esfuerzos de Al-Al-Im y los recursos dedicados por Al-Al para desarrollar y explotar el nuevo mundo habría de devolverle una buena recompensa. La consistencia en la producción de metales pesados y el continuo descubrimiento y explotación de minerales preciosos, particularmente de oro, hicieron indispensable el nuevo sistema solar.
Se envió un comunicado muy enérgico de las Reinas de Orión, exigiendo que se evitara una guerra civil. Y los recursos vitales aportados por el nuevo sistema dieron al rey Al-Al una posición muy poderosa desde la cual negociar una tregua y un indulto. Con las Reinas de Orión vigilando, el nuevo rey del imperio de los seres de Sirio, An-U, aceptó a regañadientes un acuerdo temporal. Durante un tiempo el rey Al-Al siguió proporcionando al imperio de los seres de Sirio un flujo constante y abundante de minerales y metales preciosos. An-U aceptaba los envíos en nombre del imperio, pero continuó buscando cualquier signo de debilidad, cualquier problema que pudiera dar motivo para enviar su armada contra Al-Al. An-U puso su propia elite de pilotos estelares, los “IKIKI”, “los vigilantes”, orbitando el sistema solar. Cualquier transgresión, cualquier error cometido por Al-Al, provocaría la ira del rey An-U. Para asegurar aún más el control del sistema solar, el rey An-U puso a su hijo al mando de las naves. Su título sería “En-Lil‘, ‘el Señor de Comando’, el mismo dios Enlil de la historia sumeria. Para asegurar que los envíos de recursos vitales se mantuvieran intactos y a tiempo, el Rey An-U nombró a su hijo mayor, el príncipe EA (el dios Enki de la tradición sumeria), un Maestro en Ciencias Genéticas y, en la posición de En-Gi, la misma posición que antaño ocupase Al-Al-Im. El Príncipe En-Lil tendría sus bases en Tiamat, al igual que su hermano, el príncipe En-Ki. En-Lilviajaba por el espacio, mientras que En-Ki se encargaba de desarrollar los nuevos mundos y a llevar a cabo continuos experimentos genéticos. Las operaciones de minería, la producción y el sector metalúrgico también caería en su ámbito de control. De esta manera, el rey se aseguró su control a lo largo del sistema solar de Al-Al. Y así fue durante mucho tiempo. El ex rey Al-Al cumpliría su palabra, produciendo los recursos y manteniendo el orden, mientras que el rey An-U le permitía permanecer en el poder del sistema solar. Sin embargo, An-U nunca podría olvidar lo que sufrió en las manos de su tío Al-Al. Cuando en el palacio se hablaba del palacio duplicado del rey Al-Al, el rey An-U siempre se refería a él de una manera furiosa y despectiva. Lo llamaba un Palacio impuro, mientras que a su propio palacio, lo llamaba el Palacio puro. El Palacio de Ari-Du era “el Palacio Oscuro“. Tiamat mismo era llamado “el Mundo de la Oscuridad“, a pesar de sus logros.
Desde el punto de vista mitológico, Tiamat es una Diosa/Monstruo/Planeta primitivo perteneciente a la mitología babilónica y destacable en el poema épico Enûma Elish. Ti significa vida y ama, madre. Enûma Elish es un poema babilónico que narra el origen del mundo. Enûma Elish significa en acadio “cuando en lo alto“, y son las dos primeras palabras del poema. Está recogido en unas tablillas halladas en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal (669 a. C. – 627 a. C.), en Nínive. El poema puede ser visto como la historia de la eterna lucha entre el Orden y el Caos, puesto que muestra el arquetipo del guerrero que lucha contra el Caos, pese a no conseguir derrotarle nunca, por lo que la lucha es constante. Por ello, Marduk, dios de la luz y el orden, debe vencer a Tiamat, quien representa a la oscuridad y el Caos. Tiamat sería el principio femenino, el mar, representación de las potencialidades del caos prístino. Monstruo hembra, maléfico en las leyendas babilónicas, el agua salada que en unión con Apsu (Sol) dieron nacimiento a otros dioses, empezando con Lahmu (Marte) y Lahamu (Venus), pero al poco tiempo de crearlos, estos los molestaron con su ruido, el dios de la magia, Ea (Enki), logró someter a Apsu, dejándolo en un largo sopor (por eso es que el agua dulce está quieta) pero no pudo hacer nada contra Tiamat, quien muy enfurecida con la muerte de su esposo creó una legión de demonios liderados por Kingu, que era su amante y uno de sus hijos. Los dioses decidieron darle todos sus poderes a Marduk (Nibiru), este venció a Kingu (Luna), quien se quedó paralizado de miedo al verlo llegar, y luego a Tiamat, a la que hizo tener la boca abierta con un vendaval y lanzó una flecha dentro del estómago. Después de esto, de la sangre de Kingu (Luna) nacieron los humanos y a partir del cuerpo de Tiamat, que Marduk (Nibiru) encadenó en los pozos del abismo y partió por la mitad, se creó, de su mitad superior el cielo y de su mitad inferior la tierra firme. Sus lágrimas se convirtieron en las nacientes del Tigris y el Éufrates. Esta leyenda es paralela con las de Vitra (junto a Rudra, diosa de la tempestad) en la mitología hindú, Cipactli de la religión Azteca y Tifón en la mitología griega.
El rey An-U nunca olvidaría los tormentos que su padre había sufrido. El odio brotaba dentro de su propio ser. El ex rey Al-Al viviría, pero tendría que pagar por sus pecados en contra de la familia de An-U. Pero la historia estaba a punto de repetirse. En el corazón de Ari-Du, el nieto del ex rey Al-Al, llamado Al-Al-Gar, considerado heredero al trono del sistema solar, se había convertido, para los seguidores del ex rey Al-Al, en una figura mucho más poderosa de lo que hubiese querido el rey An-U. Al-Al-Gar, hijo de un piloto estelar, pronto aprendió de los pilotos estelares y sus naves de guerra. Sus habilidades de pilotaje se desarrollaron rápidamente, y en poco tiempo se le concedió el estatus de ‘Maestro’. Pero Al-Al-Gar tenía un plan. Después de un entrenamiento, Al-Al-Gar se trasladó al Palacio de su abuelo. Allí hizo un extraño pedido. En lugar de dormirse en los laureles, el Príncipe pidió recibir formación, sólo que esta vez, en la disciplina militar de la élite de los guerreros. Exhibiendo grandes habilidades, el príncipe completó su entrenamiento en corto tiempo. Subiendo con rapidez a través de los rangos, Al-Al-Gar se ganaría el título de Grande de los IKIKI. Pero Al-Al-Gar, un maestro de honor en disciplinas guerreras, habría de cosechar un título más. Él recibiría el título de “ZU”, “Aquel que es Maestro Supremo“, un estatus dado sólo a la elite de los Guerreros, un puñado muy selecto de combatientes. El rey An-U estaba preocupado. Un maestro de la guerra habitaba lejos, en el Reino de Al-Al. Y, además, era un príncipe. La forma en la que Al-Al-Gar había perseguido sus disciplinas militares en un tiempo tan breve le revelaba mucho al rey An-U. Recordó lo que Al-Al había hecho con él cuando él era príncipe. Y ahora, el nieto de Al-Al era un príncipe y había sufrido la misma suerte a manos del rey An-U. El rey An-U estaba seguro de que conocía el corazón del joven príncipe. Él sabía cuán enojado debía estar Al-Al-Gar. El rey An-U tendría que tomar medidas inmediatas para impedir a Al-Al-Gar subir al poder, y posiblemente incitar a las colonias de Ari-Du a rebelarse. Y entonces, el reyAn-U se movió. Al-Al-Gar fue nombrado copero del rey. Convocado al Palacio de An-U, Al-Al-Gar fue colocado en la sede del copero, una posición bajo el rey An-U, donde podía estar constantemente vigilado. En un esfuerzo por apaciguar a Al-Al-Gar, An-U otorgó grandes honores al joven príncipe, pero fue en vano. Aún así, el rey podía sentir el odio del príncipe. El rey An-U sabía que nada tendría éxito, nada iba a cambiar la mente de Al-Al-Gar. Por esta razón, él siempre estaría en guardia. El rey An-U no tuvo más remedio que ser diligente observando al príncipe.
Pero habían más problemas para el Rey en el lejano sistema solar. El príncipe En-Lil, hijo de An-U, el nombrado Señor Supremo del nuevo sistema, había protestado por su ubicación en una región tan lejos del palacio de An-U. Tal vez él también tendría pensamientos en relación a un intento de derrocar a su propio padre. LosGuerreros eran leales, pero también eran una fuerza poderosa y no podía ser ignorada. Una amenaza podía surgir de un grupo de rebeldes entre los IKIKI. Eran fieles a An-U, pero todos tenían las familias en el nuevo sistema solar, y el príncipe Al-Al-Gar había sido uno de ellos. Ellos, también, podrían convertirse en una amenaza para su gobierno. Las preocupaciones en el Reino de Al-Al eran muchas. An-U tenía la esperanza de que la presencia de sus hijos ayudara, pero los enfrentamientos entre ellos habían empeorado mientras estuvieron en Ari-Du. Aunque Señores Absolutos en sus dominios, ninguno de los príncipes era feliz. Cada uno quería el control absoluto, un dominio total sobre todo el reino Ari-Du de Al-Al. Ambos príncipes se mostraban amenazantes y peligrosos. El rey An-U no podía correr riesgos en Ari-Du. Obligado a viajar al distante y lejano sistema solar, el rey estaba decidido a poner las cosas en orden. Para protegerse de un golpe de Estado por parte del vengativo príncipe Al-Al-Gar, el rey An-U se lo llevó en su viaje. Sintiéndose seguro, el rey An-U se dirigió a los mundos de la discordia. Pero a medida que llegaban, el príncipe Al-Al-Gar pidió un favor del rey. Muchos de la familia y amigos de Al-Al-Gar habían planeado una bienvenida para él. El Príncipe pidió permiso para hacerles una visita. Distraído por los eventos pendientes, An-U duplicó la guardia alrededor del joven príncipe y ordenó que las naves IKIKI fueran cuidadosamente vigilados. Tal vez esto aplacaría a Al-Al-Gar por un tiempo. Asegurándose que la situación estuviera bajo control, el rey An-U accedió a la petición. Continuando hacia el Palacio de Tiamat, el Rey esperaba encontrar una solución a la batalla entre sus hijos. Pero la disputa sobre el dominio de Tiamat no podría ser resuelta. El príncipeEn-Lil le dejó en claro a su padre que si iba a permanecer en el distante y primitivo sistema solar, quería residir en el palacio como Rey de Ari-Du. El príncipe En-Ki(EA) argumentó que, dado que él era el mayor de los dos, se lo merecía más. Además, él era un científico genético, una disciplina que era perfecta para reinar sobre Ari-Du.
Viendo que no había solución para el dilema, el rey An-U acordó hacer una elección al azar para decidir el destino de Ari-Du. El príncipe En-Lil se convirtió en Señor de Ari-Du. El príncipe En-Ki seguiría como En-Gi y continuaría organizando las operaciones de desarrollo y recuperación en todo Ari-Du. Si bien la decisión influyó muy poco en la solución de las dificultades, le dio durante un corto tiempo un respiro al Rey, un tiempo muy corto. El rey An-U abordó la pequeña nave que lo llevaría hasta su nave insignia en órbita, el Planeta de la Muerte. Pero una inesperada sorpresa aguardaba al Rey. Doblegando a los guardia asignados a vigilarlo, el joven Al-Al-Gar y sus leales guerreros IKIKI habían capturado la embarcación insignia. Al-Al-Gar obtendría su venganza. Al acercarse An-U, la trampa estaba preparada. Pero un leal guerrero advirtió a An-U. En el último momento, la nave de An-U giró para a huir. Al-Al-Gar reaccionó rápidamente, dañando la nave del Rey. Las fuerzas de An-U, abrumadas y superadas en número, devolvieron el golpe. La batalla fue feroz en intensidad y de corta duración. La Guardia Real tenía pocas posibilidades de victoria, todo lo que podían esperar era tiempo suficiente para que el Rey escapara. Mientras An-U huía a las estrellas en una nave, una explosión final marcó el último reducto de sus leales defensores. Al-Al-Gar se movió con rapidez. Con guerreros IKIKI leales, la toma de control del sistema solar fue rápida y decisiva. El príncipe Al-Al-Gar encontró poca resistencia. Los habitantes del Reino de Al-Al apoyaron su rebelión y se opusieron al imperio de los seres de Sirio. Pequeñas bolsas de leales de An-U fueron capturados, y neutralizados. El príncipe Al-Al-Gar había vencido. Y en su victoria, había capturado la embarcación insignia de la armada de guerra del imperio de los seres de Sirio. El príncipe salió victorioso. Como Rey del reino rebelde, él llegaría a ser conocido como el rey Zu-Zu (el Zeus griego). En la mitología griega Zeus es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.
Hijo de Crono y Rea, Zeus era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera (su hermana) aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien, según la Ilíada, fue padre de Afrodita. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto. Su equivalente en la mitología romana era Júpiter, en la mitología etrusca, Tinia, y en la egipcia, Amón. El principal centro donde los griegos se reunían para rendir honores al rey de sus dioses era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos olímpicos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no de piedra, sino de ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de animales sacrificados allí en honor a la deidad. Además de los principales santuarios, no había formas de culto a Zeus que compartiese todo el mundo griego. La mayoría de los títulos podían encontrarse en ciertos templos griegos, desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma, como sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado. Zeus, poéticamente llamado con el vocativo Zeu Pater (‘Zeus padre’), es una continuación de Di̯ēus, el dios protoindoeuropeo del cielo diurno, también llamado Di̯eus phatēr (‘Padre Cielo’). Para los griegos y romanos, el dios del cielo era también el dios supremo, mientras que esta función era desempeñada por Odín entre las tribus germánicas, por lo que no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Thor, el dios del trueno en la mitología nórdica y germánica. Zeus es la única deidad del panteón olímpico cuyo nombre tiene una etimología indoeuropea tan evidente, con una excepción. Los griegos reconocían unánimemente a Creta como lugar de nacimiento de Zeus. La cultura minoica contribuyó esencialmente a la antigua religión griega: «por un centenar de canales la vieja civilización se vació en la nueva», señaló Will Durant, filósofo, escritor e historiador estadounidense de los siglos XIX y XX. El Zeus cretense retuvo sus características juveniles minoicas. El hijo local de la Gran Madre, «una deidad pequeña e inferior que asumió los papeles de hijo y consorte», cuyo nombre minoico los griegos helenizaron como Velcanos, fue en su momento asumido como epíteto por Zeus, como ocurrió en muchos otros lugares. Y pasó a ser venerado en Creta como Zeus Velcanos, el «Zeus-niño», a menudo nombrado simplemente como Kouros.
En Creta, Zeus fue adorado en una serie de cuevas en Cnosos, Ida y Palaicastro. En la época helenística se fundó un pequeño santuario dedicado a Zeus Velcanosen el yacimiento de Hagia Triada, sitio arqueológico situado en la isla de Creta. Monedas supuestamente contemporáneas de Festos, uno de los principales centros de la civilización minoica, muestran la forma bajo la que fue adorado Zeus Velcanos. Muestra un joven sentado entre las ramas de un árbol, con un gallo sobre las rodillas. En otras monedas cretenses, Zeus Velcanos es representado como un águila y, junto a una diosa, celebrando un matrimonio místico. Inscripciones en Gortina y Licto, localidades en la isla griega de Creta, registran una fiesta Velcania, demostrando que Zeus Velcanos fue aún ampliamente venerado en la Creta helénica. Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación por parte de reyes y sacerdotes. El escenario dramático de las Leyes de Platón está en la ruta de peregrinaje a uno de estos sitios, enfatizando el conocimiento arcaico de Creta. Allí Zeus fue representado como un joven de largos cabellos en lugar de como un adulto maduro, y en los himnos se apelaba a él como ho megas kouros, ‘el gran joven’. Estatuillas de marfil del «niño divino» fueron desenterradas cerca del laberinto de Cnosos por Sir Arthur Evans, arqueólogo británico, descubridor del Palacio de Cnosos. Junto con losCuretes, un grupo de extáticos bailarines armados, Zeus presidía el riguroso entrenamiento militar y atlético y los ritos secretos cretenses. El mito de la muerte del Zeus cretense es localizado en varios yacimientos montañosos. Aunque solo es mencionado en una fuente relativamente tardía, por parte del poeta griego Calímaco, hay que añadir la afirmación de Antonino Liberal, escritor latino en lengua griega, de que un fuego se encendía anualmente desde la cueva de nacimiento que el infante compartió con un enjambre mítico de abejas. El escritor heleno Evémero propuso la teoría de que Zeus había sido en realidad un gran rey de Creta y que su gloria lo habría transformado, tras su muerte, en una deidad. Las obras de Evémero no se han conservado, pero los escritores patrísticos cristianos asumieron la sugerencia con entusiasmo.
La gloria del trono de Ari-Du era la del rey Zu-Zu. “La Batalla de An-U y Kumarbi” es una antigua leyenda encontrada en las tablillas babilónicas de arcilla. Describe una batalla campal en los cielos en la cual el príncipe Kumarbi (Zu-Zu y Zeus) pelea y derrota al rey An-U, que huye al cielo. Antes de que termine la batalla, Kumarbi ‘muerde’ los genitales de An-U, lastimándolo. La historia dice realmente que Kumarbi “utiliza sus dientes en las bolas e poder” de An-U, o sea, sus naves de guerra. Kumarbi es el dios principal de los hurritas, padre de dioses. Se dice que era hijo de Anu (An-U, dios del cielo) y padre del dios de la tormenta, Teshub. Fue identificado por los hurritas con el sumerio Enlil y por los ugaritas con El. De todos modos, por lo que hemos indicado, en realidad era hijo de un tío de Anu, Al-Al-Gar. Kumarbi es conocido por una serie de textos mitológicos hititas, a veces resumidos bajo el término de “Ciclo de Kumarbi“. El Cantar de Kumarbi o la Realeza en el Cielo es el título dado a una versión hitita del mito hurrita de Kumarbi, que data del siglo XIV o XIII a. C.. Se conserva en tres tablillas, aunque sólo una pequeña fracción del texto es legible. El cantar relata que la deidad primigenia y rey de los cielos Alalu (Al-Al), después que fuese derrocado por Anu, se refugiaría en el mundo subterráneo. Kumarbi pasaría a servir a Anu durante nueve años hasta que consiguió derrotarle. Cuando Anu trató de escapar volando hacia el cielo, Kumarbi le persiguió y, al darle alcance, le mordió sus genitales, y una parte de la virilidad de Anu penetró en su cuerpo. En el texto, Anu advierte a su hijo que había quedado embarazado de tres dioses: Teshub, Tigris y Tasmisu (el dios hitita Suwaliyat). Al oír esto, Kumarbi escupió el semen en el suelo, que quedó impregnado con dos hijos. De Kumarbi nace Teshub.
Juntos, Anu y Teshub depondrán a Kumarbi. En otra versión de la Realeza en el Cielo, los tres dioses, Alalu, Anu y Kumarbi, gobiernan el cielo, cada uno sirviendo al que le precede en el reinado, durante nueve años. Es Teshub, hijo de Kumarbi, dios del tiempo atmosférico, quien comienza a conspirar para derrocar al rey. Desde la primera publicación de las tablillas de la Realeza en el Cielo, los estudiosos han señalado las similitudes entre este mito de la creación hurrita-hitita y la historia de Urano, Cronos y Zeus de la mitología griega. En las tablillas del Cantar de Ullikummi, para poder vencer a Teshub, Kumarbi impregna una roca con su semen, de donde nacerá Ullikummi, un monstruo gigantesco de piedra diorita, que llega a crecer tanto que puede tocar el cielo. Kumarbi le había entregado a las deidades deIrsirra para mantenerlo oculto del dios de la tormenta Teshub, el dios Sol del Cielo e Ishtar. Después de que estas deidades lo presentaran a Enlil, le colocaron en el hombro de Upelluri (el Atlas de la mitología griega), donde creció una hectárea en un mes. Después de quince días, crece lo suficiente en el mar para que el Dios Sol pueda darse cuenta y alerta de inmediato a Teshub, que se prepara para la batalla en lo alto del Monte Imgarra. Sin embargo, sus resultados en una primera batalla resultan en una victoria incompleta. Conduce a Hebat (Hebe), que era la personificación de la juventud, descrita como hija de Zeus y Hera, a su templo, cortando su comunicación con los otros dioses. Astabis, dios guerrero hurrita, cuyo nombre en acadio fue Ninurta, lidera a setenta dioses para atacarle, tratando de sacar el agua de su alrededor, tal vez con el fin de detener su crecimiento. Caen al mar y Ullikummi crece hasta 9000 leguas de alto y ancho, agitando los cielos y la tierra, y empujando hacia arriba el cielo, elevándose sobre la ciudad de Kummiya. Piden ayuda a Ea (Enki), que le localiza y corta los pies con el cuchillo de cobre que había separado el cielo de la tierra. A pesar de sus heridas, se jacta de que la realeza celeste le ha sido asignada por su padre. Presumiblemente, llegaría a tener una derrota a manos de Teshub.
El rey Zu-Zu (Zeus), antes principe Al-Al-Gar, sabía que no sería capaz de saborear su triunfo por mucho tiempo. Una nueva guerra estaba a punto de comenzar, una guerra que enfrentaría a su joven sistema solar y a sus habitantes en contra de un sistema estelar más antiguo, que era el hogar de sus antepasados. De vuelta a su Reino, el rey An-U irrumpió en su palacio. El evento que él había planeado evitar, una rebelión encabezada por el príncipe Al-Al-Gar, no sólo había ocurrido, sino que había obligado al mismo An-U a huir de manera humillante. An-U sentía una rabia casi incontrolable. Ordenó a su segundo Planeta de la Muerte que se preparase inmediatamente para la guerra. El príncipe rebelde Al-Al-Gar lo pagaría muy caro. Las fuerzas de élite de los guerreros fueron cargados a bordo de la gigantesca nave y fueron convocados los mejores pilotos estelares. Escoltados por cazas estelares y embarcaciones de guerra, la armada desfilo sobre el palacio del Rey. La visión levantó el espíritu del Rey. Finalmente el príncipe Al-Al-Gar sería castigado por su conducta. Pero el rey Zu-Zu (Al-Al-Gar) estaba preparado. La gran nave capturada también fue preparada. El rey Zu-Zu planificó un recibimiento inesperado para las fuerzas invasoras. Eligiendo no esperar la llegada de la armada, Zu-Zu y sus fuerzas planearon emboscar a las naves de An-U cuando todavía estaban fuera del sistema solar de Ari-Du. Al acercarse la flota estelar de An-U, Zu-Zu esperó. Cuando sintió que el momento era propicio, las fuerzas del Imperio rebelde cargaron repentinamente sobre la armada, y con una furia propia de una tormenta galáctica, las embarcaciones de escolta que fueron tomadas por sorpresa estallaron en enormes bolas de fuego. Comenzó la batalla, destellos de luz blanca brillante y verde, atravesaron la oscuridad. A esta batalla parece que se refiere la epopeya hindú del Mahabharata. Zu-Zu observó cuidadosamente el progreso de la batalla. El momento para dar rienda suelta a la nave gigante capturada tenía que ser preciso. Al golpear sus naves de ataque con precisión mortal, apareció repentinamente una brecha en las formaciones de las fuerzas invasoras de An-U. Zu-Zu se planteó de inmediato la captura de la nave principal de An-U. Por un breve instante se hizo el silencio, mientras las dos grandes embarcaciones de guerra se enfrentaron entre sí. Como dos toros poderosos, la pausa sólo precedió a la arremetida. Caos, truenos y relámpagos llenaron los caminos estelares. El fuego de las armas fue abrumador. Zu-Zu tuvo que alejarse de la luz cegadora y el ruido ensordecedor.
