martes, 31 de agosto de 2021

Los homínidos de Iberia: neandertales, dólmenes y mitos entrelazados

 



En el extremo suroeste de Eurasia, reside el callejón sin salida geológico conocido como la Península Ibérica. Con las majestuosas montañas de los Pirineos al norte y los pilares de Heracles en el Estrecho de Gibraltar al sur, esta península contiene una parte de Francia y de toda España y Portugal. También contiene una de las concentraciones más altas de sitios de homínidos del planeta. Estos son en su mayoría sitios neandertales que datan de hace más de 10,000 años.

Agrupada en una correlación casi perfecta con estos sitios se encuentra otra concentración antigua: un tesoro de dólmenes. Estos sitios de homínidos y megalitos enigmáticos son fuentes tanto de la iluminación científica como de la belleza mitológica, que emanan datos y tradiciones, respectivamente. Quizás al reconciliar estos paradigmas aparentemente opuestos, se puedan descubrir nuevas pistas sobre los orígenes humanos, atravesando la densa niebla de prejuicios y tabúes culturales que nublan la comprensión.

Le Moustier Neanderthals de Charles R. Knight.  (Dominio publico)

Le Moustier Neanderthals de Charles R. Knight. Dominio público )

EL SITIO DE AXLOR: CUESTIONANDO LA NATURALEZA PRIMITIVA DE LOS NEANDERTALES

Esparcidos por todos los sistemas de cuevas de la península, los científicos están descubriendo los primeros sitios del hombre que, durante las últimas dos décadas, han arrojado datos revolucionarios. Axlor es un yacimiento neandertal dentro de la comunidad de Dima, Vizcaya, un pueblo de la región autónoma vasca. El sitio data de hace más de 40.000 años y fue fundamental para cambiar la vista cuando se trata de la naturaleza primitiva de los neandertales

La ocupación de los homínidos en esta área fue tan intensa durante tanto tiempo, que los restos antiguos han permitido a los científicos construir líneas de tiempo y patrones de uso sofisticados, y lo que encontraron cambió su percepción de toda la subespecie humana. Pudieron, por ejemplo, determinar que estos neandertales ejecutaron con éxito estrategias de caza de largo alcance a lo largo del tiempo, lo que les permitió combatir los cambios climáticos y ambientales radicales que soportaron.

Toda esta investigación se enfrentó a décadas de suposiciones que consideraban a los neandertales como brutos tontos con capacidades cognitivas limitadas. Básicamente, estos neandertales practicaron la gestión de recursos y lo hicieron con gran éxito durante miles de años. Más allá de eso, el juego que cazaban era extremadamente peligroso y difícil de matar, lo que indica además estrategias complejas y coordinadas para la supervivencia.

Comparación de cráneo humano y neandertal.  (Autor proporcionado)

Comparación de cráneo humano y neandertal. (Autor proporcionado)

COVA FORADA: CURIOSOS RESTOS Y ARTEFACTOS DE NEANDERTAL

Cova Forada es otra cueva digna de mención y yacimiento neandertal que se encuentra dentro de la provincia española de Valencia, cerca de la costa mediterránea. Este sitio ha producido tres descubrimientos importantes y también es excepcional debido a las fechas extremadamente antiguas que se remontan al Paleolítico Medio (hace más de 100.000 años). Uno de los esqueletos de neandertal más completos jamás desenterrados provino de este sitio, con muchos huesos todavía conectados a la columna vertebral, que es extremadamente rara y científicamente valiosa.

Recientemente, la  cueva de Cova Forada  dio otra pista, en forma de un collar muy antiguo. El collar está hecho casi exclusivamente de garras de águila, que no eran una gran fuente de alimento para estos neandertales. Esto apunta a cierto grado de importancia simbólica, al igual que las numerosas naciones de hoy que usan el águila como símbolo del poder supremo.

COVA NEGRA: PERSPECTIVAS SOBRE LA CAZA DE NEANDERTALES

También dentro de la provincia de Valencia, cerca del pueblo de Xativa, se encuentra otra cueva neandertal conocida como Cova Negra. Este sitio también es increíblemente antiguo con una ocupación esporádica que se remonta al Paleolítico Medio. Este sitio es único por la gran cantidad de animales de caza menor y rápida que aquí se procesaban y consumían, especialmente aves.

Los neandertales típicamente cazaban caza mayor, de hecho, algunos de los juegos más grandes y peligrosos imaginables. Pero aquí, y en algunas otras cuevas cercanas, acecharon, mataron, masacraron y comieron dieciocho especies diferentes de aves, las más comunes eran palomas y cuervos. Otra nota interesante sobre Cova Negra es que de los siete neandertales diferentes encontrados en la cueva, seis eran niños y uno era un adolescente.


