El castillo de Harput ha sido durante mucho tiempo un emblema del rico tapiz histórico de Anatolia. Una joya enclavada en el paisaje de Turquía, sus enigmáticos muros y restos tienen muchas historias que contar, y excavaciones recientes están revelando historias, un artefacto a la vez. Desde el descubrimiento de una cocina palaciega de 1.000 años de antigüedad hasta una intrincada cisterna de agua de 2.500 años de antigüedad, arqueólogos e historiadores están reconstruyendo episodios de una época pasada.
El profundo legado de Anatolia
Anatolia ha sido el epicentro de varios imperios, rutas comerciales y culturas. Su ubicación geográfica unió a Oriente con Occidente, convirtiéndolo en un crisol de costumbres, creencias e innovaciones. El castillo de Harput, ubicado en este corazón histórico, encarna este encuentro de historias.
Al informar sobre los recientes hallazgos, el Daily Sabah enfatizó la importancia del sitio, refiriéndose a la "historia profunda" de Anatolia. Este apodo no es sólo una descripción poética sino un testimonio de las muchas capas de la historia que alberga la región.
El Daily Sabah cita al jefe de la excavación, Ismail Aytaç, describiendo la profunda historia del sitio:
"El castillo de Harput cuenta con una historia de asentamiento continuo que se remonta al año 3000 a. C. y se extiende hasta el año 1900 d. C. Conocido como el punto de partida de la vida en Harput, el castillo no es solo una estructura regional sino también social que alberga numerosos bienes culturales más allá de lo conocido. ... Como antigua guarnición, contiene muchos elementos históricos aún por descubrir, como pasadizos ocultos, mazmorras, murallas y centros religiosos."
Algunos de los muchos artefactos de varias épocas encontrados durante las excavaciones del Castillo de Harput, Elazığ, Türkiye. (Foto cortesía de Eti Bakır)
Instalaciones para banquetes encontradas en el castillo de Harput
Uno de esos elementos sacado a la luz en excavaciones recientes, reportadas recientemente por la Agencia Anadolu, es una cocina palaciega de 1.000 años de antigüedad que incluye siete hornos tandoor y restos de ollas, sartenes y otros utensilios que dan la impresión de una cocina bulliciosa, posiblemente preparando Fiestas para la élite. Esto ofrece una ventana a la vida cotidiana de la realeza y sus cortesanos, e insinúa la riqueza de la cultura culinaria, sugiriendo una mezcla de gustos influenciados por las múltiples civilizaciones que atravesaron Anatolia.
Otro objeto inusual encontrado en la cocina fue una bala de cañón catapulta. Curiosamente, esto se relaciona con un relato del historiador del siglo XIII, İbni Bibi, que registra cómo una bala de cañón aterrizó en un tandoor durante el asedio del castillo en 1234 d.C. por el sultán selyúcida Alaaddin Keykubad. Se ha sugerido que esta bala de cañón podría ser en realidad la misma que aparece en el registro de İbni Bibi.
Vista aérea del castillo de Harput que muestra su longitud completa. (CC BY-SA 4.0)
Maravillas de la ingeniería del pasado
La última incorporación a la lista de descubrimientos es una intrincada cisterna de agua de 2.500 años de antigüedad, junto con un taller de metal más moderno que data de hace 700 años, relativamente reciente en la larga historia de este edificio fortificado.
Detallado en el Hurriyet Daily News, el sistema de agua subraya la avanzada destreza tecnológica de los antiguos habitantes del sitio del castillo. El agua, elemento vital de cualquier asentamiento, se almacenaba y distribuía mediante sistemas funcionales y arquitectónicamente elegantes. Las autoridades planean promover y exhibir esta antigua maravilla, dejando en claro su importancia no sólo como artefacto histórico sino también como una hazaña de la ingeniería antigua.
El tejido histórico del castillo de Harput
Para apreciar verdaderamente estos descubrimientos, hay que profundizar en el telón de fondo del Castillo de Harput. Su posición estratégica ofrecía tanto una ventaja militar como un punto de vista sobre las rutas comerciales. A lo largo de varios milenios de su historia, el castillo de Harput fue testigo del ascenso y la caída de muchos imperios, desde los urartianos que construyeron la primera fortaleza aquí, hasta los romanos y más tarde los bizantinos, selyúcidas y otomanos. Cada uno de estos poderes dejó una marca indeleble en el castillo, transformándolo y ampliando su rico tapiz de historia.
Los esfuerzos arqueológicos en curso proporcionan una comprensión más profunda de estas transiciones. Los artefactos, la arquitectura y las estructuras descubiertos, como la cocina del palacio y la cisterna de agua descritas anteriormente, muestran la evolución de la región y reflejan tanto los cambios como las continuidades a lo largo de los milenios.
El atractivo perdurable del castillo de Harput reside no sólo en sus piedras y estructuras antiguas, sino también en sus historias. A medida que continúan las excavaciones, cada capa descubierta ofrece una historia más rica e intrincada del pasado de Anatolia. Para los visitantes modernos, el castillo promete un viaje en el tiempo, proporcionando una conexión tangible con épocas pasadas.
Mientras los investigadores y arqueólogos continúan con su arduo trabajo, existe una inmensa anticipación sobre las nuevas joyas históricas que el Castillo de Harput aún puede ofrecer. Por ahora, es un testimonio de la grandeza histórica de Turquía, un faro que atrae tanto a entusiastas de la historia como a investigadores y turistas.
Autor Gary Manners
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