Cuando cesaron los destellos de luz, Zu-Zu levantó su visera y se esforzó para ver a través de los fragmentos de humo que volaban alrededor de su nave. A medida que la niebla se despejó, Zu-Zu se dio cuenta de que las explosiones habían sido definitivas. Habían provenido de su nave capturada. La enorme explosión lanzó trozos de metal en todas las direcciones. Fragmentos de la recubierta exterior rebotaron en la propio nave de Zu-Zu. La poderosa embarcación insignia de An-Uhabía derrotado a la nave capturada de Zu-Zu y continuó avanzando con paso firme. Zu-Zu vio con horror como la embarcación de guerra se precipitó en llamas hacia Urano, el planeta donde el príncipe En-Ki estaba llevando a cabo los experimentos en plantas y animales. A medida que la nave, del tamaño de una pequeña luna, entraba en la atmósfera de Urano, una lluvia de chispas llenaron los cielos. Rayos de luz azul brillaron desde la embarcación a la superficie del planeta. El cielo sobre Urano estaba en caos, incluso antes de que el globo de metal ardiente chocara con la superficie. Los restos de la nave rebotaron para luego catapultarse hacia el negro vacío. Urano se volcó sobre su eje. La sacudida del planeta estremeció a lo largo de las cavernas internas del planeta. Su núcleo fue sacudido y se desplomó hacia un lado. Zu-Zu vio impotente cómo sus valientes pilotos cayeron en el oscuro vacío en la moribunda nave. Había dado un golpe mortal a una buena parte de las fuerzas de invasión, pero se había hecho el máximo sacrificio al hacerlo. Alejándose, Zu-Zu maniobró su nave hacia la nave Planeta de la Muerte de An-U. Imponente en su tamaño, era realmente magnífica en su horror. Al seguir Zu-Zu observando, se dio cuenta de que la nave de An-U se movía de una manera extraña, su camino era errático. Repentinamente, Zu-Zu se dio cuenta Los rayos de destrucción de sus pilotos IKIKI habían dañado la nave de An-U. El resultado de la batalla todavía estaba indeciso y Zu-Zu aún podría lograr una victoria!
Utilizando cazas estelares de las fuerzas de escolta, con Zu-Zu en su propia nave estelar, fueron tras la maltrecha nave de An-U. Oleada tras oleada de naves estelares atacaron la embarcación dañada una y otra vez, mientras continuaba avanzando en el sistema solar de Zu-Zu. Con su propio arsenal de rayos de la muerte de gran alcance, la embarcación de guerra paso junto a Neptuno y el ahora caído e inclinado mundo de Urano. Sin embargo, el constante bombardeo de fuego de las naves de Zu-Zu comenzó a pasar factura. Al trasladarse la poderosa nave de An-U a la proximidad de Saturno, la tremenda gravedad del planeta anillado desvió a la ya estremecida nave de la muerte fuera de su camino directo hacia Tiamat. Casi fuera de control, la nave se esforzó por mantener su curso. Zu-Zu reunió a sus fuerzas para un último ataque. En un final golpe decisivo, Zu-Zu y sus naves lo dieron todo en contra de la nave de An-U. A medida que cada nave estelar descendía y descargaba su arsenal, la nave principal de An-U se estremecía. El gemido y crujido de las explosiones internas sonaba como macabros y demoníacos gritos. Repentinamente, la nave estalló en llamas. Cada parte del Planeta la Muerte de An-U se sacudió violentamente. Humo y llamas salían de todas las grietas de la nave. Nubes de vapor oscuro salían detrás de la enorme y tambaleante nave. La nave principal de An-U se estaba destruyendo. Zu-Zu lo contempló desde su nave. Había derrotado exitosamente el orgullo de la flota de An-U. Pero, de repente, se inclinó asustado hacia adelante. Los valientes pilotos de An-U pusieron la mira en el planeta de Tiamat con la única arma que les quedaba, la misma nave Planeta de la Muerte. Maniobrando la llameante embarcación de guerra en desintegración, se lanzaron directamente sobre Tiamat. El Gran Palacio de Tiamat fue presa del pánico. La alarma fue enviada. La muerte estaba a punto de estrellarse desde el cielo. Naves estelares, naves de carga, naves de todo tipo, fueron requisados a efectos de evacuación. Pero ya era demasiado tarde. Nada se podía hacer. Los habitantes de Tiamat no tenían ninguna posibilidad de sobrevivir y no pudieron ser rescatados. Ya era demasiado tarde. Zu-Zu podía oír los gritos de su pueblo en los medios de comunicación. Volviendo la cabeza, Zu-Zu desactivó la conexión de audio. Los pilotos de Zu-Zu desviaron su nave. Zu-Zu tuvo que ser salvado. La terrible colisión estaba a punto de producirse. Mientras el Planeta de la Muerte golpeaba el planeta Tiamat, la nave de Zu-Zu quedaba envuelta en una luz cegadora.
En pocos momentos la onda expansiva golpeó la nave, rebotando a su alrededor como si fuera una hoja atrapada por el viento. Cayendo y girando, la embarcación de Zu-Zu fue lanzada en la dirección de Saturno, pasando muy cerca de los anillos de piedras. Cuando sus pilotos recuperaron el control de la nave, Zu-Zu se volvió hacia su amada Tiamat. Ya no existía más. El choque había desgarrado el planeta. Pedazos enormes del planeta volaban en todas direcciones. Magma, metal, fuego y relámpagos se mezclaban para crear una lluvia de muerte. Donde una vez estuvo el orgulloso planeta, sólo quedaban restos de rocas, humo y polvo, formando el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Pedazos de Tiamat seguían volando por todos lados cuando Zu-Zu se desplazó para ver el planeta destruido. A través de una nube de polvo, humo y gas, Zu-Zu maniobró hacia Tiamat. A medida que se retiró de la oscuridad vio Tiamat o lo que quedaba. El enorme planeta, con un enorme agujero en un costado y un rastro de humo, se precipitó hacia el Sol. Zu-Zu se quedó en silencio. Su mirada se encontró con un sistema solar que habían quedado arrasado y diezmado. La guerra dejó su marca en las lunas y los planetas de Ari-Du. La vida, las ciudades y el sistema solar fueron seriamente dañados, posiblemente de manera irreparable. Tiamat ya no existía. Zu-Zu y los IKIKI que quedaron, volvieron al planeta de las arenas rojas, la fortaleza central. En este planeta, el rey Zu-Zu empezaría de nuevo a reconstruir la gloria de Tiamat y a construir una nueva era de oro, independiente del imperio de Sirio. Mientras el reyZu-Zu descansaba en su palacio, en la cima de una montaña, fue recibido un sorprendente mensaje. El fragmento más grande de Tiamat había ralentizado su caída hacia el Sol y no desaparecería en el abismo ardiente. Llegaría a estabilizarse en su propia órbita, formando lo que sería nuestra Tierra. El rey Zu-Zu no perdió el tiempo. Convocando a sus propios equipos de científicos genéticos, ordenó reconstruir los restos del esqueleto de Tiamat. De alguna forma, el rey Zu-Zu traería nuevamente la gloria a Tiamat. El éxito de los científicos genéticos levantó los ánimos del Rey. De inmediato ordenó la construcción de un gran monumento, un palacio, para conmemorar la caída de los guerreros leales a Ari-Du. También sería un monumento a su padre y su abuelo. En el Salón de Valhalla, en el mundo reconstruido, serían honrados, para no ser nunca olvidados. En la mitología nórdica, Valhalla (del nórdico antiguo Valhöll, «salón de los muertos») es un enorme y majestuoso salón ubicado en la ciudad de Asgard, gobernada por Odín. Elegidos por Odín, la mitad de los muertos en combate viajan al Valhalla tras su fallecimiento, guiados por las valquirias, mientras que la otra mitad van al Fólkvangr de la diosa Freyja.
En el Valhalla, los difuntos se reúnen con las masas de muertos en combate conocidos como einherjer, así como con varios héroes y dioses germánicos legendarios, mientras se preparan para ayudar a Odín en el Ragnarök, la batalla del fin del mundo. Ante la gran sala, cuyo techo está cubierto con escudos dorados, se halla el árbol dorado Glasir. Alrededor del Valhalla moran varias criaturas, como el ciervo Eikþyrnir y la cabra Heiðrún, que pacen el follaje del árbol Læraðr, sobre el Valhalla. El Valhalla es descrito en la Edda poética, colección de poemas compilados en el siglo XIII a partir de fuentes tradicionales antiguas, en la Edda prosaica, también escrita en el siglo XIII por Snorri Sturluson, en las Heimskringla, del propio Sturluson, y en unas estrofas de un poema anónimo del siglo X, conocido como Eiríksmál e incluido en la saga Fagrskinna, que conmemora la muerte de Erico I de Noruega. El Valhalla ha inspirado diversas obras de arte, títulos de publicaciones, a la cultura popular y se ha convertido en un término sinónimo de lugar de veneración de grandes personajes ya fallecidos. En la mitología nórdica, Ragnarök (destino de los dioses) es la batalla del fin del mundo, equivalente al Armagedón bíblico. Esta batalla será supuestamente emprendida entre los dioses, los Æsir, liderados por Odín y los jotuns, a su vez liderados por Loki. No sólo los dioses, gigantes, y monstruos perecerán en esta conflagración apocalíptica, sino que casi todo en el universo será destruido. En las sociedades guerreras vikingas, el morir en batalla era un destino admirable, y esto se tradujo en la adoración de un panteón en el que los dioses mismos no son eternos, sino que algún día serán derrocados, en la batalla del Ragnarök. En las propias sagas y poesía de los pueblos nórdicos aparecen claramente definidos los acontecimientos del Ragnarök. Se conoce quién luchará contra quién, así como los destinos de los participantes en esta batalla. El Völuspá (profecías de Völva), la primera serie del Edda poética (Edda mayor), que data del 1000 d. C., cuenta la historia de los dioses, desde el inicio del tiempo hasta el Ragnarök, en 65 estrofas. La Edda prosaica (Edda menor), escrita dos siglos después por Snorri Sturluson, describe en detalle qué ocurrirá antes, durante y después de la batalla. Lo que es único sobre el Ragnarök, como historia apocalíptica, es que los dioses ya saben, a través de la profecía, lo que va a suceder: qué avisará de la llegada del acontecimiento, quién será asesinado por quién, y así sucesivamente. Incluso saben que ellos no tienen el poder de evitar el Ragnarök. Esto está relacionado con el concepto de destino de los pueblos nórdicos antiguos. La traducción alemana del vocablo ragnarökkr es Götterdämmerung, un término popularizado en el siglo XIX por Richard Wagner, admirado por Hitler, en su ciclo El Anillo del Nibelungo, cuya última ópera es El crepúsculo (u ocaso) de los dioses (Götterdämmerung, en alemán).
Durante un tiempo, la destrucción del Planeta de la Muerte y su escolta guerrera, junto con la toma rápida del Noveno Pasaje de la Galaxia y sus puestos exteriores, sostuvo al rey An-U a la expectativa. La fuerza de Zu-Zu y sus brillantes tácticas de guerra habían sorprendido al rey An-U y sus fuerzas militares. Se necesitaría mucho tiempo para volver a evaluar y planificar otro ataque. La Teogonía, un antiguo relato griego, relata la historia de Zeus (Zu-Zu) y los dioses del Olimpo, que batallan contra los antiguos dioses del Monte Othyres (Osiris o Sirio). La Teogonía revela que cuando Zeus entró en guerra con los antiguos dioses, Tifón, un monstruo grande y horrible, fue enviado por los Antiguos Dioses para destruir a Zeus: “Cuando Zeus venció a (Tifón), (Tifón) fue lanzado por una ruina destruida. La enorme tierra gimió. Una gran parte de la enorme tierra fue quemada por el terrible vapor, derritiéndose como el estaño se derrite. A la luz de una llama de fuego, la tierra se funde“. Tifón era el nombre de un Planeta de la Muerte de An-U. Pero el rey Zu-Zu sabía que esto no podía durar para siempre. El rey An-U había sufrido mucho y no permanecería quieto por mucho tiempo. El rey An-U había sufrido un ataque personal y lesiones, había perdido a su nave insignia y había perdido un segundo Planeta de la Muerte en la batalla. Zu-Zu había causado mucho daño y pérdida a An-U, y le había quitado un elemento clave del sostén de su Imperio.An-U estaba comprensiblemente enojado. Su imperio había sido desafiado. Sin embargo, An-U tenía mucho más en juego, el futuro del Noveno Pasaje de la Galaxiaestaba en riesgo, al igual que su permanencia en el trono. La pérdida de control del sistema del Noveno Pasaje podría dar a las Reinas de Orión razones para ponerse del lado de los rebeldes, ya que obtener minerales preciosos y producir metales pesados era innegociable. No podía tolerar que las Reinas Ari-An de Orión decidieran permitir que Zu-Zu permaneciera en el poder, como habían permitido que lo hiciera su abuelo Al-Al. Y eso no era todo lo que le preocupaba a An-U. El príncipe En-Lil también había sido forzado a huir del sistema Ari-Du y había regresado a sentarse en la Corte Real de del reino de Sirio. La amenaza potencial que planteaba En-Liltampoco podía ignorarse. El rey An-U se enfrentaba a peligros por todas partes.
Pero antes de que pudiera actuar, el rey An-U recibió la noticia de que Las Reinas de Orión querían su presencia en el Palacio de Ari-An. Esto preocupó a An-U, ya que sabía que le pedirían cuentas. Su derrota en manos del rebelde Señor Zu-Zu necesitaba tener una resolución. An-U se presentó ante las Reinas con un plan para el contraataque. Las Reinas de Orión escucharon a An-U. En sus palabras estaban los argumentos en favor de la continuación de los ataques contra el sistema estelar rebelde. Al término de su charla, An-U estaba seguro que había tenido éxito. Cuando se sentó, se volvió para ver abrirse las puertas de la cámara. Para su consternación, el rey rebelde Zu-Zu entro en el salón. An-U se puso de pie para protestar, pero se le ordenó sentarse en silencio. A medida que el rebelde advenedizo hablaba con las Reinas, An-U no podía permanecer sentado. Al ponerse de pie se le ordenó nuevamente sentarse. El rey Zu-Zu dejó clara su posición. Él era el legítimo rey de Ari-Du y la gente le quería. El sistema solar no había sido destruido, por lo que la producción de metales y el suministro de minerales vitales podría continuar. El acuerdo con su abuelo se cumpliría y Zu-Zu honraría anteriores promesas, pero sin la presencia de An-U. Cuando terminó, el rey Zu-Zu se sentó. En un primer momento, las reinas no hablaron. Pero, al cabo de un rato, se puso de pie una anciana Reina. Sus palabras eran severas. La guerra civil, independientemente de la causa, había provocado la destrucción de Tiamat, un mundo fundamental para los Imperios de Ari-Du, de Sirio, y Ari-An, de Orión. Las vidas de millones de personas habían sido amenazadas e innumerables guerreros de ambos sistemas había muerto. Las Reinas de Orión exigieron el cese de las hostilidades. No habría más destrucción. Los acuerdos con el ex rey Al-Al, heredados por el rey Zu-Zu, continuarían. La guerra había terminado. Para humillación del rey An-U, al rebelde se le permitiría vivir. El rey An-U estaba furioso. Esto no lo permitiría. Llegará un día, prometió, en el que el sistema solar sería nuevamente parte del imperio de Sirio. Y, a partir de este momento, la Era Dorada de Zu-Zu prosperaría, aunque sólo fuera por un relativamente corto tiempo. Pero el destino volvería a interferir con el futuro del sistema solar de Ari-Du. Poco después de la confrontación en el Palacio de las Reinas de Orión, todos ellos se encuentran ante el espectro de una nueva guerra con un enemigo de los Ari-An desde eones (periodos de tiempo cosmológicos). Para desgracia para Zu-Zu, la amenaza venía de un sistema estelar vecino, no lejos de su sistema solar de Ari-Du. Advertido de la situación amenazante, An-U reconoció una oportunidad para eliminar al rebelde del poder. Acercándose a las Reinas Ari-An de Orión, el rey An-U presentó un argumento en favor de la eliminación del joven rey Zu-Zu: El Noveno Pasaje de la Galaxia era vital para el imperio Ari-An. Zu-Zu, en su ambición de expandir su imperio, podría dejarse influenciar y aceptar el apoyo de los mismos enemigos que amenazaban batallar contra las Reinas de Orión. Si Zu-Zu se había rebelado contra el Imperio de Sirio sin ayuda, ¿por qué no se rebelaría contra las Reinas de Orión con el apoyo de los enemigos de los Ari-An?
Las Reinas de Orión lo pensaron y estuvieron de acuerdo. Ellas ayudarían al rey An-U en su regreso a los sistemas solares del Noveno Pasaje para someter al rey Zu-Zu. El rey An-U estaba eufórico. En esta empresa, él no fracasaría. Esta vez, las armadas de guerra, tanto de Orión como del imperio Sirio, unirían sus fuerzas. Al comandar sus naves estelares y sus guerreros, junto a las fuerzas de las Reinas de Orión, An-U había reunido una armada como nunca se había visto antes. El cielo de los mundos de Sirio se llenaron de embarcaciones de guerra y naves espaciales. La gente de dichos mundos aclamaron cuando el poderoso ejército del rey preparó su salida. La victoria estaba escrita en los cielos. Al rey Zu-Zu se le dijo que una comitiva diplomática estaba en camino hacia su reino en el sistema solar. Cuando se dieran cuenta de la trampa sería demasiado tarde. Encubierta y en silencio, la armada de embarcaciones de guerra llegó al borde exterior del sistema deAri-Du antes de que se fuese detectada. Este error resultaría fatal para el rey Zu-Zu y su joven imperio. La batalla fue rápida y decisiva. Las fuerzas invasoras irrumpieron en el sistema solar. Las fuerzas de Zu-Zu se vieron sobrepasadas por el gran número de embarcaciones de guerra de los aliados invasores. En poco tiempo, las fuerzas guerreras invasoras rodearon el planeta. Pero las órdenes de ataque, emitidas por el rey An-U no permitían prisioneros. El planeta de las arenas rojas tendría que sufrir la aniquilación total. Los pilotos de los cazas estelares estaban ebrios de destrucción de todo lo existente sobre la superficie del planeta. Las bolas de fuego lo destrozaron y quemaron todo, incluyendo edificios de piedra, reduciéndolos a montones de ceniza y carbón. Destructivos rayos de luz vaporizaron lo que quedaba. El rey Zu-Zu fue capturado y condenado a volver al sistema estelar de Sirio para su castigo. Todas las fuerzas rebeldes del rey guerrero rebelde Zu-Zu fueron ejecutadas sumariamente, al igual que sus leales fieles y seguidores. La totalidad de la población del imperio sería brutal y cruelmente castigada, fuesen culpables o no. La superficie del planeta fue borrada. Todos los rastros de la vida bajo el reinado de rey Zu-Zu fueron destruidos. Las ciudades fueron arrasadas, los bosques destruidos. La belleza del planeta y su civilización ya no existía más. Todas las formas de vida fueron destruidas. Sin animales o plantas para alimentar a su atmósfera, la vida del planeta, una vez floreciente, murió. Sólo sus arenas de color rojo se mantuvieron. El polvo rojo-sangre se convirtió en un monumento apropiado a la guerra bañada de sangre del sistema solar (nuestro sistema solar) en el que miles de millones perecieron. El rey An-U se sintió aliviado, ya que el rey rebelde Zu-Zu fue vencido. Y así reinó nuevamente la paz durante cierto tiempo.
Ha pasado cierto tiempo y nos encontramos con que la nave del príncipe En-Ki (EA) está moviéndose lentamente y examinando la superficie de un planeta. Enormes capas de hielo glacial cubrían la mayor parte de los hemisferios superior e inferior, mientras que una franja ecuatorial era la única parte libre de hielos. El príncipe y su equipo han analizado cuidadosamente la información y el lugar del aterrizaje ya ha sido seleccionado. Al salir el príncipe a examinar el área, las palabras de su padre, el rey An-U, eran claras: “Hay que reconstruir el devastado sistema“. La destrucción del mundo de Zu-Zu había sido completa. El planeta de las arenas rojas fue reducido a polvo y escombros. Todos los rastros de vida habían sido destruidos. Sin vida ni plantas, la atmósfera murió. Las capas de hielo de los polos se habían formado casi hasta el ecuador, y el planeta se congeló. Otros planetas del sistema solar habían sido arrasados y sus tierras eran áridas y estaban quemadas, mientras que los océanos eran mortales y venenosos. Ari-Du, una vez el reconstruido hogar del rebelde Zu-Zu, fue devastado. Sólo algunos planetas se habían mantenido relativamente intactos. El príncipe no podía imaginar lo que debía haber sido estar en el medio de todo, en el centro de las batallas. Él, al igual que su hermano, se habían visto obligados a huir. Miró hacia el cielo. El príncipe sabía que su hermano estaba en lo alto. En algún lugar, en una nave militar, en órbita, estaba arriba, observando. El príncipe En-Lil era el Señor de las Vías Aéreas. Al príncipe En-Ki le había sido encomendada la reconstrucción. El príncipe observó el mundo destruido. La tarea sería titánica, pero se aseguraría de cumplir las órdenes de su padre. Él reconstruiría y establecería una eficaz operativa de minería, extrayendo minerales esenciales y preciosos. Él tendría que reconstruir un mundo paradisíaco a partir del planeta devastado por la guerra. Y así, con el príncipe En-Kiy su equipo de voluntarios, se inicia la historia de los Anunnaki, tal como explican los relatos sumerios. El lugar elegido tenía mucha agua y un suelo fértil. Los estudios habían revelado depósitos de minerales preciosos. Era el lugar lógico para comenzar. Cada uno de los miembros de la tripulación del príncipe había sido seleccionado por sus habilidades y capacidades especiales. Cada uno de ellos había sido asignado al rango de Señor. También habían recibido bienes en Ari-Du y una promesa de parte de los futuros beneficios obtenidos de las nuevas colonias. Los premios eran generosos, pero los peligros eran considerables. El príncipe se había tomado su tiempo seleccionando a su equipo, ya que los riesgos eran altos. Pero él se sentía orgulloso.
La primera tarea fue la construcción de piedra de la base de operaciones. Pero a medida que los Anunnaki comenzaron a utilizar sus equipos, los generadores dejaron de funcionar. Las líneas de energía natural, comunes a todos los mundos, eran extremadamente fluctuantes en el planeta. La ‘gran colisión’, el evento que había creado el mundo en el que estaban, había causado que el núcleo interno se volviera inestable, provocando una constante variación de las líneas de energía. Para producir un suministro estable de energía, el príncipe En-Ki localizó un punto en el que seis líneas de energía se cruzaban de forma natural. Aquí, en la intersección, el príncipe erigió una Casa de la Energía, un centro que extraería la energía suficiente para hacer funcionar la maquinaria de construcción. Cristales energéticos, especialmente fabricados para tal propósito, fueron colocados en las Cámaras de Energía. La Casa de la Energía también tendría un Centro de Reanimación, para atender a los técnicos fatalmente heridos. El príncipe En-Ki no podía permitirse el lujo de perder ni uno de sus hombres cuidadosamente elegidos. Los Anunnaki fueron conocidos como los ‘dadores de vida’. Debido a que las líneas de energía pulsante irregular hacían poco fiables los instrumentos de las naves estelares, la Casa de la Energía fue construida con cuatro lados triangulares altamente reflejantes que permitían una orientación aérea para los pilotos en lo alto. Fueron las actualmente conocidas como pirámides de Gizeh, que, evidentemente, no eran tumbas de faraones. Poco a poco los problemas de energía comenzaron a ser resueltos. Pero la mayor parte del tiempo las anomalías de energía hacían difícil el progreso en todos los aspectos de los proyectos de minería y construcción. Los técnicos de campo se vieron obligados a realizar trabajos físicos inesperados para compensar los equipos averiados. Los Anunnaki eran pocos, y el trabajo mucho. Por esta razón los Anunnaki se quejaron. El príncipe En-Ki transmitió las quejas al rey An-U, pero el rey no quería oír hablar de sus problemas. La producción tendría que aumentar. Los Anunnaki se sentían abrumados con el exceso de trabajo, e ignorados, por lo que protestaron y amenazaron con poner fin a sus labores. El príncipe En-Ki prometió un aumento de las recompensas en el futuro. A regañadientes, pero con la recompensa adicional prometida, los Anunnaki volvieron a sus labores.