Restos de neandertal descubiertos en la Cueva de Bolomor en Valencia.  (Falconaumanni / CC BY-SA 3.0)

Restos de neandertal descubiertos en la Cueva de Bolomor en Valencia. (Falconaumanni /  CC BY-SA 3.0 )

CUEVA DE BOLOMOR: TECNOLOGÍA AVANZADA Y RESTOS DE ELEFANTES

La Cueva de Bolomor, cerca de Tavernes de la Valldigna, es otro yacimiento valenciano en el que se han descubierto restos de homínidos muy antiguos con importantes implicaciones. Se encontraron los restos de cuatro individuos neandertales diferentes, pero el aspecto notable de este sitio es que partes del mismo datan de hace 350.000 años y también se destacan las distinciones de construcción de herramientas. El método de tallado común (una técnica de tallado de los bordes de una piedra hasta que el núcleo emerge intacto) no se utilizó mucho y esto lleva a la sugerencia de que quizás esto marcó algún grado de transición tecnológica.

También se están investigando muchos hogares, algunos de los cuales están revestidos de piedra y datan de hace 250.000 años. Quizás el hallazgo más desconcertante descubierto en Bolomor Cave fue que durante toda la ocupación, se cazaron y se comieron elefantes jóvenes. Lo que es difícil de imaginar es que estos cadáveres de elefantes (junto con muchos ungulados pesados) fueron llevados a la cueva a mano.

Tenga en cuenta que no es fácil acceder a la cueva de Bolomor sin llevar nada. Es una pendiente muy empinada de 100 metros (330 pies) hasta un acantilado. A pesar de que se estimó que estos neandertales eran seis veces más fuertes que el Homo sapiens, todavía se requiere un esfuerzo hercúleo para llevar a un elefante joven fallecido hasta esta cueva.

SIDRON CAVE: EVIDENCIA DE CANIBALISMO Y GENÉTICA NEANDERTAL

Los restos de la  cueva de Sidron  en el municipio de Pilona de Asturias, en el noroeste de España, se encontraron inesperadamente en 1994. Se encontraron alrededor de 13 restos de neandertales junto con 53 herramientas de piedra y una maravillosa galería de petroglifos. Hay muy pocos huesos no homínidos en el enorme sistema de cuevas, y todos ellos fueron apilados deliberadamente en una pequeña cámara.

Tras un examen más detenido y un análisis exhaustivo de los huesos, salió a la luz una realidad espantosa. Los huesos mostraban claramente una evidencia inconfundible de  canibalismo . Los antropólogos forenses identificaron "la presencia de marcas de corte, escamas, picaduras de percusión, cicatrices concoidales y escamas adheridas".

De todos los frutos del conocimiento extraídos de este árbol, quizás los más intrigantes sean las anomalías genéticas y las revelaciones. Para empezar, se descubrió el gen FOXP2, y es este marcador genético el que los genetistas identifican con el lenguaje en los humanos modernos. Esta es una implicación directa de que los neandertales tenían habla y, por lo tanto, una comunicación elaborada, lo que nuevamente refuta las suposiciones anteriores sobre las capacidades primitivas de los homínidos. Pero la piedra preciosa real, por así decirlo, es la primera secuenciación completa del cromosoma Y del neandertal.

Se recuperó ADN de neandertal de sedimentos en la cueva de El Sidrón, en el norte de España.  (Sociedad Max Planck)

Se recuperó ADN de neandertal de sedimentos en la cueva de El Sidrón, en el norte de España. Sociedad Max Planck )

LAS ANOMALÍAS ARQUEOGENÉTICAS DE LA CUEVA DE SIDRON

Esta secuenciación exitosa del cromosoma Y del neandertal de la  cueva de Sidron  generó más preguntas que respuestas. Supuestamente, basándose en la interpretación precaria de este único espécimen, los científicos proclamaron que indica que los  neandertales  divergieron de un ancestro humano común hace 590.000 años. Pero una bandera amarilla de precaución interpretativa debe aparecer aquí debido a varias anomalías adicionales.

Es importante tener en cuenta que el cromosoma Y se transmite exclusivamente por el padre. Ningún otro homínido u homínido ha producido este cromosoma hasta la fecha. Este cromosoma Y nunca se ha identificado en humanos modernos y está codificado con una variedad de MiHA (antígenos menores de histocompatibilidad) que divergen de los de los humanos modernos.

