Los dogón son un pueblo de Malí (África occidental). Su población está estimada en 500.000 personas. Ocupan la región que abarca desde los Precipicios de Bandiagara al sudoeste de la curva del río Níger. Algunos dogón viven en el norte de Burkina Faso.
Los dogón son, ante todo, agricultores de mijo y herreros. Los dogones son conocidos especialmente por su mitología, sus conocimientos estelares, sus danzas de máscaras, las esculturas en madera, su arquitectura. A lo largo del último siglo han sufrido cambios significativos en la organización social, cultura y creencias dogones, a causa, en parte, de que el país dogón es una de los principales destinos turísticos de Malí.
La propia colocación de sus aldeas, en la parte alta o al pie del impresionante precipicio de Bandiagara, sobrecoge a quien lo visita, y no hay viajero que, con mayor o menor fortuna, no haya querido lucir su capacidad retórica al describirlo. Véanse si no las palabras de W. B. Seabrook, quien pasó por allí en los años treinta: "Desde el borde del precipicio... se divisaba un paisaje semejante al decorado irregular, a la par que espléndido, erigido por gigantes que hubieran soñado con el gabinete del doctor Caligari, las pinturas de Picasso y las murallas de Carcasona, y lo hubieran juntado todo en un lugar secreto en las montañas del otro lado de la Luna".
En ese ámbito alucinante, donde las propias rocas verticales forman cuevas utilizadas como necrópolis, habitan los dogon, satisfechos de las constantes visitas que reciben por parte de investigadores y aun de turistas del mundo entero: desde que M. Griaule se interesara por vez primera, hace unos sesenta años, por sus enrevesadas creencias y sus ritos y danzas cargados de símbolos, la mitología dogon, y sus cosmogonía en particular, constituyen un capítulo entero en la historia de las religiones.
En ese ámbito alucinante, donde las propias rocas verticales forman cuevas utilizadas como necrópolis, habitan los dogon, satisfechos de las constantes visitas que reciben por parte de investigadores y aun de turistas del mundo entero: desde que M. Griaule se interesara por vez primera, hace unos sesenta años, por sus enrevesadas creencias y sus ritos y danzas cargados de símbolos, la mitología dogon, y sus cosmogonía en particular, constituyen un capítulo entero en la historia de las religiones.
EL TASSILI N’AJJER - ÁFRICA
Tassili, macizo montañoso situado en el Sureste de Argelia, con una extensión de 800 kilómetros de largo por poco más 60 kilómetros de ancho, muy cerca de Libia, “tassili” significa meseta de los ríos en lengua tuareg o, meseta entre dos ríos, “tassili-n-azyer”. En tiempos remotos vivió un pueblo que pintó en las cuevas más de 5.000 dibujos (5.000 catalogados, aunque se supone que esta cifra se puede duplicar en áreas no exploradas todavía), convirtiendo este conjunto de pinturas en lo que para algunos expertos es “la Capilla Sixtina del paleolítico”.
EL OASIS DE SIWA - ÁFRICA
Siwa se encuentra en medio del desierto, de la nada, de la desolación, cercana a la frontera con Libia, a unos 850 km del Cairo y se trata de una de las regiones más aisladas de Egipto y un lugar poco transitado por el turismo de masas. Está rodeada por un palmeral que se precipita sobre las dunas del desierto y sobre un lago salado. Su historia es milenaria y sus calles son aún transitadas por carros de madera y burros.
Pocos oasis custodian la historia que guarda celosamente Siwa. Existen especialmente dos personajes históricos que tiñen de leyenda estas tierras inhóspitas. El primero de ellos es Alejandro Magno, el que cual tras la conquista de Asia Menor puso rumbo a Egipto, fundado la ciudad de Alejandría. Inmediatamente después de la fundación se dirigió al Oráculo de Siwa. Alejandro quería reafirmar su creencia sobre que era descendiente del dios Amón Ra. Olimpia, su madre, le había llenado la cabeza de estas ideas.
La historia nos cuenta que es en el Oráculo donde se le reconoce como ser divino, tras lo cual se proclamará faraón de Egipto antes de partir a la conquista de Persia. En la travesía hasta Siwa estuvo a punto de perder la vida junto a varios de sus compañeros, pero milagrosamente llegaron al oasis. Hay que tener en cuenta que en aquella época el oráculo de Siwa era tan importante y de tanto renombre como el de Delfos, en Grecia.
LA GRAN PIRÁMIDE DE GUIZA - ÁFRICA
La Gran pirámide de Guiza es la más antigua de las Siete maravillas del mundo y la única que aún perdura, además de ser la mayor de las pirámides de Egipto. Fue ordenada construir por el faraón de la cuarta dinastía del Antiguo Egipto Keops. El arquitecto de dicha obra fue Hemiunu.
La fecha estimada de terminación de la construcción de la Gran Pirámide es alrededor de 2570 a. C., siendo la primera y mayor de las tres grandes pirámides de la Necrópolis de Guiza, situada en las afueras de El Cairo, en Egipto.
La magnífica alineación de monumentos alrededor del mundo continua al cruzar Petra, Ur, donde nació Abraham, sigue por Persépolis en Irán hasta llegar a Mohenjo Daro, pakistán (donde se encontraron las escrituras ilegibles, muy parecidas a las de la isla de Pascua).
PETRA – ASIA
En medio del desierto jordano, Petra se presenta como un bello enigma revelado apenas hace algo más de un siglo; un enigma que hoy sigue asombrando y creciendo, a medida que prosiguen excavaciones que van –de año en año- engrandeciendo el patrimonio visible en este territorio desértico.
Petra es un importante enclave arqueológico de Jordania. Su nombre proviene del griego y significa piedra, ese nombre es perfectamente adecuado, ya que no se trata de una ciudad construida con piedra, sino, literalmente, excavada y esculpida en la piedra.
UR – ASIA
Ur fue una antigua ciudad del sur de Mesopotamia. Originalmente, estaba localizada cerca de Eridu y de la desembocadura del río Éufrates en el golfo Pérsico. Hoy en día, sus ruinas se encuentran a 24 km al suroeste de Nasiriya, en el actual Irak.
Los primeros restos de Ur pertenecen al período de El Obeid (V milenio a. C.), en el cual se produjeron los primeros asentamientos urbanos en la zona. Ur es, por tanto, una de las ciudades más antiguas de Sumeria.
A partir del comienzo del III milenio, los hallazgos arqueológicos empiezan a ser mejor entendidos porque se completan con algunos acontecimientos y nombres que empiezan a aparecer en los primeros textos en cuneiforme (Libro de los Reyes de Sumeria e inscripciones en sellos y ladrillos).
Durante el IV milenio a. C. (período de Uruk) la gran cantidad de cerámica encontrada parece indicar que Ur pudo haber sido un centro importante de producción. Esta situación se prolongó hasta el período Yemdet-Nasr, hacia el 3000 a. C. En algún momento del milenio siguiente se produjo una inundación de carácter local que dejó una importante capa de lodo en los estratos.
continua...
fuente--treecreativity.com
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