Los equipos de construcción y minería cambiaron a maquinaria basada en ondas sonoras. Sin embargo, un menor consumo significaba una menor producción. La producción era más lenta, causando la preocupación del rey An-U. Para este fin, el príncipe En-Ki comenzó a usar bestias de carga del planeta para ayudar a los Anunnaki. El progreso era lento, pero hubo avances. Pero, con el tiempo, la operación fue capaz de comenzar a enviar los cargamentos de oro en la fecha prevista. Naves de transporte aterrizaron en Ari-Du y partieron con su carga vital. El oro era enviado inmediatamente de vuelta a Sirio, mientras que otros metales preciosos fueron enviados directamente a las refinerías de otros planetas. Los equipos de construcción completaron las estructuras de piedra del complejo, haciendo que el asentamiento de Ari-Du se pareciera más a una ciudad. Y en el centro del complejo, un magnífico centro de Agricultura Biológica se estaba convirtiendo rápidamente en el centro de la ciudad de piedra. El príncipe había hecho bien y el gran An-U estaba complacido. Las operaciones de En-Ki permitieron a An-Uretener el control del sistema solar de Ari-Du y mantener su control sobre la Líneas Estelares. En-Ki había logrado superar las expectativas de su padre. Su talento había sido puesto a prueba y se había excedido en la tarea. Tiamat había vuelto a nacer. El rey An-U envió de inmediato el mensaje de que la vieja Ari-Du había muerto y que de sus cenizas nacía la nueva Eridu. Ya nadie dudaría alguna vez del poder, la fuerza y la capacidad de venganza del rey An-U. El nuevo nombre de la colonia serviría como un recordatorio y una advertencia para todo aquel que tratara de impugnar o cuestionar el poder del gran An-U. La mano de AN-U siempre estaría sobre Eridu. De Eridu deriva el nombre Tierra. A este respecto tenemos Erde (en alemán), Erda (en alemán antiguo), o Erthe (en inglés antiguo). Al príncipe En-Ki se le asignó el título de En-Gi, “Señor de Eridu “. El mundo devastado era nuevamente un lugar vivo. En-Ki manipuló y desarrolló cuidadosamente formas de vida animal y vegetal que pudieran soportar el duro ambiente de nitrógeno y aire venenoso del planeta. Unidades de acondicionamiento de la atmósfera comenzaron a hacer el aire respirable y más caliente. A menudo trabajando por largos períodos de tiempo, el príncipe apenas tuvo descanso. Sin embargo, los continuos esfuerzos del príncipe En-Ki tuvieron su recompensa.
Las antiguas tradiciones nos dicen que Eridu o Eridú fue una antigua ciudad del sur de Mesopotamia, a 24 kilómetros al sur de Ur, en el actual yacimiento arqueológico de Tell Abu Shahrein. En su fundación posiblemente se encontrase a poca distancia del golfo Pérsico. Sin embargo, actualmente, debido a los sedimentos transportados por los ríos Tigris y Éufrates, la línea de costa se encuentra a varios kilómetros al sur. Lo más probable es que, en la época sumeria, la ciudad estuviese unida al estuario por medio de canales. Y, según las epopeyas babilónicas, habría sido la primera ciudad creada en el mundo. Eridu fue la ciudad más meridional del conglomerado de Mesopotamia e importante centro de culto al dios del agua, Enki. Según la tradición sumeria, Eridu era la más antigua de las ciudades de Mesopotamia, en cuya localización el dios Marduk había creado el mundo. La antigüedad de la ciudad fue demostrada por los arqueólogos a lo largo del siglo XX, habiéndose datado los niveles más bajos (nivel XIX) de la excavación en torno al 4900 a. C., a principios del período de El Obeid, periodo protohistórico de Mesopotamia. En esta primera etapa, los restos cerámicos muestran un papel significativo de Eridu en la región. Hacia el 3800 a. C. (nivel VI) la ciudad contaba con un importante templo y un cementerio, del que se han descubierto unas mil sepulturas. La ciudad participó de la unidad cultural marcada por el período de El Obeid, la cual abarcó todo el Oriente Próximo. A finales de este período, se muestran signos de declive, como el deterioro del templo de la ciudad. La actividad económica quedó relegada y el montículo de la ciudad quedó dedicado casi en exclusiva al templo y a viviendas para los sacerdotes y sacerdotisas. Eridu fue quedando eclipsada por la vecina ciudad de Ur. Hacia el año 2500 a. C., durante el período dinástico arcaico, un gobernante, tal vez de la primera dinastía de Ur, construyó un gran palacio en Eridu, y a finales del III milenio a. C., durante el reinado de Amar-Sin, se construyó un gran zigurat en la ciudad, la cual seguía siendo un importante centro religioso en el imperio de la tercera dinastía de Ur. En los primeros siglos del II milenio a. C., los gobernantes de Isín, que vivía un momento de esplendor, repararon el templo y probablemente buscaron algún tipo de tesoro, ya que se han hallado túneles excavados en el templo.
Durante el reinado de Hammurabi (1792-1750 a. C.) el culto fue trasladado definitivamente a Ur. Mil años después, durante el reinado de Nabucodonosor II de Babilonia (605 a. C. – 562 a. C.), el templo fue parcialmente restaurado, tras lo cual, quedó finalmente abandonado, cayendo en la ruina. En Eridu se han encontrado 19 niveles, trece de ellos atribuibles al período de El Obeid. Ya en los niveles más bajos del yacimiento (V milenio a. C.) se encontraron restos de una pequeña capilla de adobe sobre la cual, en el mismo emplazamiento, se fueron construyendo edificaciones cada vez mayores según pasaban los siglos. Según la práctica habitual sumeria, para construir un nuevo templo se rellenaba el anterior de arena y se elevaba el terreno hasta que quedase completamente cubierto. El nuevo se edificaba sobre el montículo formado. La denominación de “templos” de estas primeras construcciones es controvertida, ya que es discutible que su uso fuese exclusivamente religioso. Si bien el procedimiento “ritual” de sustitución de una capilla por otra parece indicar un carácter sagrado. En el nivel VI (3800 a. C., finales del período Obeid) el edificio ya adquiere proporciones monumentales. Las excavaciones parecen demostrar que el templo de este nivel fue el último que se construyó, llegando a estar en un importante estado de ruina sin que fuese reconstruido. Contemporáneo a este último templo fue un cementerio situado en la periferia del yacimiento, gracias a cuyos restos han podido conocerse algunos hábitos funerarios de esa etapa. Los cadáveres se colocaban tumbados boca arriba sobre la tierra y rodeados por muros de ladrillo formando un rectángulo, el cual después se rellenaba de tierra. En las sepulturas podía haber hasta dos adultos, a veces acompañados por un niño e incluso por perros, posiblemente mascotas. Los cuerpos eran adornados con joyas y en la sepultura se introducían piezas de cerámica y, a veces, trozos de carne y pequeños animales. Los rasgos de los cuerpos demostraron características parecidas a las de los actuales habitantes de Irak, si bien había un mayor porcentaje de prognatismo, o deformación de la mandíbula. Probablemente el enterramiento fuese practicado únicamente por algún tipo de élite de la ciudad, debido a los bienes que contienen la mayoría de las sepulturas y al número relativamente pequeño de éstas, en comparación con otros establecimientos contemporáneos y al tamaño de la ciudad. Pese a esto, no se conoce la organización social de Eridu. Algunos arqueólogos han propuesto que se trató de una sociedad igualitaria formada por unidades domésticas independientes, si bien hay diversas muestras de la existencia de una incipiente jerarquía.
Una de las ambiciones de En-Ki, el establecimiento de un Centro de Ciencias de la Vida, un centro agrícola/ biológico, fue convertido en realidad. Se trataba de un laboratorio en que se producían especies y criaturas híbridas, que podían ser trasplantadas alrededor de todo el mundo. El Centro se convirtió en el orgullo de En-Ki, y se convirtió en el Jardín de la Vida. Una vez más este mundo comenzó a tomar la apariencia de un mundo paradisíaco. El planeta estaba vivo. Pero a pesar de queEridu fue, una vez más, un dador de vida, a los planetas Marte y Venus se les prohibió tener vida otra vez sobre su superficie. El rey An-U decretó que ambos mundos se quedaran estériles, ya que servirían como advertencia a cualquier rival potencial. El Centro Agrícola también estaba haciendo grandes progresos en la creación de nuevas formas de vida, capaces de sobrevivir en la aún enrarecida atmósfera de Eridu. Pero los experimentos ocuparon la mayor parte del tiempo del príncipe En-Ki, distrayéndolo de sus deberes de administración. Por esta razón el rey An-U estaba molesto. El rey An-U había puesto al príncipe En-Ki a cargo deEridu, debido a sus amplios conocimientos científicos. El príncipe En-Lil, su segundo hijo, debería permanecer a cargo de las vías aéreas y las vías del sistema solar deEridu. Pero el príncipe En-Lil, una vez más, dio señales de gran descontento por estar lejos del Palacio Real de An-U, en Sirio. Esto también molestó al Rey, que decidió trasladarse a Eridu para resolver los problemas. Al príncipe En-Lil se le dio el control administrativo de Eridu, el sistema solar, el planeta y la ciudad. Sin embargo, el control sobre el desarrollo y explotación de los planetas se mantendría a cargo del príncipe En-Ki. Por lo tanto, el dominio sobre Eridu sería compartido. De esta manera. El rey An-U creía que podía seguir manteniendo al ambicioso En-Lil lejos de la Corte y utilizar las habilidades del príncipe En-Ki. Pero En-Ki estaba enojado. Todos sus esfuerzos y éxitos habían sido ignorados. Iracundo, En-Ki partió de Eridu, trasladándose a una lejana región para construir un nuevo Centro de Agricultura Biológica.
Allí también desarrollaría una operación de minería de oro. Pero ahora se centraría en su pasión, la ingeniería de la vida. Junto a su hermana, la princesa Nin-Hur-Sag, también una científica genética, comenzaron un renovado esfuerzo en la creación de formas de vida para el planeta Eridu. Y en este esfuerzo, la princesa Nin-Hur-Sag sería la creadora de una criatura “híbrida” que cambiaría para siempre el destino de Eridu y sus dueños de Sirio. Mientras tanto, el príncipe En-Lil usaría sus propias habilidades para agilizar las operaciones de minería. Incrementando la producción, solicitando vuelos adicionales de carga, y exigiendo más trabajo de los Annunaki, el príncipe En-Lil produjo mayores cantidades de mineral a menor costo y en menor tiempo. Esto agradó en gran medida al rey An-U. Pero la demanda de una mayor producción estresó a los trabajadores Anunnaki, hasta bordear la rebelión. Impulsados por el aislamiento y la distancia de sus seres queridos, la ira de los Anunnaki se convirtió en una huelga. Al verse amenazados con el castigo, un grupo de Anunnaki atacaron el palacio del mismo En-Lil. Viendo su vida en peligro, el príncipe En-Lil inmediatamente llamó a An-U para que viniese al lejano reino. Enojado, el Rey respondió a la llamada de Eridu. Tanto el príncipe En-Lil como los Anunnaki exigieron una audiencia con el Rey. Los trabajadores, iracundos, solicitaron el cese inmediato del príncipe En-Lil. Incluso En-Lil pidió ser relevado, ya que su deseo era volver a la lejana Corte Real de An-U. En voz baja, pero con firmeza, En-Ki se sumó a las peticiones de reasignación de su hermano. Una vez más, ante una situación grave, el rey An-U se vio obligado a viajar a Eridu. Al llegar al palacio de Eridu, An-U inmediatamente celebró una audiencia con el propósito de resolver la situación. Las voces eran fuertes y coléricas. Todo el mundo pidió el regreso del príncipe En-Lil a la corte de Sirio. Nadie pidió que continuara gobernando enEridu. Cuando las voces por fin se tranquilizaron, los deseos de cada miembro de la asamblea estaban claros, En-Lil debía irse. Todo el mundo se volvió hacia el rey. El rey An-U estaba sentado en silencio, sin hacer ningún movimiento – Estaba profundamente preocupado, ya que hubiera esperado que En-Lil pudiera seguir enEridu. Pero el gran rey An-U se encontró buscando una solución.
Viendo su oportunidad, el príncipe En-Ki dio un paso adelante. Con la princesa Nin-Hur-Sag a su lado, el príncipe le propuso a su padre y a la Asamblea una solución genial. Dentro de los Centros Vida, él y la princesa habían diseñado numerosos híbridos. Mediante la mezcla del material genético de los Anunnaki y de las bestias deEridu, fueron creadas criaturas híbridas con parte del código genético del propio príncipe En-Ki. Las criaturas mantenían sus fuerzas naturales, pero además ganaron la suficiente inteligencia para comprender las órdenes. El éxito del trabajador híbrido en las minas subterráneas demostró el valor de este tipo de experimento. Otras criaturas hibridas, dedicadas a tareas especializadas fueron los seres híbridos mitad caballo y mitad Anunnaki, capaces de transportar cargas a grandes distancias. También criaturas hibridas de toro y Anunnaki, que poseían una fuerza extraordinaria. De ahí vienen algunas tradiciones sobre animales mitológicos. El éxito de los híbridos alentó al príncipe En-Ki y a la princesa Nin-Hur-Sag a intentar una nueva combinación no probada, que les resolvería las dificultades que tenían. El rey An-Use inclinó hacia adelante en su trono. La posibilidad de una criatura híbrida como solución a sus problemas era intrigante. El príncipe En-Ki, al ver el interés del Rey, hizo una señal a la princesa Nin-Hur-Sag. El espectáculo estaba a punto de comenzar. Para sorpresa de todos los reunidos, una enorme criatura negra y peluda entró en el salón. Era el “Apa“, una bestia de la jungla, conocido por su fuerza y ferocidad. Gritos de protesta y miedo salieron de la Asamblea, ya que la bestia estaba sin cadenas. Pero antes de que nadie se pudiera mover, la princesa Nin-Hur-Sag le dio a la bestia una orden, que la bestia siguió obedientemente. Y en los siguientes momentos, mientras todos observaban, la bestia obedeció todas las órdenes de Nin-Hur-Sag. Cuando la demostración terminó, el príncipe En-Ki le explicó su idea al Rey. La criatura, una bestia de gran fuerza y de inteligencia limitada, podía ser alterada genéticamente para convertirse en un trabajador de las minas, alejando así las dificultades de los Anunnaki y liberándolos de las tareas más pesadas de la construcción.
El rey An-U estaba impresionado. El híbrido propuesto parecía ser la solución a los problemas. Los murmullos de los Anunnaki parecían ser de aprobación. El rey An-Use puso de pie. El príncipe En-Ki esperaba una buena noticia, Eridu sería ahora suya, En-Lil se iría pronto. El dominio del sistema solar, finalmente le pertenecería por derecho. El rey hizo su pronunciamiento. El príncipe En-Ki comenzaría inmediatamente los cambios genéticos necesarios para modificar la bestia. Todos los trabajadores Anunnaki volverían a sus operaciones hasta que la nueva criatura estuviera lista para trabajar. Sin embargo, para el horror de En-Ki, el rey terminó sus palabras con el anuncio de que En-Lil se quedaría a cargo de Eridu. La criatura hibrida del príncipe En-Ki podría aliviar la situación y permitir a En-Lil quedarse. Tales fueron las palabras del Rey, así sería. El príncipe En-Ki estaba destrozado. Una vez más le había sido negado el trono de Eridu. En-Lil, su adversario de toda la vida, era una vez más el vencedor. Saliendo furioso del Palacio, el príncipe En-Ki juró no entrar nunca más en el palacio de Eridu hasta que el trono fuera suyo. A pesar de haber sido el hijo primogénito del rey An-U, nunca ascendería al trono de Siriio, porque el príncipe En-Lil, el hijo más joven, había nacido fruto de las relaciones del rey An-U y su media hermana, lo cual le otorgaba prioridad en la sucesión, según las Normas de Sucesión de Sirio. Y ahora el trono de Eridu también le había sido arrebatado. La enemistad entre los dos hermanos se había agrandado. En-Lil creyó que el propósito mismo de la vida era el servicio eterno a los Reyes y al Trono de Sirio. Sin embargo, la Genética había revelado algo importante al príncipe En-Ki: La vida controlada no era vida evolucionada. En-Ki veía la vida como una oportunidad para la exploración de sí mismo. Nacido de la misma sangre y en el mismo mundo, dos hermanos no podrían haber estado más alejados en sus formas. Y así, las palabras del rey An-U añadieron su parte a la pugna que ya se estaba librando entre los dos príncipes. El príncipe En-Lil sería el gobernante y continuaría con su mano de hierro, mientras que el príncipe En-Ki seguiría como responsable de las ciencias, desarrollando Eridu según las expectativas de su padre. El príncipe En-Ki se resignó a su tarea, rediseñando a la bestia que su hermana había iniciado para satisfacer las necesidades de la comunidad trabajadora de los Anunnaki. Con su hermana a su lado, En-Ki inició los complicados procedimientos. Pero la ira moraba en su corazón, y no le abandonaría en sus pensamientos.
Y así surgió la venganza del príncipe En-Ki. Aunque estaba previsto utilizar material genético de uno de los Anunnaki elegidos específicamente por En-Lil, el príncipeEn-Ki sustituyó, para el experimento, estas células por células de su propia elección. El tiempo para el descubrimiento de la verdadera identidad de la bestia habría de venir algún día, y él, el príncipe En-Ki, tendría la última palabra. Prototipo tras prototipo fueron probados. Lentamente, la bestia fue desarrollada en inteligencia, sin sacrificar su fortaleza. A través de la experimentación, el resultado final hizo su aparición. La nueva criatura hibrida se puso inmediatamente a prueba. Con fuertes brazos y amplia espalda, una buena destreza manual, y lo suficientemente inteligente como para seguir instrucciones, la versatilidad de la criatura no tardó en crear una fuerte demanda por parte de los Anunnaki. El híbrido del inicial Apa fue conocido como Adapa, un ser hábil, dispuesto a servir a sus amos. La mitología considera que Adapa era un mortal de un linaje divino, un “hijo” de Ea (En-Ki), dios de sabiduría y de la ciudad antigua de Eridu, que trajo las artes de la civilización a aquella ciudad. Pero el príncipe En-Lil no estaba satisfecho con la nueva criatura. No se fiaba ni del temperamento de la criatura, ni de la de su hermano. La bestia era peligrosa y su control era una empresa que no tenía ningún deseo de hacer. No era un presentimiento, era una sensación de angustia con la que En-Lil no podía estar tranquilo. Sin embargo, obligado a utilizar la bestia por mandato de su padre, el príncipe En-Lil decidió poner a la bestia en las más peligrosas situaciones de trabajo y en los entornos más duros. La criatura era un experimento y por lo tanto, prescindible. Exigiendo que las bestias que se caían en el trabajo no fueran atendidas o aliviadas, el Príncipe fue responsable de la muerte de muchas de las criaturas. Eran, después de todo, sólo bestias. El príncipe En-Ki recibió la noticia con horror. Las criaturas, sus animales de experimentación, los Adapa, estaban siendo obligados a trabajar hasta la muerte por órdenes de su hermano. Las criaturas no eran ayudantes de trabajo, se habían convertido en esclavos desechables. El príncipe En-Ki nunca había sentido antes tanta rabia. Todos sus esfuerzos estaban siendo sistemáticamente destruidos: su reclamación de Eridu, el planeta, y la exitosa construcción de Eridu, la ciudad, así como la creación y diseño de una bestia de trabajo. Había una destrucción sin sentido de todo por lo que el príncipe En-Ki había trabajado tan duro. La historia de toda su vida era una historia de sumisión a los caprichos de su hermano.
Pero había que poner fin a estos abusos. El príncipe En-Ki devolvería el golpe. Ya no aguantaría más la dominación de su hermano sobre él. Él haría que su hermano pagase por sus pecados a través de un inesperado vehículo: la criatura híbrida. Al regresar al centro agrícola en Eridu, el príncipe En-Ki buscó a las bestias en el jardín, donde se alimentaban. Encontró a varios de ellos solos, y se les acercó. Una cuidadosa planificación y horarios precisos de reproducción permitía sólo a ciertas criaturas aparearse, y sólo bajo una estricta supervisión. Ninguna bestia podía copular sin la aprobación de En-Lil, ya que los resultados podrían ser desastrosos. Pero el príncipe En-Ki, en el Jardín (del Edén), presentó a las bestias a un simple placer: el placer del sexo espontáneo, el sexo sin supervisión. De ahí proviene el relato del Génesis sobre la serpiente tentadora de Eva y Adán. Reaccionando a partir de los instintos básicos, las bestias se adhirieron rápidamente a la instrucción del príncipe En-Ki. Las bestias se divirtieron en el jardín. El príncipe vio que las bestias se deleitaban en el placer del sexo. En una corta vida llena de sufrimientos y trabajo, los breves momentos de placer eran un regalo del cielo. Y con este nuevo conocimiento, la bestia podría ser como sus amos, los supuestos dioses, eligiendo su momento de placer, sin programación y sin aprobación. Las bestias se volvieron hacia el príncipe con gratitud, ya que él les había dado una pequeña muestra de la verdadera felicidad. Su creador, el científico genético, cuya marca era de dos hebras entrelazadas de ADN, como serpientes apareándose, les había regalado el conocimiento de ‘saber’. Con el tiempo, el clandestino “comportamiento” de las bestias llegó a ser conocido por sus amos. El príncipe En-Lil informó sobre la desobediencia de la bestia a las normas de conducta establecidas y se puso furioso. De inmediato se emitió una orden para reunir a todas las criaturas ofensoras. Todas y cada una de las criaturas renegadas tendrían que ser severamente castigadas y expulsadas de inmediato del Centro de la Vida (el Jardín del Edén). El príncipe En-Lil no toleraría ninguna desobediencia. En-Lil sabía que, de alguna manera, su hermano había sido la causa del horrendo comportamiento criminal de la bestia. Sólo un experto en genética podría afectar el temperamento del animal. Sólo el príncipe En-Ki podría haber tenido acceso a la criatura. En-Lil estaba siendo boicoteado por su hermano.
Sin embargo, En-Lil, no iba a permitir que jugaran con él. Para evitar más transgresiones, fue emitido un nuevo conjunto de estrictas normas para las bestias Adapaque aún siguiesen dentro del Centro de Vida y participaran en las operaciones de minería. Todas las bestias en el Centro de Vida debían obediencia total y absoluta sólo al príncipe En-Lil. La lealtad al príncipe En-Ki o a cualquier otro Señor Creador estaba estrictamente prohibida. Todas las atribuciones del príncipe En-Ki o de cualquier otro Señor Creador serían canceladas. Cualquier bestia que llevara cualquier recuerdo del príncipe En-Ki será castigada. Todas las bestias que se mostraran contrarias al príncipe En-Lil serían castigadas. Todas las bestias debían asistir a una lección de obediencia cada séptimo período. El apareamiento de las bestias debía ser aprobado por el príncipe En-Lil. Ninguna bestia podía aparearse fuera del apareamiento aprobado. Tales fueron las órdenes del príncipe En-Lil. El príncipe En-Lil, no sería cuestionado. Él mantendría una mano de hierro sobre Eridu. Que las bestias se mueran en el desierto. Que el príncipe En-Ki se haga cargo de ellas. Son “Mus” (“monstruos“), y no merecen ninguna ayuda. Que de ahora en adelante, la bestia renegada se llame Ada-mus (origen del nombre Adán). Que las hembras sufran en el parto. Ya no estarán a su disposición las cámaras de nacimiento. Si las bestias del Jardín permanecen fieles, serán ser autorizadas a quedarse. Serán llamados Adapa. Y así la bestia (los Hombres) se dividieron en dos grupos, los fieles y los infieles, los Adamus y los Adapa. Sin embargo, En-Ki estaba complacido. Porque entre los expulsados existía la oportunidad de continuar con el experimento de crear vida independiente. Su deseo de fabricar una forma de vida que fuese inteligente, pero independiente del sistema en el cual el príncipe En-Ki y el príncipe En-Lil habían crecido, todavía era posible. La bestia tendría una oportunidad de libertad e independencia, algo que él, un príncipe de Sirio, no había tenido. La bestia había sido un testimonio de las habilidades genéticas del príncipe En-Ki. Diseñar la combinación de fuerza bruta con un cierto grado de inteligencia había sido tedioso, pero el príncipe quería más para la criatura. Desarrollar la capacidad de la bestia para hablar había sido una prioridad para el señor En-Ki, que permitiría la comunicación y proporcionaría un medio para medir el progreso. Aunque el vocabulario de la bestia era mínimo, era comprensible. Localizando los grupos de bestias rechazados, En-Ki y su hermana Nin-Hur-Sag comenzaron a enseñarles las habilidades de supervivencia necesarias en el cruel entorno.