Lo que todo esto significa exactamente va más allá del alcance de este artículo, pero basta con decir que es bastante extraño y no cuadra con las ideas preconcebidas actuales sobre los neandertales, sus supuestos orígenes africanos o su relación con el Homo sapiens.

El Dolmen de Kangwha en Ganghwa-gun, Corea del Sur.  (foto_HYANG / Adobe Stock)

El Dolmen de Kangwha en Ganghwa-gun, Corea del Sur. foto_HYANG  / Adobe Stock)

DEFINICIÓN DE DÓLMENES

¿Qué es un dolmen? Un dolmen (también conocido como cromlech) es una estructura megalítica antigua, normalmente compuesta por dos o más piedras verticales enormes que sostienen una piedra única, muy grande, a menudo plana. En algunos casos, piedras o montículos de tierra más pequeños cubren toda la estructura que luego se clasifica como túmulo. La definición convencional afirma que la mayoría data del Período Neolítico Temprano: 3.000 a 4.000 a. C., y que la sepultura era la función original que cumplían.

Sin embargo, la realidad es que estas estructuras son un gran misterio arqueológico. Hay muy pocos, si es que hay alguno, informes académicos de excavación de dolmen que hayan arrojado evidencia definitiva sobre quién construyó estas estructuras, cómo, cuándo y con qué propósito. Para agravar el misterio está el hecho de que existen en todo el planeta, con la concentración más alta en  Corea,  que contiene la increíble cantidad de más de 30.000 estructuras. Europa occidental (Francia, España y el Reino Unido) y luego el Levante son corredores lejanos hasta la concentración coreana de dólmenes, lo que en sí mismo puede proporcionar una pista.

LA CORRELACIÓN DE CONCENTRACIÓN DE LOS DÓLMENES HOMÍNIDOS 

La medalla de plata por concentración de dólmenes es para Francia y, para ser más específicos, el suroeste de Francia que conduce a la Península Ibérica. Esta región de Francia es la ganadora del metal dorado para otro concurso, y esa sería la mayor concentración de sitios neandertales en el planeta.

Esta correlación continúa en la Península Ibérica, donde las mayores concentraciones de yacimientos neandertales se encuentran en los Pirineos. Esto está a un tiro de piedra de la densa concentración de dólmenes en el sur de Francia y la costa suroeste de Portugal, que también está muy cerca de la densa concentración del tesoro de dólmenes ibéricos mencionado anteriormente  .

¿Podría ser que los neandertales, que poseían la fuerza suficiente para llevar elefantes jóvenes por un acantilado, también tuvieran la fuerza suficiente para erigir estas estructuras gigantes? Indique el alquitrán, las plumas, el aceite hirviendo y la multitud enojada de conformistas antropológicos, pero a pesar de su vitriolo, el simple hecho permanece que la piedra no puede ser datada por carbono (en referencia a la aparente distancia temporal entre neandertales y dólmenes), y además, hay no hay evidencia arqueológica directa, publicada, que identifique a los constructores de estas estructuras.

Además, la percepción de los neandertales está cambiando rápidamente hacia mayores capacidades y una existencia reciente, lo que contrasta con todo el dogma homínido original que aún persiste en la mente del público. Pero, de nuevo, ese puede ser el punto. En otras palabras, podría ser que se hayan realizado excavaciones, se hayan generado informes, además de restos y artefactos exhumados de los que el público no tenga conocimiento. Ciertamente, hay muchos informes peculiares de los Estados Unidos (finales del siglo XIX y principios del XX) que giran en torno a la excavación de túmulos funerarios y los rasgos físicos únicos de los esqueletos (que ahora no se pueden localizar).

Los Dólmenes de Antequera

El Dolmen de Menga en Antequera, España. Jesnofer  / Adobe Stock)

LOS DÓLMENES DE ANTEQUERA

Hay cientos de dólmenes que adornan la Península Ibérica, pero varios se destacan por sus orientaciones astronómicas / geográficas, sus increíbles proporciones y sus posibles vínculos con el Paleolítico. El Dolmen de Menga, en el sur de España cerca de Antequera, representa una de las obras maestras más significativas de la construcción megalítica basada en su estructura de poste y dintel con revestimiento de tierra.

Este dolmen en particular se destaca por sus enormes dimensiones que amplían el tamaño posible en un sepulcro de pasillo al utilizar la solución sin precedentes de pilares intermedios. Adicionalmente, Tholos de El Romeral (diferentes dólmenes en un mismo sitio) complementa los dos dólmenes con su corredor y falsa cúpula de mampostería de piedra seca.