Desde el primer fuego hasta la fabricación de ropa, desde hacer dibujos en las paredes de la cueva a la lectura de símbolos, la bestia fue evolucionado en el camino hacia una inteligencia superior. El prototipo experimental de la princesa Nin-Hur-Sag había pasado por varias etapas de desarrollo, pero había demostrado ser único en sus habilidades. Con el tiempo, varias de las bestias mostraron la capacidad excepcional de aprender y comunicar sus conocimientos a otras bestias. El príncipe En-Ki y su hermana comenzaron a concentrar la mayor parte de su atención a ellos, enseñándoles a fin de que pudieran empezar a difundir el conocimiento a otros. de ahí viene el mito de Prometeo. En la mitología griega, Prometeo es el Titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus por este motivo. Al progresar las bestias en su hábitat natural, a través de los esfuerzos del príncipe En-Ki, el príncipe En-Lil se enfureció aún más con las criaturas. Aunque muchas de las bestias Adapa todavía servían con lealtad y fidelidad en el recinto de Eridu, En-Lil sentía odio y desconfianza de la criatura. Se esperaba que llegara pronto a Eridu la nave insignia de Sirio, el Planeta de la Muerte. Sabiendo que el Planeta de la Muerte causaba una enorme fuerza de gravedad, el príncipe En-Lil decidió dirigir el curso de la nave por un camino que él pudiera utilizar. Al cambiar la ruta para pasar sobre los hielo en los polos, la atracción gravitatoria sería lo suficientemente fuerte como para causar que los glaciares se desplomaran en el océano. Esto a su vez causaría los cambios necesarios para causar una gigantesca inundación que destruyera a las bestias. En-Lil podía justificar el sacrificio de las bestias a cambio del calentamiento del planeta, el aumento de la cantidad de aguas en los océanos, que fuesen utilizables, y causando el final de una Era de Hielo. Todo eso era significativamente más importante que el destino de la bestia. Cuando En-Ki descubrió los planes de su hermano, protestó de inmediato. Pero En-Lil no le hizo caso. Y para empeorar las cosas, el príncipe En-Lil prohibió que un solo Adamus se salvara. Sólo a los Adapa leales se les daría refugio ante las inundaciones. Las bestias renegadas sería sacrificadas, de ser necesario, ya que habían roto las normas. Y En-Lil advirtió a En-Ki que si avisara a la bestia estaría ayudando a un enemigo, lo cual sería un crimen atroz.
El príncipe En-Ki estaba atrapado. Trabajar con las criaturas rechazadas, era una cosa, dar ayuda real era otra. Con pocas opciones, el príncipe En-Ki dio su solemne juramento de guardar silencio, sin dar aviso sobre la inminente inundación. Aunque reacio a aceptar la palabra de En-Ki, el príncipe En-Lil continuó sus planes para la llegada ceremonial de la nave. Pero el príncipe En-Ki no podía permitir que su bestia muriera. En secreto hizo planes. Tomando a varias de las bestias a las cavernas subterráneas y otras bestias a las tierras altas de la montaña, En-Ki aseguró la supervivencia de por lo menos algunas de las bestias. Como medida final, En-Ki tenía un navío de carga construido especialmente para navegar lejos en el océano, lejos de las regiones más propensas a sufrir. Con estos planes secretos mantuvo intacto su experimento y al Adamus con vida. Cuando el poderoso Planeta de la Muerte regresó, comenzaron las inundaciones, tal como En-Lil esperaba. Se sintió aliviado, la bestia ya no estaría alrededor para molestarlo más. Cuando las inundaciones disminuyeron y En-Lil descubrió el engaño de su hermano, su rabia era incontrolable. Los dos príncipes se enfrentaron en el palacio de Eridu. Cada uno había traicionado al otro. En-Lil había intentado destruir los prototipos de la bestia de En-Ki en sus fases iniciales. En-Ki había tratado de perjudicar la administración de su hermano mediante la manipulación de la bestia. En-Lihabía tratado de destruir a la bestia con un diluvio, mientras que En-Ki había roto sua promesa de no advertir a su creación, la bestia. Cada príncipe había cometido un delito contra el Imperio, un acto deliberado de sabotaje de los deberes de un príncipe. Ninguno de los dos conseguiría el trono si ese tipo de comportamiento continuaba. Pero el príncipe En-Kinunca había creído que el Trono de Sirio sería algún día suyo, ya que los derechos de sucesión le perjudicaban. Sin embargo En-Lil, era el aparente heredero y podía arriesgarse a perderlo todo. El príncipe En-Lil no tenía otra opción y tomó una decisión. Debía haber una tregua. Nunca más volvería él o cualquiera de su administración a interferir con el trabajo de En-Ki, el desarrollo de Eridu y todas sus formas de vida. En-Ki no tuvo otra alternativa que hacer una promesa. Él y todos los dedicados al Centro de Vida nunca interferirían de nuevo en las actividades de En-Lil. Como una señal de sus buenas intenciones, el príncipe En-Lil dio a su hermano suministros agrícolas para la bestia, así como herramientas para que la bestia pudiera aprender a cultivar su propia comida. En-Ki estaba sorprendido, pero agradecido por el regalo de su hermano. A cambio, el príncipe En-Ki se comprometió a mejorar las destrezas y habilidades de ciertos híbridos especiales usados por el príncipe En-Lil en la administración de Eridu.
Así, por un tiempo, reinó la paz en Eridu. A las bestias se les permitió educarse y civilizarse y el Imperio de Eridu, bajo el gobierno de En-Lil creció y prosperó. La manipulación genética le había dado a la bestia la capacidad para la comunicación y la comprensión mínima. A través de la mejora del diseño, los Adapas que permanecieron en el Jardín se hicieron significativamente más hábiles en el procesamiento del pensamiento analítico. Ellos se volvieron muy inteligentes, capaces de tomar decisiones a pequeña escala, pero se mantuvieron dóciles y serviles. Mediante el uso de Adapas, el príncipe En-Lil y los Anunnaki fueron capaces de hacer un progreso espectacular en la Operación Eridu. Las bestias Adamus, sin embargo, sin control en su actividad sexual, crecieron rápidamente en número. La manipulación genética sería más difícil produciendo los rasgos específicos en ellos. Cualquier mejoramiento genético estaría sujeto a la reproducción al azar. Los resultados deseados probablemente quedarían diluidos. A lo sumo, sólo algunas de las bestias conservarían los atributos deseados, pero la mayoría de ellas perdería por completo los rasgos deseados. Sin embargo, a través del contacto personal y sus ayudantes, En-Ki dio a la bestia Adamus lo que los Adapa nunca tendrían, la oportunidad de apreciar: la belleza. Enseñando a la bestia a disfrutar y sentir las maravillas del arte y la música, el príncipe En-Ki les inculcó un sentido de sí mismos y de conciencia del mundo que les rodeaba. Libres de cualquier influencia del sistema de Sirio, el Adamus desarrolló un sentido de pertenencia a una familia, y un sentido de elección de su propio destino. En-Ki estaba complacido. En un esfuerzo por asegurar que la bestia nunca más fuera asimilable al sistema, En-Ki continuó mejorando el impulso sexual de la criatura. Si a ésta se le pusiera en una situación de elegir, ya sea trabajar al servicio del sistema o perseguir el placer sexual, la bestia siempre elegiría el sexo. Esto haría a la bestia indeseable a los ojos de su hermano En-Lil. Dos bestias distintas, los Adapa y los Adamus eran parte del planetaEridu. Cuando la noticia de la bestia del príncipe En-Ki se propagó por las estrellas y galaxias vecinas, otro grupo de expertos genéticos dieron un regalo a En-Ki . Conocidos como “Akhu“, eran descendientes de un ancestro parecido a un ave. Entregaron a En-Ki una hebra de filamento de ADN, que contenía código para los sentimientos pasionales. De ahí vienen las representaciones en la antigua Mesopotamia de seres alados.
Con este nuevo elemento, la fuerza invisible de motivación que dan los sentimientos intensos fue pasada a las bestias de En-Ki. Y con este don, la bestia Adamustendría aún más pasión y más sentimientos que incluso los mismos seres del Imperio Sirio. Lo podríamos identificar, en cierto modo, con el alma. Tomado de las células de los Akhu, la ofrenda se llegó a conocer como “El don de la pluma“. ¿Quiénes eran Los Akhu en laq mitología? Algunas de las familias de Semidioses que reinaron en Egipto son denominadas “Akhu” o Espíritus. Akhu deriva de la raíz Akh, que significa luz, fulgor o brillo. Se puede traducir como espíritu transformado, espíritu luminoso, ser desarrollado o evolucionado, ser transfigurado, ser sobrenatural, etc… El Akhu tenía la cualidad de que podía dar a su ser cualquier forma que deseara. Un ser o espíritu se transfiguraba para intervenir en el mundo físico de la Tierra. El Akhu se representaba como “un pájaro”, pero ante las personas se aparecía como si fuera un fantasma. Eran seres que podían intervenir tanto en el plano físico como en el plano invisible. Pero no sólo fueron los egipcios o babilonios, también los persas, hindúes, griegos, etc… Y, así pues, los caminos de las dos bestias, los Adapa y los Adamus, continuaron separándose. De las mismas raíces y creados para el mismo fin, ambos seguían ahora diferentes caminos. Con el tiempo, ambos príncipes fueron capaces de hacer que ambos grupos trabajasen juntos. Las bestias Adapa hacían sus labores como siervos obedientes, mientras que las bestias Adamus completaban los trabajos a cambio de comida y suministros. ComoEridu se expandió, el uso de las bestias se convirtió en un fenómeno común, Eridu era un mundo de bestias trabajadoras. El mundo de Eridu se había convertido en la nueva capital del lejano sistema solar, un sistema casi destruido por la guerra contra Zu-Zu y sus rebeldes. Su restauración había reforzado el dominio del rey An-Uen el Noveno Pasaje de la Galaxia, asegurando que su posición ante las Reinas de Orión fuese segura y estable. Eridu se había convertido en un sistema próspero y productivo. Pero el camino del imperio Sirio implicaba casi siempre guerras internas. La descendencia de los príncipes En-Lil y En-Ki se hacían constantemente la guerra entre sí. Los celos, la envidia y la mera falta de poder motivaba a los miembros de las familias reales a atacarse unos a otros y apoderarse de los bienes de los otros. Y, mientras el Imperio mismo no estuviera de alguna manera en peligro por las guerras reales, éstas eran permitidas. Era bueno para los jóvenes el poner a prueba su temple de guerra unos contra otros, ya que éste era el origen del imperio de Sirio.
Y, puesto que el príncipe En-Ki había dado a la bestia la capacidad de aprender y retener el conocimiento, muchos de la Realeza comenzaron a utilizar a la bestia en la administración de sus pequeños reinos, con una bestia para controlar otras bestias. Para el horror de En-Ki, muchos prometieron fidelidad a sus señores a cambio de una fuente inagotable de alimento y refugio. El único temor del príncipe En-Ki había sido que la bestia pudiera volver al sistema si su supervivencia se viera amenazada, y ahora amenazaba con hacerse realidad. Y así, la bestia aprendió la guerra. Las guerras de los distintos reyes eran meramente partidas de ajedrez con piezas planetarias compuestas de sirvientes y de bestias. La reanimación, una técnica para volver a la vida a un muerto, así como los trasplantes médicos, siempre estaban disponibles para la Realeza en el caso de una lesión o muerte. Las heridas y la muerte solo eran reales para los humildes soldados en el campo, básicamente la bestia. Pero la bestia se probó a sí misma, una y otra vez. Leal e inteligente, la bestia se había convertido en participante vital en el funcionamiento de los acontecimientos diarios de Eridu. El fondo genético Anunnaki de la bestia tuvo una profunda influencia en su capacidad de aprender y de adaptarse al sistema. A través de los esfuerzos rectores de la Realeza y los Anunnaki, se le permitía a la bestia atender sus propios asuntos, y dirigir su propio reino o pequeño territorio… mientras continuase comprometiendo su lealtad y fidelidad a uno de los Señores Reales y, en última instancia, al imperio de Sirio. Los Adama se convirtieron en parte de Eridu. A partir de una función de bestia esclava para el trabajo hasta desempeñar un papel como un miembro activo de la sociedad, con una entendida fidelidad a un Señor Anunnaki, el Adama se había elevado a un lugar por encima de las demás criaturas del mundo, sólo superada por su Señor. Las guerras entre la Realeza continuaban, mientras los fieles Adama servían en los campos de batalla para ellos. Los Reinos de Eridu surgían y caían continuamente, con el derramamiento de la sangre de los Adama. Los hijos de En-Lil y En-Ki se desafiaban constantemente entre sí para conservar o conquistar los derechos de dominio y poder. Y así comenzó una era que vería la guerra para la toma de control por parte del príncipe Marduk, hijo de En-Ki. Maestro consumado en las habilidades de los Guerreros de Sirio, el príncipe Marduk quería convertirse en el rey del sistema de Eridu. Desafiando por el Trono a los demás miembros de la familia real, como su tío, el príncipeEn-Lil, e incluso a su padre, el príncipe En-Ki, Marduk usaría la guerra, intrigas e incluso el arte de la traición para tratar de arrebatarles el Trono. Su padre, En-Ki, había sido privado del trono de Eridu y de Sirio. Pero él, Marduk, no sufriría la misma suerte.
Según la mitología, Marduk (en acadio Amar.Utu y en la Biblia Merodach) fue el nombre de un dios de la última generación de Mesopotamia y la deidad patrona de la ciudad de Babilonia. Cuando esta ciudad se convirtió en el centro político de los estados unificados del valle de Éufrates en los tiempos de Hammurabi (siglo XVII a. C.), se levantó como cabeza del panteón de dioses babilónicos. Existen particularmente dos dioses —Ea, o Enki, y Enlil— cuyos poderes y atributos fueron heredados por Marduk. En el caso de Ea la transferencia procedió pacíficamente y sin opacar al dios más viejo, por lo tanto, Marduk es visto como un hijo de Ea. El padre reconoce voluntariamente la superioridad del hijo y le entrega el control de la humanidad. Esta asociación de Marduk y Ea, aunque indica la supremacía una vez gozada por Eridu como centro político y religioso de Babilonia, también puede reflejar una temprana dependencia de Babilonia sobre Eridu, no necesariamente de carácter político, sino, en vista de la difusión de la cultura en el valle de Éufrates desde el sur hacia el norte, el reconocimiento de Eridu como el centro más antiguo por parte del más joven. En todos los acontecimientos, los rastros de un culto de Marduk en Eridu deben ser observados en la literatura religiosa, y la explicación más razonable para la existencia del dios Marduk en Eridu es asumir que Babilonia pagó de esta manera su homenaje hacia la vieja ciudad como cabeza del golfo pérsico. Mientras que la relación entre Ea y Marduk está marcada por la armonía y una amistosa abdicación por parte del padre en favor del hijo, la asimilación de poder de Marduk y las prerrogativas de poder de Enlil de Nippur fueron a expensas del prestigio de este último. Después de la época de Hammurabi, el culto deMarduk eclipsó al de Enlil, y aunque durante los cuatro siglos de control de los casitas sobre Babilonia (1570 a. C.–1157 a. C.), Nippur y el culto de Enlil disfrutaron un periodo de renacimiento, pero cuando sobrevino la reacción, se marcó el triunfo definitivo y permanente de Marduk sobre Enlil hasta el fin del Imperio Babilónico. El único rival serio de Marduk después del año 1000 a. C. fue Assur en Asiria. En el sur de los reinos supremos de Marduk. Él normalmente es referido como Belio Señor.
Cuando Babilonia se convirtió en la capital de Mesopotamia, la deidad patrona de Babilonia fue elevada a nivel de dios supremo. Para explicar como Marduk llegó al poder, se escribió el Enûma Elish, que cuenta la historia del nacimiento de Marduk, sus gestas heroicas, y como llegó a convertirse en el señor de los dioses. Esto puede verse como una forma de apologías mesopotámicas. Según el Enûma Elish, creció una guerra civil entre los dioses hasta convertirse en una batalla climática. Los dioses Anunnaki se reunieron para encontrar un dios que pudiese derrotar a los dioses que se levantaron en su contra. Marduk, un dios joven, contestó a este llamado, y se le prometió la posición de dios supremo. Cuando él mató a su enemigo le arrebató las “Tablillas del Destino“, que poseía ilícitamente y asumió su nueva posición. Bajo su reinado, se creó a la raza humana para llevar las cargas de la vida, de manera que los dioses pudiesen disfrutar del ocio. Varios personajes fueron nombrados en honor a Marduk. Por ejemplo, la personalidad bíblica de Mordechai (Libro de Ester) usó su nombre gentil en reemplazo a su nombre hebreo, Bilshan. Nabu, conocido como dios de la sabiduría, es un hijo de Marduk. En la biblia en Jeremías es mencionado el nombre de Marduk. Pero, en medio de su ascenso al poder, el príncipe Marduk fue injustamente acusado de asesinato de su propio hermano, el príncipe Dumuzzi. Negándose a ser encarcelado, Marduk eligió luchar contra sus acusadores, refugiándose en una fortaleza-pirámide. Un consejo apresurado fue convocado, decidiendo poner fin a la guerra sellando a Marduk en su estructura de piedra. Atrapado en su interior, el príncipe Marduk estaba condenado a muerte. Pero la suerte estaba con él. Varios de sus seguidores fueron capaces de hacer un túnel por debajo de la estructura, dando así a Marduk la oportunidad de escapar. Con una recompensa sobre su cabeza, el príncipe Marduk huyó a los cielos. Y por un tiempo, la paz, una vez más, llegó a Eridu. Pero, como era tradicional en el Imperio de Sirio, la paz no duraría mucho tiempo. Muy lejos, en las estrellas del Imperio Ari-An, de Orión, Marduk encontró un aliado, un enemigo desde hacía eones de An-U y de las Reinas de Orión. Conocidos como “los Reptiloides subterráneos“, eran parte de un grupo rebelde de reptiles que habitaban enormes cavernas dentro de los mundos de Ari-An. Ante la amenaza constante de las Reinas en el poder, ellos incesantemente buscaban nuevas formas de socavar el gobierno de las Reinas. Despreciados y temidos, los rebeldes Reptiloides subterráneos de Orión dieron audiencia al príncipe Marduk. Prometiéndoles grandes riquezas y poder, y la plena participación en su Imperio, a cambio de su apoyo, un abrumado Marduk obtuvo su apoyo.
Entusiasmados, los Reptiloides subterráneos de Orión aprovecharon la oportunidad para apoyar un esfuerzo en contra del Imperio de de Sirio. Al debilitar el Imperio de Sirio, también se verían debilitadas las Reinas de Orión. Tal vez fuera suficiente para que tuviera éxito la propia rebelión de los Reptiloides subterráneos de Oriónen Ari-An. Enviando un comunicado a sus aliados, los Reptiloides subterráneos de Orión pusieron en pié de guerra un gran número de guerreros, todos ellos enemigos declarados de las Reinas de Orión. Al apoyar secretamente a Marduk, el éxito en la toma de control de las colonias de Eridu daría a los rebeldes Reptiloides subterráneos de Orión un dominio tremendo en el Noveno Pasaje de la Galaxia. Las Reinas de Orión tendrían que negociar con ellos. De no tener éxito la rebelión, la muerte de Marduk daría satisfacción tanto al Imperio de Sirio como al Imperio de las Reinas de Orión. El fracaso de una guerra civil muy lejos del imperio de Orión sería tolerado por las Reinas. Una vez más el espectro de una guerra se cernía en el horizonte del sistema solar de Eridu. Pero el éxito de otra rebelión en Eridu era remoto en el mejor de los casos. El rey An-U había hecho todo lo posible para asegurarse de que no pudiera ocurrir otra revolución. Para tener éxito, tendría que ser otro el grupo que tendría que dar apoyo activo al príncipe Marduk. Sería un grupo que tenía presencia en el propio sistema solar de Eridu y que era parte integral de las Fuerzas de En-Lil. En lo profundo de las operaciones mineras, los híbridos Reptiloides de Eridu se habían destacado como fieles servidores. Mucho antes de los Adamus lo hubieran hecho, los híbridos Reptiloides de Eridu se había destacado como uno de los grupos más leales a los administradores de Eridu. Y, aunque muchos de las familias descendientes de la Realeza habían usado a la bestia Adamus como administradores de otras bestias, el príncipe En-Lil había seguido utilizando sólo los Reptiloides de Eridu, por considerar que eran una amenaza menor y mucho más obedientes. Las principales posiciones de nivel medio de la administración eran asignadas estrictamente a los híbridos Reptiloides de Eridu y nunca a una bestia Adama. A diferencia de la bestia Adamus, el príncipe En-Ki no había alterado, no había manipulado a los Reptiloides de Eridu a una inteligencia superior, por lo que eran más serviles y eran menos capaces de tomar decisiones y, por lo tanto, más cruciales para la guerra de la oscuridad planeada por el príncipe Marduk. Los Reptiloides de Eridu habían sido creados a partir de los materiales celulares de reptiles, por lo que tenían la agresividad propia de esta especie.
Con los Reptiloides subterráneos de Orión en la retaguardia, el príncipe y un grupo de maestros del engaño comenzaron su campaña para seducir a los siervosReptiloides de Eridu del príncipe En-Lil. Prometiendo a los Reptiloides de Eridu que se convertirían en administradores si la toma de control fuera un éxito, Marduk y los Reptiloides subterráneos de Orión utilizaron todos los trucos para llevar a los Reptiloides de Eridu al bando rebelde. Marduk incluso ofreció compartir la riqueza y los bienes del Imperio y un futuro territorio bajo su control. Su lugar en el Imperio de Marduk sería insuperable, con excepción del propio príncipe. Y así, comenzó secretamente la toma de control. Usando a híbridos Reptiloides de Eridu, creados y desarrollados por los Ari-An de Orión para su propio uso, el vengativo Mardukmaniobró secretamente con sus agentes en lo profundo de las minas, en las oficinas administrativas y en las Fuerzas del propio En-Lil. Los híbridos Reptiloides de Eridu se habían movido en las filas de la administración del príncipe En-Lil, se convirtieron en servidores de confianza del propio príncipe En-Lil y de las familias reales. Su lealtad nunca estuvo en duda, por lo que nadie sospechaba su traición. Lenta y silenciosamente la conspiración comenzó. La trama era sencilla, los Reptiloides subterráneos de Orión se infiltrarían en las filas de los trabajadores Reptiloides de Eridu. Ellos difundirían el mensaje y reclutarían para la rebelión a sus primos lejanos. En poco tiempo fueron capaces de persuadir a los Reptiloides de Eridu de entrar en las filas de los rebeldes. Los Reptiloides de Eridu que se unieron a la trama llegaron a conocerse como los Shet, los subversivos. Después de la infiltración inicial de los Reptiloides de Eridu en las operaciones subversivas, la conspiración se trasladó a la esencia misma de la administración interna del príncipe En-Lil. Las fuerzas de Mando, incluyendo los departamentos de Comunicación y Logística, también fueron un objetivo. Cuidadosa y deliberadamente, la conspiración se fue abriendo campo en todos los departamentos de la administración del príncipe En-Lil. Al cabo de un tiempo, Marduk y los Shet estaban listos. Fue dada para orden de iniciar el ataque. Atacando Eridu con sus naves de guerra, Marduk atacó con saña y sin piedad. las fuerzas leales de Eridu fueron sorprendidas. Los trabajadores Reptiloides de Eridu en las salas de comunicación interrumpían los mensajes de la invasión, evitando una eficaz acción defensiva. Cuando finalmente fueron notificados, los Guerreros de En-Lil intentaron responder con las naves de guerra. Pero habían sido saboteadas y habían sido inutilizadas. Muchas naves fueron desviadas, o les dieron las coordenadas equivocadas. Los sistemas de comunicación de Eridu quedaron en silencio. Las fuerzas de En-Lil habían sido inutilizadas. Los híbridos rebeldes Shet y Reptiloides de Eridu lo habían hecho bien.