Tanto el Dolmen de Menga como el Tholos de El Romeral tienen orientaciones anómalas. El arqueoastrónomo Michael Hoskin, que analizó el sitio, señaló que el Dolmen de Menga se alinea hacia el pico cercano conocido como la Peña de los Enamorados (curiosamente, esta montaña también se conoce como Montaña del Indio porque se asemeja a la cabeza de un nativo americano) . Esta extraña y solitaria montaña se eleva abruptamente desde la llanura y contiene el refugio rocoso contemporáneo de Matacabras, en el que se encuentran pinturas rupestres.

Una orientación similar existe con respecto al dolmen Tholos de El Romeral, que está orientado a la sierra de El Torcal, que igualmente contiene la Cueva del Toro (otro arte rupestre y yacimiento del hombre primitivo) y también se alinea hacia el sol del mediodía en invierno. solsticio.  El Torcal  es notable por el extenso paisaje kárstico de otro mundo en su cima.

Además, el dolmen Tholos de El Romeral se posiciona a lo largo de un eje desde el Dolmen de Menga hasta la Peña de los Enamorados. Por tanto,  los Dólmenes de Antequera  constituyen un paisaje genial, estilizado y artificial en una relación entrelazada y simbiótica con las formaciones naturales circundantes y los astros.

El cráneo neandertal de Gibraltar 2 fue descubierto en el refugio de rocas Musterian Devil's Tower.  (Guérin Nicolas / CC BY-SA 3.0)

El cráneo neandertal de Gibraltar 2 fue descubierto en  el refugio de rocas Musterian Devil's Tower. (Guérin Nicolas /  CC BY-SA 3.0 )

LA TORRE DEL DIABLO

En el extremo sur de la península, al borde del  Estrecho de Gibraltar , se encuentran las ruinas de la Torre del Diablo. El nombre se refiere a una antigua torre de vigilancia de piedra, que fue sospechosamente destruida en un acto deliberado alrededor de 1940, supuestamente porque la torre estaba obstruyendo la línea de fuego de los cañones de superficie a aire de la Segunda Guerra Mundial. Esto fue ordenado por el general Sir Noel Mason-Macfarlane, ya que Gibraltar era entonces, y ahora es, técnicamente, un Territorio Británico de Ultramar.

Divagando por un momento, cabe señalar que estas antiguas torres de vigilancia, con idéntica construcción de mampostería seca, existen en otros sitios megalíticos anómalos en todo el mundo, como Kulap en Perú, Malta y Cerdeña en el Mediterráneo, además de en la región de las Cuatro Esquinas del suroeste de Estados Unidos. También durante la guerra, el ejército británico manipuló deliberadamente sitios arqueológicos en  Malta , y Malta Heritage afirma que fue en este punto donde de alguna manera “perdieron” decenas de miles de enigmáticos restos humanos de las cámaras subterráneas debajo de la isla.

De regreso al sitio ibérico, muy cerca de esta antigua torre de vigilancia se encuentra un refugio rocoso del Paleolítico dentro del cual un cráneo de neandertal fue descubierto en 1926 por la arqueóloga Dorothy Garrod. Este fue el segundo cráneo de Neandertal descubierto en  Gibraltar , estaba cerca de un alijo de herramientas de piedra y ahora se conoce como Gibraltar Two o Devil's Tower Child.

Las autoridades británicas afirman firmemente que la torre y el sitio Paleolítico no estaban relacionados, lo cual es conveniente para su narrativa, ya que destruyeron intencionalmente la torre. Tenga en cuenta que no es posible que haya sido una obstrucción para una torreta de armas móvil.

EL "MITO" DEL JENTILAK

Los Jentilak (forma plural de Jentil) eran, según  la mitología vasca  de la región de los Pirineos, una raza desaparecida de gigantes peludos que fueron los responsables de la erección de los dólmenes. La tradición sostiene que los Jentilak convivieron con los vascos e incluso les enseñaron las artes de la metalurgia y la agricultura.

Mientras que los vascos del Homo sapiens vivían en los valles de los ríos y en la costa, el (arcaico) Jentilak vivía en lo alto de las montañas en cuevas. Aunque se decía que habían coexistido pacíficamente hasta cierto punto, en general también se los consideraba hostiles, rebeldes y peligrosos.