Eridu, la avanzada del imperio de Sirio, era ahora un imperio ocupado por el príncipe Marduk, hijo del príncipe En-Ki y nieto del rey An-U. Marduk había obtenido la victoria en la guerra, respaldado por los rebeldes reptiles. Había sido un éxito más allá de las expectativas. El sigilo y la astucia habían impedido la confrontación directa. El príncipe En-Lil y sus seguidores huyeron de nuevo a los mundos distantes de Sirio. El príncipe En-Ki se llevó a muchos de sus seguidores y a las bestiasAdamus a otro sistema estelar, Las Pleyades, también llamadas Baal-Ea-Dau, ‘lugar de Baal, el Señor y Creador’. El resto de la descendencia real de En-Lil y En-Kitambién se vio obligada a huir. Cuando Marduk aterrizó en Eridu, su ocupación del trono parecía inevitable. Para asegurarse de que ningún desafío pudiera ocurrir en el futuro, el príncipe ordenó de inmediato una búsqueda de los herederos reales restantes. Su elección sería un fácil sometimiento total o la muerte. Todo el Imperio de Eridu se inclinaría ante Marduk. Él cuidaría que esto fuese así. Una vez en el trono, Marduk comenzó su campaña final, la de cambiar o destruir cualquier registro que atribuyera cualquier logro a otros que no fueran él mismo. Los numerosos monumentos de piedra, obeliscos y edificios fueron modificados por cortadores de piedra. Numerosas tablillas de arcilla o madera fueron quemadas o destruidas. No quedaría ningún registros de ningún otro monarca anterior. Mardukse había convertido en el principio y el fin de todas las cosas, se había nombrado a sí mismo Señor Dios y Creador del Universo. A partir de entonces, él fue el Dios Sol RA. Y, por lo tanto, los registros de Eridu fueron cambiados. El poder de RA Marduk fue total. Sólo un cambio aún no se había hecho. A los registros se les había dado una nueva cara, pero quedaron los recuerdos. Usando las técnicas de alteración de la mente de sus secuaces reptiles, el nuevo rey RA Marduk ordenó la alteración sistemática de la mente de los seres de Eridu. Para llevar a cabo la monumental tarea, los Reptiloides subterráneos de Orión convirtieron las estructuras existentes en cámaras de reprogramación. Uno por uno o en grupos, los colonos y las bestias, Adama y Adapa, les fueron prometidas riqueza, propiedades, poder, favores sexuales, cualquier incentivo que atrajera a las víctimas a los túneles que llevaban a las salas bien iluminadas de reprogramación. Una vez dentro, los recuerdos eran borrados o alterados.
Ra “Gran Dios” anónimo, demiurgo, dios del cielo, dios del sol y del origen de la vida en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección. Se representa con la figura de un humanoide con cabeza de halcón sobre la cual portaba el disco solar. Otra forma de culto que se dio a esta deidad fue como Ra-Horajty, un dios solar con cabeza de halcón, coronado por el disco solar y el uraeus, con cetro uas y anj. A principios del Imperio Antiguo, Ra era sólo una de las varias deidades solares existentes, pero hacia 2400 a. C. se había convertido en el dios oficial de los faraones, que se consideraban sus hijos, e incluso sus reencarnaciones. Durante la dinastía V fue elevado a deidad nacional y posteriormente vinculado al dios tebano Amón para convertirse en Amón-Ra, la principal deidad del panteón egipcio. Cuenta la leyenda que en un principio no había luz. Solo existía la oscuridad y una gran extensión de agua con el nombre de Nun. El poder de Nun era tan grande que desde el interior de la penumbra hizo brotar un huevo grande y brillante. Y del interior de ese huevo surgió Ra. Ra tenía el poder de hacer lo que quisiera, incluso cambiar de forma. Lo que él nombraba, adquiría forma y se volvía real. Era tan importante el poder del nombre, que guardaba bien secreto su propio nombre para que nadie pudiera usarlo. Ra se dispuso a crear el sol diciendo: “Al amanecer me llamo Kephera, al mediodía Ra y al atardecer Tem”. Y entonces, el sol apareció por primera vez iluminando la oscuridad, se elevó sobre el horizonte y al atardecer descendió para volver a ocultarse. Luego nombró a Shu, y los vientos se congregaron por primera vez y comenzaron a soplar. Cuando Ra nombró a Tefnut, la lluvia se hizo presente con sus gotas. Más tarde nombró a Geb y con solo nombrarlo, se formó la tierra y para hacerle compañía nombró a la diosa Nut, y el firmamento se arqueó sobre la tierra. Cuando quiso coronar a Egipto con el río Nilo, nombró a Hapi. Y el Nilo comenzó a fluir a través de Egipto fertilizando su amplio valle. Ra, comenzó a nombrar una por una todas las cosas que existen sobre la tierra y estas se hicieron visibles crecieron. Finalmente les dio nombre a los hombres y a las mujeres, y desde entonces la humanidad pobló la tierra. Ra podía asumir la forma que quisiera. Entonces, tomó la forma de un hombre y se convirtió en el primer faraón de Egipto.
Ra gobernó Egipto durante miles de años llevando bienestar y prosperidad a sus habitantes gracias a las fabulosas cosechas y a sus magníficas leyes. Los egipcios solo tenían palabras de agradecimiento y no dejaban de ensalzar su nombre. Pero Ra, había tomado forma humana y por lo tanto envejecía día a día. Un buen día, los egipcios, dejaron de respetarlo, comenzaron a burlarse de su aspecto senil y a desobedecer sus órdenes. Ra no pudo evitar oír las burlas y comentarios y cuando vio que los hombres no obedecían las leyes, se enojó de tal manera que decidió convocar a los dioses que había creado en un lugar secreto para pedir consejo. Allí estaban Shu ,Tefnut, Geb, Nut y Nun escuchando el problema que aquejaba al dios Ra. Nun habló diciendo: Lo que debes hacer es destruirlos con la forma de tu hija, la diosa Sekhmet. Los otros dioses, al ver el mal comportamiento de los hombres, le aconsejaron también destruir a los hombres por intermedio de la diosa Sekhmet. Ra, con su ojo, que despedía una mirada aterradora, creó a la diosa Sekhmet. Feroz y sanguinaria cual leona que persigue su presa y se deleita en la matanza y en la sangre. Siguiendo las órdenes de Ra, desencadenó su furia sobre todos los que ridiculizaron a su padre, sembrando el terror y la desesperación en todo Egipto. Los hombres huían a esconderse, pero la diosa Sekhmet, los perseguía y los asesinaba relamiéndose con la sangre. Cuando Ra vio lo que Sekhmet había hecho la llamó a su presencia para preguntarle si lo había obedecido. Sekhmet le respondió que estaba feliz porque había vengado a su padre Ra, eliminando a todos los hombres que éste le había entregado. Todo Egipto estaba teñido del color de la sangre y era imposible detener la furia de la cruel y sanguinaria Sekhmet. Pero Ra se apiadó de los hombres y decidió hacer algo para frenar la matanza. Envió entonces a mensajeros rápidos y silenciosos en busca de grandes cantidades de ámbar. Luego ordenó preparar muchos litros de cerveza hasta llenar siete mil jarras. Más tarde, mandó mezclar el ámbar con la cerveza. A la luz de la luna, la cerveza adquiría el color rojo de la sangre. Hizo llenar nuevamente las jarras y envió a sus mensajeros a volcarlas en el lugar donde se encontraba Sekhmet.
Al salir el sol, Sekhmet estaba preparada para su próxima cacería, cuando vio la tierra inundada de color rojo y creyó que sería sangre real porque no había cerca ningún hombre. Se acercó y bebió alborozada mientras reía y disfrutaba pensando que era sangre. Bebió tanto ese día, que presa de la ebriedad, no pudo matar a ningún hombre. Cuando Sekhmet volvió ante la presencia de Ra, el dios la recibió con alegría pues no había matado a ninguna persona y decidió cambiar su nombre por el de Hathor . A partir de ese momento se convirtió en la diosa Hathor, fue la diosa de la dulzura, el amor y la pasión. La humanidad fue redimida y Ra continuó reinando en su ancianidad, aunque sabía que había llegado el momento de delegar el gobierno de Egipto en los dioses jóvenes. No olvidemos que el poder de Ra estaba en su nombre secreto. Si alguien lo descubría, Ra dejaría de reinar. Ra sabía esto y lo mantenía oculto en su corazón. Solo utilizando grandes poderes mágicos se podría conocer. La diosa Geb se unió con Nut y tuvieron varios hijos: Isis, Osiris, Neftis y Seth. Isis era la más sabia de todos ellos. Isis conocía todos los secretos del cielo y de la tierra, pero lo que no conocía era el nombre secreto de Ra y se propuso descubrirlo. Ra era muy viejo. Caminaba con dificultad. Su cuerpo entero temblaba. Sus palabras se escuchaban entrecortadas y como la mayoría de los ancianos, babeaba. Isis comenzó a seguirlo a escondidas y cuando una gota de la baba de Ra cayó sobre la tierra formando barro, ella lo recogió y modeló una serpiente. Colocó la serpiente cerca del camino y cuando Ra paseaba, la serpiente lo mordió y luego huyó a ocultarse. El veneno corrió rápidamente por el cuerpo de Ra, provocándole un dolor hasta ahora desconocido. Ra gritó con todas sus fuerzas y los dioses corrieron a su encuentro. Ra estaba desconcertado. Sentía que un fuego lo quemaba por dentro y no encontraba explicación a lo sucedido. Los dioses convocados, lloraban y se lamentaban por lo sucedido.
Entre estos dioses, se encontraba la astuta Isis que se acercó preguntando:- ¿Qué sucede padre todopoderoso? ¿Acaso te ha mordido una de las serpientes que has creado? Ra respondió:-Me ha mordido una serpiente que yo no he creado. No puedo dejar de temblar. Siento que un fuego abrasador me quema por dentro y me devora. Isis se acercó con dulzura y le dijo al oído:- Si me dices tu nombre secreto, podré hacer uso de mis poderes mágicos y podré sanarte. Ra respondió: -Yo soy el que hizo el cielo y la tierra. El que creó las aguas, los vientos, la luz, la oscuridad. Soy el creador del gran río Nilo. Yo soy Khepera por la mañana, Ra al mediodía y Tum al atardecer. Isis respondió: - Tú sabes bien, padre todopoderoso, que esos nombres son conocidos por todos. Lo que yo necesito para curarte es tu nombre secreto. Ra la tomó de la mano y le susurró al oído: Antes que mi nombre pase de mi corazón al tuyo, júrame que no se lo dirás a nadie salvo al hijo que tendrás al que llamarás Horus. Y Horus deberá jurar que el nombre permanecerá en él por siempre. No se lo debe comunicar ni a otros dioses ni a otros hombres. Isis realizó su juramento y el conocimiento del nombre secreto pasó del corazón de Ra al corazón de Isis. Entonces, Isis haciendo uso de todos su poderes mágicos dijo: Por el nombre que conozco, ordeno que el veneno abandone el cuerpo de Ra para siempre. El veneno desapareció y Ra se sintió bien, pero dejó de reinar sobre Egipto. Encontró un lugar en el cielo donde pasear siguiendo la trayectoria del sol. Por las noches se trasladaba al mundo subterráneo de Amenti, donde habitan los difuntos. En su Barca llevaba las almas de los muertos que conocían a la perfección las plegarias y las palabras que se debían decir para llegar al otro mundo.
El Dios Sol Ra sería único Dios registrado, el único Dios en la memoria de los habitantes de Eridu. Las bestias que se negaban al tratamiento voluntario eran capturadas y llevadas por la fuerza a la cámara de alteración de la memoria, para ser ajustadas. Algunos supervivientes huyeron al desierto o a las altas montañas, para grabar allí en piedra registros de la secreta “toma de control” del Dios Sol Ra y los Shet, antes de su captura y reprogramación. Pero, de alguna manera, la verdad saldría nuevamente a la luz. Las pistas, sin embargo, permanecerían ocultas, hasta que fueran descubiertas y descifradas. La enigmática Cara de Marte y las ciudades abovedadas de la Luna son algunos ejemplos. Con el tiempo, los Shet completaron su tarea. El pueblo de Eridu había “olvidado“. Sin embargo, a medida que los habitantes de Eridu fueron por caminos separados, cada uno tenía una vaga inquietud, algo que faltaba. Y curiosamente, a pesar de que parecían no tener antecedentes comunes, cada uno recordaba, cada uno tenía memoria de una luz brillante al final de un túnel. Y cada uno sabía que se suponía que debían ir hacia la luz y entrar en la luz, porque allí residía su recompensa final. Para asegurarse del éxito de su misión, los Reptiloides subterráneos de Orión tomaron una precaución más. Para asegurar que la pasión y sentimientos inculcados en la bestia, el “Don de la Pluma”, no diera un impulse a la rebelión, los rebeldes reptiles construyeron enormes torres que transmitirían una nube de señales electrónicas diseñadas para mantener a la bestia en una niebla, en un estado de docilidad. La sábana electrónica también sirvió como cubierta, impidiendo que señales exteriores alcanzaran a la bestia. A nadie, ni a En-Ki, ni a En-Lil, ni a las Reinas Ari-An de Orión se le permitiría ponerse en contacto con la bestia. Para controlar aún más la bestia, las Casas de Obediencia del príncipe En-Lil, que la bestia debía visitar cada siete días para clases de obediencia, fueron controladas por los nuevos amos. Las doctrinas que apoyaban al Imperio se convirtieron en dogma. Las enseñanzas de los Caminos de En-Ki, se convirtieron en malos y en palabras de un demonio. En-Ki (Ea) se convirtió en el “Maligno“. Sin embargo, los Shet no dejarían nada al azar. En caso de que surgiera a la superficie alguna tableta de arcilla con una inocente historia de antiguos seres, mitad hombre y mitad bestia, o de seres estelares que volaban en el cielo, o un Dios rebelde en el monte Olimpo, serían consideradas fábulas y mitos de un hombre primitivo imaginativo. Estos eran cuentos de fantasía, nada más. El hombre ‘racional’, el hombre Dios Sol Ra era completa.
Los Reptiloides Shet, que habían tomado parte activa en la toma de control y reprogramación, fueron elevados a la condición de Grandes Señores y administradores de los sistemas existentes y de los trabajadores. La era de los Señores de Sirio había finalizado. El príncipe En-Lil se había ido y la Era Dorada del crecimiento y desarrollo también se había ido. El primitivo sistema solar desarrollado hasta convertirse en una fortaleza por un rey de la Estrella Sirio, el planeta casi destruido en una guerra de rebelión encabezada por el Señor de la guerra, el príncipe Zu-Zu (Zeus) y reconstruido por unos científicos genéticos, el renacido Eridu, era ahora un mundo con una historia reconstruida y un pasado inventado, Ra (Marduk) era el Dios Sol, pero los reptiloides Shet estaban al mando. Como lo habían hecho los seres de Sirio antes que ellos, los Shet comenzaron a aumentar la producción y la eficiencia de las operaciones mineras. Además, entraron en el desarrollo y la producción de un nuevo producto, una droga. Inicialmente la droga utilizada sólo por los Reyes, Pero los Shet empezaron a fabricarla y venderla en las distintas galaxias. Los beneficios se dispararon y el rey Ra se convirtió rápidamente en uno de los reyes más ricos en todo el Noveno Sector. Con su riqueza acumulada, construyó un imperio y un ejército sin rival. Su alianza con los Reptiloides subterráneos de Orión había dado al rey Ra los medios para mantener a AN-U y a otros guerreros alejados. El rey-dios Ra viviría para siempre. O, por lo menos, así lo esperaba. El rey-dios Ra gobernó con mano de hierro, mientras que los Shet administraban el reino de Eridu, fría y eficientemente. Pero el rey-dios Ra no confiaba en los Shet. Si ellos eran capaces de traicionar a su propia Reina, no dudarían en traicionar al rey-dios Ra. Los Shet eran reptiles de sangre fría, sin compasión alguna. Y, a pesar de que Ra era teóricamente un dios, era un forastero. Su relación y su alianza no eran nada más un negocio, que no era para los Shet. Ra sabía que no podía confiarse. Y así, el rey-dios Ra puso a los sacerdotes de mayor confianza, y a sus hijos, a controlar del Imperio. Instruyó a sus hijos en el manejo de la riqueza del Imperio. Al serles asignadas sus posiciones, llegaron a ser conocidos como “hijos de Ra“. Para mantener el control del crucial Centro de Reanimación, Ra había elegido a un grupo selecto de sacerdotes para proteger las cámaras. También servirían comoSeñores Administradores de los asuntos del Imperio. Pasarían a ser conocidos como Faraones, que servían fielmente a su rey-dios Ra.
Pero Ra no era omnipotente. Su poder y su imperio dependían de los Shet. Reconociendo que su trono era vulnerable, Ra reconsideró la posibilidad de una re-unión con el Imperio Sirio, del que era original. Pensaba que su riqueza y su poder le daban poder de negociación. Ra necesitaba una nueva alianza para protegerse a sí mismo. Sin embargo, era demasiado tarde. Antes de que pudiera hacer nada, en la oscuridad de la noche, un golpe de Estado fue llevado a cabo. Sin violencia, ni batalla, simplemente los Shet tomaron silenciosamente el control de todo. Al salir el sol sobre el palacio, los Shet tenían el control. Todas las fuerzas de élite del rey Ra fueron encarceladas o eliminadas. Sólo quedaba la tarea de capturar al mismo Ra. Pero el destino estaba a favor del Rey Sol. Algunos fieles seguidores del rey entraron a su habitación y lo despertaron de su sueño. Para su buena fortuna, había sido ideado un plan de escape para alejarlo de las garras de sus perseguidores. Con los guerreros Shet persiguiéndole, Ra pudo escapar. Al mirar hacia abajo, desde su nave, vio lo que fue su magnífico imperio. Pero ahora el Reino de Ra ya no existía. Con la partida de Ra, finalizaba la época de gobierno del Imperio Sirio sobre Eridu. Eridu, un sistema solar que había sufrido devastadoras y destructivas guerras, había caído sin batalla en las garras de los Shet y sus verdaderos amos, los Reptiloides subterráneos de Orión. Los Reptiloides subterráneos de Orión habían derrotado a los imperios de Ra, del príncipe En-Lil, del rey An-U, e, incluso, de las Reinas de Orión. Los Reptiloides subterráneos de Orión se convirtieron en los dueños del rentable mercado y en controladores del Noveno Pasillo de la Galaxia, las vías estelares necesarias para viajar desde y hacia las estrellas centrales y el imperio Ari-An. En un rápido y audaz movimiento, los Reptiloides subterráneos de Orión se convirtieron en una de las razas más poderosas y ricas en el Noveno Sector de la Galaxia. El control del sistema solar no sería dejado al azar. La manipulación de las mentes de todos los habitantes, incluyendo el control de las mentes de la descendencia de Ra, sus sacerdotes de confianza y de todos los miembros de la corte de Ra, se llevó a cabo de inmediato y por completo . Lo que Ra había comenzado, lo terminarían los Reptiloides subterráneos de Orión. La eliminación de las memorias y el control de las mentes sería ampliada para incluir a todos. A partir de entonces, todos serían fieles, aunque inconscientes, siervos de los Reptiloides subterráneos de Orión. Las bestias Adama continuaron con el trabajo para sus nuevos amos, sin darse cuenta de los cambios, sin saber que eran esclavos. La vida significaba trabajar todos los días para los Amos.
Pero, en algún lugar, en los débiles recovecos de su mente, la bestia recordó una vida pasada. “Hay más que lo que se nos está diciendo“, se diría la bestia a sí mismo. Y la bestia estaba en lo cierto. Durante los últimos cuatro mil años, el hombre ha sido engañado. Los Shet todavía están aquí. Los nativos americanos, que saben de ellos, los llaman “Hombres Lagarto“. Ocultos en la oscuridad, salen de sus guaridas para atormentar y usar a los seres humanos para sus propios fines. LosShet son hoy conocidos como los supuestos extraterrestres llamados Grises. Tenían grandes lóbulos craneales (mayor capacidad cerebral). Sin embargo, los ojos grandes y negros recuerdan más a quién vive en cuevas y cámaras subterráneas, donde la luz es mínima. Los Shet también tienen una corta altura y un cuerpo frágil, dotados de largas extremidades. Como descendientes de los reptiles, los Shet también han conservado el color de la piel y la textura de la piel de los reptiles, un gris moteado de color beige pálido. La piel de los Shet es fría y pegajosa al tacto. Los Shet tienden a tener no mucho más que agujeros para ambas fosas nasales y oídos (reminiscentes de las serpientes). Sus manos son similares a las de los reptiles, con garras y palmeadas. Varios informes indican que el cráneo de los Grises (oShet) tiene una cresta ósea cristalina definida que separa los hemisferios del cerebro. Este es un resultado directo de las mejoras que el príncipe En-Ki hizo en los primitivos Shet. Los huesos cristalinos en el cerebro permite una mayor receptividad de las señales de control. Otro informe revela que los Grises están dotados de un sistema de dos corazones. Prácticamente no poseen tracto gastrointestinal, que ha sido reducido a casi nada por el uso persistente de glandulares. Los órganos reproductores generalmente no están presentes, ya que la reproducción no es una función de la existencia de los Grises. Durante miles de años, los Grises han sido los principales agentes, aunque no los únicos,, detrás de los fenómenos que conocemos como ‘abducciones‘ (secuestros). Utilizando técnicas de alteración de la mente de sus antepasados, los Grises continúan borrando recuerdos y alterando mentes para ocultar las experiencias con una víctima.
Los abducidos casi siempre reportan pérdidas de memoria y un estado mental alterado en general, a menos que se produzca una recuperación de la memoria mediante hipnosis. Numerosos psicólogos informan de recuerdos implantados, al parecer, con la intención de colocar una pantalla de la realidad, enterrada en la psique de la víctima abducida. A menudo, el temor hacia los Grises se convierte en temor a los ojos grandes de los búhos, los venados y otros animales. Aunque la alteración de las mentes de las víctimas de abducciones puede, y en ocasiones lo hace, aumentar las capacidades mentales, como la clarividencia psíquica, el fin de los secuestros no es benevolente, sino más bien, para borrar recuerdos ‘inadecuados’ o preparar a los sujetos para otros propósitos. Los informes universales de manipulación de la mente, la implantación de nuevas memorias y el borrado de memoria, confirman que los métodos antiguos de los Reptiloides subterráneos de Orión no han sido míticos. En realidad son técnicas utilizadas por los Grises actuales. Los Shet no son seres míticos nacidos de la imaginación de una civilización de hace miles de años. Son reales. Y residen junto a nosotros, vigilándonos, ejecutando secuestros y borrando nuestras memorias, sirviendo a sus propósitos. Somos de ellos, por ahora. Ante esta situación, la pregunta del millón es: ¿Dónde están ahora los seres de Sirio, las Reinas de Orión, En-Lil, En-Ki, An-U o Ra? ¿Están losReptiloides subterráneos de Orión manteniendo todavía el control? ¿Habrán terminado las guerras por Eridu (la Tierra)? ¿Se han ido de Eridu? La respuesta es simple: No. En los últimos dos mil años se han hecho varios intentos para tratar de socavar el dominio total de los rebeldes reptiles. Uno de los intentos más recientes parece que fue por parte del imperio de las Reinas de Orión. Ayudaron a un siniestro personaje llamado Adolfo Hitler como un intermediario para poder dominar nuestro mundo. Parece que los Ari-An continúan en sus esfuerzos por recuperar el sistema solar, probablemente a través de Sociedades Secretas. El Imperio de Sirio (los Anunnaki), los creadores originales de las religiones, que solían controlar al Hombre, también han tratado de tomar nuevamente control deEridu. Aunque la imagen de los ángeles como protectores de la humanidad comenzó con los Anunnaki, más adelante los poderes de la Iglesia eliminaron la figura de ángel del príncipe En-Ki y la convirtieron en la de Satanás. Debido al manto electrónico colocada sobre la Tierra, se dificultan las señales entrantes desde la Galaxia. En un intento de comunicarse con los hombres, especialmente aquellos que son capaces de recordar o descifrar las “pistas“, se están enviando señales visuales. Son llamadas ‘Círculos en los Cultivos“. Estos círculos tienen un sorprendente parecido a antiguos jeroglíficos egipcios y pueden ser dirigidos a leales al rey-dios Ra o a leales al Imperio de Sirio. Los Círculos de Cultivos destinados a leales Ari-An a menudo tienen una forma de serpiente. También el príncipe En-Ki envía señales a los humanos (la bestia) para indicar que él no se ha olvidado de su ‘experimento renegado’.
Para nuestros amos, la “Granja Humana” no debe ser molestada. Nadie quiere destruir la Granja, pero la bestia (la Humanidad) debe ser controlada. Pero la implantación de un dispositivo de control mental en el cerebro parece que no es factible, por lo que se plantea un dispositivo externo colocado en la proximidad inmediata del cerebro. Pero ¿cómo puede la bestia llevar el dispositivo voluntariamente? La bestia debe ser engañada. Nuevos dispositivos electrónicos personales, mantienen al hombre “cubierto” con un manto electrónico controlador. También las drogas forman parte de esos productos controladores. Para evitar cualquier posibilidad de que el hombre se sienta motivado a tomar posición contra cualquiera de los grupos en batalla, y luche por sí mismo, la modificación del comportamiento requerirá que sólo las personas que son ejemplos de comportamiento “apropiado“, recibirán un reconocimiento. Cualquier ser humano que se comporte de forma demasiado independiente, será el blanco de campañas de difamación. El control de la población debe aumentar en intensidad y en el número de programas. Sólo a los hombres y mujeres “adecuados” se les permitirá continuar dentro del sistema de la Granja. Para mantener el control de la Humanidad, el hombre debe quedarse varado en el planeta Tierra. La búsqueda de vida inteligente no debe ser continuada. Debe ser abandonada. Podría hacerse una falsa afirmación de descubrimiento, pero el resultado final debe reafirmar la inutilidad de tal búsqueda. El escenario está listo. Se libra una guerra. Eridu es el premio y el hombre es el siervo. Mientras el hombre busque la salvación “ahí fuera“, estará allanando el camino para los seres que compiten para convertirse en sus amos.
Las Escuelas de Misterios fueron creadas por Thutmose, quedando abiertas sólo para unos pocos elegidos. Sólo la descendencia de los canteros de las piedras podrían participar. En todos los rincones del reino, los masones controlarían los secretos y el conocimiento oculto del universo. Los descendientes sirios de los señores originales de Nibiru se convirtieron en un objetivo para el Imperio Nuevo. Su riqueza y poder, así como sus derechos inherentes de nacimiento, comenzaron a ser eliminados. Ellos eran vistos como amenazas potenciales para el Estado. Los Nibiru (Ibru/hebreos) son esclavizados por el Nuevo Orden del Imperio. Moisés, un niño Ibru (hebreo) es puesto a la deriva en un río. Un asistente de la princesa, la hija del faraón, encuentra al niño flotando entre las cañas. Ella lo rescata y lo lleva a la princesa. La doncella real lo lleva a sus aposentos y lo cría como propio. Una vez crecido y convertido en un hombre joven, Moisés tiene la oportunidad de estudiar en la “Escuela de Misterios“. Entra en el camino de la masonería, pero es enseñado a creer en un solo Dios. Con el tiempo, Moisés descubre su verdadera identidad. Sintiendo que ha sido traicionado, golpea a un guardia que ha amenazado a un esclavo Ibru. El guardia muere y Moisés se convierte en un paria. En las montañas del desierto, se encuentra con una pequeña nave, con luces cegadoras. La tripulación está compuesta por seres de Sirio que buscan vengarse de los reptiles. El Comandante habla a un Moisés totalmente anonadado. Él promete a Moisés que el Señor de la Palabra está dispuesto a apoyarlo si se mueve en contra del Faraón. El comandante y la tripulación tratarán de liberar de sus opresores a los descendientes Ibru atrapados. Moisés vuelve al Palacio, asustado, pero convencido de que un Dios poderoso está detrás de él. La tripulación de la nave de Sirio y un pequeño escuadrón de reserva descienden en el Palacio del Faraón. Ellos crean una serie de distracciones mientras Moisés reúne a la gente Ibru.
Llovió muerte desde el cielo sobre la gente del Faraón, mientras los Ibru huían, con Moisés a la cabeza. Las naves de Sirio se movían rápida y decididamente. Ellos prometieron dar a sus descendientes una oportunidad de escapar. Como los ejércitos del Faraón fueron tras ellos en persecución, las naves de Sirio atacaron con destructivos rayos láser. En un esfuerzo final, las naves partieron las aguas del mar que bloqueaban el Éxodo. Cuando los Ibrus pasaron, las aguas del mar, éstas se volcaron en cascada sobre sus perseguidores. La historia de la separación de las aguas es cierta, los Ibru escaparon con asistencia extra-terrestre. Los de Sirio partieron, una vez cumplida su tarea. Pero Moisés continúa siendo contactado por el comandante de Sirio. Se le habla sobre el Señor del Mundo y sobre los seres malignos en control del Imperio. Moisés instruye a los Ibru a derribar la estatua de bronce de una serpiente, el símbolo galáctico del Conocimiento y Sabiduría. Es una señal para el rey de Sirio y las Reinas de Orión de que los Ibru permanecen fieles al Señor de la Palabra (En-Lil). El Patriarca Ibru es convocado a la cima del Monte Sinaí. Allí a Moisés se le dan dos cristales planos, cada uno con una biblioteca con la historia de la Tierra. Moisés trae los cristales y ordena a sus seguidores crear un cuadro dorado para albergar los cristales. Cuando son colocados en el ‘Arca‘, los dos cristales se activan y se convierten en un dispositivo de comunicación. Dos portadores del Arca crean involuntariamente un corto-circuito y destruyen los cristales. El Comandante de Sirio no puede permitirse el lujo de entregar cristales adicionales. Moisés, sintiéndose responsable, se castiga, prometiendo no entrar en la Tierra Prometida, cuando lleguen los Ibru. Sus seguidores creen que Dios ha castigado a Moisés por matar a un guardia. El éxodo ha provocado que el Nuevo Imperio busque las naves de Sirio u Orión. El Comandante y su escuadrón se encuentran en peligro y se ven obligados a irse. Sin comunicación ni apoyo, Moisés y los Ibru caminan por las tierras del desierto, tratando de evitar la detección y buscando refugio. Llegan a una tierra árida y seca donde las tribus deciden establecerse. Los Reptiloides Shet creen que no vale la pena buscar más a los Ibru, por lo que son dejados a su suerte, supuestamente a morir en el desierto.
Un grupo de guerreros Ari-An, que abandonaron a las Reinas en el poder de las Estrellas de Orión para unirse a las fuerzas de Sirio, dejaron el Nuevo Imperio para formar una colonia propia en las regiones montañosas de lo que hoy es la India. Aunque alguna vez fueron partidarios de Sirio, se les conoce como los “Arios”. De piel clara y en posesión de sangre guerrera, se mueven en dirección sur hacia la meseta. Bien instruidos en los secretos de Sirio, establecieron ‘escuelas del misterio‘ propias. Comprometiéndose a no cuestionar o socavar el Nuevo Imperio, se comprometen a compartir sus conocimientos y secretos con los iniciados masones del imperio egipcio. En secreto, su lealtad se mantuvo con los sirios. Los Seres Estelares de Sirio también son conocidos como Asar-U (‘Aquellos de Sirio’). La religión aria alaba a los seres celestiales llamados Asura. Fiel a las formas de los Sirios, ellos establecieron lo que se ha conocido como el sistema de “castas“, de una manera en que el poder se centra en el sumo sacerdocio y en la élite. En el hinduismo, los asuras son un grupo de deidades sedientas de poder y en constante guerra, consideradas a veces demoníacas o pecaminosas. Estaban opuestos a los devas. Ambos grupos eran hijos del patriarca Kashiapa. La percepción de los asuras en el hinduismo varió debido a que varias deidades que originalmente eran asuras después fueron reconocidos como dévatas. El nombre viene del persa Ahura. Incluso elOxford English Dictionary reconoce el uso de este término en referencia al zoroastrismo— y de Æsir, el cual implica un origen común protoindoeuropeo. El carácter negativo de los asuras en el hinduismo parece haber evolucionado a través del tiempo. En general, los textos más antiguos indican que los asuras presidían sobre fenómenos morales y sociales (por ejemplo Varuna era guardián del ritá, y Bhaga era el patrono de los matrimonios) y los devas presidían los fenómenos naturales (por ejemplo, Ushas es el amanecer, e Indra era un dios del clima). En textos posteriores, como los Puranás y los Itijasas (como el Majábharata y el Rāmāiaṇa), se encuentra que los devas son los seres divinos y los asuras son demoníacos. Según el Bhagavad guitá, todos los seres del universo poseen cualidades divinas (daivi sampad) de los devas, o cualidades demoníacas (asuri sampad) de los asuras. El capítulo 16 del Bhagavad guitá describe brevemente las cualidades divinas y extensamente las demoníacas. En resumen, el Guitá dice que las cualidades de los asuras son el orgullo, la arrogancia, el engaño, el enojo, la grosería y la ignorancia. El Padma puraṇá dice que los devotos del dios Vishnú están dotados de las cualidades divinas (viṣṇú-bhaktáḥ smṛito daivá) mientras que los asuras son ‘justamente lo opuesto’ (āsuras tad-vipariaiáḥ).
La clase guerrera ejerce el poder en segundo lugar, después de la élite. Se hace hincapié en la obediencia, ya que el fiel cumplimiento de sus deberes será recompensado en una vida futura. La búsqueda de la iluminación espiritual no es recomendable, sólo el servicio a los dioses es el camino al cielo. Como una réplica de las normas de Sirio nace el hinduismo. Aunque confusa y mal dirigida, la religión Aria utiliza el símbolo combinado de los imperios de Sirio y Orión como un emblema propio. Cuando las Reinas Ari-An y los Reyes conquistadores de Sirio se unieron en alianza, se adoptó el signo de una estrella galáctica giratoria como su emblema. La marca de una galaxia de cuatro brazos era llamada Esvástica. Los administradores reptiles Shet miraban con ojos cautelosos, pero no interfirieron en los esfuerzos de los Arios de establecerse en Eridu. Otras religiones adicionales en Eridu no preocupaba a los Shet, ya que la confusión trabajaba a su favor. Cortado el apoyo ‘celestial‘, ninguna facción de Eridu era una amenaza. Los Shet tenían el control. Algunos guerreros de Sirio, que una vez orgullosamente se erguían al lado del todopoderoso Ra, con sus recuerdos borrados, salen de Egipto para establecerse en las tierras de la costa norte de lo que hoy es el Mediterráneo. Llegan a ser conocidos como los Etruscos y se establecen en la tierra que será llamada Italia. Los Etruscos comienzan a construir su propio imperio. Los lejanos recuerdo perdidos desde hace mucho tiempo de dos hermanos (En-Ki y En-Lil), ambos criados en Sirio y cofundadores de Eridu, perduran en la mente de los Etruscos, creadores de lo que será el Imperio Romano. Los vagos recuerdos de estos príncipes son el fundamento de la historia romana de Rómulo y Remo, que se dice han sido amamantados y criados por una loba. Los líderes Etruscos construyen un imperio fuerte y comienzan una guerra contra los egipcios. Los Shet se mantienen indiferentes. Ellos tienen el control y, por lo tanto, no impiden la expansión romana, ya que manipulan el liderazgo del gobierno de los Etruscos a través del control mental. La confusión funciona muy bien para los Shet. Roma se consolida firmemente como un Imperio.
Los seres del Imperio de Orión en Eridu están iniciados en los ‘Misterios Arios’ (Ari-An). Ellos se mantuvieron en las tierras del antiguo Oriente Medio. Los iniciados creen que uno de los suyos puede ascender al Trono de la Tierra. Sin embargo, el Ungido debe ser descendiente del Señor de la Palabra, En-Lil, del Imperio de Sirio, que debería unirse con un descendiente de la Diosa Madre (Orión). El círculo de iniciados comienza la búsqueda de un posible candidato. El futuro rey debe ser un iniciado y educado en los “misterios”, para ser uno de ellos. Un segundo grupo de iniciados, con estudios en los “Misterios de Sirio“, se alinean secretamente con Sirio. Ellos son los Nazarenos (del Cielo de Sirio). Los iniciados Nazarenos y los Hebreos(Ibru) se disputan el poder. Un bebé nace en el antiguo Oriente Medio. Nace de la línea de Sirio a través de la Casa de David. Los Iniciados de Orión sienten que, junto con otros, son candidatos potenciales para la Realeza de la Tierra. Los Reyes Magos de Orión vienen a presentar sus respetos y plantar la semilla de su posible futuro. Josué o Yehoshúa es el nombre del sucesor de Moisés, cuyo significado es Yahveh de salvación. Josué es un destacado personaje bíblico, cuya vida es narrada en el Libro de Josué. El nombre “Josué” es el equivalente hebreo de “Jesús”. Según los textos bíblicos, fue el sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a cabo por los hebreos en la conquista de Canaán. Era hijo de Nun, de la tribu de Efraín. Nació en Egipto, y tenía probablemente la misma edad que Caleb, con quien suele relacionársele. Participó en los acontecimientos narrados en el Éxodo como ayudante de Moisés. Fue el comandante de los israelitas en la batalla contra los amalecitas en Refidín. Se convirtió en el lugarteniente de Moisés, y lo esperó a mitad de camino cuando éste subió al Monte Sinaí a recibir los Diez Mandamientos. Fue también uno de los doce exploradores enviados por Moisés a la tierra de Canaán, y el único, junto con Caleb, en traer un informe alentador. Conquistó Jericó, cuyas murallas se derrumbaron cuando los sacerdotes que custodiaban el Arca de la Alianza tocaron los shofarim siguiendo las órdenes de Yahvé. Todos los habitantes de la ciudad, incluyendo mujeres y niños, fueron muertos, a excepción de la prostituta Rahab, que había colaborado con los espías enviados por Josué, y su familia. La ciudad fue destruida por completo, y Josué maldijo a quien intentara reconstruirla.
Al intentar atacar la ciudad de Hai, sus tropas sufrieron una derrota a causa del pecado de Acán, quien se había apropiado de objetos preciosos que Yahvé había decidido que fueran destruidos. Acán fue lapidado, y Josué logró finalmente conquistar Hai, mediante una hábil estratagema. Los habitantes de Hai sufrieron la misma suerte que los de Jericó. El total de hombres y mujeres exterminados fue de 12.000. Posteriormente Josué levantó un altar a Yahvé en el monte Ebal. A causa de los éxitos de Josué, los hititas, amorreos, cananeos, pereceos, jebeos y jebuseos establecieron una alianza contra los israelitas. Los gabaonitas consiguieron evitar ser exterminados por los israelitas gracias a una estratagema. Josué venció a continuación a una alianza de cinco reyes amorreos que pretendían atacar a los gabaonitas; durante la batalla, para ayudar a los israelitas, Yahvé hizo que el sol se “detuviera” en el cielo.8 Tras la victoria, Josué ejecutó personalmente a los cinco reyes. A continuación Josué conquistó las ciudades de Maquedá, Libná, Laquis, Eglón, Hebrón y Debir. En todas ellas fueron exterminados todos sus habitantes: “todo lo que tenía vida lo exterminó, como Yahveh, Dios de Israel, se lo había mandado“. Después venció a Yabín, rey de Jasor, y consumó la conquista de la tierra prometida. Repartió el territorio conquistado entre las tribus de Israel. En su ancianidad convocó una asamblea en Siquem y recomendó a los israelitas que mantuvieran su fidelidad a Yahveh. Según el Libro de Josué, falleció a los 110 años de edad, y fue sepultado “su heredad en Timnat-sera, que está en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas“. Cuando era joven, Josué vive una vida normal, pero en su mayoría de edad, es enviado a las escuelas de ‘Misterios‘ del Este, para recibir allí sus estudios. Josué se entera de lo que el Rey debe saber y lo que debe hacer. Se le enseña que está siendo preparado para el sacerdocio y para una posición de poder. Las escuelas de “Misterios” perpetúan el mito de un solo Dios y de que la recompensa viene después de la muerte. La “Salvación” está basada en el servicio a la Iglesia, el sacrificio de sí mismo y la fe inquebrantable. La fundación del Imperio de los Shet está basada en una obediencia ciega y la falta de desafío a Dios, porque de hecho, los Shet habían asumido el lugar y la forma de Dios.
Josué se convierte en un iniciado, pero se encuentra cuestionando lo que se le ha enseñado. Algo no está bien y tiene la sensación de que hay más de lo que se le está diciendo. Él busca el consuelo en el desierto, tal vez allí la inquietud se aplacará. Él siente que debe limpiar su alma. Cuando una sombra que se le acercó, quería huir. Pero el desconocido calmó sus preocupaciones. En realidad era uno de los pocos maestros que conocían los secretos del príncipe En-Ki. Cuando el Maestro se sentó a su lado, Josué podía sentir que su vida estaba a punto de cambiar. Durante las siguientes horas, el oscuro desconocido comenzó a hablar de los “Misterios“. Josué se sintió aliviado, ahora él también era un iniciado. Pero, con el paso de las horas, el extraño agregó nuevas piezas al enigma, que Josué no había oído antes. Josué sentía un deseo urgente de escuchar más. El extraño continuó. A medida que las horas dieron paso al día, los días dieron paso a semanas. Cuando llegó el momento, el Maestro se puso de pie. Josué estaba en un estado de excitación. Y tan rápido como había aparecido, el desconocido se alejó en silencio. Josué, con su mundo al revés, se sentó y lloró. Las palabras del desconocido eran ciertas, él lo sabía. Lloró porque delante él estaba un mundo que los humanos desconocían. Josué había sido bendecido y maldecido. Un conocimiento no utilizado es un conocimiento perdido. Josué había sido colocado en una situación que no había elegido, al menos en este mundo. Tendría que movilizarse, tenía que actuar, o ser culpable de falta de acción. Tenía que evitar ayudar con su inacción a los opresores de la humanidad. El Maestro volvería, Josué lo sabía. Pero ninguna acción que se tomara tendría que venir del mismo Josué. Un tiempo vendría cuando tendría que actuar, por ahora tendría que hacer planes. Se necesitarán años, pensó, pero valdría la pena la espera. Josué era, después de todo, un “Elegido“. Ahora él era Iesu, y también era un Maestro. Iesu había oído que había otro “ungido“, no muy lejos en el desierto. No fue grande la sorpresa cuando descubrió que el “otro” era “también de la misma sangre” que él. No sin cierta consternación, sin embargo, se enteró que el “otro” era el Iesu mayor (Juan el Bautista), lo que requería que Iesu se quitara del camino. Pero el destino estaba con Iesu, pues aunque Juan el Bautista tenía prioridad debido a su edad, la reputación de Juan traería un final rápido a su existencia. Al enterarse de la decapitación de su primo Juan, Iesu continuó planificando su futuro. Había tenido la suerte de que Juan le había bautizado. Pero para convertirse en rabino tendría que estar casado, ya que esa era la tradición y la ley. Sin embargo, para cumplir las profecías, los requisitos para el “Ungido” exigían que se casara con una descendiente de la propia Diosa Madre. A tal fin, Iesu encontró y tomó a su lado a María Magdalena. Se casaron y ella dio a luz hijos.
Iesu se había convertido un rabino en toda regla, con todos los derechos y responsabilidades adecuadas. Fue tanto un iniciado como un rabino de honor. Los requisitos iniciales de las profecías se habían cumplido. Había llegado el momento para comenzar la etapa final. Iesu sabía que necesitaría el apoyo de pueblo. Caifás, jefe-sacerdote del templo, e incluso el gobernador romano Poncio Pilato, encontrarían difícil atacar a un hombre que tuviera la simpatía de la gente. Sería aún peor si él era un hombre santo. Iesu se movió por el campo, actuando como asesor, curador y defensor de las personas. Las masas lo amaban a él y a sus maneras suaves. Sin embargo, en secreto, atacó a la guardia romana y los despojó de sus armas. Con el tiempo, reunió a un pequeño grupo de seguidores. Luego sigue una historia que es ampliamente conocida. Después de la aparente muerte y resurrección de Iesu, y convencido de que Iesu estaba seguro, José de Arimatea se mueve para proteger a la familia de Iesu. Ya se habían hecho preparativos para llevar a María Magdalena y a los niños lejos, en un barco. Al partir el barco y su carga, a Iesu se le dice que están en camino. Que estarán a salvo. José se dirige a las costas del sur de lo que será más adelante conocido como Francia. Algunos seguidores vienen con la familia y los judíos establecen una colonia. Iesu quiso reclamar el trono de la Tierra para la humanidad y para sus hijos. Él tenía la intención de despertar a la humanidad para que supieran que estaban controlados por los Shet. Pero el tiempo había trabajado en su contra. Iesu murió realmente en el lejano oriente, su esposa e hijos estaban bien y la sangre de Iesu sobrevivió. Pero los Shet seguían sin preocuparse, ya que el concepto del “Dios Omnipotente” era indiscutible. La manipulación de las mentes y la reprogramación continuaban. Nada había cambiado.
El año 250 d.C. los seguidores de Iesu son declarados enemigos del Templo y de la fe hebrea. Los hebreos persiguen a los cristianos (nazarenos). Roma está convencida que los cristianos son enemigos del Estado. Los seguidores de Iesu son perseguidos. El discípulo Pablo, no bien aceptados por los otros discípulos: utiliza sus conexiones en Roma para salvarse a sí mismo. Sobrevive a las purgas. Entonces manipula las enseñanzas y las palabras de Iesu para sus propios fines políticos. Sus escritos e interpretaciones constituyen el fundamento de la iglesia primitiva. Unos años más tarde, el emperador Constantino cree que las profecías de un Mesías hebreo no son cumplidas por Iesu. Incluso los judíos no lo aceptan como su Mesías. Constantino cree que él está mucho más cerca de ser el verdadero Mesías que lo que Iesu estuvo. Con sus ejércitos se había apoderado de todas las tierras que otorgaban influencia y poder. Uno solo poder se le escapaba, el Trono de la Tierra. Se vuelve hacia el cristianismo, con la esperanza de que la iglesia le declare el verdadero Mesías Salvador. Se convoca el Concilio de Nicea. Su tarea es reunir todas las historias del Mesías en la profecía hebrea. Constantino cree que la reunión será el apoyo de su afirmación de que él debe ser el Rey de la Tierra. Pero la declaración será que el Mesías aún no ha llegado. Elevando a Constantino a la condición de Hijo de Dios forzaría la renuncia del recién adquirido poder de la Iglesia, algo que no está dispuesta a hacer. Iesu está muerto y la Iglesia es su agente. La Iglesia es consciente de que los descendientes de Iesu están vivos. El año 525 d.C. Mahoma es visitado mientras duerme. Un ser celestial entra en sus sueños y le revela un plan para una nueva fe. Una facción de Orión ha logrado colarse en Eridu. Su objetivo es un hombre que podría tomar el Trono. Nace la religión del Islam. El Islam es exigente, es entrega total y obligatoria a Dios. Mahoma organiza a los musulmanes, convirtiéndolos en una potencia militar. Se mueven y conquistan Tierra Santa.
Alrededor del año 1000 d.C., la descendencia de Iesu retorna a Tierra Santa. Es su intención declarar su descendencia y reclamar un lugar que consideran suyo. La iglesia cristiana se horroriza. En caso que la descendencia probara su linaje, todo el poder y la riqueza de la Iglesia se vendría abajo. Se lanzan a la caza de la sangre real de Iesu. Los Cruzados malinterpretan las palabras, ya que ellos creen que es la búsqueda del Santo Grial, un caliz conteniendo la sangre de Cristo. La primera cruzada es un intento de dar caza a la mayor amenaza de la Iglesia: los hijos de Iesu. Pero el mensaje que se da es que las Cruzadas se lanzaron a reconquistar Tierra Santa, robada por los musulmanes. Los Caballeros Templarios se reúnen para proteger a la familia de Iesu. Ganan riqueza y poder, al mismo tiempo que mantienen su secreto. Cuando se ven obligados a besar el crucifijo en los últimos tiempos, se niegan. Escupen en la cruz y la pisotean. Ellos sabían que la Iglesia estaba basada en la mentira. Los hijos de Iesu están vivos y la Iglesia no es la verdadera voz de Dios. Se crea la sociedad secreta de los Assassini, Señores de Orión, que utilizan drogas (hachís) para inducir estados hipnóticos. La manipulación de la mente es la piedra angular de su culto. Dirigidos por un hombre que había sido contactado por un representante de Orión, el culto Assassini demostró ser una poderosa fuerza en las guerras contra los cruzados. Pero una facción de Orión, oculta en Eridu, está tratando de proteger a los hijos de Iesu. Por sus venas corre sangre de las Reinas de Orión. Sin embargo, el Imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet siguen manteniéndose indiferentes. Las guerras y la confusión política trabajan en su propio beneficio. El concepto del Único Dios Omnipotentesigue siendo indiscutible, y su dominio sobre el mundo es fuerte. Nadie sabe que realmente juegan el papel del mismo Dios. Al cabo de unos años, en Hesse, uno de los estados más poderosos de Alemania, Carlomagno establece una sociedad secreta llamada «Rosacruces». Ellos son una derivación de la Hermandad de la Serpiente, que más tarde se conocería como la Orden de los Illuminati. Mientras, la Iglesia está convencida de que la amenaza de los descendientes de Iesu ha sido eliminada. El Papa Inocencio IV centraliza el poder del papado en la capital de Roma.