Se decía que tenían una fuerza física tremenda, eran capaces de lanzar cantos rodados de una montaña a otra y tenían competencias de lanzamiento de piedras que se llevan a cabo hasta el día de hoy por los vascos modernos. La tradición concluye que el Jentilak, sin querer progresar o coexistir más, se retiró, a través de los dólmenes, al reino subterráneo.

Es absolutamente posible que el llamado mito del Jentilak, la alta concentración de dólmenes y los densos grupos de sitios neandertales sean todos restos y recuerdos de la misma cultura paleolítica. ¿Cómo puede ser que haya tan poca arqueología de la que hablar sobre estas estructuras que existen en todo el planeta? Y, ¿por qué los humanos antiguos fueron tan universalmente obligados a construir estas estructuras en primer lugar?







Por Mark A. Carpenter

https://www.ancient-origins.net/ancient-places-europe/prehistoric-iberia-0015761

Cementerio de seres con los cráneos alargados hallado en Perú

 


En abril del 2021, el canal de youtube frans, publicó un video de un viaje que realizó a un lugar poco concurrido en huancavelica, en la sierra central de Perú. En el reveló lo que parece ser un cementerio de seres, posiblemente no humanos,que habrían tenido el cráneo elongado. [Ver video]

Por el tamaño de los cráneos, estos pertenecerían a niños, que posiblemente fueron sacrificados como ofrenda para los dioses. Se cree que esto habría ocurrido hace miles de años.


Después que se hizo viral las imágenes del hallazgo, muchos que se dicen ser arqueólogos dijeron que los cráneos son humanos, y que fueron forzados con ataduras para tomar su forma alargada. Comentaron que los antiguos pobladores de Perú utilizaban ataduras de tela en la cabeza para crear una forma de cráneo inusual.



Del otro lado, los teóricos de los antiguos astronautas están de acuerdo que había personas que se deformaban el cráneo para darles forma alargardas, sin embargo, existen cráneos alargados cuya forma no se debería a un modelado deliberado de la cabeza, sino que estos cráneos fueron así desde su nacimiento. Ellos concluyeron que el volumen medio de estos cráneos encontrados en Perú, podrían ser de un 30% mayor que el de una persona moderna media, por lo que no pertenecerían a seres humanos.

Curiosamente, no muy lejos del lugar, en Nazca, hace pocos años atras se descubrió momias alienigenas tridactilas que poseían cráneos elongados.


¿Podrían estos restos oseos hallados en Huancavelica provenir del mismo linaje que los hallados en Nazca? Provablemente sí.

Se necesitaría ir al lugar y realizar estudios a los restos para determinar su verdadero origen, aunque el yutúber no quisó revelar el lugar exacto del hallazgo por temor a que sea saqueado.

Puedes ver los cráneos alargados descubiertos visitando el enlace en la descripción del video y sacar tus propias conclusiones.










https://www.helium-24.com/2021/08/Cementerio-de-seres-con-los-craneos-alargados-hallado-en-Peru.html

Cádiz, tres mil años de restos arqueológicos

 

Si bien es cierto que Cádiz es una ciudad extremadamente rica en yacimientos arqueológicos, la mayoría de tipo funerario, no es menos cierto que, dichos hallazgos, han tenido lugar de forma irregular. Estos descubrimientos han sido una constante sobre todo a partir de época musulmana. Desde ese momento y durante los últimos siglos, con el desarrollo de la ciencia arqueológica y métodos más rigurosos de estudio, se ha ido adquiriendo conciencia de su importancia, incidiendo directamente sobre la rigurosidad de los datos objeto de estudio. En este sentido, no podemos obviar que muchos de los restos pertenecientes a la necrópolis de la ciudad no han pervivido y se han perdido en el devenir del tiempo; a pesar de ello, de numerosos hallazgos conservamos ciertas reseñas que nos son de gran utilidad para llevar a buen puerto un estudio y análisis rigurosos.

A fin de cuentas, son muchas las dificultades con las que nos encontramos, como el relativamente reciente interés despertado por los enterramientos entre la comunidad científica o los numerosos expolios y saqueos llevados a cabo por los expoliadores. Continuando en esta línea, es indiscutible la importancia de las excavaciones de urgencia puesta en marcha por la Junta de Andalucía en los años 80 del pasado siglo, pero, a pesar de ello, los artículos publicados sobre sus resultados, en lugar de centrarse en un riguroso estudio de la necrópolis en sus diferentes aspectos, se han dirigido más en la dirección de monografías sobre materiales concretos, como el estudio y catalogación de monedas, amuletos, ungüentarios o lucernas, entre otros. Por tanto, es innegable el abundante volumen de información que a lo largo de muchos años ha ido generando la necrópolis de la ciudad. Sin embargo, este hecho, lejos de ser una motivación para el investigador, no ha sido objeto de una investigación hecha en profundidad, ya que el interés científico se ha orientado más hacia la búsqueda y estudio de estructuras de tipo urbano, que en un análisis serio de las necrópolis. En este planteamiento, ha salido particularmente perjudicado a nivel científico un aspecto para mí de enorme importancia para poder interpretar y conocer el mundo y costumbres funerarias de Gadir/Gades, y no es otra cosa que el ritual secundario, de gran interés, dado la escasez de fuentes escritas. En este sentido, la mayor parte de la información previa de que disponemos se torna especialmente exigua y se refiere a informes, memorias y breves publicaciones en los Anuarios Arqueológicos.


Estas deficiencias convierten en algo muy complicado el estudio espacial y topográfico de la necrópolis de Cádiz, así como el conocimiento de su organización interna, y, en definitiva, del paisaje funerario de la ciudad. Igualmente se convierte en una tarea casi imposible llevar a cabo un concienzudo estudio paleopatológico y paleodemográfico. A pesar de estas contingencias, las necrópolis nos han proporcionado una abundante riqueza, tanto en estructuras funerarias como en datos referentes al ajuar funerario o al cuerpo del difunto y en ello debemos ahondar.

Si consideramos la necrópolis de Gadir/Gades en su amplio horizonte cronológico, es decir, en época fenicia, púnica y romana, en sus dos fases, republicana e imperial, obtenemos como conclusión que supera en mucho a cualquier otra ciudad del sur peninsular, especialmente en época romana, por la gran densidad de hallazgos, así como la elevada información que aporta en los campos tipológico, ritual y epigráfico. Aún así, existe un marcado contraste entre toda la información que existe a disposición del investigador y la carencia de estudios a nivel científico.


Por tanto, la mayor parte de los yacimientos que se han podido documentar hasta la fecha en Cádiz, pertenecen a diferentes áreas de la necrópolis fenicia, púnica y romana, caracterizándose por el gran número de descubrimientos, unos de más significación que otros. Con todo, la necrópolis constituye la vertiente menos estudiada de la arqueología de la ciudad. Un dato que sin duda ha jugado en nuestro favor, en cierto modo, ha sido lo reducido del espacio urbano gaditano y la no expansión de sus límites, lo que ha originado, de forma indirecta, que gran parte de su territorio, destinado a la necrópolis, haya perdurado en el tiempo. Ello es debido a que la población de Cádiz a finales del siglo IV a. C. había descendido de forma brutal, hecho que se prolonga hasta el siglo XVI, alcanzando niveles poblacionales muy bajos. Solo en el siglo XIII, en tiempos de la Reconquista cristiana, el Rey Alfonso X, el Sabio (1253-1284) se hizo con el absoluto control de la Bahía de Cádiz, colonizando estas tierras con castellanos, concentrándose la población en el actual barrio del Pópulo. En este contexto, las labores agrícolas llevadas a cabo en la ciudad por el estamento campesino, tenían lugar en el actual casco histórico, y no en lo que en la antigüedad fue Kotinoussa. Este hecho, unido a que los enterramientos no se encuentran en niveles superficiales del terreno, hizo que los hallazgos arqueológicos no fueran una cosa habitual. Del siglo XVI al XIX, podemos afirmar que los hallazgos arqueológicos encontrados en la ciudad fueron fruto de la casualidad motivada por la expansión de la ciudad. La arqueología de estos momentos, en manos de los eruditos, a pesar de carecer de rigor científico, consiguieron en muchos casos estudiar y detallar los diferentes yacimientos.

En un afán de conocer el pasado de ciudad tan vetusta, como es Cádiz, han sido muchas y notables las intervenciones arqueológicas puestas en funcionamiento en distintos puntos de la urbe, y en diversos periodos, con el objetivo de sacar a la luz cualquier vestigio que pudiera aportar nuevos elementos de juicio para conocer mejor la historia en general, y la antigua en particular, de la ciudad gadirita. Este devenir continuo de investigaciones arqueológicas ha avivado considerablemente el entendimiento sobre tan rico pasado.