Las diversas penetraciones en Eridu de equipos de Sirio y de Orión empiezan a preocupar a los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet. Se crean varias sociedades secretas bajo la influencia de aquellos equipos. Los Shet comienzan la caza de estos equipos ‘subversivos’. Aunque la institución de un solo Dios sigue siendo fuerte, no pueden correr el riesgo de que la “Verdad” se escape. La cacería y la Inquisición son simultáneas. El cielo y la tierra son azotados. Sobre Europa son vistas batallas en el cielo, en que numerosas naves son destruidas. Productos químicos y bacterias alienígenas “llueven desde el cielo” y estalla la Plaga, llamada Muerte Negra. Un gran número de avistamientos de ovnis, que pueden verse en numerosas pinturas, acompañan los brotes de peste resultantes. La cacería por parte de los lagartos se prolonga durante cientos de años. Las distintas batallas resultaron en la destrucción de los equipos de Orión y Sirio que han tratado de romper el Nuevo Imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet. Las consecuencias de la guerra infectan a las poblaciones humanas con la Peste Negra. Más de 100 millones de personas mueren en los 400 años de represalias. Alrededor del 1350 d.C., la Iglesia Cristiana culpa a los judíos (hebreos) de los brotes de la peste Negra. Son expulsados de Europa. Una vez los hebreos persiguieron a los cristianos, y ahora los cristianos perseguían a los hebreos. En 1500 d.C., la Iglesia de Roma, bajo el pontificado de Juan XXII, se da el poder a la familia Medici para cobrar las cuotas y tarifas para la Iglesia. A partir de este momento se convierten en los banqueros más importantes de Europa. Los Medici o Médicis fueron una poderosa e influyente familia de Florencia. Aportaron tres papas, León X, Clemente VII y León XI, así como numerosos dirigentes florentinos y miembros de la familia real de Francia e Inglaterra. También ayudaron al despegue del Renacimiento ejerciendo abundantemente el mecenazgo a los artistas que eran de su agrado. De origen modesto —la raíz del apellido es incierta, reflejando posiblemente la profesión de “médico”—, el poderío inicial de la familia surgió de la banca. El Banco Medici fue uno de los más prósperos y respetados en Europa. Con esta base, adquirieron poder político inicialmente en Florencia, donde aparecen ocupando el cargo de “gonfaloniero” o jefe de la ciudad desde el siglo XVI, y luego en toda Italia y el resto del continente europeo. Juan de Médici, primer banquero de la familia, comenzó la influencia del linaje sobre el gobierno florentino, pero los Medici se convirtieron en cabeza oficiosa de la república en 1434, cuando su hijo mayor Cosme de Médici toma el título de «Gran Maestro» la rama principal de la familia —formada por los descendientes de Cósimo— rigieron los destinos de Florencia hasta el asesinato de Alejandro de Médicis, primer duque de Florencia, en 1537. El poder luego pasa a la rama menor de los Medici —a los descendientes de Lorenzo de Médici— hijo menor de Giovanni di Bicci, comenzando con su tataranieto, Cosme I el Grande. La escalada de los Medici al poder fue relatada en detalle en la crónica de Benedetto Dei.
En 1609 d.C. se crea el Banco de Ámsterdam . Aquí vale la pena hacer un resumen de la historia de la Banca. Aprovechándose de la creencia de los fieles, los Sacerdotes se convirtieron en los primeros banqueros de la historia. Recibían ofrendas y dádivas, y custodiaban los depósitos que los fieles les confiaban, realizando prestamos en especie. A su vez, los laicos también comenzaron la actividad bancaria. En el siglo XVII a.C. el Rey Hammurabi, de Babilonia, reglamento la actividad bancaria, constituyéndose la primera Ley de Bancos. Cuando comenzaron aparecer las monedas de metal noble se instauró la figura del cambista, que intercambiaba monedas de diferentes reinos. Los griegos hacían prestamos con cobro de intereses. En el siglo IX a.C., en Trapeza, (isla de Creta), se llevó a cabo un importante desarrollo bancario en el que participaban los Templos y las entidades oficiales y privadas, que aceptaban depósitos y otorgaban prestamos, cambiaban monedas y concertaban prestamos entre las ciudades-estado helénicas. También realizaban operaciones de crédito y transferencias de fondos con papel, equivalente al dinero físico. Con el imperio romano se expandieron los bancos. Los Argentarii, nombre que se daba a un banquero en la antigua Roma, prestaban su dinero a sus allegados y amigos de confianza, a diferencia de los triunviato mensarii, que prestaban el dinero al público. Sus bancos (mensae) estaban en la zona del foro. Crearon un instrumento de crédito denominado “Receptum”, que era una promesa de pago. Con la caída del imperio romano se redujo la actividad económica y la práctica desaparición de los banqueros. Estos fueron suplidos, de alguna forma, por los monjes del campo que efectuaban intercambios con los terratenientes. Los judíos hacían negocios de cambios y préstamos a altas tasas de interés. La recuperación comercial y bancaria no se produjo hasta el siglo X, en el que los lombardos del norte de Italia ofrecían sus productos, traídos de oriente por los venecianos, en toda Europa. Estos comerciantes lombardos se fueron asociando y se convirtieron en banqueros. En el siglo XII, los Templarios formaban parte de las cruzadas, teniendo a su cargo la protección de los peregrinos que viajaban a Tierra Santa. Estos peregrinos daban donativos y limosnas con las que financiaban algunas de las cruzadas. Los Templarios desarrollaron técnicas crediticias: operaciones de cambio, giros, transferencias de fondo.
En Alemania e Italia empezaron a surgir empresas familiares bancarias. Al principio los bancos prestaban sobre la base del propio capital. Pero los banqueros fueron utilizando los depósitos que les confiaban los ciudadanos para dar prestamos sin que se enteraran los ciudadanos depositantes. Estos, enfadados, consiguieron de los banqueros que se les pagasen intereses sobre la cantidad depositada. Después aparecieron otros instrumentos financieros, como la letra de cambio o el cheque bancario. Desde el siglo XII al XIV, los bancos comenzaron a otorgar recibos por los depósitos. Al principio estos recibos no eran negociables, pero los banqueros no tardaron en darse cuenta de los beneficios de su negociabilidad para evitar el traslado físico de las monedas, por lo que estos recibos depositarios comenzaron a ser negociables. A partir de este hecho, apareció la Banca de Emisión, primero privada y luego publica, como prerrogativa de los gobiernos. A la banca privada se les dejo la función de recibir depósitos de los ciudadanos, que prevalece hasta nuestros días. Los problemas de fraudes y falsificaciones de moneda corría a cuenta de los bancos. La Banca, propiamente dicha, se organiza en la Edad Media. El Banco de Venecia, de 1157; la Taula de Canvi, de Barcelona, de 1401; el Oficio de San Jorge, de Génova, de 1407 y los establecimientos privados de cambistas y prestamistas hebreos difundidos por toda Europa. El Banco de Ámsterdam (1609-1819) compraba monedas extranjeras y emitía dinero respaldados con los depósitos que poseía. Los pagos elevados de dinero debían hacerse con los billetes de dicho banco. Se convirtió en uno de los principales bancos de Europa. Su vinculación con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales determino su disolución en 1819. El Banco de Inglaterra (1694) fue fundado por el escocés William Paterson en convenio con Guillermo de Orange. Este banco emitía dinero de curso legal a cambio del préstamo que concedió a Guillermo de Orange, quien estaba en guerra con Luis XVI. Hacia 1770 se convirtió en el único banco emisor de billetes de Londres. La guerra con las colonias norteamericanas y después con Napoleón provocó presiones de la Corona Británica hacia el banco para que le imprimiera billetes. Ello provocó inflación y se suspendió la redención de los billetes y depósitos en oro y plata. En el segundo decenio del siglo XIX entró en crisis y fue salvado por un grupo de banqueros franceses mediante préstamos en oro de la Banque de France. En 1825 aceptó ser prestamista para los bancos comerciales. En 1844, Sir Robert Peel emitió la famosa “Bank Chárter Act”, mediante el cual el banco solo podía emitir mas billetes si estos estaban respaldados por oro y plata en su caja fuerte. Por aquellos años el Banco comenzó a controlar las operaciones de los bancos comerciales, convirtiéndose en el primer Banco Central del mundo (1850).
Guillermo III de Inglaterra fue un aristócrata holandés y príncipe protestante de Orange desde su nacimiento, y fue rey de Inglaterra e Irlanda –como Guillermo III– desde el 13 de febrero de 1689, y rey de Escocia –como Guillermo II– desde el 11 de abril de 1689, en cada caso hasta su muerte en 1702. Nacido como un miembro de la Casa de Nassau y de la rama de Orange-Nassau, Guillermo III consiguió las coronas inglesa, escocesa e irlandesa después de la Revolución Gloriosa, durante la cual depusieron a su tío y suegro a la vez, Jacobo II. En Inglaterra, Escocia e Irlanda, gobernó en común con su esposa, María II, hasta la muerte de ella el 28 de diciembre de 1694. Entre los actuales unionistas en Irlanda del Norte se conoce con el apodo de rey Billy. Guillermo III fue nombrado estatúder de Holanda el 28 de junio de 1672, y permaneció en el cargo hasta su muerte. En ese contexto se le denomina a veces como “Enrique Guillermo, príncipe de Orange” como traducción de su título holandés, Willem Hendrik, Prins van Oranje. Siendo protestante, Guillermo participó en muchas guerras contra el poderoso rey católico Luis XIV de Francia. Muchos protestantes lo llamaron Campeón de su Fe; consiguió la corona de Inglaterra debido en parte a esa reputación, pues muchos de ellos eran fervientes anti-católicos (sin embargo su ejército y flota, la más grande desde la Armada, fueron razones más poderosas para explicar su éxito). Su reinado marcó el principio de la transición del gobierno personal de los Estuardo al gobierno tipo parlamentario de la casa de Hannover. Guillermo nació en La Haya, el 14 de noviembre de 1650, siendo el único hijo de Guillermo II, príncipe de Orange-Nassau y de María Estuardo, Princess Royal. Ocho días antes de nacer, el 6 de noviembre, su padre murió víctima de viruelas; así, Guillermo le sucedió como príncipe soberano de Orange desde el mismo momento de su nacimiento. El 23 de diciembre de 1660, cuando Guillermo tenía apenas 10 años de edad, su madre murió de viruelas mientras visitaba a su hermano, el rey Carlos II, en Inglaterra. En su testamento, María designó a Carlos II como el tutor legal de Guillermo. Carlos delegó esta responsabilidad en la abuela paterna de Guillermo, la princesa Amalia de Solms-Braunfels, con la condición de que el consejo de Carlos en los asuntos de gobierno sería buscado siempre que fuera necesario.
En 1666, cuando Guillermo cumplió los 16 años, los Estados Generales de las Provincias Unidas le dieron oficialmente un puesto en la sala del gobierno, o como Guillermo mismo lo llamó, lo hicieron un Niño del Estado. Esto se hizo supuestamente para preparar a Guillermo para el gobierno de la nación, aunque no se especificó cuál sería este papel. Cuando su tiempo en la sala del gobierno terminó tres años más tarde, Guillermo volvió a la vida privada. En 1672 Guillermo III obtuvo el cargo de estatúder de Holanda, Zelandia, Utrecht, Güeldres y Overijssel. Las cinco provincias, sin embargo, habían suspendido el cargo de estatúder tras la muerte de Guillermo II. Durante la “Primera Era de Estatúderes”, el poder de facto estuvo en manos de Johan de Witt y Andries de Graeff. En 1667, cuando Guillermo III se acercaba a la edad de 18 años, al partido pro-Orange trató de restaurar al príncipe en el poder asegurando para él los cargos de estatúder y de capitán general. Para prevenir la restauración de la influencia de la Casa de Orange, De Witt, De Graeff, Gaspar Fagel y Gillis Valckenier procuraron la emisión del Decreto Eterno (o Decreto Perpetuo), que declaró que el Capitán General o Almirante General de los Países Bajos no podría servir como estatúder en ninguna provincia. Además, la provincia de Holanda suprimiría el cargo de estatúder (otras provincias siguieron su ejemplo). El año 1672 fue tan calamitoso para los Países Bajos, que llegó a ser conocido como el “año del desastre”. Los Países Bajos fueron invadidos por Francia, por orden de su rey Luis XIV, que tenía la ayuda de Inglaterra, (tercera guerra anglo-holandesa), Münster, y Colonia (holandés: Keulen, alemán: Köln). El ejército francés tomó rápidamente la mayoría de los Países Bajos, aunque Holanda se las arregló para seguir siendo segura. De Witt falló al no poder asegurar la paz con Francia, y fue derrocado. Luego, él y su hermano, Cornelis de Witt, fueron asesinados brutalmente por una multitud enojada en La Haya. Hoy, la mayoría de los historiadores asumen que Guillermo estuvo implicado en el asesinato. La victoria para el partido de Orange era completa; el Decreto Eterno fue declarado nulo, y Guillermo elegido estatúder de Holanda, de Zelandia y Utrecht. También lo designaron Capitán General y Almirante General de los Países Bajos. Gueldres y Overijssel, que tenían ya un pariente de Guillermo como estatúder, no eligieron a Guillermo para el cargo hasta 1675.
Guillermo III continuó luchando contra los invasores de Inglaterra y Francia, aliándose luego con España. Después de que el almirante Michiel de Ruyter hubiera derrotado a la Marina de Guerra Real inglesa, Guillermo firmó la paz con la nación que más adelante gobernaría, Inglaterra, en 1674. Para consolidar su posición, se compromete con su prima María, la hija de Jacobo, duque de York (el futuro Jacobo II de Inglaterra). El matrimonio se celebra en el palacio de St. James, en Londres, el 4 de noviembre de 1677. La unión fue infeliz e infructuosa, pues la princesa perdió los tres embarazos que tuvo. Encontrando que una guerra con Inglaterra y los Países Bajos sería desventajosa, el rey Luis XIV de Francia firmó la paz en 1678. Luis, sin embargo, continuó su agresión, haciendo que Guillermo III se uniera a la Liga de Augsburgo (una coalición anti-francesa que también incluyó al Sacro Imperio Romano Germánico, Suecia, España y varios estados alemanes) en 1686. En 1685, el suegro de Guillermo subió al trono inglés como Jacobo II, un católico que era impopular en sus reinos protestantes. Guillermo procuró conciliar con Jacobo, que él esperaba que se uniría a Liga de Augsburgo, mientras que al mismo tiempo intentaba no ofender el partido protestante en Inglaterra. Pero antes de 1687, llegó a estar claro que Jacobo II no uniría a la Liga. Para ganar el favor de los protestantes ingleses, Guillermo expresó su desaprobación a las políticas religiosas de Jacobo. Viéndolo como amigo, muchos políticos ingleses comenzaron a negociar con él una invasión armada a Inglaterra. Guillermo al principio se oponía al proyecto de invasión. Mientras tanto, en Inglaterra, la segunda esposa de Jacobo II, la reina María de Módena, da a luz un hijo, Jacobo Francisco Eduardo, que desplazó a la esposa de Guillermo para convertirse en el primero en la línea de la sucesión. La cólera pública también aumentó debido al juicio de siete obispos que se habían opuesto en público a las políticas religiosas de Jacobo II y le habían solicitado reformarlas. La absolución de los obispos señaló una derrota importante para el gobierno de Jacobo II, y animó una resistencia adicional a sus actividades.
No obstante, Guillermo aún era renuente a invadir, creyendo que el pueblo inglés no reaccionaría bien ante un invasor extranjero. Por lo tanto exigió que los protestantes ingleses más eminentes lo invitaran primero a que invadiera el país. El 30 de junio de 1688 –el mismo día que los obispos eran absueltos– un grupo conformado por figuras políticas conocidos como los “Siete Inmortales” cumplen con su petición, enviándole una invitación formal. Guillermo comenzó a hacer los preparativos para la invasión; sus intenciones eran de conocimiento público para septiembre de 1688. Con un ejército holandés, Guillermo arribó en Brixham, en el sudoeste de Inglaterra, el 5 de noviembre de 1688. Llegó a tierra en la nave “Brill” conducida por un pescador local, Peter Varwell, para proclamar “las libertades de Inglaterra y de la religión protestante que mantendré“. Guillermo había traído consigo 15.500 soldados y hasta 4000 caballos. Gilbert Burnett, obispo de Salisbury, era más exacto y dijo que, según sus cuentas, eran 14.352 hombres. Los leales a Jacobo se dispersaron casi inmediatamente; Los oficiales protestantes desertaron del ejército inglés (el más notable de ellos fue John Churchill, el comandante más eficaz de Jacobo), y los nobles influyentes a través del país declararon su ayuda al invasor. Aunque la invasión y el derrocamiento subsecuente de Jacobo II se conoce comúnmente como la Revolución Gloriosa, era en realidad un golpe de estado. Jacobo, al principio, había tratado de resistir a Guillermo, pero vio que sus esfuerzos eran en vano. Envió representantes para negociar con Guillermo, pero trató secretamente de huir el 11 de diciembre. Un grupo de pescadores lo capturó; traído de nuevo a Londres, logró escapar con éxito en un segundo intento, el 23 de diciembre. En realidad, Guillermo había permitido que Jacobo huyera del país porque no deseaba hacerlo un mártir para la causa católica. Pero Guillermo III es un masón. La Casa Alemana fabrica una guerra contra Inglaterra, luego le alquila a Inglaterra soldados contratados para luchar en ellas. Esto se repite varias veces y el Tesoro Inglés es esquilmado. El Banco de Inglaterra había sido creado bajo un plan creado por un masón escocés, William Paterson. El Banco de Francia se crea por otro escocés, John Law, también masón. Los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet tienen la intención de consolidar su control sobre la riqueza del planeta. No se les puede permitir a las facciones de Sirio y de Orión, que andan infiltrándose, que socaven su base de poder. La Banca deben ser centralizada.
Durante el siglo XVIII los europeos que están frustrados huyen al Nuevo Mundo con la intención de dejar atrás el sistema que los persigue y vacía sus arcas. LosReptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet ven una oportunidad de explotar nuevas tierras. En 1694, los líderes de los Rosacruces crean una colonia en Pensilvania, en el Nuevo Mundo. En 1730, Daniel Coxe es nombrado Gran Maestro de las Logias en Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania. En 1733, Henry Price se convierte en Gran Maestro de la Logia de Boston, en Massachusetts. En 1752, George Washington se inicia en la masonería, a la edad de 20 años. Los masones en la Guerra de Independencia son: George Washington, Benjamin Franklin (desde 1731), Alexander Hamilton, Patrick Henry, Henry Knox, James Madison, y los Grandes Maestros: Paul Revere, Clinton James y John Hancock. Tanto George Washington como Benjamin Franklin fueron también Gran Maestros. De 14.000 oficiales, cerca de 2100 eran masones. El Baron von Steuben, un soldado alemán que disciplinó y entrenó las tropas de Washington, era masón. El marqués de La Fayette, un experto militar que viajó a América para ayudar a los revolucionarios, también era masón. Federico de Prusia, un ferviente defensor de los colonos americanos, era asimismo masón. Los masones tienen un firme control sobre el Nuevo Mundo. El billete de un dólar fue sido diseñado por William Barton. El “Ojo que Todo lo Ve” es un símbolo masón y perpetúa el mito del Dios omnipotente. “NOVUS ORDO SECOLORUM‘ está escrito en la imagen del billete y significa ‘Comienzo de una nueva orden de todas las Edades’ (Un Nuevo Orden Mundial). Es una referencia directa al nuevo imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet. Una pirámide de aspecto inocente representa el lugar de nacimiento de los gremios masónicos. Es el símbolo de los canteros masones originales. El águila en la parte posterior del billete era originalmente un “ave fénix“, una criatura que se levantó de las cenizas. Esto también se refiere a la aparición de un nuevo Imperio a partir del viejo destruido. Esta “ave fénix” no fue reemplazada hasta 1841. El Banco de los Estados Unidos es fundado por Alexander Hamilton, un masón, en 1791. En 1863, el Banco se convertiría en el privado Banco de la Reserva Federal.
Los presidentes que han sido o son masones son: George Washington, James A. Madison, James Monroe, Andrew Jackson, Pol James, James Buchanan, Andrew Johnson, Wm. McKinley, James Garfield, ‘Teddy’ Roosevelt, Howard Taft Warren Harding, Franklin Roosevelt, Harry S. Truman y Gerald Ford. El Director del FBI, J. Edgar Hoover, también fue masón. El rey Jorge I de Inglaterra era de Hannover, una casa alemana, y no hablaba Inglés. Él creía que su trono no era más que un puesto temporal, hasta que pudiera volver a la sede del poder en Alemania. Mientras él estaba sentado en el trono de Inglaterra, su enfoque continuaban siendo los negocios alemanes. Desde 1700 hasta 1901, la Casa real de Hannover ha estado sentada en el trono de Inglaterra. La Casa de Windsor, de la reina Isabel, es descendiente de la Casa de Hannover. Es práctica de las sociedades secretas, guiadas por la mano invisible de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliadosShet, fomentar guerras y proveer ayuda a ambas partes. Las guerras producen ganancias. En 1836, la “Liga de los Justos” es otra de las sociedades secretas iniciada por un masón. Es la primera Sociedad a la que se une Karl Marx. Es dirigida y guiada hacia el concepto de un orden mundial, un eufemismo para un régimen totalitario. Mientras es miembro de la Liga, escribe el Manifiesto Comunista. La ‘Liga de los Justos‘ se convierte en la ‘Liga de los Comunistas’. El comunismo declara que todos somos iguales, que nadie es dueño de nada, que todos comparten por igual los bienes comunitarios, pero que el primer paso a este estado ideal debe ser una dictadura política. Esta es la justificación para un control total por parte del Imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet. La Mesa Redonda, una sociedad secreta modelada por la masonería, fue fundada por Cecil Rhodes, un magnate de la minería de diamantes y oro. Sus ideas altruistas para ayudar a la gente son modificadas por la Mesa Redonda para convertirse en métodos por los que las masas pudiesen ser manipuladas. La Mesa Redonda se convierte en una central de poderosas organizaciones, como el Fideicomiso Carnegie del Reino Unido, numerosas asociaciones de J.P. Morgan, prácticamente todas las organizaciones Rockefeller, etc. En los Estados Unidos, el ‘Consejo de Relaciones Exteriores’ (Council of Foreign Relations) se convierte en el frente de trabajo para la Mesa Redonda. Houston Stewart Chamberlain escribe la Fundación del Siglo XIX, una obra que sugiere que Alemania es, sin duda, la nación más adecuada para llevar a cabo la manifestación de un Nuevo Orden en Europa. El Kaiser Wilhelm, de Alemania, respalda el trabajo. Sus esfuerzos para establecer “la supremacía aria” comienzan. La manipulación de las sociedades secretas continúa. Un asesino de la Sociedad Mano Negra asesina al archiduque Fernando de Austria. El incidente despierta el inicio de la Primera Guerra Mundial.
Jacob Schiff, un ciudadano norteamericano, vinculado a las poderosas Casas Alemanas y miembro de la familia Rothschild, financia la Revolución Bolchevique. Lenin aparece en el escenario mundial. Es el año 1917. Después de la Revolución, la policía secreta de Rusia obtiene un total control político. Más tarde se convierte en el KGB. Un plan quinquenal es instituido en Rusia. Campos de mano de obra barata para los “Maestros“. La Tierra y la propiedad son “colectivizadas“. De treinta y cinco a cuarenta millones de personas mueren en los campos de trabajo entre 1917 y 1950. Pero, mientras tanto, las Reinas Reptiles de Orión se habían vuelto impacientes. Se da la orden de enviar a un equipo de élite de Guerreros-Psíquicos a Eridu para intentar una toma de posesión. Pero su tarea no es fácil. Deben localizar a un ser humano con poderosas conexiones a quien puedan manipularle la mente en un intento de toma del control contra el imperio rebelde. El equipo de Orión llega y utiliza cavernas ocultas, que una vez fueron utilizadas por sus antepasados como su base de operaciones. La búsqueda del candidato adecuado debe comenzar inmediatamente. A sus veinte años, Adolf Hitler era un hombre joven que vivía en la pobreza. Usa drogas para lograr “un mayor nivel de conciencia“. Ernest Pretzsche, propietario de una librería mística, lo describe como “parecido a un sapo“, ya que originariamente fue un híbrido de reptil. Ernest Pretzsche explica a Hitler la mística alemana y le presenta a Guido Von List, uno de los mayores defensores del ocultismo. Guido Karl Anton List, conocido como Guido von List (1848 – 1919) fue un periodista, escritor y empresario germano-austriaco (vienés), conocido por sus obras ocultistas y del movimiento völkisch, así como por ser una de las figuras más importantes del resurgimiento del neopaganismo germánico y la magia rúnica a finales del siglo XIX y principios del XX. También destacó por sus ideas antisemitas y sus ensayos sobre la raza aria. Su obra más conocida es Das Geheimnis der Runen (Los secretos de las runas), un detallado ensayo sobre la adivinación usando las runas Armanen, que él mismo ideó. Fue realizado entre 1902 y 1908, cuyas ideas desarrollará en su obra posterior. Por ello es considerado, en el ocultismo, uno de los pioneros de la runología. También creía que una raza aria de super seres reside oculta en las entrañas de la Tierra. Son ellos los que guían al hombre.