Dicho interés se vio espoleado, impulsando la investigación en el campo de la arqueología funeraria gaditana, con el hallazgo que tuvo lugar en 1887 en el lugar conocido como Punta de la Vaca, con ocasión de los allanamientos del terreno para la instalación de la Exposición Marítima Nacional, de un extraordinario sarcófago antropoide masculino que sirvió -junto con otros hallazgos, como un grupo funerario de tres sepulturas o hipogeos- para motivar y animar a esos avezados de comienzos del siglo XX que ya comenzaron a sugerir la obligación, por parte de los poderes públicos, para que organizasen y fiscalizasen verdaderas actuaciones arqueológicas. Fruto de los descubrimientos que tuvieron lugar en la Punta de la Vaca fue el nacimiento del Museo Arqueológico de Cádiz. Es a partir del descubrimiento del sarcófago antropoide masculino y su repercusión, cuando las informaciones referentes a hallazgos arqueológicos en la ciudad comienzan a ser verdaderamente detalladas.


El hallazgo de tan extraordinario sarcófago, sirvió de orientación, esperanzados de que afloraran nuevos e interesantes descubrimientos. El siglo XX y lo que llevamos transcurrido del XXI, nos han ofrecido algunos descubrimientos verdaderamente importantes a los que se les ha aplicado por los investigadores, en unas etapas más que en otras, todo el rigor necesario gracias a los últimos avances de la ciencia arqueológica. En el siglo XX debemos agradecer a un grupo de eruditos sus aportaciones en el campo arqueológico de la ciudad, como Pelayo Quintero Atauri, Cervera y Jiménez y Jiménez Cisneros, los cuales, a pasear de sus esfuerzos por ahondar y descifrar el pasado funerario de Cádiz, sus métodos no fueron los más apropiados, y a todas luces discutibles, por carecer de una metodóloga arqueológica rigurosa. Ello nos lleva a considerar sus aportaciones con la necesaria cautela para no incurrir en indeseados errores. No hace falta decir que sería necesaria una profunda revisión de sus aportaciones a través de un grupo científico especializado y multidisciplinar. Dicho esto, entre 1912 y 1936 se desarrollaron de nuevo numerosas intervenciones arqueológicas en la zona de la Punta de la Vaca, Puertas de Tierra y la franja costera, que desde las Puertas de Tierra, se extendía hasta el Cementerio de San José.

Por tanto, en este periodo que culmina con la Guerra Civil, protagonizado por los trabajos de Pelayo Quintero, se pusieron al descubierto unas 3000 tumbas de diferentes tipologías. A estos trabajos les sucedió una nueva etapa, con excavaciones en diferentes puntos de la isla de Kotinussa, la mayor de las islas del archipiélago gaditano en la antigüedad. Estos trabajos que tuvieron lugar entre los años 1950 y 1970, solo pudo obtener una cronología que no se extendía más allá del siglo V a. C., al igual que ocurrió en el periodo anterior de excavaciones. Igualmente sorprendente es el elevado número de enterramientos hallados entre 1979 y 1984, en los trabajos dirigidos por Ramón Corzo Sánchez que consiguió estudiar otro millar de enterramientos, igual cantidad que entre 1979 y 1992, gracias a las numerosas obras públicas llevadas a cabo en la ciudad de Cádiz.


En la década de los 80, comienza a practicarse en la ciudad gaditana lo que se conoce como “intervenciones arqueológicas de urgencia”, pero por desgracia son mal conocidas e insuficientemente documentadas (Vaquerizo Gil, D; 2010), marcando un punto de inflexión en la manera de preservar los restos de interés arqueológico que descansan bajo el terreno de la ciudad. Estas intervenciones de urgencia en esencia consistían en una eficiente forma de localizar y, por otro lado, documentar científicamente, todo registro arqueológico que en cualquier momento se viera afectado, en mayor o menor grado, por movimientos de tierras. Este nuevo método pronto dio sus frutos, y, a comienzos de esa década, en 1980, se encontró en la entonces c/ Ruiz de Alda, hoy el Parlamento, el sarcófago antropoide femenino popularmente bautizado como la Dama de Cádiz. A este le acompañaron otros hallazgos de gran relevancia en el terreno funerario, que hizo posible un definitivo conocimiento de los enterramientos por el rito de la inhumación en cistas de piedra ostionera, fechadas cronológicamente entre los siglos V y IV a. C. Estos enterramientos, a los que nos hemos referido, afloraron en la Plaza Asdrúbal y en la c/ Tolosa Latour, y sirvieron para diferenciar las inhumaciones en cista individuales, de las del tipo de pozo con cámara lateral.

En 1984 tuvo lugar el traspaso de competencias en materia de Cultura del Gobierno central a la Comunidad Autónoma de Andalucía, encargándose desde ese momento las Delegaciones Provinciales de Cultura de gestionar el patrimonio arqueológico gaditano y su puesta en valor. A partir de este momento el material arqueológico que ha salido a la luz ha sido enorme tanto cuantitativa como cualitativamente, acumulándose irreversiblemente en una larga espera de estudios rigurosos y de futuras publicaciones. Toda esta información, a partir de 1985 se ha publicado en su mayoría en los Anuarios de Arqueología de Andalucía.

Las excavaciones siguieron practicándose en el solar gaditano con el trascurrir de la década, y en 1985 en los terrenos del antiguo Teatro Gaditano, los arqueólogos sacaron a la luz un tipo de enterramiento de incineración en fosa, inédito hasta entonces en la arqueología gaditana, y que desplazaba la cronología de la necrópolis del siglo V a .C, a un horizonte cronológico de los siglos VII a la primera mitad del VI a. C, y que se correspondía con una amplia extensión de extramuros, desde la zona conocida como Segunda Aguada al sur, hasta llegar al Barrio de Santa María, al norte.


En la década de los 90, los solares de la c/ Tolosa Latour, parece que se resistían a no dejar de arrojar hallazgos arqueológicos de significación. Así en un terreno situado frente a lo que en su día fue la Institución Provincial Gaditana, nuevos hallazgos hicieron posible la identificación de numerosos enterramientos de tipología diversa, pertenecientes a época tardopúnica, añadiéndose a las cremaciones en fosas con canal central, cremaciones en fosa simple, incineraciones en hoyos, en urnas y en cistas.


El año 1997 fue una fecha muy importante en el ámbito de la arqueología gaditana, ya que, en las excavaciones que se realizaron en la c/ Escalzo, afloraron numerosos enterramientos, pero sobre todo, y eso fue lo más importante, destacó la aparición del único ajuar funerario romano completo del mundo.
En 1998, en las inmediaciones de la ya mencionada Plaza Asdrúbal, y en relación con un impresionante complejo industrial de época romana, apareció un conjunto de 107 enterramientos de épocas fenicia, púnica, y romana fechados entre el siglo IV a. C., y el siglo II d. C., acompañados de valiosas piezas de ajuar funerario. En esta misma fecha se iniciaron los trabajos en el yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo, uno de los más importantes de la ciudad, dirigidos por el arqueólogo José María Gener, y donde surgió un extraordinario monumento funerario del siglo VI a. C., que, dadas sus características, debió pertenecer a algún personaje importante de la sociedad gadirita del momento. En esta fecha siguieron apareciendo diferentes hallazgos de tipo funerario, como las 57 tumbas de la c/ Acacias, o nuevos columbarios de la c/ General Ricardos, que se unieron a los que ya aparecieron, en esa misma calle, en años precedentes.


Por tanto, la década de los 90 finalizó arrojando datos de enorme interés sobre las necrópolis de los siglos VIII-VII a. C., gracias a piezas arqueológicas de extraordinaria singularidad aparecidas en contextos arqueológicos más modernos, como el “pyxis” de la playa de Santa María del Mar, o las urnas de alabastro encontradas en la c/ Escalzo, Plaza Asdrúbal y c/ Santa Cruz de Tenerife. A pesar de datos tan ricos y esperanzadores para el estudio de la necrópolis gadirita, han sido muchos los sectores que han sido destruidos. Así y todo, el siglo XXI siguió arrojando innumerables hallazgos correspondientes a diferentes lugares de la necrópolis, lo que, en una ciudad tan reducida en extensión, parece no tener fin. Ya en 1992, Ramón Corzo hacía una estimación en relación al número de enterramientos por excavar en tan renombrada necrópolis, apuntando -teniendo en cuenta factores tales como los terrenos que hasta el momento estaban pendientes de edificación o aquellas viviendas con cimentaciones superficiales que faltaba por salir a la luz- nada más y nada menos que la mitad de la necrópolis, es decir, unos diez mil enterramientos. Según este autor, el número total de estructuras funerarias que debió existir en Gadir/Gades, entre las ya excavadas y las tumbas pendientes de encontrar, estaría en torno a treinta mil. Desde que R. Corzo realizó esta estimación en su artículo “Topografía y ritual en la necrópolis de Cádiz”, son muchos los lugares de la necrópolis gaditana que han sido excavados y numerosos e importantes los resultados que arrojaron tras su análisis y estudio, pero a pesar de ello aún queda mucho trabajo por hacer.


Francisco Javier Jimenez Martinez






Publicado por FRANCISCO JAVIER JIMENEZ