Adolfo Hitler se alista en la Primera Guerra Mundial y gana la Cruz de Hierro de Primera Clase como cabo. Es herido por gas mostaza y se encuentra hospitalizado. Una vez allí es tratado por síntomas de histeria psicopática. Su médico, Dr. Forster, utiliza las visiones inducidas para aliviar la ceguera de Hitler. Finalmente, Hitler es dado de alta y curado de “ceguera histérica“. Pero él está convencido de que es el Mesías. También cree que los arios de Alemania están destinados a convertirse en la Raza Maestra de la Humanidad. Los Guerreros Psíquicos de Orión han encontrado a su candidato. Hitler comienza a realizar acciones de espionaje en Munich, por lo que se gana una posición en el Departamento “Político” del Comando del Distrito del Ejército. Asesina a oficiales alemanes que se rindieron durante la Primera Guerra Mundial, un acto que él considera como una traición al pueblo alemán. Los miembros de la élite del Comando del Ejército de Distrito son miembros de la “Sociedad Thule“, una sociedad secreta que es apoyado por el alto mando alemán. En 1920 Hitler declara la formación del infame Partido Nazi, en un mitin en Munich. Rudolph Hess es nombrado ministro de Propaganda, mientras que Heinrich Himmler es nombrado jefe de la Gestapo. Hitler y sus secuaces sienten que, de alguna manera, la policía secreta, el brazo más poderoso del Tercer Reich debería llamarse las “SS“. Los Arios ‘SS’, el equipo de Guerreros Psíquicos de Orión, sonríe. Los ‘SS‘ forman una sociedad secreta compuesta por miembros que deben ser iniciados. Son llamados el ‘Personal de Protección (Schutzstaffel)‘. Sólo a los soldados arios puros se les permite unirse a esta sociedad. Hitler es proclamado el Mesías de la Profecía Alemana por Stewart Chamberlain, el mismo hombre que influyó en el Kaiser para iniciar sus objetivos de supremacía aria durante los años anteriores. I.G. Farben, una gigantesca empresa química alemana, entra en una relación de negocios con las “SS“, proporcionando el gas y productos químicos para los campos de exterminio iniciados por Himmler. Trabajando también con la I.G. Farben, como socios de negocios con el Tercer Reich, incluso después de la declaración de guerra, estaban la ITT y la General Electric. Ambos ITT y General Electric continúan siendo proveedores de electricidad, sistemas de comunicación y materiales necesarios para el Estado alemán. Las Empresas de Motores Ford en Alemania siguen produciendo vehículos para Adolfo Hitler. En el Consejo de Administración de I.G. Farben están los siguientes personajes: Max y Paul Warburg, ambos jefes de bancos en Alemania y que participaron en la creación del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
H.A. Metz, Director del Banco de Manhattan, un banco de Warburg que más tarde se convertiría en el Chase Manhattan Bank, era un enlace de Rockefeller. El Director del Banco de Reserva Federal de Nueva York y del National City Bank, fue C.E. Mitchell. Montague Norman, era el Director del propio Banco de Inglaterra. El príncipe Bernardo, otro miembro de la Casa de Orange, es un miembro de las “SS” y un empleado de la Empresa I.G. Farben. Después de la guerra se convertiría en Presidente del Consejo de la Compañía Petrolera Shell Oil. El príncipe, más tarde, crearía el “Grupo Bilderberg“, y presidiría sus reuniones hasta 1970. El Equipo Psíquico de Orión ha creado un movimiento formado por algunas de las personas y entidades más poderosas en la Tierra. El Tercer Reich parece encaminarse al éxito en la toma de control de todo el mundo. El Equipo Psíquico de Orión ha conseguido preocupar a los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet. Hitler se apoya en gran medida en ‘Entidades Secretas’ para que le guíen en sus movimientos. Ellos lo han protegido más de una vez, habiéndolo rescatado de una muerte segura. Sin embargo, durante el curso de la guerra, Hitler utiliza constantemente drogas y sedantes. A medida que la guerra avanza, aumenta su uso de drogas para aliviar el estrés. A pesar de que sigue siendo guiado por las ‘Entidades Secretas‘, las drogas le hacen pensar que puede aceptar o rechazar sus consejos como le plazca. El Equipo Psíquico de Orión está preocupado de que Hitler vaya a destruir sus planes de guerra para una toma de control de Eridu. Hitler, Goering, Hess y Himmler son todos miembros de una sociedad secreta. Franklin Delano Roosevelt y su sucesor, Harry S. Truman son masones. Los líderes militares de Japón son miembros de la Sociedad del Dragón Negro. La Segunda Guerra Mundial enfrenta a los miembros de las sociedades secretas más poderosas del mundo, unos contra los otros. Para desgracia para la Humanidad, ninguna de las partes representaría su liberación. La confianza de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliadosShet es sacudida. El intento de toma de control está peligrosamente cerca del éxito. Se hace evidente que deben utilizar su arma más poderosa para acabar con la amenaza. La guerra va mal para Europa. Aunque el liderazgo de Estados Unidos ha dado su apoyo, no es suficiente. Es muy claro que el pueblo de los Estados Unidos no quiere entrar en la guerra. Es necesario encontrar una razón para crear un fuerte deseo en la decisión de unirse a la guerra. El Presidente Truman y sus asesores militares son conscientes de un ataque planificado contra Pearl Harbor por los japoneses. En lugar de advertir a las fuerzas navales de Hawai, deciden retener la información. Un ataque a Pearl Harbor podría justificar una declaración de guerra que sería fuertemente apoyada por la opinión pública estadounidense. La mañana del 07 de diciembre 1941 los japoneses atacan la base naval de Pearl Harbor. El Presidente y sus asesores subestiman la fuerza de las fuerzas japonesas, por lo que la base es prácticamente destruida. La devastación deja la costa oeste de los Estados Unidos casi indefensa. Nada puede detener a los japoneses si deciden seguir hacia California.
Los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet son capaces de romper las defensas. Ellos son capaces de penetrar en la mente del almirante Yamamoto e instruirlo para dar la vuelta. El Almirante Yamamoto inexplicablemente hace que su flote se de la vuelta. Sus asesores tratan de persuadirlo para que continúe su ataque y seguir para apoderarse de las tierras hawaianas. Él se niega a hacerlo y nadie lo entiende. Se dice que está confundido y muy aturdido. También se dice que pronunció lo siguiente: “Me temo que hemos despertado a un gigante dormido“. Sin saberlo, ha evaluado correctamente la situación existente. El Imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet nunca había creído que se verían amenazado. Su influencia había sido total y completa, por lo que una guerra de toma de control por parte de sus enemigos era considerada inconcebible. El Imperio había, de hecho, despertado de su sueño. La tragedia del ‘Día de la Infamia’ “convenció al pueblo de los Estados Unidos a unirse a la guerra. Se sentían traicionados y buscaban ansiosamente la venganza. El país más grande y rico del mundo se movilizó para la guerra. El Presidente Truman sancionó el inicio de dos proyectos de armas secretas. El primero de ellos será elegido para su pleno desarrollo. El “Proyecto Manhattan“, dirigido por Robert Oppenheimer, se inició formalmente en Las Alamos, Nuevo México. Su objetivo era desarrollar una “súper-bomba” para su uso contra los japoneses, los italianos y los nazis. El “Experimento Filadelfia“, dirigido inicialmente por Nicola Tesla, antes de su muerte, comienza a investigar un generador ‘hiper-dimensional’, un dispositivo que permitirá a las naves de guerra viajar por el espacio y el tiempo. La historia de portada afirma que el proyecto buscaba desarrollar la ‘invisibilidad al radar’ para buques de guerra. El Equipo Psíquico de Orión, enviado por las reinas de Orión, está siendo socavado por el propio Hitler. Las drogas enturbian su juicio y ha comenzado a tomar decisiones equivocadas, creyendo que es infalible. El equipo de Orión debe tomar una decisión, eliminar a Hitler y sustituirlo, o intentar evitar uno de los proyectos de armas secretas en los Estados Unidos. Uno de los proyectos es peligroso, ya que puede causar un caos y destrucción que pueden ir mucho más allá de los límites del sistema solar.
Hitler ha ido demasiado lejos. El intento de toma de posesión se pierde a causa de su consumo de drogas. El Equipo Psíquico de Orión debe irse, pero está decidido a dar por terminado el proyecto, que es peligroso. La Mafia aborda al gobierno de Estados Unidos, ofreciendo asistencia en Sicilia e Italia a cambio de la liberación de Lucky Luciano. El trato es hecho y a Luciano se le da su libertad. La Mafia ralentiza el movimiento de suministros en los muelles. El movimiento de Patton en Sicilia es ayudado por la mafia. Ellos proporcionan el combustible y los neumáticos, atacan detrás de las líneas y transmiten información vital. Los Estados Unidos y la mafia son aliados. Reinhard Gehlen, jefe de Inteligencia de las SS se acerca al jefe de la OSS (Oficina de Servicios Secretos) norteamericana, Allen Dulles. Gehlen ha establecido una red de espionaje en toda Rusia. Si Dulles ofreciera amnistía a su Gestapo, Gehlen y todo su grupo se irían a trabajar para los americanos en contra de los rusos. Todo el mundo desconfía de la Unión Soviética, por lo que la oferta de Gehlen es aceptada. Ahora, los Estados Unidos y la Gestapo son aliados. El OSS pone en marcha la “Operación Paperclip“. Agentes de la Gestapo y científicos son llevados fuera de Alemania, a través del Vaticano. Los Estados Unidos y el Vaticano son asimismo aliados. En 1948, la OSS, que luego se convertiría en la CIA, la mafia, la ‘SS‘ Gestapo y el Vaticano son todos los aliados. El Equipo Psíquico de Orión ya no puede hacer más y se van. El 30 de abril de 1945, se supone que Hitler se suicida. El intento de toma de control por parte de las Reinas de Orión ha terminado. Los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet han mantenido el control del Imperio. Su utilización de las fuerzas militares de Estados Unidos y de la riqueza han tenido éxito. Pero el intento de toma del poder por el equipo de las Reinas de Orión había llevado peligrosamente cerca de la ruina al Imperio. La incautación de Eridu por el Nuevo Imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet había sido totalmente ilegal, ya que todos los derechos de desarrollo habían sido concedidos a los Reyes de Sirio (los Anunnaki), cuando nació el sistema solar. Pero Eridu había sido arrebatada a los Anunnaki por Marduk. Y los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet habían vencido a Marduk.
La ley galáctica declaraba que el desarrollo de cualquier raza de pueblos no podía ser interferida de ninguna manera, a menos que los propios seres específicamente invitasen a otros seres a participar plenamente en su evolución. Los residentes de Eridu eran originalmente de sangre Siriana. La incautación del sistema solar por losReptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet fue un acto ilegal. Por lo tanto, para permanecer en Eridu y para tener una presencia legal y apropiada en el sistema, se requería una invitación de la mayor parte de la población de la Tierra. Sin la invitación correspondiente, la Corte Galáctica podía encontrar el Imperio de los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet como ilegalmente presentes en el sistema solar y enviar una fuerza para quitarle Eridu por la fuerza. Si la invitación de la mayoría de la población, o de sus representantes, se extendía, los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet podrían quedarse. Incluso el rey de Sirio tendría que renunciar a cualquier derecho previo. Por ello fue necesario un tratado invitando a los Reptiloides a quedarse. Por ello empieza un nuevo esfuerzo de reprogramación. Era fundamental que el número de seres humanos con conocimiento se redujera a casi cero. No debía haber evidencia de manipulación influenciando a la raza humana. El escenario estaba listo para comenzar. El 20 de febrero de 1954, el presidente Dwight David Eisenhower estaba en Palm Springs. Tiene previsto celebrar una conferencia de prensa, pero la cancela en el último minuto. Su secretario de prensa informa a los medios que tiene un dolor de muelas y no puede aparecer. En realidad, él fue llevado a la Base Andrews. En las pistas de la base aérea, junto con sus asesores militares y algunos civiles seleccionados, el Presidente observó como varias naves extraterrestres se acercaban. Durante los siguientes momentos, los discos en forma de platillo llevaron a cabo una serie de maniobras que dejó atónitos y sorprendidos a cada uno de los espectadores. Con una demostración final de invisibilidad y de brincos en el espacio, las naves, repentinamente, se detuvieron. El Presidente vio que una puerta se abrió en el disco más cercano y una figura intimidante avanzó. El ser Gris era de casi seis pies de altura. Su cabeza era muy grande y con dos grandes ojos negro que dominaban su rostro. Su nariz era grande, mientras que la boca, los oídos y la barbilla eran desproporcionadamente pequeñas. A medida que avanzaba, sacó algo de una pequeña caja en su pecho. Con un simple gesto, comenzó a comunicarse con el Presidente.
El Ser se identifica a sí mismo como KRLL, un emisario de otro planeta. KRLL advierte al Presidente que su pueblo ha estado observando la Tierra desde hace bastante tiempo. Aunque su raza no puede comprender nuestro comportamiento animal, están, sin embargo, impresionados con los seres humanos. KRLL explica al Presidente que están impresionados, atónitos, con la composición genética de los seres humanos. Los seres humanos son sorprendentemente resistentes y adaptables. Además, son una especie extraordinaria capaz de vivir y respirar en una atmósfera compuesta principalmente de nitrógeno, un gas venenoso. KRLL ha sido instruido por su pueblo para venir a la Tierra y examinar a los seres humanos, volviendo con muestras de material genético celular. A cambio, está autorizado para ofrecer la tecnología de discos voladores y armas ligeras de desintegración a los líderes de la Tierra. Es su esperanza identificar y aislar el material genético celular que podría ayudar a su propia raza a volverse más fuerte. KRLL continúa explicando que vienen de un mundo agonizante y que esperan integrar nuestros materiales genéticos con los suyos para crear una raza híbrida, que les permita resistir. El Presidente está horrorizado. Es inconcebible para él el poder permitir que seres humanos sean disecados. De inmediato rechaza la oferta. El alto extraterrestre responde. Le asegura al Presidente que no hará daño a ningún ser humano que sea examinado. Todas las personas seleccionadas serán sometidas a una ‘desconexión electrónica nerviosa’, por lo que no sentirán dolor. Además, se les desconectarán sus recuerdos, lo que prevendrá de cualquier trauma psíquico. Como precaución adicional, serán implantados con ‘recuerdos de pantalla’, una técnica que enmascara cualquier recuerdo de los hechos, creando la ilusión de que la memoria que podría reaparecer es sólo un sueño. Los individuos seleccionadas para el examen serán tomados únicamente en las situaciones más discretas. El grueso de la población no se dará cuenta de las abducciones. Aquellos que sean tomados serán devueltos a la misma ubicación en que fueron tomados, pero no tendrán memoria del evento, sólo del tiempo faltante. El Presidente sigue sin convencerse. La auscultación de todo ser humano sin su aprobación o conocimiento parece ser una violación de su intimidad y sus derechos. De nuevo se niega. Sus asesores militares argumentan a favor del Tratado. Continúan los debates y los argumentos. Por último, un general dice algo que decide la cuestión. Si la oferta del extraterrestre es rechazada, ¿cómo evitará la humanidad que sigan produciéndose los secuestros de todos modos? El Presidente no puede ver otra alternativa.
Eisenhower pide que una consideración adicional sea parte del acuerdo: un grupo de humanos, asesores médicos, tomarán parte en cada examen. Ellos observarán todos los procedimientos clínicos y se les dará un acceso sin restricciones a cualquier y todos los aspectos del proceso de abducción. Ellos reportarán cualquier violación a seres humanos y a extraterrestres. Cualquier violación hará que se de por terminado el Tratado. El alienígena está de acuerdo. El pacto es conocido como el Tratado Trilateral. Esto tiene un impacto sin precedentes sobre los asuntos del mundo. En nombre del planeta Tierra, el Presidente de los Estados Unidos, sin duda el hombre más poderoso en los asuntos mundiales, ha extendido una invitación para que los KRLL, en realidad los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliados Shet, que ahora se conocen como los grises, participen en el desarrollo de nuestro mundo. El Imperio los Reptiloides subterráneos de Orión y sus aliadosShet al fin está legalmente presente en la Tierra. Ninguno de los dirigentes del mundo conoce los acuerdos. Un grupo elegido llega a formar parte, con los Shet, delGobierno mundial en la sombra. El Presidente Eisenhower pide la formación de un consejo de supervisión alienígena. Algunos informes se conocen como MJ-12, otros le asignan un nombre diferente. Su tarea consiste en supervisar todas las abducciones y reportarlas al Presidente. Fueron planeadas dos bases subterráneas. La primera será una gran instalación para uso de militares de Estados Unidos, a fin de desarrollar y familiarizarse con la tecnología de los OVNIS y su armamento. Esta base está construida al norte de Las Vegas. Es indistintamente llamada Área 51 y Dreamland. La segunda base se construyó utilizando las cavernas en la zona de las Cuatro Esquinas, cerca de un pequeño pueblo llamado Dulce, y es para ser utilizada por los alienígenas para los análisis de los sujetos humanos abducidos. algunos humanos y los grises trabajan mano a mano. Pero se necesita dinero para financiar el desarrollo de las armas recién de tecnología OVNI. Para ello se crearon los llamados “Proyectos Negros“. El ‘Gobierno en la sombra’ influye en el Presidente y en aquellos cuyas mentes han sido manipuladas. Ellos argumentan que al público no debe decírsele nada del contacto extraterrestre, ya que el pánico que se produciría sería desastroso. Sobre todo, si llegaran a averiguar que los alienígenas eran incontrolables. Los fondos para los “Proyectos Negros” no debían provenir de los impuestos, sino que debían provenir de fuentes indetectables. Y las cantidades necesarias serían inmensas.
El ‘Gobierno en la sombra’ no tiene ningún deseo que los ‘Proyectos Negros’ tengan éxito, pero no tiene ningún reparo en hacer de ello un beneficio. Los directores del ‘Gobierno de la sombra’ sugieren recurrir a un “aliado” de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial: La Mafia. A pesar de una protesta por parte de algunos altos funcionarios, la Mafia es, una vez más, el aliado de los Estados Unidos. Los jefes mafiosos se apresuran a sugerir un acuerdo para las drogas ilegales. La primera fase de la operación se concentra en los campos de amapolas en Turquía. La Mafia será responsable de llevar las drogas a las aguas situadas fuera de las costas de los Estados Unidos. La CIA entrará las drogas ilegales al país. La Mafia encuentra un joven naviero griego que llevará el contrabando en sus buques a los mares de América. Este joven se convierte en un magnate. Es Aristóteles Onassis. La CIA utiliza el talento de un contrabandista de Irlanda, un hombre que tiene conexiones con la Mafia y tiene experiencia en mover mercaderías desde pequeñas embarcaciones en el mar a estibadores amigos en los muelles. De ahí son transportados en camiones a las principales ciudades. Este hombre es Joseph P. Kennedy, padre del futuro presidente. Las drogas comienzan a fluir, enormes cantidades de dinero son divididas entre la Mafia y la CIA. Los “Proyectos Negros” son financiados, mientras el ‘Gobierno en la sombra’ lleva las riendas. Los funcionarios del gobierno, ahora conectados a la mafia, pueden ser fácilmente chantajeados, controlados, o eliminados. Las operaciones de drogas son extremadamente lucrativas, pero los “Proyectos Negros” necesita más dinero, y el ‘Gobierno de la sombra’ es ambicioso y quiere más dinero. El ‘Triángulo de Oro’ del Lejano Oriente es el objetivo. Los franceses han perdido recientemente una guerra de alto costo. Sin su presencia, los aviones pueden volar en los campos de Camboya y Vietnam, donde se inicia el tráfico de drogas. El éxito de tráfico de drogas se incrementa y el mayor número de vuelos aéreos es muy difícil de ocultar, por lo que es necesario encubrirlos. El Golfo de Tonkin estaba destinado a proporcionar una razón para la guerra, ya que la guerra exige vuelos aéreos en el área en dificultades. Drogas desde el Lejano Oriente (Camboya y Vietnam) son acarreadas por Air America, una fachada de la CIA. La guerra de Vietnam es un frente de contrabando de drogas. Bolsas para cadáveres son llenadas de drogas, y los soldados empiezan a consumirlas. Vietnam ofrece el producto y los usuarios. El financiamiento de los “Proyectos Negros” aumenta, pero el ‘Gobierno en la sombra’ no está satisfecho, ya que quiere más beneficios. El gobierno oficial sigue enredándose más y más profundamente.
América del Sur es otro posible suministrador de drogas. Los señores de la droga de América Central y del Sur llevan sus cargamentos a una pequeña compañía petrolera en el Golfo de México. Plataformas petroleras que habían estado enviando cantidades nominales de petróleo crudo en barriles casi doblaron el número de barriles que envían a los Estados Unidos. Ocupaban sólo la mitad de los barriles con aceite crudo, y almacenaban drogas en los demás. La mayoría de los centros de operaciones exitosas se centraron en torno a una joven compañía petrolera llamada Zapata Oil. Su joven director ejecutivo se hace importante. La operación es tan exitosa que el joven se convierte en amigo de la CIA. Él está presente en Dallas el 22 de noviembre de 1963, cuando asesinan a Kennedy. Se avisa al FBI, antes del día fatídico, de un posible problema con un personaje llamado Lee Harvey Oswald, que podía ser una amenaza potencial para Kennedy. Su relación con la CIA se vuelve tan fuerte que, con el tiempo, se le nombra para la Dirección. Aquel joven Director Ejecutivo se llama George Bush (padre), futuro presidente de Estados Unidos. George Bush es, en realidad, un primo segundo de la Reina de Inglaterra. Los “Proyectos Negros” y las ‘Operaciones de Drogas’ se han convertido en lo mismo. la Mafia y la CIA son indistinguibles. El Gobierno de los Estados Unidos y el ‘Gobierno de la sombra’ están involucrados. Ellos son los autores de crímenes contra la humanidad y nosotros somos las víctimas. En su momento, el patriarca Joseph P. Kennedy propone un trato a los poderes de la CIA-Mafia. Si ellos ayudan en la elección de su hijo mayor para la Oficina de la Presidencia, su hijo, a cambio, obedecería los dictados de su padre. En efecto, la Presidencia de los Estados Unidos estaría bajo el control de la mafia y la CIA por completo. El ‘Gobierno en la sombra’ sonríe. El hijo mayor de Joseph Kennedy es asesinado en un “misterioso” accidente. Joseph dice a la CIA-Mafia que su otro hijo, John Fitzgerald, se regirá por el escenario que Joseph ha propuesto.
John Fitzgerald Kennedy no es consciente del “acuerdo” de su padre. Él es un hombre joven e inteligente, pero tiene una debilidad incesante con las mujeres. La elección es amañada y John Fitzgerald Kennedy es el nuevo presidente. John sigue la voluntad de su padre, pero el patriarca cae enfermo. Repentinamente, John y su hermano menor, Bobby, encuentran el camino delante de ellos abierto a su propia decisión. Dotados de conciencia, comienzan a buscar su propio camino. Conscientes hasta un cierto grado de las conexiones de su padre y de que el alcance del acuerdo con la CIA-Mafia estaba más allá de su comprensión, descubren los “Proyectos Negros” y el tráfico de drogas, así como el enlace a la CIA-mafia. Los dos sienten una abrumadora sensación de traición, ya que son parte de un sistema de injusticia contra el cual han hecho un voto de luchar. John se compromete a desmantelar la CIA y el narcotráfico. Un comprometido Bobby persigue a la Mafia, por lo que ambos grupos consideran que el acuerdo ha sido roto. El consorcio petrolero de Texas ve sus propios fundamentos en peligro. Los propios militares, en que la invasión de la Bahía de Cochinos, en Cuba, se consideran traicionados. Los dos jóvenes han amenazado a las organizaciones más poderosas en el mundo. El 22 de noviembre de 1963, al mediodía, en Dallas, Texas, John Fitzgerald Kennedy es asesinado. El 5 de junio de 1968, en Los Angeles, California, durante una campaña presidencial, Robert Kennedy es asesinado. El mundo lloraba, no porque la mayoría estuviese de acuerdo con ellos, sino porque todo el mundo sabía que, de alguna manera, habíamos perdido a uno de los nuestros.
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